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“Cristo Jesús… nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”. (1 Corintios 1:30).-

¿Dónde encontrar la felicidad?

 ""No en las riquezas.: El millonario americano, Jay Gould, podía otorgarse todos los placeres que le viniesen en mente. Una de sus últimas palabras fue: “Soy el hombre más desdichado del mundo”.
 No en la fama.: Conocemos la gran fama del novelista escocés Walter Scott. Después de haber pasado su vida escribiendo obras de imaginación, sobre su lecho de muerte sintió la necesidad de volverse hacia la realidad y exclamó: “Tráiganme el Libro. Sólo hay uno: la Biblia”.
 No en los honores.: Pocos soberanos gozarán más de la estima y de la veneración de sus súbditos que la Reina Victoria. Cierto día conversaba, como le agradaba hacerlo, con un montañés escocés; hablaban de la casa del Padre en la que volverían a encontrarse algún día. “Sí —dijo la reina — por la gracia de Dios y en virtud de la sangre de Cristo, me hallaré también yo allá”.
 No en la salud. Andrew Clarke, ilustre médico de los tiempos modernos, indicó, como sigue, el remedio de los remedios: “Existe sólo un remedio para todas las enfermedades espirituales: se halla en la persona y la obra de Jesucristo”."" (Extraido y adaptado del libro "La Guía del Viajero").-
 ¿Dónde, pues, encontrar la felicidad? Se responde: En Cristo Jesús, el Hijo de Dios, quien dijo: “Venid a mí lodos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28); “...os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo” (Juan 16:22). “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11).
 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 12


Los labradores malvados  (Mt. 21. 33-46; Lc. 20. 9-19)


Mar.12:1 Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña, la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.  
Mar.12:2 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de éstos del fruto de la viña.  
Mar.12:3 Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías.  
Mar.12:4 Volvió a enviarles otro siervo; pero apedreándole, le hirieron en la cabeza, y también le enviaron afrentado.  
Mar.12:5 Volvió a enviar otro, y a éste mataron; y a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.  
Mar.12:6 Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.  
Mar.12:7 Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra.  
Mar.12:8 Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña.  
Mar.12:9 ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará su viña a otros.  
Mar.12:10 ¿Ni aun esta escritura habéis leído:  
La piedra que desecharon los edificadores  
Ha venido a ser cabeza del ángulo;  
Mar.12:11 El Señor ha hecho esto,  
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
Mar.12:12 Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron.  


La cuestión del tributo  (Mt. 22. 15-22; Lc. 20. 20-26)


Mar.12:13 Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra.  
Mar.12:14 Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?  
Mar.12:15 Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.  
Mar.12:16 Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César.  
Mar.12:17 Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.  


La pregunta sobre la resurrección  (Mt. 22. 23-33; Lc. 20. 27-40)


Mar.12:18 Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:  
Mar.12:19 Maestro, Moisés nos escribió que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.  
Mar.12:20 Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia.  
Mar.12:21 Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera.  
Mar.12:22 Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer.  
Mar.12:23 En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?  
Mar.12:24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?  
Mar.12:25 Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.  
Mar.12:26 Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?
Mar.12:27 Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.  


Capítulo 3


Salomón se casa con la hija de Faraón  


1°Rey.3:1 Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor.  
1°Rey.3:2 Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos.  


Salomón pide sabiduría     (2 Cr. 1.1-13)


1°Rey.3:3 Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.  
1°Rey.3:4 E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.  
1°Rey.3:5 Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.  
1°Rey.3:6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.  
1°Rey.3:7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.  
1°Rey.3:8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.  
1°Rey.3:9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?  
1°Rey.3:10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.  
1°Rey.3:11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio,  
1°Rey.3:12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.  
1°Rey.3:13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.  
1°Rey.3:14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.  
1°Rey.3:15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.  


Sabiduría y prosperidad de Salomón  


1°Rey.3:16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.  
1°Rey.3:17 Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa.  
1°Rey.3:18 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.  
1°Rey.3:19 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él.  
1°Rey.3:20 Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto.  
1°Rey.3:21 Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.  
1°Rey.3:22 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.  
1°Rey.3:23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive.  
1°Rey.3:24 Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada.  
1°Rey.3:25 En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra.  
1°Rey.3:26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo.  
1°Rey.3:27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.  
1°Rey.3:28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.


Capítulo 6


Os.6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.  
Os.6:2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.  
Os.6:3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.  
Os.6:4 ¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.  
Os.6:5 Por esta causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como luz que sale.  
Os.6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.  
Os.6:7 Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.  
Os.6:8 Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre.  
Os.6:9 Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así cometieron abominación.  
Os.6:10 En la casa de Israel he visto inmundicia; allí fornicó Efraín, y se contaminó Israel.  
Os.6:11 Para ti también, oh Judá, está preparada una siega, cuando yo haga volver el cautiverio de mi pueblo.  


Capítulo 7


Iniquidad y rebelión de Israel  


Os.7:1 Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque hicieron engaño; y entra el ladrón, y el salteador despoja por fuera.  

Os.7:2 Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda su maldad; ahora les rodearán sus obras; delante de mí están.  

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