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“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios”. (Juan 7:17)

¿Cumplió usted los requisitos?

 Un joven universitario decía a su médico— Pero, doctor estas doctrinas del Evangelio me parecen absolutamente ridículas. ¿Cómo puede un hombre educado como yo tragarse semejantes cuentos de hadas? Está bien para la gente ignorante, pero, para un intelectual, hacen falta pruebas.
 El doctor sonrió, preguntándole;
 —¿Cumplió usted los requisitos?
 —¿Los requisitos, doctor? ¿Qué quiere decir?
 —Cada experiencia científica que conozco debió ser probada en determinadas condiciones. Si dudo de la existencia de los anillos del planeta Saturno porque no los veo, ¿qué diría usted?
 —Que tendría que observarlos con un poderoso telescopio.-
 —Supongamos que usted me describe una maravillosa experiencia química que debe hacerse en un cuarto oscuro y que me pongo a hacerla en pleno sol. ¿Qué diría usted si niego su teoría porque la experiencia no dio resultado? Creo que usted se olvidó del requisito principal, más importante que el telescopio o el cuarto oscuro. Es Cristo mismo, quien dijo: “El que quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios”. Usted trató de conocer la doctrina. ¿Cumplió los requisitos?
 —Pero, doctor, si alguien no cree en la doctrina, ¿cómo puede hacer la voluntad de Dios?
 —Usted y yo tenemos una idea bastante clara de lo que podría ser la voluntad de Dios, por lo menos en ciertas cosas, admitiendo que Dios existe. ¿Obró usted lealmente según la voluntad de ese Dios, tanto como estaba a su alcance hacerlo? El joven meneó la cabeza: “No —confesó él—. No he vivido a la altura de las exigencias de un Dios tal como podría representármelo. En todo caso, veo todo absurdo que es exigir resultados antes de haber cumplido los requisitos”.-
 Hoy la incredulidad esta a la orden del día, pareciera que se avalancha no solo sobre los que nos rodean, sino sobre nosotros mismos, hemos de ser como los profesores, que enseñan sobre lo mismo una y otra vez cada año y en cada clase, para no solo enseñar a otros, sino para reafirmar ese conocimiento en nuestros corazones, buscar los resultados en nuestras vidas, "...echa mano de la Vida Eterna..." le decía el apóstol Pablo a Timoteo, porque hay una avalancha de incredulidad que se predica por medio de los medios de comunicación, de las redes sociales y aún en las Escuelas y Universidades, alejando a las almas de la verdadera y simple fe en Cristo, sin mencionar las falsas doctrinas que se levantan contra el Verdadero Evangelio de nuestro Señor Jesucristo... Que Cristo sea glorificado a través del Espíritu Santo en nosotros, haciendo nuestras las palabras del apóstol: "Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es Poder de Dios..."

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 2


Proclamando a Cristo crucificado  


1ºCor.2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.  
1ºCor.2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.  
1ºCor.2:3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
1ºCor.2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,  
1ºCor.2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.  


La revelación por el Espíritu de Dios  


1ºCor.2:6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.  
1ºCor.2:7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,  
1ºCor.2:8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.  
1ºCor.2:9 Antes bien, como está escrito:  
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,  
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1ºCor.2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.  
1ºCor.2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.  
1ºCor.2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,  
1ºCor.2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.  
1ºCor.2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.  
1ºCor.2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.  
1ºCor.2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.  


Capítulo 15


Reinado de Abiam    (2 Cr. 13.1-22)


1°Rey.15:1 En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá,
1°Rey.15:2 y reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom.  
1°Rey.15:3 Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y no fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre.  
1°Rey.15:4 Mas por amor a David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén;  
1°Rey.15:5 por cuanto David había hecho lo recto ante los ojos de Jehová, y de ninguna cosa que le mandase se había apartado en todos los días de su vida, salvo en lo tocante a Urías heteo.
1°Rey.15:6 Y hubo guerra entre Roboam, y Jeroboam todos los días de su vida.
1°Rey.15:7 Los demás hechos de Abiam, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam.  
1°Rey.15:8 Y durmió Abiam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y reinó Asa su hijo en su lugar.  


Reinado de Asa    (2 Cr. 14.1-5; 15.16-19)  


1°Rey.15:9 En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá.  
1°Rey.15:10 Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén; el nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom.  
1°Rey.15:11 Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre.  
1°Rey.15:12 Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.
1°Rey.15:13 También privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. Además deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón.  
1°Rey.15:14 Sin embargo, los lugares altos no se quitaron. Con todo, el corazón de Asa fue perfecto para con Jehová toda su vida.  
1°Rey.15:15 También metió en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó: oro, plata y alhajas.


Alianza de Asa con Ben-adad    (2 Cr. 16.1-10)


1°Rey.15:16 Hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.  
1°Rey.15:17 Y subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó a Ramá, para no dejar a ninguno salir ni entrar a Asa rey de Judá.  
1°Rey.15:18 Entonces tomando Asa toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, los entregó a sus siervos, y los envió el rey Asa a Ben-adad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, el cual residía en Damasco, diciendo:  
1°Rey.15:19 Haya alianza entre nosotros, como entre mi padre y el tuyo. He aquí yo te envío un presente de plata y de oro; ve, y rompe tu pacto con Baasa rey de Israel, para que se aparte de mí.  
1°Rey.15:20 Y Ben-adad consintió con el rey Asa, y envió los príncipes de los ejércitos que tenía contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca, y toda Cineret, con toda la tierra de Neftalí.  
1°Rey.15:21 Oyendo esto Baasa, dejó de edificar a Ramá, y se quedó en Tirsa.  
1°Rey.15:22 Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a ninguno; y quitaron de Ramá la piedra y la madera con que Baasa edificaba, y edificó el rey Asa con ello a Geba de Benjamín, y a Mizpa.  


Muerte de Asa    (2 Cr. 16.11-14)


1°Rey.15:23 Los demás hechos de Asa, y todo su poderío, y todo lo que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Mas en los días de su vejez enfermó de los pies.  
1°Rey.15:24 Y durmió Asa con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre; y reinó en su lugar Josafat su hijo.  


Reinado de Nadab  


1°Rey.15:25 Nadab hijo de Jeroboam comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa rey de Judá; y reinó sobre Israel dos años.  
1°Rey.15:26 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, andando en el camino de su padre, y en los pecados con que hizo pecar a Israel.  
1°Rey.15:27 Y Baasa hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, conspiró contra él, y lo hirió Baasa en Gibetón, que era de los filisteos; porque Nadab y todo Israel tenían sitiado a Gibetón.  
1°Rey.15:28 Lo mató, pues, Baasa en el tercer año de Asa rey de Judá, y reinó en lugar suyo.  
1°Rey.15:29 Y cuando él vino al reino, mató a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerla, conforme a la palabra que Jehová habló por su siervo Ahías silonita;
1°Rey.15:30 por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo a Jehová Dios de Israel.  
1°Rey.15:31 Los demás hechos de Nadab, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?  
1°Rey.15:32 Y hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.


La misericordia de Jehová  


Jl.2:12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.  
Jl.2:13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.  
Jl.2:14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?  
Jl.2:15 Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea.  
Jl.2:16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.  
Jl.2:17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?  
Jl.2:18 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.  
Jl.2:19 Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.  
Jl.2:20 Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.  
Jl.2:21 Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.  
Jl.2:22 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.  
Jl.2:23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.  
Jl.2:24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.  
Jl.2:25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.  
Jl.2:26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.  
Jl.2:27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.  


Derramamiento del Espíritu de Dios  


Jl.2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.  
Jl.2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.  
Jl.2:30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.  
Jl.2:31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.  

Jl.2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.




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