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“La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23).-

¿Estaría loco don Pablo Ruiz Picasso?

 Pese a su excepcional talento artístico y a causa de sus extravagantes cuadros y opiniones, muchos declararon, que Picasso estaba loco. Cuando se le preguntó por qué pintaba tan singulares cuadros que prácticamente nadie comprendía, el artista contestó: “Porque la gente ya no quiere comprar las telas usuales. Cuanto más insensatas y extrañas son las representaciones, tanto más se arroja sobre esos cuadros para poseerlos”. Por cierto, Picasso no era un loco; comprendió la mentalidad del hombre del siglo XX y utilizó ese conocimiento para aumentar su fortuna.
 No es el único que supo canalizar la codicia y la vanidad de la gente para su provecho. Una gran parte del comercio está basada en alimentar viejos deseos y despertar nuevas apetencias. Basta mirar los medios gráficos, radiotelevisivos y redes sociales para ver cuán capaces son los técnicos de las propagandas. Y no se trata sólo de cosas materiales; se busca cautivar la mente y el espíritu. Se utiliza el poder de atracción del pecado y la gente se hunde en un ambiente moralmente contaminado, mucho peor que el humo y el olor de las ciudades. Millones compran placeres y drogas que pagan al alto precio de su salud y, peor aun, al precio de su alma inmortal.
 Detrás de todo esta maniobra “el padre de mentira”, Satanás, quien mediante un inconsciente lavado de cerebro convence a la gente de que ésta es la verdadera manera de vivir… hasta que los hombres se dan cuenta, a menudo demasiado tarde, de que erraron miserablemente el camino. La miseria de la gente consiste, ante todo, en lo que no tiene. ¿Posee el lector una profunda paz interior y la certidumbre de la vida eterna? Sólo Dios brinda gratuitamente estos verdaderos valores.

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Capítulo 17


El alboroto en Tesalónica  


Hec.17:1 Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.  
Hec.17:2 Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos,  
Hec.17:3 declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.  
Hec.17:4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.  
Hec.17:5 Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.  
Hec.17:6 Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;  
Hec.17:7 a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.  
Hec.17:8 Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas.  
Hec.17:9 Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.  


Pablo y Silas en Berea  


Hec.17:10 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.  
Hec.17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Hec.17:12 Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.  
Hec.17:13 Cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allá, y también alborotaron a las multitudes.  
Hec.17:14 Pero inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí.  
Hec.17:15 Y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron.  


Capítulo 6


Llamamiento de Gedeón  


Jue.6:1 Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años.  
Jue.6:2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados.  
Jue.6:3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban.  
Jue.6:4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.  
Jue.6:5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla.  
Jue.6:6 De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.  
Jue.6:7 Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas,  
Jue.6:8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.  
Jue.6:9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;  
Jue.6:10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.  
Jue.6:11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.  
Jue.6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.  
Jue.6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.  
Jue.6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?  
Jue.6:15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.  
Jue.6:16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.  
Jue.6:17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.  
Jue.6:18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.  
Jue.6:19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa  de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.  
Jue.6:20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.  
Jue.6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.  
Jue.6:22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Jue.6:23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.  
Jue.6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.  
Jue.6:25 Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él;  
Jue.6:26 y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.  
Jue.6:27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.  
Jue.6:28 Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.  
Jue.6:29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás:  
Jue.6:30 Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.  
Jue.6:31 Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar.  
Jue.6:32 Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.  
Jue.6:33 Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel.  
Jue.6:34 Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.  
Jue.6:35 Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles.  
Jue.6:36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,  
Jue.6:37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho.  
Jue.6:38 Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua.  
Jue.6:39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra.  
Jue.6:40 Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.  


Job Capítulo 36
Eliú exalta la grandeza de Dios  


Job 36:1 Añadió Eliú y dijo:  
Job 36:2 Espérame un poco, y te enseñaré;  
Porque todavía tengo razones en defensa de Dios.
Job 36:3 Tomaré mi saber desde lejos,  
Y atribuiré justicia a mi Hacedor.  
Job 36:4 Porque de cierto no son mentira mis palabras;  
Contigo está el que es íntegro en sus conceptos.  
Job 36:5 He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie;  
Es poderoso en fuerza de sabiduría.  
Job 36:6 No otorgará vida al impío,  
Pero a los afligidos dará su derecho.  
Job 36:7 No apartará de los justos sus ojos;  
Antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre,  
Y serán exaltados.  
Job 36:8 Y si estuvieren prendidos en grillos,  
Y aprisionados en las cuerdas de aflicción,  
Job 36:9 El les dará a conocer la obra de ellos,  
Y que prevalecieron sus rebeliones.
Job 36:10 Despierta además el oído de ellos para la corrección,  
Y les dice que se conviertan de la iniquidad.  
Job 36:11 Si oyeren, y le sirvieren,  
Acabarán sus días en bienestar,  
Y sus años en dicha.  
Job 36:12 Pero si no oyeren, serán pasados a espada,  
Y perecerán sin sabiduría.  
Job 36:13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira,  
Y no clamarán cuando él los atare.  
Job 36:14 Fallecerá el alma de ellos en su juventud,  
Y su vida entre los sodomitas.  
Job 36:15 Al pobre librará de su pobreza,  
Y en la aflicción despertará su oído.  
Job 36:16 Asimismo te apartará de la boca de la angustia  
A lugar espacioso, libre de todo apuro,  
Y te preparará mesa llena de grosura.  
Job 36:17 Mas tú has llenado el juicio del impío,  
En vez de sustentar el juicio y la justicia.  
Job 36:18 Por lo cual teme, no sea que en su ira te quite con golpe,  
El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.
Job 36:19 ¿Hará él estima de tus riquezas, del oro,  
O de todas las fuerzas del poder?  
Job 36:20 No anheles la noche,  
En que los pueblos desaparecen de su lugar.  
Job 36:21 Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad;  
Pues ésta escogiste más bien que la aflicción.  
Job 36:22 He aquí que Dios es excelso en su poder;  
¿Qué enseñador semejante a él?  
Job 36:23 ¿Quién le ha prescrito su camino?  
¿Y quién le dirá: Has hecho mal?  
Job 36:24 Acuérdate de engrandecer su obra,  
La cual contemplan los hombres.  
Job 36:25 Los hombres todos la ven;  
La mira el hombre de lejos.  
Job 36:26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos,  
Ni se puede seguir la huella de sus años.  
Job 36:27 El atrae las gotas de las aguas,  
Al transformarse el vapor en lluvia,  
Job 36:28 La cual destilan las nubes,  
Goteando en abundancia sobre los hombres.  
Job 36:29 ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes,  
Y el sonido estrepitoso de su morada?  
Job 36:30 He aquí que sobre él extiende su luz,  
Y cobija con ella las profundidades del mar.  
Job 36:31 Bien que por esos medios castiga a los pueblos,  
A la multitud él da sustento.  
Job 36:32 Con las nubes encubre la luz,  
Y le manda no brillar, interponiendo aquéllas.  
Job 36:33 El trueno declara su indignación,  
Y la tempestad proclama su ira contra la iniquidad.


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