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"El hombre se alegra con la respuesta de su boca;  Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!" Prov. 15:23 
"Manzana de oro con figuras de plata; Es la palabra dicha como conviene". Prov. 25:11 

¿Cómo está su alma?

 Un siervo de Dios que caminaba por las calles de una ciudad vio de lejos, delante de él, a un hombre que le pareció ser uno de sus amigos. Apresura el paso y, al alcanzarle, le puso suavemente la mano sobre su hombro, diciéndole: “Mi querido amigo, ¿cómo está tu alma? El extraño se dio vuelta rápidamente y el creyente se dio cuenta de que se había equivocado. Dio las debidas explicaciones, se disculpó y prosiguió su camino.
 Unos tres años más tarde, en otro lugar, un señor se acercó al siervo de Dios y le dijo que tenía una gran deuda con él. Como, no entendía de qué se trataba, el creyente le pidió que se explicara. Su interlocutor lo hizo diciendo: “Nos hemos encontrado hace años en otra ciudad. Usted me tocó el hombro, pensando que yo era uno de sus amigos y me preguntó: “Querido amigo, ¿cómo está tu alma?”.  Su pregunta me perturbó y me hizo reflexionar. Abrumado por el peso de mis pecados y de mi culpabilidad, me volví hacia Dios, quien me perdonó. Ahora puedo contestarle que todo va bien para mi alma”.
 Amigo lector: Quisiéramos hacerle la misma pregunta y despertar en usted la misma necesidad de ponerse en regla con Dios. “No hay hombre que no peque”, decía Salomón. Hoy en día, todos están de acuerdo al afirmar que nadie es perfecto. No sirve de nada quedarse con esas generalidades. Es necesario escudriñar el fondo de nuestro corazón para tener conciencia de nuestro estado pecaminoso frente a la santidad de Dios. Hay un único camino para hallar la paz del alma: confesar nuestros pecados y aceptar que sólo puede limpiarlos la sangre de Cristo en virtud de la cual Dios nos perdona.
 La palabra de Dios nos llega de diferentes formas, pero especialmente por instrucción de una predicación, muchas veces esa predicación es despreciada por causa de la ceguera espiritual, pero también el que habla, puede hablar con mucho conocimiento pero sin sabiduría, o sea que carecen de aquella facultad de las personas para actuar o hablar con sensatez, prudencia y/o acierto, entonces se transforma una verborragia de conocimientos disfrazada de elocuencia que no produce el efecto deseado, porque predicar no es dar clases en un aula, debe si o si, actuar la sabiduría, o sea poseer aquella manera de exponer de tal forma que alcanza el corazón...
 A la gran mayoría de los seres humanos el Señor nos ha dado el don de poder expresarnos con palabra, y esa palabra dicha con la suavidad de la Sabiduría es tan hermosa y deseable como una manzana de oro con figuras (o en una bandeja de plata), y la necesitamos a diario, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en la Iglesia y en toda relación humana, por ello el apóstol Santiago nos muestra la manera de alcanzarla expresando: "... si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada".  (Sant. 1:5).-  

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 2


La visita de los magos


Mat.2:1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
Mat.2:2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Mat.2:3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
Mat.2:4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Mat.2:5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Mat.2:6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.
Mat.2:7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
Mat.2:8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Mat.2:9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
Mat.2:10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Mat.2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Mat.2:12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.


Matanza de los niños


Mat.2:13 Después que partieron ellos, he aquí  un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
Mat.2:14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
Mat.2:15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Mat.2:16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.
Mat.2:17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
Mat.2:18 Voz fue oída en Ramá,
Grande lamentación, lloro y gemido;
Raquel que llora a sus hijos,
Y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Mat.2:19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,
Mat.2:20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
Mat.2:21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
Mat.2:22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,
Mat.2:23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.


Capítulo 22


Leyes sobre la restitución


Ex.22:1 Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
Ex.22:2 Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte.
Ex.22:3 Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.
Ex.22:4 Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble.
Ex.22:5 Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.
Ex.22:6 Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.
Ex.22:7 Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble.
Ex.22:8 Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo.
Ex.22:9 En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.
Ex.22:10 Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie;
Ex.22:11 juramento de Jehová habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
Ex.22:12 Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño.
Ex.22:13 Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado.
Ex.22:14 Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, estando ausente su dueño, deberá pagarla.
Ex.22:15 Si el dueño estaba presente no la pagará. Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler.


Leyes humanitarias


Ex.22:16 Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer.
Ex.22:17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.  
Ex.22:18 A la hechicera  no dejarás que viva.
Ex.22:19 Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.  
Ex.22:20 El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto.  
Ex.22:21 Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Ex.22:22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.  
Ex.22:23 Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor;
Ex.22:24 y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.
Ex.22:25 Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.  
Ex.22:26 Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás.
Ex.22:27 Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso.  
Ex.22:28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.  
Ex.22:29 No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos.
Ex.22:30 Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
Ex.22:31 Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fieras  en el campo; a los perros la echaréis.


Capítulo 23


Ex.23:1 No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
Ex.23:2 No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios;
Ex.23:3 ni al pobre distinguirás en su causa.  
Ex.23:4 Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
Ex.23:5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.  
Ex.23:6 No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.
Ex.23:7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
Ex.23:8 No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.  
Ex.23:9 Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.  
Ex.23:10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;
Ex.23:11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.  
Ex.23:12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás,  para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
Ex.23:13 Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.


Las tres fiestas anuales   (Ex. 34.18-26; Dt. 16.1-17)


Ex.23:14 Tres veces en el año me celebraréis fiesta.
Ex.23:15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.
Ex.23:16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores,  que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.  
Ex.23:17 Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor.
Ex.23:18 No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.
Ex.23:19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios.  No guisarás el cabrito en la leche de su madre.  


El Angel de Jehová enviado para guiar a Israel


Ex.23:20 He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Ex.23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Ex.23:22 Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Ex.23:23 Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
Ex.23:24 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.
Ex.23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
Ex.23:26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.
Ex.23:27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
Ex.23:28 Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti.
Ex.23:29 No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo.
Ex.23:30 Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.
Ex.23:31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
Ex.23:32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.
Ex.23:33 En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.


Capítulo 10


Contraste entre el justo y el malvado  


Prov.10:1 Los proverbios de Salomón.  
El hijo sabio alegra al padre,  
Pero el hijo necio es tristeza de su madre.  
Prov.10:2 Los tesoros de maldad no serán de provecho;  
Mas la justicia libra de muerte.  
Prov.10:3 Jehová no dejará padecer hambre al justo;  
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.  
Prov.10:4 La mano negligente empobrece;  
Mas la mano de los diligentes enriquece.  
Prov.10:5 El que recoge en el verano es hombre entendido;  
El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.  
Prov.10:6 Hay bendiciones sobre la cabeza del justo;  
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.  
Prov.10:7 La memoria del justo será bendita;  
Mas el nombre de los impíos se pudrirá.  
Prov.10:8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos;  
Mas el necio de labios caerá.  
Prov.10:9 El que camina en integridad anda confiado;  
Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.  
Prov.10:10 El que guiña el ojo acarrea tristeza;  
Y el necio de labios será castigado.  
Prov.10:11 Manantial de vida es la boca del justo;  
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.  
Prov.10:12 El odio despierta rencillas;  
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
Prov.10:13 En los labios del prudente se halla sabiduría;  
Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.  
Prov.10:14 Los sabios guardan la sabiduría;  
Mas la boca del necio es calamidad cercana.  
Prov.10:15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada;  
Y el desmayo de los pobres es su pobreza.  
Prov.10:16 La obra del justo es para vida;  
Mas el fruto del impío es para pecado.  
Prov.10:17 Camino a la vida es guardar la instrucción;  
Pero quien desecha la reprensión, yerra.  
Prov.10:18 El que encubre el odio es de labios mentirosos;  
Y el que propaga calumnia es necio.  
Prov.10:19 En las muchas palabras no falta pecado;  
Mas el que refrena sus labios es prudente.  
Prov.10:20 Plata escogida es la lengua del justo;  
Mas el corazón de los impíos es como nada.  
Prov.10:21 Los labios del justo apacientan a muchos,  
Mas los necios mueren por falta de entendimiento.  
Prov.10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece,  
Y no añade tristeza con ella.  
Prov.10:23 El hacer maldad es como una diversión al insensato;  
Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.  
Prov.10:24 Lo que el impío teme, eso le vendrá;  
Pero a los justos les será dado lo que desean.  
Prov.10:25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece;  
Mas el justo permanece para siempre.  
Prov.10:26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos,  
Así es el perezoso a los que lo envían.  
Prov.10:27 El temor de Jehová aumentará los días;  
Mas los años de los impíos serán acortados.  
Prov.10:28 La esperanza de los justos es alegría;  
Mas la esperanza de los impíos perecerá.  
Prov.10:29 El camino de Jehová es fortaleza al perfecto;  
Pero es destrucción a los que hacen maldad.  
Prov.10:30 El justo no será removido jamás;  
Pero los impíos no habitarán la tierra.  
Prov.10:31 La boca del justo producirá sabiduría;  
Mas la lengua perversa será cortada.  
Prov.10:32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada;  
Mas la boca de los impíos habla perversidades.  

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