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“Ahora conozco en parte; pero entonces conocerá como fui conocido”. (1 Corintios 13:12).-

Confesión de un corazón afligido.-

 Después de una dolorosa prueba, una creyente escribe: “Para conocer los motivos por los que obró el Señor, debo aguardar el tiempo en que conoceré como fui conocida. No puedo dudar de que El me ha permitido que pase esas aflicciones por amor, porque el que lo permitió no es para mí un amigo nuevo, sino un amigo probado y precioso. Con consternación pienso en mi rebelión y en mi ingratitud durante esa dolorosa lucha. En el transcurso de este año, hice varios descubrimientos en mi corazón: el lodo que se escondía bajo una hermosa apariencia religiosa ha sido manifestado.
 Cuando el Enemigo cae sobre mí como un torrente, me es difícil creer que Dios me ama tanto como ama a los que ya están en el cielo; pero cuando se sobrepone la fe, me parece que ni Abraham en el descanso se halla más seguro que yo. Confieso que, a veces, me siento extraordinariamente abatida y, sin embargo, no soy desdichada. La herida que recibí es de las más profundas; el golpe ha sido muy severo; pero, de otro modo, ¿cómo hubiera podido saber que Jesús es “como un hermano en tiempo de angustia”? ¿Cómo hubiera podido apreciarle como mi fortaleza si no hubiera experimentado toda mi flaqueza? Mi corazón es demasiado egoísta para que mis ojos no dejen escapar alguna lágrima, pero espero que no las verterán más aun a causa de mis murmuraciones. Mi herida se cicatrizó, pero, de vez en cuando, vuelve a abrirse… ¡Qué pobres criaturas somos con nuestras constantes oscilaciones!: a veces elevadas hasta los cielos, y a veces hundidas hasta el fondo de los abismos por la fuerza de nuestra angustia… Aunque sabemos que cada ola nos acerca a la orilla, a menudo nuestra fe tambalea cuando durante varios días no aparece ni sol ni estrellas y la tempestad nos acosa”.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 16


La resurrección  - (Mt. 28. 1-10; Lc. 24. 1-12; Jn. 20. 1-10)  


Mar.16:1 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.  
Mar.16:2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.  
Mar.16:3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?  
Mar.16:4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.  
Mar.16:5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.  
Mar.16:6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.  
Mar.16:7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.  
Mar.16:8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.  


Jesús se aparece a María Magdalena  (Jn. 20. 11-18)


Mar.16:9 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.  
Mar.16:10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.  
Mar.16:11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.  


Jesús se aparece a dos de sus discípulos  (Lc. 24.13-35)


Mar.16:12 Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.  
Mar.16:13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.  


Jesús comisiona a los apóstoles  (Mt. 28. 16-20; Lc. 24. 36-49; Jn. 20. 19-23)  


Mar.16:14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.  
Mar.16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Mar.16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.  
Mar.16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;  
Mar.16:18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.  


La ascensión  (Lc. 24. 50-53)


Mar.16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.  
Mar.16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.  


Capítulo 12


Rebelión de Israel    (2 Cr. 10.1—11.4)


1°Rey.12:1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey.
1°Rey.12:2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,  
1°Rey.12:3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:  
1°Rey.12:4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.  
1°Rey.12:5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.  
1°Rey.12:6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?  
1°Rey.12:7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.  
1°Rey.12:8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.  
1°Rey.12:9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?  
1°Rey.12:10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.  
1°Rey.12:11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.  
1°Rey.12:12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.  
1°Rey.12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;  
1°Rey.12:14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.  
1°Rey.12:15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.  
1°Rey.12:16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.  
1°Rey.12:17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.  
1°Rey.12:18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.  
1°Rey.12:19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.  
1°Rey.12:20 Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.  
1°Rey.12:21 Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón.  
1°Rey.12:22 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:  
1°Rey.12:23 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo:  
1°Rey.12:24 Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.  


El pecado de Jeroboam  


1°Rey.12:25 Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel.  
1°Rey.12:26 Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David,  
1°Rey.12:27 si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá.  
1°Rey.12:28 Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.
1°Rey.12:29 Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan.  
1°Rey.12:30 Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan.  
1°Rey.12:31 Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví.  


Capítulo 14


Súplica a Israel para que vuelva a Jehová  


Os.14:1 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído.  
Os.14:2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.  
Os.14:3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
Os.14:4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.  
Os.14:5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.  
Os.14:6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.  
Os.14:7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano.  
Os.14:8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto.  
Os.14:9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos.

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