¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Zacarías 3:2).-
Un personaje Bíblico: LOT
La historia de Lot, tal cual nos es relatada en el capítulo 19 del Génesis, es particularmente solemne, Lot había escogido la llanura del Jordán y puesto sus tiendas hasta Sodoma. No tardó en establecerse como juez a la puerta de la ciudad corrompida, cuyos habitantes se entregaban a las más infames pasiones. En ese largo capítulo hallamos un único detalle que nos permite pensar que el sobrino de Abraham había conservado en medio del libertinaje de la ciudad un cierto temor de Dios: en su casa se cocinaban “panes sin levadura”. Tendremos que hojear todo el Santo Libro para llegar a la confirmación de ese pensamiento en la carta del apóstol Pedro, quien declaro: “El justo Lot... afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos” (2 Pedro 2:8). Tenía en él una chispa de la vida divina que sólo Dios podía discernir. Ningún testimonio. Lot perdió todo: sus bienes, su mujer y terminó por ser arrastrado a cometer un horroroso pecado, del que Israel, el pueblo de Dios, tuvo que llevar las consecuencias de generación en generación. Nada es tan triste como la historia de Lot.
Es la historia del creyente mundano. Será salvado como un tizón arrebatado del fuego, pero al fin de su carrera, ¿qué le quedará? Nada de su testimonio, nada para Dios, nada para sus hermanos, excepto el recuerdo de una vida fracasada y tal vez una descendencia enemiga de la verdad. Esa vida se parece mucho a la de un incrédulo; sólo Dios, en su infinita gracia, puede ver la diferencia.
“Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (1 Corintios 3:15).
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
Un personaje Bíblico: LOT
La historia de Lot, tal cual nos es relatada en el capítulo 19 del Génesis, es particularmente solemne, Lot había escogido la llanura del Jordán y puesto sus tiendas hasta Sodoma. No tardó en establecerse como juez a la puerta de la ciudad corrompida, cuyos habitantes se entregaban a las más infames pasiones. En ese largo capítulo hallamos un único detalle que nos permite pensar que el sobrino de Abraham había conservado en medio del libertinaje de la ciudad un cierto temor de Dios: en su casa se cocinaban “panes sin levadura”. Tendremos que hojear todo el Santo Libro para llegar a la confirmación de ese pensamiento en la carta del apóstol Pedro, quien declaro: “El justo Lot... afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos” (2 Pedro 2:8). Tenía en él una chispa de la vida divina que sólo Dios podía discernir. Ningún testimonio. Lot perdió todo: sus bienes, su mujer y terminó por ser arrastrado a cometer un horroroso pecado, del que Israel, el pueblo de Dios, tuvo que llevar las consecuencias de generación en generación. Nada es tan triste como la historia de Lot.
Es la historia del creyente mundano. Será salvado como un tizón arrebatado del fuego, pero al fin de su carrera, ¿qué le quedará? Nada de su testimonio, nada para Dios, nada para sus hermanos, excepto el recuerdo de una vida fracasada y tal vez una descendencia enemiga de la verdad. Esa vida se parece mucho a la de un incrédulo; sólo Dios, en su infinita gracia, puede ver la diferencia.
“Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (1 Corintios 3:15).
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un año.-
Capítulo 11
Los mensajeros de Juan el
Bautista - (Lc. 7. 18-35)
Mat.11:1 Cuando Jesús terminó
de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a
predicar en las ciudades de ellos.
Mat.11:2 Y al oír Juan, en la
cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
Mat.11:3 para preguntarle:
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mat.11:4 Respondiendo Jesús,
les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
Mat.11:5 Los ciegos ven, los
cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son
resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
Mat.11:6 y bienaventurado es el
que no halle tropiezo en mí.
Mat.11:7 Mientras ellos se
iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al
desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Mat.11:8 ¿O qué salisteis a
ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan
vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
Mat.11:9 Pero ¿qué salisteis a
ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
Mat.11:10 Porque éste es de
quien está escrito:
He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu
faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
Mat.11:11 De cierto os digo:
Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el
Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
Mat.11:12 Desde los días de
Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan.
Mat.11:13 Porque todos los
profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Mat.11:14 Y si queréis
recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
Mat.11:15 El que tiene oídos
para oír, oiga.
Mat.11:16 Mas ¿a qué compararé
esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y
dan voces a sus compañeros,
Mat.11:17 diciendo: Os tocamos
flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
Mat.11:18 Porque vino Juan, que
ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
Mat.11:19 Vino el Hijo del
Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino,
amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus
hijos.
Capítulo 11
Animales limpios e
inmundos (Dt. 14.3-21)
Lev.11:1 Habló Jehová a Moisés
y a Aarón, diciéndoles:
Lev.11:2 Hablad a los hijos de
Israel y decidles: Estos son los animales que comeréis de entre todos los
animales que hay sobre la tierra.
Lev.11:3 De entre los animales,
todo el que tiene pezuña hendida y que rumia, éste comeréis.
Lev.11:4 Pero de los que rumian
o que tienen pezuña, no comeréis éstos: el camello, porque rumia pero no tiene
pezuña hendida, lo tendréis por inmundo.
Lev.11:5 También el conejo,
porque rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo.
Lev.11:6 Asimismo la liebre,
porque rumia, pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda.
Lev.11:7 También el cerdo,
porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por
inmundo.
Lev.11:8 De la carne de ellos
no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; los tendréis por inmundos.
Lev.11:9 Esto comeréis de todos
los animales que viven en las aguas: todos los que tienen aletas y escamas en
las aguas del mar, y en los ríos, estos comeréis.
Lev.11:10 Pero todos los que no
tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo lo que se mueve
como de toda cosa viviente que está en las aguas, los tendréis en abominación.
Lev.11:11 Os serán, pues,
abominación; de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos.
Lev.11:12 Todo lo que no
tuviere aletas y escamas en las aguas, lo tendréis en abominación.
Lev.11:13 Y de las aves, éstas
tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el
quebrantahuesos, el azor,
Lev.11:14 el gallinazo, el milano
según su especie;
Lev.11:15 todo cuervo según su
especie;
Lev.11:16 el avestruz, la
lechuza, la gaviota, el gavilán según su especie;
Lev.11:17 el buho, el
somormujo, el ibis,
Lev.11:18 el calamón, el
pelícano, el buitre,
Lev.11:19 la cigüeña, la garza
según su especie, la abubilla y el murciélago.
Lev.11:20 Todo insecto alado
que anduviere sobre cuatro patas, tendréis en abominación.
Lev.11:21 Pero esto comeréis de
todo insecto alado que anda sobre cuatro patas, que tuviere piernas además de
sus patas para saltar con ellas sobre la tierra;
Lev.11:22 estos comeréis de
ellos: la langosta según su especie, el langostín según su especie, el argol
según su especie, y el hagab según su especie.
Lev.11:23 Todo insecto alado
que tenga cuatro patas, tendréis en abominación.
Lev.11:24 Y por estas cosas
seréis inmundos; cualquiera que tocare sus cuerpos muertos será inmundo hasta
la noche,
Lev.11:25 y cualquiera que
llevare algo de sus cadáveres lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche.
Lev.11:26 Todo animal de
pezuña, pero que no tiene pezuña hendida, ni rumia, tendréis por inmundo; y
cualquiera que los tocare será inmundo.
Lev.11:27 Y de todos los
animales que andan en cuatro patas, tendréis por inmundo a cualquiera que ande
sobre sus garras; y todo el que tocare sus cadáveres será inmundo hasta la
noche.
Lev.11:28 Y el que llevare sus
cadáveres, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; los tendréis por
inmundos.
Lev.11:29 Y tendréis por
inmundos a estos animales que se mueven sobre la tierra: la comadreja, el
ratón, la rana según su especie,
Lev.11:30 el erizo, el
cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón.
Lev.11:31 Estos tendréis por
inmundos de entre los animales que se mueven, y cualquiera que los tocare
cuando estuvieren muertos será inmundo hasta la noche.
Lev.11:32 Y todo aquello sobre
que cayere algo de ellos después de muertos, será inmundo; sea cosa de madera,
vestido, piel, saco, sea cualquier instrumento con que se trabaja, será metido
en agua, y quedará inmundo hasta la noche; entonces quedará limpio.
Lev.11:33 Toda vasija de barro
dentro de la cual cayere alguno de ellos será inmunda, así como todo lo que
estuviere en ella, y quebraréis la vasija.
Lev.11:34 Todo alimento que se
come, sobre el cual cayere el agua de tales vasijas, será inmundo; y toda
bebida que hubiere en esas vasijas será inmunda.
Lev.11:35 Todo aquello sobre
que cayere algo del cadáver de ellos será inmundo; el horno u hornillos se
derribarán; son inmundos, y por inmundos los tendréis.
Lev.11:36 Con todo, la fuente y
la cisterna donde se recogen aguas serán limpias; mas lo que hubiere tocado en
los cadáveres será inmundo.
Lev.11:37 Y si cayere algo de
los cadáveres sobre alguna semilla que se haya de sembrar, será limpia.
Lev.11:38 Mas si se hubiere
puesto agua en la semilla, y cayere algo de los cadáveres sobre ella, la
tendréis por inmunda.
Lev.11:39 Y si algún animal que
tuviereis para comer muriere, el que tocare su cadáver será inmundo hasta la
noche.
Lev.11:40 Y el que comiere del
cuerpo muerto, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la noche; asimismo el
que sacare el cuerpo muerto, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la
noche.
Lev.11:41 Y todo reptil que se
arrastra sobre la tierra es abominación; no se comerá.
Lev.11:42 Todo lo que anda
sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que
se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación.
Lev.11:43 No hagáis abominables
vuestras personas con ningún animal que se arrastra, ni os contaminéis con
ellos, ni seáis inmundos por ellos.
Lev.11:44 Porque yo soy Jehová
vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo
soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se
arrastre sobre la tierra.
Lev.11:45 Porque yo soy Jehová,
que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues,
santos, porque yo soy santo.
Lev.11:46 Esta es la ley acerca
de las bestias, y las aves, y todo ser viviente que se mueve en las aguas, y
todo animal que se arrastra sobre la tierra,
Lev.11:47 para hacer diferencia
entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los
animales que no se pueden comer.
Capítulo 12
La purificación de la mujer
después del parto
Lev.12:1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
Lev.12:2 Habla a los hijos de
Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete
días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
Lev.12:3 Y al octavo día se
circuncidará al niño.
Lev.12:4 Mas ella permanecerá
treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni
vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su
purificación.
Lev.12:5 Y si diere a luz hija,
será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días
estará purificándose de su sangre.
Lev.12:6 Cuando los días de su
purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año
para holocausto, y un palomino o una
tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al
sacerdote;
Lev.12:7 y él los ofrecerá
delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su
sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija.
Lev.12:8 Y si no tiene lo
suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno
para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella,
y será limpia.
Capítulo 24
Prov.24:1 No tengas envidia de
los hombres malos,
Ni desees estar con ellos;
Prov.24:2 Porque su corazón
piensa en robar,
E iniquidad hablan sus labios.
Prov.24:3 Con sabiduría se
edificará la casa,
Y con prudencia se afirmará;
Prov.24:4 Y con ciencia se
llenarán las cámaras
De todo bien preciado y agradable.
Prov.24:5 El hombre sabio es
fuerte,
Y de pujante vigor el hombre docto.
Prov.24:6 Porque con ingenio
harás la guerra,
Y en la multitud de consejeros está la victoria.
Prov.24:7 Alta está para el
insensato la sabiduría;
En la puerta no abrirá él su boca.
Prov.24:8 Al que piensa hacer
el mal,
Le llamarán hombre de malos pensamientos.
Prov.24:9 El pensamiento del
necio es pecado,
Y abominación a los hombres el escarnecedor.
Prov.24:10 Si fueres flojo en
el día de trabajo,
Tu fuerza será reducida.
Prov.24:11 Libra a los que son
llevados a la muerte;
Salva a los que están en peligro de muerte.
Prov.24:12 Porque si dijeres:
Ciertamente no lo supimos,
¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones?
Prov.El que mira por tu alma,
él lo conocerá,
Y dará al hombre según sus obras.
Prov.24:13 Come, hijo mío, de
la miel, porque es buena,
Y el panal es dulce a tu paladar.
Prov.24:14 Así será a tu alma
el conocimiento de la sabiduría;
Si la hallares tendrás recompensa,
Y al fin tu esperanza no será cortada.
Prov.24:15 Oh impío, no aceches
la tienda del justo,
No saquees su cámara;
Prov.24:16 Porque siete veces
cae el justo, y vuelve a levantarse;
Mas los impíos caerán en el mal.
Prov.24:17 Cuando cayere tu
enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Prov.24:18 No sea que Jehová lo
mire, y le desagrade,
Y aparte de sobre él su enojo.
Prov.24:19 No te entremetas con
los malignos,
Ni tengas envidia de los impíos;
Prov.24:20 Porque para el malo
no habrá buen fin,
Y la lámpara de los impíos será apagada.
Prov.24:21 Teme a Jehová, hijo
mío, y al rey;
No te entremetas con los veleidosos;
Prov.24:22 Porque su
quebrantamiento vendrá de repente;
Y el quebrantamiento de ambos,
¿quién lo comprende?
Prov.24:23 También estos son
dichos de los sabios:
Hacer acepción de personas en el juicio no es bueno.
Prov.24:24 El que dijere al
malo: Justo eres,
Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las
naciones;
Prov.24:25 Mas los que lo
reprendieren tendrán felicidad,
Y sobre ellos vendrá gran bendición.
Prov.24:26 Besados serán los
labios
Del que responde palabras rectas.
Prov.24:27 Prepara tus labores
fuera,
Y disponlas en tus campos,
Y después edificarás tu casa.
Prov.24:28 No seas sin causa
testigo contra tu prójimo,
Y no lisonjees con tus labios.
Prov.24:29 No digas: Como me
hizo, así le haré;
Daré el pago al hombre según su obra.
Prov.24:30 Pasé junto al campo
del hombre perezoso,
Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
Prov.24:31 Y he aquí que por
toda ella habían crecido los espinos,
Ortigas habían ya cubierto su faz,
Y su cerca de piedra estaba ya destruida.
Prov.24:32 Miré, y lo puse en
mi corazón;
Lo vi, y tomé consejo.
Prov.24:33 Un poco de sueño,
cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
Prov.24:34 Así vendrá como
caminante tu necesidad,
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