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“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2 Corintios 12:9).-

El poder de Dios 

 Nuestro Sol es una estrella. Al pensar en la enorme distancia que lo separa de la Tierra y en el calcinante calor de sus ardientes rayos de verano, advertimos algo de su energía y de su potencia. El siguiente informe nos deja pasmados: “Es tan legitimo hablar de medio kilo de calor como de un medio kilo de hierro; pero medio kilo de calor sería suficiente para elevar la temperatura de 20 millones de toneladas de rocas a más de 2500 grados Centigrados y convertirlas en lava incandescente. Pues bien: El Sol despide por irradiación... cuatro millones doscientas mil toneladas de calor… por segundo” Si se multiplica el poder del Sol por el infinito número de estrellas, la energía así acumulada es tan vasta que resulta aun menos comprensible para la mente humana que las grandes distancias a las que se hallan las estrellas.
 Si nos asombramos ante su tremenda potencia, ¿cuánto más grande debe ser el poder de Aquel que las creó y las colocó en su sitio? Como lo dijo Isaías: “Ninguna faltará; tal es la grandeza de Su fuerza y el poder de Su dominio”. Aun más maravilloso es el pensamiento de que en nuestros “vasos de barro” tenemos a todo este poder trabajando en y para nosotros. El apóstol Pedro recuerda a los creyentes que “están guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación”. No tenemos por qué temer las pruebas: a nuestra disposición está el poder del que creó los cielos y la tierra. Durante su ministerio terrenal, el viento y las olas le obedecían y las enfermedades desaparecían. Hoy, su poder es el mismo. Si no sana siempre, recordemos que debe ser así por nuestro bien y para su gloria.
 La energía solar que el polo norte recibe diariamente es casi igual a la que recibe el ecuador. La ininterrumpida radiación del “sol de medianoche” compensa la debilidad de su rayos oblicuos. La temperatura es, por supuesto, menor en el polo que en el ecuador. El hecho se explica en parte porque mucho calor se pierde en las áreas polares a causa del reflejo en la superficie del hielo y de la nieve o es reducido por el deshielo. Asimismo, en muchas vidas humanas, el gran poder de Dios es rechazado por una razón u otra o resulta perdido por el ser humano a causa de su indiferencia hacia el amor divino o aun hacia la misma existencia del Creador.
 Dios no sólo es un Dios de poder; sí así fuera, siempre tendríamos que sentir temor de El. La bomba de hidrógeno es un objeto de poder y la mayor parte del mundo hoy en día la teme. Pero cuán alentador es saber que Dios es también un Dios de amor, quien tiene en cuenta lo que somos y cuáles son nuestras debilidades. El provee a nuestras necesidades espirituales y mediante su maravilloso poder nos hace “nacer de nuevo”, dándonos la vida eterna por medio de la fe en la obra expiatoria de Jesús, el que “puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” y nos capacita para vivir una vida victoriosa sobre el pecado. Ese poder fue demostrado por el triunfo de Cristo sobre la muerte, cuando “Dios le levantó de los muertos”, Podemos estar seguros de que ese mismo poder nos resucitará a su debido tiempo. Lo importante es saber desde ya si saldremos “a resurrección de vida” para gozar por siempre de la gloria del Señor, o “a resurrección de condenación” y por la eternidad en la desdicha lejos de Dios.
 “Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder”. (1 Corintios 6:14).-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Heb.11:22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
Heb.11:23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
Heb.11:24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
Heb.11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,  
Heb.11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.  
Heb.11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.  
Heb.11:28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
Heb.11:29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.  
Heb.11:30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
Heb.11:31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
Heb.11:32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;  
Heb.11:33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
Heb.11:34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.  
Heb.11:35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección;mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
Heb.11:36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
Heb.11:37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;  
Heb.11:38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.  
Heb.11:39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;  
Heb.11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.  

Capítulo 15


Cántico de Moisés y de María


Ex.15:1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico  a Jehová, y dijeron:  
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;  
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.  
Ex.15:2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,  
Y ha sido mi salvación.  
Este es mi Dios, y lo alabaré;  
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Ex.15:3 Jehová es varón de guerra;  
Jehová es su nombre.
Ex.15:4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;  
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.  
Ex.15:5 Los abismos los cubrieron;  
Descendieron a las profundidades como piedra.
Ex.15:6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;  
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.  
Ex.15:7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.  
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.  
Ex.15:8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;  
Se juntaron las corrientes como en un montón;  
Los abismos se cuajaron en medio del mar.  
Ex.15:9 El enemigo dijo:  
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;  
Mi alma se saciará de ellos;  
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.  
Ex.15:10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;  
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.  
Ex.15:11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?  
¿Quién como tú, magnífico en santidad,  
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Ex.15:12 Extendiste tu diestra;  
La tierra los tragó.
Ex.15:13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;  
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.  
Ex.15:14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;  
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.  
Ex.15:15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán;  
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;  
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.  
Ex.15:16 Caiga sobre ellos temblor y espanto;  
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;  
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,  
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.  
Ex.15:17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,  
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová,  
En el santuario que tus manos,  
oh Jehová, han afirmado.  
Ex.15:18 Jehová reinará eternamente y para siempre.
Ex.15:19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.  
Ex.15:20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.  
Ex.15:21 Y María les respondía:  
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;  
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.  


El agua amarga de Mara  


Ex.15:22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.  
Ex.15:23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.  
Ex.15:24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?  
Ex.15:25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;  
Ex.15:26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.  
Ex.15:27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

Capítulo 6


Amonestación contra la pereza y la falsedad  


Prov.6:1 Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo,  
Si has empeñado tu palabra a un extraño,  
Prov.6:2 Te has enlazado con las palabras de tu boca,  
Y has quedado preso en los dichos de tus labios.  
Prov.6:3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,  
Ya que has caído en la mano de tu prójimo;  
Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.  
Prov.6:4 No des sueño a tus ojos,  
Ni a tus párpados adormecimiento;  
Prov.6:5 Escápate como gacela de la mano del cazador,  
Y como ave de la mano del que arma lazos.  
Prov.6:6 Ve a la hormiga, oh perezoso,  
Mira sus caminos, y sé sabio;  
Prov.6:7 La cual no teniendo capitán,  
Ni gobernador, ni señor,  
Prov.6:8 Prepara en el verano su comida,  
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.  
Prov.6:9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?  
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?  
Prov.6:10 Un poco de sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar por un poco las manos para reposo;  
Prov.6:11 Así vendrá tu necesidad como caminante,  
Y tu pobreza como hombre armado.
Prov.6:12 El hombre malo, el hombre depravado,  
Es el que anda en perversidad de boca;  
Prov.6:13 Que guiña los ojos, que habla con los pies,  
Que hace señas con los dedos.  
Prov.6:14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;  
Siembra las discordias.  
Prov.6:15 Por tanto, su calamidad vendrá de repente;  
Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.  
Prov.6:16 Seis cosas aborrece Jehová,  
Y aun siete abomina su alma:  
Prov.6:17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,  
Las manos derramadoras de sangre inocente,  
Prov.6:18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,  
Los pies presurosos para correr al mal,  
Prov.6:19 El testigo falso que habla mentiras,  
Y el que siembra discordia entre hermanos.  
Amonestación contra el adulterio  
Prov.6:20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,  
Y no dejes la enseñanza de tu madre;  
Prov.6:21 Atalos siempre en tu corazón,  
Enlázalos a tu cuello.  
Prov.6:22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán;  
Hablarán contigo cuando despiertes.  
Prov.6:23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,  
Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,  
Prov.6:24 Para que te guarden de la mala mujer,  
De la blandura de la lengua de la mujer extraña.  
Prov.6:25 No codicies su hermosura en tu corazón,  
Ni ella te prenda con sus ojos;  
Prov.6:26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;  
Y la mujer caza la preciosa alma del varón.  
Prov.6:27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno  
Sin que sus vestidos ardan?  
Prov.6:28 ¿Andará el hombre sobre brasas  
Sin que sus pies se quemen?  
Prov.6:29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo;  
No quedará impune ninguno que la tocare.  
Prov.6:30 No tienen en poco al ladrón si hurta  
Para saciar su apetito cuando tiene hambre;  
Prov.6:31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces;  
Entregará todo el haber de su casa.  
Prov.6:32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento;  
Corrompe su alma el que tal hace.  
Prov.6:33 Heridas y vergüenza hallará,  
Y su afrenta nunca será borrada.  
Prov.6:34 Porque los celos son el furor del hombre,  
Y no perdonará en el día de la venganza.  
Prov.6:35 No aceptará ningún rescate,  
Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.  


Capítulo 7


Las artimañas de la ramera  


Prov.7:1 Hijo mío, guarda mis razones,  
Y atesora contigo mis mandamientos.  
Prov.7:2 Guarda mis mandamientos y vivirás,  
Y mi ley como las niñas de tus ojos.  
Prov.7:3 Lígalos a tus dedos;  
Escríbelos en la tabla de tu corazón.  
Prov.7:4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,  
Y a la inteligencia llama parienta;  
Prov.7:5 Para que te guarden de la mujer ajena,  
Y de la extraña que ablanda sus palabras.



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