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“Echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado… A los ricos de este siglo manda que echen mano de la vida eterna”. (1 Timoteo 6:12, 17 y 19).-

“Echa mano de la vida eterna”

 No sólo se trata de aceptar la buena nueva de la salvación. El apóstol Pablo escribe a Timoteo, su “hijo en la fe”, cristiano auténtico, quien había confesado fielmente a Cristo. Le exhorta a echar mano por si mismo de la vida eterna y le encarga que mande a los creyentes ricos que forman parte de la iglesia en Éfeso “que echen mano de la vida que lo es en verdad”.
 Timoteo, solicitado por las apremiantes obligaciones de su servicio en esa iglesia, corría el riesgo de perder un poco el contacto personal con Cristo, fuente de la vida, y empañar el gozo de la vida eterna que, no obstante poseía por la fe. Pero el apóstol le estimula y alienta.
 En cuanto a los ricos, el empleo egoísta de sus bienes temporales les exponía a perder el sentido y el goce de sus bienes espirituales y arruinar su vida cristiana; por eso requiere de ellos que sean ricos en buenas obras, que sean liberales en repartir, francos en adminstrar sus haberes; atesorando para sí un buen fondo para el tiempo venidero, para que echen mano de la vida que lo es en verdad”
 Si decimos que somos cristianos, no nos contentemos con esta afirmación; que nuestro cristianismo sea un asunto de conciencia y de corazón en el que Cristo supere a todo y que este en el primer lugar de nuestras prioridades. Aprovechemos el maravilloso tesoro puesto a nuestra disposición. Que ni las vanidades de este mundo, ni las preocupaciones de nuestro servicio —por muy elevados que sean— nos impidan gozar de la santa presencia de Espíritu Santo. ¿Dejamos brotar en nuestra alma la bendita fuente de vida eterna de la que Jesús hablaba a la samaritana? Si es así ¡qué testimonio vivo ha de ser nuestra visiblemente feliz existencia!... 
 "El Reino de los cielos se hace fuerte (se pone difícil), pero los valientes lo arrebatan, lo pelean a diario, luchando en cada tentación para no caer, para asirnos de las promesas, para apropiarnos de la palabra, para esgrimir y argumentarle al Señor "Pero tu dijiste..." "Tu palabra dice..." "Tu eres fiel..." "Tu no puedes mentir..." "Tu no puedes negarte a ti mismo..." "Tu eres amor y se que me amas..." "No te dejare sino me bendices..." amado/a, heredero/a del cielo, echa mano, arrebata tu herencia... Golpea, golpea las puertas del cielo hasta que te sea dada audiencia, hasta que sientas que si abres los ojos, veras su majestad, que se haga palpable en tu vida, no importa si sabes mucho o poco de la Biblia, para esto basta saber lo suficiente, que el te ama y que debes ser reconociente de tu pecado, de tus faltas y errores, pídele al Espíritu Santo que te guié en la oración para que el corazón del Eterno Padre sea tocado
 No nos conviene a nosotros los hombres y mujeres, y en especial a los hombres de Dios, poner el corazón en las cosas de este mundo; los siervos de Dios deben sentirse transportados con las cosas de arriba. Debemos de tener un conflicto constante con la corrupción, con las tentaciones y con las potestades de las tinieblas. La vida eterna es la corona propuesta para estimularnos y somos llamados a aferrarnos a eso. Debe señalarse especialmente a los ricos cuáles son los peligros y deberes relacionados con el uso apropiado de esos bienes, pero ¿quién puede tener esta clase de encargo sin estar, él mismo, por encima del amor a las cosas que puede comprar la riqueza? La manifestación de Cristo es segura pero no nos corresponde saber otra cosa sino la de alcanzar un perfeccionamiento de la esperanza, como dice "El que tiene esta esperanza en El, se purifica así como El también es puro. Los ojos mortales no toleran el resplandor de la gloria divina. Nadie puede acercarse a Él a menos que se dé a conocer a los pecadores en Cristo y por medio de Cristo. La Deidad es adorada de una manera especial aquí sin distinción de Personas, porque todas las cosas se dicen apropiadamente del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo. Dios nos es revelado sólo en la naturaleza humana de Cristo y a través de ella, como el Unigénito Hijo del Padre, hemos de poseer todas las promesas, la bendición y la Vida Eterna. Amen, y amen, Gloria a Dios...!!!

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo






LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-



Capítulo 11


La fe  


Heb.11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.  
Heb.11:2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.  
Heb.11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.  
Heb.11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
Heb.11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Heb.11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.  
Heb.11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.  
Heb.11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
Heb.11:9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
Heb.11:10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.  
Heb.11:11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.  
Heb.11:12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.  
Heb.11:13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.  
Heb.11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;  
Heb.11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.  
Heb.11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.  
Heb.11:17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,  
Heb.11:18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;  
Heb.11:19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.  
Heb.11:20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
Heb.11:21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.

Capítulo 13


Consagración de los primogénitos  


Ex.13:1 Jehová habló a Moisés, diciendo:  
Ex.13:2 Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.  
Ex.13:3 Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.  
Ex.13:4 Vosotros salís hoy en el mes de Abib.  
Ex.13:5 Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes.  
Ex.13:6 Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová.  
Ex.13:7 Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio.  
Ex.13:8 Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.  
Ex.13:9 Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto.  
Ex.13:10 Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.  
Ex.13:11 Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado,  
Ex.13:12 dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz,  y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová.  
Ex.13:13 Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.  
Ex.13:14 Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;  
Ex.13:15 y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos.  
Ex.13:16 Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte.  


La columna de nube y de fuego  


Ex.13:17 Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto.  
Ex.13:18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.  
Ex.13:19 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.
Ex.13:20 Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.  
Ex.13:21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.  
Ex.13:22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.  


Capítulo 14


Los israelitas cruzan el Mar Rojo  


Ex.14:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Ex.14:2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.  
Ex.14:3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.  
Ex.14:4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.  
Ex.14:5 Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva?  
Ex.14:6 Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;  
Ex.14:7 y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.  
Ex.14:8 Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.  
Ex.14:9 Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.  
Ex.14:10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.  
Ex.14:11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?  
Ex.14:12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.  
Ex.14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.  
Ex.14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.  
Ex.14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.  
Ex.14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.  
Ex.14:17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;  
Ex.14:18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.  
Ex.14:19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,  
Ex.14:20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.  
Ex.14:21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.  
Ex.14:22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar,  en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.  
Ex.14:23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.  
Ex.14:24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,  
Ex.14:25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.  
Ex.14:26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.  
Ex.14:27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.  
Ex.14:28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.  
Ex.14:29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.  
Ex.14:30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.  
Ex.14:31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.  

Capítulo 5


Amonestación contra la impureza  


Prov.5:1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría,  
Y a mi inteligencia inclina tu oído,  
Prov.5:2 Para que guardes consejo,  
Y tus labios conserven la ciencia.  
Prov.5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,  
Y su paladar es más blando que el aceite;  
Prov.5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo,  
Agudo como espada de dos filos.  
Prov.5:5 Sus pies descienden a la muerte;  
Sus pasos conducen al Seol.  
Prov.5:6 Sus caminos son inestables; no los conocerás,  
Si no considerares el camino de vida.  
Prov.5:7 Ahora pues, hijos, oídme,  
Y no os apartéis de las razones de mi boca.  
Prov.5:8 Aleja de ella tu camino,  
Y no te acerques a la puerta de su casa;  
Prov.5:9 Para que no des a los extraños tu honor,  
Y tus años al cruel;  
Prov.5:10 No sea que extraños se sacien de tu fuerza,  
Y tus trabajos estén en casa del extraño;  
Prov.5:11 Y gimas al final,  
Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,  
Prov.5:12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo,  
Y mi corazón menospreció la reprensión;  
Prov.5:13 No oí la voz de los que me instruían,  
Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!  
Prov.5:14 Casi en todo mal he estado,  
En medio de la sociedad y de la congregación.  
Prov.5:15 Bebe el agua de tu misma cisterna,  
Y los raudales de tu propio pozo.  
Prov.5:16 ¿Se derramarán tus fuentes por las calles,  
Y tus corrientes de aguas por las plazas?  
Prov.5:17 Sean para ti solo,  
Y no para los extraños contigo.  
Prov.5:18 Sea bendito tu manantial,  
Y alégrate con la mujer de tu juventud,  
Prov.5:19 Como cierva amada y graciosa gacela.  
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,  
Y en su amor recréate siempre.  
Prov.5:20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena,  
Y abrazarás el seno de la extraña?  
Prov.5:21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová,  
Y él considera todas sus veredas.  
Prov.5:22 Prenderán al impío sus propias iniquidades,  
Y retenido será con las cuerdas de su pecado.  
Prov.5:23 El morirá por falta de corrección,  
Y errará por lo inmenso de su locura.

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