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“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo”.
(Lucas 10:36-37).-

Un pecador vencido.-

 Hace de esto ya bastante tiempo, un hombre pobre, esclavo del alcohol y del vicio, había robado pieles en una de las curtiembres, propiedad de un creyente. Una semana después, leyó en el diario local el siguiente aviso: “Se informa al hombre que días pasados robó pieles en la curtiembre tal, propiedad del señor Fulano, que éste desea hacerse amigo del ladrón. Si es la miseria la que le impulsó a esta acción, el señor Fulano se compromete a guardar el secreto y a ayudarle a ganar dinero por medios más honestos”.
 Al leer este aviso, el culpable, tocado en su conciencia, quedó muy turbado. Algunos días después cargó las pieles sobre su hombro y se fue al anochecer a golpear a la puerta del curtidor. Cuando éste vino a abrirle, el ladrón le dijo: “Señor Fulano le traigo esto de vuelta. ¿Dónde tengo que ponerlo?”.
 El curtidor reconoció enseguida a uno de sus vecinos, del que había sospechado como autor del hurto, y le contestó: “Te acompañaré hasta el depósito. Después iremos a casa y me dirás qué significa esto”.
 Durante este tiempo, el ama de casa preparó la cena y cuando volvieron, le dijo: “Pensé que no rehusarías cenar con nosotros”.-
 Después de un momento de silencio, el hombre terminó por hacer la siguiente confesión: “Ha sido ésta la primera vez que robé algo y esto me ha hecho sufrir mucho, se lo aseguro. Nunca pensé que caería tan bajo. Empecé a beber, luego a pelearme en cualquier oportunidad y ahora, ustedes ven a qué he llegado. Todos se han alejado de mí…
 Después de una pausa, el culpable prosiguió: —Usted es el primero que me tendió una mano. Mi mujer está enferma, mis hijos tienen hambre y, pese a todas las buenas cosas que usted les ha mandado, quise perjudicarlo; le robé esas pieles. Es la primera vez que he cometido una acción tan mala…
 —Que sea también la última —repuso el creyente —, y todo quedará entre nosotros. Prométame no acercar más una sola gota de alcohol a sus labios y, por mi parte, le conseguiré trabajo para el sostén de su familia. Ahora, coma y beba; esto le dispensará de ir a beber también esta noche. Al principio le costara mucho no tomar alcohol, pero tenga ánimo. Por amor de su esposa y de sus hijos, trate de resistir pidiendo la ayuda de Dios.
 Después de estas amables palabras, el desdichado buscó inútilmente tragar algún alimento. Se esforzó por esconder su emoción… luego, apoyando la cabeza sobre la mesa, lloró amargamente.
 Al despedirse, el curtidor y su esposa le dijeron: “Si cambias de conducta, hallarás siempre amigos en nosotros”. Le hablaron del Señor Jesús y de la salvación gratuita que de El puede obtener el más miserable pecador. Aquel hombre aprendió así que Cristo había cargado con sus pecados en el maldito madero de la cruz y los había borrado al precio de Su propia sangre. El aceptó esa gran salvación y pudo, desde entonces, apoyarse en el Señor para andar de un modo digno del Evangelio.
 Hoy nos encontramos con muchos jóvenes y no tanto, que no tienen muchas posibilidades y personas grandes que necesitan que se les abra un mercado laboral, jóvenes que ni siquiera han tenido la contención de una familia constituida, por lo cual abandonan los estudios, que a causa de los juicios ya nadie toma aprendices de oficios y muchos jóvenes quedan como al margen de los sistemas, con emergencias habitacionales, y sin horizontes se entregan a vicios que son peor que el alcohol, y muchos toman el camino de la delincuencia. Hay personas grandes rondando los cincuenta años que han sido operarios de alguna fabrica y luego esa empresa presenta quiebra o hace recortes de personal y se quedan a mitad de la vida, quizá con un oficio pero no pueden tener una estabilidad laboral... Mujeres que a causa de las separaciones suelen tener que salir a buscar un trabajo a causa del abandono del padre de los niños. Hay que verlos trabajar a estos ex empleados, personas que saben soldadura, que saben de curtiembres, de construcción y otros oficios, algunos oficios que ya desaparecieron por el avance de la tecnología y ellos se entregan a los vicios, al juego o al abandono...  Quiero expresarme al respecto con unas palabras mas, esta escrito si, sobre los últimos tiempos en (Dan.12:4) "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará". Hoy vemos cumplida esta profecía, vemos a muchos que corren de aquí para allá, muchos inmigrantes buscando mejores posibilidades laborales o de otra índole como por causa de las guerras. Ya se sabe que un robot es mas barato y hace el trabajo de varias personas y no pide aumento ni se toma vacaciones con toda la disponibilidad horaria... Pero también está escrito en Salmo 37:25 "Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan". Y Jesús nos dice en Mateo 6:33 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". El sistema ha creado el dinero, pero el dinero no tiene valor sin los valores intangibles de la honradez, la honestidad, la confianza... El valor debe estar en la persona y no en el billete, un billete puede decir un numero que representan unidades variables, pero una persona con valores esos valores son estables, no cambian según las circunstancias... quien tiene el valor de la honestidad no hurta aunque ese día no tenga nada para comer, pide, solicita, se ofrece, y al estar marcado por la pobreza, pero tiene esa dignidad, ¡Cuanto vale esa persona!!!, Y si nosotros con nuestras mentes limitadas los podemos contemplar, ¡¡¡Cuanto mas nuestro Padre celestial!!!. Pero muchas veces descuidamos la vida espiritual por dejarnos engañar por las ganancias y posibilidades que hay en el mundo y olvidamos al dador de toda gracia... Termino esta reflexión con un versículo que dice así: "Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo" (Jeremías 3:12).-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-



Capítulo 3


Predicación de Juan el Bautista - (Mr.1:1-8; Lc.3:1-9, 15-17; Jn.1:19-28).-


Mat.3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Mat.3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Mat.3:3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
Mat.3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Mat.3:5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,
Mat.3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
Mat.3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
Mat.3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Mat.3:9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Mat.3:10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
Mat.3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mat.3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.


El bautismo de Jesús - (Mr. 1. 9-11; Lc. 3. 21-22)


Mat.3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
Mat.3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Mat.3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
Mat.3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Mat.3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Capítulo 24


Moisés y los ancianos en el Monte Sinaí


Ex.24:1 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
Ex.24:2 Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
Ex.24:3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Ex.24:4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Ex.24:5 Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.
Ex.24:6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Ex.24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
Ex.24:8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto  que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Ex.24:9 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
Ex.24:10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Ex.24:11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.
Ex.24:12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.
Ex.24:13 Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios.
Ex.24:14 Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.
Ex.24:15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
Ex.24:16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
Ex.24:17 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.
Ex.24:18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.  

Capítulo 11


Prov.11:1 El peso falso es abominación a Jehová;  
Mas la pesa cabal le agrada.  
Prov.11:2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;  
Mas con los humildes está la sabiduría.  
Prov.11:3 La integridad de los rectos los encaminará;  
Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.  
Prov.11:4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira;  
Mas la justicia librará de muerte.  
Prov.11:5 La justicia del perfecto enderezará su camino;  
Mas el impío por su impiedad caerá.  
Prov.11:6 La justicia de los rectos los librará;  
Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.  
Prov.11:7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza;  
Y la expectación de los malos perecerá.  
Prov.11:8 El justo es librado de la tribulación;  
Mas el impío entra en lugar suyo.  
Prov.11:9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo;  
Mas los justos son librados con la sabiduría.  
Prov.11:10 En el bien de los justos la ciudad se alegra;  
Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.  
Prov.11:11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida;  
Mas por la boca de los impíos será trastornada.  
Prov.11:12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo;  
Mas el hombre prudente calla.  
Prov.11:13 El que anda en chismes descubre el secreto;  
Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.  
Prov.11:14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;  
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.  
Prov.11:15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño;  
Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.  
Prov.11:16 La mujer agraciada tendrá honra,  
Y los fuertes tendrán riquezas.  
Prov.11:17 A su alma hace bien el hombre misericordioso;  
Mas el cruel se atormenta a sí mismo.  
Prov.11:18 El impío hace obra falsa;  
Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.  
Prov.11:19 Como la justicia conduce a la vida,  
Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.  
Prov.11:20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón;
Mas los perfectos de camino le son agradables.  
Prov.11:21 Tarde o temprano, el malo será castigado;  
Mas la descendencia de los justos será librada.  
Prov.11:22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo  
Es la mujer hermosa y apartada de razón.  
Prov.11:23 El deseo de los justos es solamente el bien;  
Mas la esperanza de los impíos es el enojo.  
Prov.11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más;  
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.  
Prov.11:25 El alma generosa será prosperada;  
Y el que saciare, él también será saciado.  
Prov.11:26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá;  
Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.  
Prov.11:27 El que procura el bien buscará favor;  
Mas al que busca el mal, éste le vendrá.  
Prov.11:28 El que confía en sus riquezas caerá;  
Mas los justos reverdecerán como ramas.  
Prov.11:29 El que turba su casa heredará viento;
Y el necio será siervo del sabio de corazón.  
Prov.11:30 El fruto del justo es árbol de vida;  
Y el que gana almas es sabio.  
Prov.11:31 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra;  
¡Cuánto más el impío y el pecador!  

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