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“Dios... os dio vida juntamente con Cristo, perdonándoos todos los pecados”. (Colosenses 2:13).-

El ofrecimiento del terrateniente

 Un hombre de la nobleza en un país con rey, se convirtió al Evangelio y deseaba dar testimonio su fe. Algunos de sus arrendatarios le debían el alquiler desde varios años atrás y temían, que los demandara. Con gran sorpresa, recibieron por correo la promesa de que serían anuladas todas las deudas de los que se presentaran cierto día a su escritorio, entre las diez y las doce. Esta noticia causó gran alboroto entre los chacareros; muchos pensaron que se trataba de una trampa.
 El día fijado, el propietario se hallaba en su escritorio y la gente excitada iba y venía sin atreverse a entrar; pero, poco antes de mediodía, entró un hombre que se había visto impedido de venir antes, el que fue cordialmente acogido. —¿Usted espera que le cancele su deuda? —preguntó el terrateniente—. Si, porque Su Señoría lo prometió. —¿Usted cree en mi promesa? —Sí, porque Su Señoría no engañaría a un hombre pobre.
 El propietario firmó el documento y lo alcanzó al hombre, quien exclamó: —Yo sabía que usted no quería engañarnos. Dios bendiga a Su Señoría. Ahora voy a mostrar esto a los muchachos. Pero el benefactor se lo impidió, diciendo: —Usted me tomó la palabra; los demás deben hacer lo mismo. Lo dejó salir a mediodía y cerró la puerta detrás de él. Demasiado tarde, los demás se dieron cuenta mas tarde de su tremendo error.
 Amigo, tu que lees: Antes que la puerta de la gracia se cierre, créele a Dios, quien te promete perdonar tus pecados en virtud de la Obra de su Hijo. Nuestro Señor, y que al contrario del terrateniente, no sólo permite aun que sus siervos anuncien la buena nueva, sino que ruega por medio de ellos: “Reconciliense con Dios”.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


La autoridad del Hijo  


Jn.5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.  
Jn.5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.  
Jn.5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.  
Jn.5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,  
Jn.5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.  
Jn.5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.  
Jn.5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.  
Jn.5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;  
Jn.5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.  
Jn.5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;  
Jn.5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.


Testigos de Cristo  


Jn.5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.  
Jn.5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.  
Jn.5:32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
Jn.5:33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
Jn.5:34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.  
Jn.5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.  
Jn.5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.  
Jn.5:37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,  
Jn.5:38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.  
Jn.5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;  
Jn.5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.  
Jn.5:41 Gloria de los hombres no recibo.  
Jn.5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.  
Jn.5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.  
Jn.5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?  
Jn.5:45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.  
Jn.5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.  
Jn.5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?  


Capítulo 20


David captura a Rabá    (2 S. 12.26-31)


1°Cron.20:1 Aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que suelen los reyes salir a la guerra, que Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Amón, y vino y sitió a Rabá. Mas David estaba en Jerusalén; y Joab batió a Rabá, y la destruyó.  
1°Cron.20:2 Y tomó David la corona de encima de la cabeza del rey de Rabá, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Además de esto sacó de la ciudad muy grande botín.  
1°Cron.20:3 Sacó también al pueblo que estaba en ella, y lo puso a trabajar con sierras, con trillos de hierro y con hachas. Lo mismo hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y volvió David con todo el pueblo a Jerusalén.  


Los hombres de David matan a los gigantes    (2 S. 21.18-22)


1°Cron.20:4 Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer contra los filisteos; y Sibecai husatita mató a Sipai, de los descendientes de los gigantes; y fueron humillados.  
1°Cron.20:5 Volvió a levantarse guerra contra los filisteos; y Elhanán hijo de Jair mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar.
1°Cron.20:6 Y volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; y era descendiente de los gigantes.  
1°Cron.20:7 Este hombre injurió a Israel, pero lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David.  
1°Cron.20:8 Estos eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.  


Capítulo 21


David censa al pueblo    (2 S. 24.1-25)


1°Cron.21:1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.  
1°Cron.21:2 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa.  
1°Cron.21:3 Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces más, rey señor mío; ¿no son todos éstos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que será para pecado a Israel?  
1°Cron.21:4 Mas la orden del rey pudo más que Joab. Salió, por tanto, Joab, y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén y dio la cuenta del número del pueblo a David.  
1°Cron.21:5 Y había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y de Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.  
1°Cron.21:6 Entre éstos no fueron contados los levitas, ni los hijos de Benjamín, porque la orden del rey era abominable a Joab.  
1°Cron.21:7 Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel.  
1°Cron.21:8 Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente.  
1°Cron.21:9 Y habló Jehová a Gad, vidente de David, diciendo:  
1°Cron.21:10 Ve y habla a David, y dile: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.  
1°Cron.21:11 Y viniendo Gad a David, le dijo: Así ha dicho Jehová:  
1°Cron.21:12 Escoge para ti: o tres años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado.  
1°Cron.21:13 Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.  
1°Cron.21:14 Así Jehová envió una peste en Israel, y murieron de Israel setenta mil hombres.  
1°Cron.21:15 Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando él estaba destruyendo, miró Jehová y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta ya; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán jebuseo.  
1°Cron.21:16 Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.  
1°Cron.21:17 Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mi, y contra la casa de mi padre, y no venga la peste sobre tu pueblo.  
1°Cron.21:18 Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo.  
1°Cron.21:19 Entonces David subió, conforme a la palabra que Gad le había dicho en nombre de Jehová.  
1°Cron.21:20 Y volviéndose Ornán, vio al ángel, por lo que se escondieron cuatro hijos suyos que con él estaban. Y Ornán trillaba el trigo.  
1°Cron.21:21 Y viniendo David a Ornán, miró Ornán, y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David.  
1°Cron.21:22 Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo.  
1°Cron.21:23 Y Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo.  
1°Cron.21:24 Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.  
1°Cron.21:25 Y dio David a Ornán por aquel lugar el peso de seiscientos siclos de oro.
1°Cron.21:26 Y edificó allí David un altar a Jehová, en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó a Jehová, quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto.  
1°Cron.21:27 Entonces Jehová habló al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.  


El lugar para el templo  


1°Cron.21:28 Viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificios allí.  
1°Cron.21:29 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el lugar alto de Gabaón;  
1°Cron.21:30 pero David no pudo ir allá a consultar a Dios, porque estaba atemorizado a causa de la espada del ángel de Jehová.  


Capítulo 22


1°Cron.22:1 Y dijo David: Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel.


Capítulo 8


Promesa de la restauración de Jerusalén  


Zac.8:1 Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:  
Zac.8:2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé.  
Zac.8:3 Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.  
Zac.8:4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días.  
Zac.8:5 Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas.  
Zac.8:6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos días, ¿también será maravilloso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos.  
Zac.8:7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol;  
Zac.8:8 y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia.  
Zac.8:9 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.  
Zac.8:10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero.  
Zac.8:11 Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos.  
Zac.8:12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto.  
Zac.8:13 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.  
Zac.8:14 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Jehová de los ejércitos, y no me arrepentí,  
Zac.8:15 así al contrario he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días; no temáis.  
Zac.8:16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.  
Zac.8:17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.  
Zac.8:18 Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:  
Zac.8:19 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz.  
Zac.8:20 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades;  
Zac.8:21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.  
Zac.8:22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.  
Zac.8:23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.

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