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“Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”. (Romanos 5:8-9).-

Una vez más: la sangre de Jesús

 Amado de Dios, aquí hay un remanso inigualable del poder de la gracia que condesciende hasta nosotros mientras pasa nuestro afán,. Y este es que, si siendo pecadores, inmerecedores, viles y despreciables por nuestra naturaleza, donde todo en nosotros no vale nada si no es por recompensa alguna, con espíritus agresivos que persiguen su propio interés sin tener en absoluto el derecho de los demás, con conductas rapaces, operando en cualquier esfera de la vida, apropiándonos de dinero o bienes sin respeto ni honradez, pisoteando todo con tal de ganar algo que no nos corresponde. En la esfera moral con una corrupción incontrolada, buscando placer donde no nos asiste ningún derecho, con una depravación o sea desprovisto de alguna cualidad positiva, esa tendencia de los corazones que es de continuo solamente al mal, incluyendo vicios e introduciendo procedimientos que llevan a una degeneración en la cual crecen y se desarrollan y florecen todo tipo de pecados.- Envidias por posesiones por las cuales se puede proceder hasta el crimen, cuando Jesús enseño que ni siquiera en nuestro corazón debe estar el pensamiento de mal, de odio o de ira... Porque quienes no tiene a Dios no solo no tienen piedad sino que pierden su humanidad, llenos de villanía y crueldad, que a veces ni siquiera se hace de forma intencionada y aún así pueden ser intensamente crueles, cuantas veces se provoca la lujuria sin intentar ser promiscuos, y hay maldades que además se quiere enseñar para que otros sean tan capaces de desarrollar el mal en sus vidas, así es que llenos de malignidad, con murmuraciones para destruir el ideal, insolentes, sádicos e injuriosos, sintiendo un placer satánico de infringir a otros un dolor mental o físico, arrogantes, y esto ultimo como la cumbre de todos los pecados, fanfarrones o presumidos, como queriendo demostrar lo que no se posee, inventores de males, Desobedientes a los padres, Insensatos, no tienen palabra, sin afecto natural, Despiadados... Estoy llorando mientras considero la degradación que hizo el pecado en nosotros... Pero ¡¡Que amor!! ¡¡Que gloria!1 es que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros... Y no solo eso, sino que permaneciendo en nosotros esa fuente inmunda de tantos malos deseos, (como decía el apóstol Pablo "miserable de mi, ¿Quien me librará de este cuerpo de muerte?) no obstante ello, somos justificados por Su SANGRE, para ser salvos de la ira... Creemos pues, que si lo hizo cuando no teníamos comunión con El, cuando no valíamos la pena, cuando no había nada bueno en nosotros, ¿como no lo hará una vez más siendo que hemos recibido Su palabra la cual no volverá a El vacía?... Siendo justificados en El, por la fe, por el bautismo, por la participación de la Santa Cena, por congregar y obedecer, hemos de ser justificados en estado reconociente, quebrantados y con fiel arrepentimiento, puesto que a El nadie lo engaña y conoce las intenciones del corazón. Con esa sinceridad has de ser santificado en este día y en tu pasado quizá habrá cosas que tu puedas solucionar con la ayuda del Señor, pero habrá otras que no puedas ya hacer nada... Confía, El pago el precio y lo arreglará para que puedas disfrutar de su comunión y consolaciones, porque si Cristo, siendo aún pecadores murió por tí, como no te dará esta gracia si te entregas a sus pies cuando El dice: "Quien a mi viene, no le hecho fuera.... Aleluya Gloria sea al Viviente que imparte y contagia Vida a todo el que se acerca a EL...

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 8


El mediador de un nuevo pacto  


Heb.8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
Heb.8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.
Heb.8:3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.  
Heb.8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;  
Heb.8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Heb.8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.  
Heb.8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.  
Heb.8:8 Porque reprendiéndolos dice:  
He aquí vienen días, dice el Señor,  
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;  
Heb.8:9 No como el pacto que hice con sus padres  
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;  
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,  
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.  
Heb.8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel  
Después de aquellos días, dice el Señor:  
Pondré mis leyes en la mente de ellos,  
Y sobre su corazón las escribiré;  
Y seré a ellos por Dios,  
Y ellos me serán a mí por pueblo;  
Heb.8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo,  
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;  
Porque todos me conocerán,  
Desde el menor hasta el mayor de ellos.  
Heb.8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,  
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
Heb.8:13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.


Capítulo 5


Moisés y Aarón ante Faraón  


Ex.5:1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.  
Ex.5:2 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.  
Ex.5:3 Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.  
Ex.5:4 Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.  
Ex.5:5 Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.  
Ex.5:6 Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo:  
Ex.5:7 De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja.  
Ex.5:8 Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.  
Ex.5:9 Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas.  
Ex.5:10 Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.  
Ex.5:11 Id vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra tarea.  
Ex.5:12 Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja.  
Ex.5:13 Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja.  
Ex.5:14 Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?  
Ex.5:15 Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?  
Ex.5:16 No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable.  
Ex.5:17 Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová.  
Ex.5:18 Id pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo.  
Ex.5:19 Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.  
Ex.5:20 Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,  
Ex.5:21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten.  


Jehová comisiona a Moisés y a Aarón


Ex.5:22 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?  
Ex.5:23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.  


Capítulo 6


Ex.6:1 Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra.  
Ex.6:2 Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ.  
Ex.6:3 Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente,  mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.  
Ex.6:4 También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron.  
Ex.6:5 Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto.  
Ex.6:6 Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;  
Ex.6:7 y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.  
Ex.6:8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.  
Ex.6:9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.  
Ex.6:10 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Ex.6:11 Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.  
Ex.6:12 Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de labios?  
Ex.6:13 Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón y les dio mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.  
Ex.6:14 Estos son los jefes de las familias de sus padres: Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi; estas son las familias de Rubén.  
Ex.6:15 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar, y Saúl hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón.  
Ex.6:16 Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari. Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años.  
Ex.6:17 Los hijos de Gersón: Libni y Simei, por sus familias.  
Ex.6:18 Y los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años.  
Ex.6:19 Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familas de Leví por sus linajes.  
Ex.6:20 Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años.  
Ex.6:21 Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri.  
Ex.6:22 Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri.  
Ex.6:23 Y tomó Aarón por mujer a Elisabet hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual dio a luz a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.  
Ex.6:24 Los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreítas.  
Ex.6:25 Y Eleazar hijo de Aarón tomó para sí mujer de las hijas de Futiel, la cual dio a luz a Finees. Y estos son los jefes de los padres de los levitas por sus familias.  
Ex.6:26 Este es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales Jehová dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.  
Ex.6:27 Estos son los que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Moisés y Aarón fueron éstos.


PROVERBIOS


Capítulo 1


Motivo de los proverbios
Prov.1:1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.  
Prov.1:2 Para entender sabiduría y doctrina,  
Para conocer razones prudentes,  
Prov.1:3 Para recibir el consejo de prudencia,  
Justicia, juicio y equidad;  
Prov.1:4 Para dar sagacidad a los simples,  
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.  
Prov.1:5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,  
Y el entendido adquirirá consejo,  
Prov.1:6 Para entender proverbio y declaración,  
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.  
Prov.1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.  


Amonestaciones de la Sabiduría  


Prov.1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,  
Y no desprecies la dirección de tu madre;  
Prov.1:9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.  
Prov.1:10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
Prov.1:11 Si dijeren: Ven con nosotros;  
Pongamos asechanzas para derramar sangre,  
Acechemos sin motivo al inocente;  
Prov.1:12 Los tragaremos vivos como el Seol,  
Y enteros, como los que caen en un abismo;  
Prov.1:13 Hallaremos riquezas de toda clase,  
Llenaremos nuestras casas de despojos;  
Prov.1:14 Echa tu suerte entre nosotros;  
Tengamos todos una bolsa,—  
Prov.1:15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.  
Aparta tu pie de sus veredas,  
Prov.1:16 Porque sus pies corren hacia el mal,  
Y van presurosos a derramar sangre.  
Prov.1:17 Porque en vano se tenderá la red  
Ante los ojos de toda ave;
Prov.1:18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,  
Y a sus almas tienden lazo.  
Prov.1:19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,  
La cual quita la vida de sus poseedores.  
Prov.1:20 La sabiduría clama en las calles,  
Alza su voz en las plazas;  
Prov.1:21 Clama en los principales lugares de reunión;  
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
Prov.1:22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,  
Y los burladores desearán el burlar,  
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?  
Prov.1:23 Volveos a mi reprensión;  
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,  
Y os haré saber mis palabras.  
Prov.1:24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,  
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,  
Prov.1:25 Sino que desechasteis todo consejo mío  
Y mi reprensión no quisisteis,  
Prov.1:26 También yo me reiré en vuestra calamidad,  
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;  
Prov.1:27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,  
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;  
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.  
Prov.1:28 Entonces me llamarán, y no responderé;  
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.  
Prov.1:29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,  
Y no escogieron el temor de Jehová,  
Prov.1:30 Ni quisieron mi consejo,  
Y menospreciaron toda reprensión mía,  
Prov.1:31 Comerán del fruto de su camino,  
Y serán hastiados de sus propios consejos.  
Prov.1:32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,  
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;  
Prov.1:33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente  
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

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