“El Señor es mi pastor… junto a aguas de reposo me pastoreará”.-
“Todas mis fuentes están en ti”.- (Salmo 23:1-2 y 87:7).-
Volvemos con Ezequías y las fuentes escondidas.-
En el capítulo 32 del segundo libro de Crónicas, otra página de la vida de Ezequías está introducida con estas palabras: “Después de estas cosas y de esta fidelidad”, el rey de Asiria invadió a Judá. Dios constata la fidelidad de su servidor en el momento mismo en que lo hace pasar por el crisol de la prueba. Por más piadoso que sea Ezequías, no es él, sin embargo, el perfecto Modelo. Cuando ve caer las ciudades de Judá en manos del rey de Asiria, su confianza en Dios tambalea. Tiene miedo. Como Pedro, el mira el viento y las olas en lugar de descansar tranquilamente en Dios. Ofreciéndole sus riquezas, pide la paz al rey enemigo, el que le impone un pesado tributo (véase 2 Reyes 18). Ezequías debe aprender que no se pacta con el enemigo. Dele a Satanás todo lo que le pide y, no obstante, será su enemigo. Y cuando, de concesión en concesión, usted se haya despojado de todo para complacerle, aun le tratará con el mayor desprecio.
Pero Ezequías, en un momento desfalleciente, se repone. Quiere asegurarse las fuentes que están fuera de la ciudad. ¿Qué haría su pueblo sin agua en una ciudad asediada? El mundo busca quitarnos nuestras fuentes, o sea privarnos de todo verdadero gozo. No lo conseguirá, pues todas nuestras fuentes están en Cristo, en el conocimiento de su Persona y en su comunión. Sepamos, como Ezequías, encaminar “por debajo de tierra” (2 Crónicas 32:30), ocultas a los ojos del mundo, esas aguas que pueden refrescar nuestras almas.
Bebiendo de estas fuentes del amor de Dios, tendremos asegurado el auxilio de lo alto, cuando todos los recursos se acaban es el tiempo en que Dios obra, especialmente al corresponder a nuestra fidelidad... Allí, junto con el profeta Isaías oraron a Dios por aquellas cartas y las blasfemias que decían contra Dios. Cuando nuestra causa esta ligada a Dios, es también tema del Señor... Un ángel destruyó a todo valiente y esforzado, jefes y capitanes, lideres formales e informales fueron enfermados y muertos, y el enemigo asirio tuvo que volver grandemente afrentado y no solo ello, sino que sus hijos, los de su misma familia le mataron, frente al ídolo que adoraba... Dios nos de la gracia de estar siempre del lado del Señor, del lado del amor, del lado de la paciencia, de la permanencia, no sea que sin darnos cuenta nos encontremos luchando contra el mismo Dios, mucho pueblo vulnerable podría haber creído el enunciado de Asiria: "Ezequías os ha sacado vuestros altares y dioses...", pero la fe y confianza en El Señor, hizo que pasara esos malos momentos y luego le trajeron presentes y tributos... Así hará Dios con cada uno de nosotros si en medio de la prueba podemos permanecer firmes en la fe y la confianza en el que Vive y Reina por los siglos de los siglos Amén.-
“Todas mis fuentes están en ti”.- (Salmo 23:1-2 y 87:7).-
Volvemos con Ezequías y las fuentes escondidas.-
En el capítulo 32 del segundo libro de Crónicas, otra página de la vida de Ezequías está introducida con estas palabras: “Después de estas cosas y de esta fidelidad”, el rey de Asiria invadió a Judá. Dios constata la fidelidad de su servidor en el momento mismo en que lo hace pasar por el crisol de la prueba. Por más piadoso que sea Ezequías, no es él, sin embargo, el perfecto Modelo. Cuando ve caer las ciudades de Judá en manos del rey de Asiria, su confianza en Dios tambalea. Tiene miedo. Como Pedro, el mira el viento y las olas en lugar de descansar tranquilamente en Dios. Ofreciéndole sus riquezas, pide la paz al rey enemigo, el que le impone un pesado tributo (véase 2 Reyes 18). Ezequías debe aprender que no se pacta con el enemigo. Dele a Satanás todo lo que le pide y, no obstante, será su enemigo. Y cuando, de concesión en concesión, usted se haya despojado de todo para complacerle, aun le tratará con el mayor desprecio.
Pero Ezequías, en un momento desfalleciente, se repone. Quiere asegurarse las fuentes que están fuera de la ciudad. ¿Qué haría su pueblo sin agua en una ciudad asediada? El mundo busca quitarnos nuestras fuentes, o sea privarnos de todo verdadero gozo. No lo conseguirá, pues todas nuestras fuentes están en Cristo, en el conocimiento de su Persona y en su comunión. Sepamos, como Ezequías, encaminar “por debajo de tierra” (2 Crónicas 32:30), ocultas a los ojos del mundo, esas aguas que pueden refrescar nuestras almas.
Bebiendo de estas fuentes del amor de Dios, tendremos asegurado el auxilio de lo alto, cuando todos los recursos se acaban es el tiempo en que Dios obra, especialmente al corresponder a nuestra fidelidad... Allí, junto con el profeta Isaías oraron a Dios por aquellas cartas y las blasfemias que decían contra Dios. Cuando nuestra causa esta ligada a Dios, es también tema del Señor... Un ángel destruyó a todo valiente y esforzado, jefes y capitanes, lideres formales e informales fueron enfermados y muertos, y el enemigo asirio tuvo que volver grandemente afrentado y no solo ello, sino que sus hijos, los de su misma familia le mataron, frente al ídolo que adoraba... Dios nos de la gracia de estar siempre del lado del Señor, del lado del amor, del lado de la paciencia, de la permanencia, no sea que sin darnos cuenta nos encontremos luchando contra el mismo Dios, mucho pueblo vulnerable podría haber creído el enunciado de Asiria: "Ezequías os ha sacado vuestros altares y dioses...", pero la fe y confianza en El Señor, hizo que pasara esos malos momentos y luego le trajeron presentes y tributos... Así hará Dios con cada uno de nosotros si en medio de la prueba podemos permanecer firmes en la fe y la confianza en el que Vive y Reina por los siglos de los siglos Amén.-
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA PARA HOY
La Biblia en un Año.-
Nuevamente Jesús anuncia su
muerte - (Mr. 10. 32-34; Lc. 18. 31-34)
Mat.20:17 Subiendo Jesús a
Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo:
Mat.20:18 He aquí subimos a
Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a
los escribas, y le condenarán a muerte;
Mat.20:19 y le entregarán a los
gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer
día resucitará.
Petición de Santiago y de Juan
- (Mr. 10. 35-45)
Mat.20:20 Entonces se le acercó
la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y
pidiéndole algo.
Mat.20:21 El le dijo: ¿Qué
quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos,
el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
Mat.20:22 Entonces Jesús
respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de
beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le
dijeron: Podemos.
Mat.20:23 El les dijo: A la
verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis
bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo,
sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
Mat.20:24 Cuando los diez
oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.
Mat.20:25 Entonces Jesús,
llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de
ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mat.20:26 Mas entre vosotros no
será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor,
Mat.20:27 y el que quiera ser
el primero entre vosotros será vuestro siervo;
Mat.20:28 como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos.
Dos ciegos reciben la vista -
(Mr. 10. 6-52; Lc. 18. 35-43)
Mat.20:29 Al salir ellos de
Jericó, le seguía una gran multitud.
Mat.20:30 Y dos ciegos que
estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron,
diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Mat.20:31 Y la gente les
reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de
David, ten misericordia de nosotros!
Mat.20:32 Y deteniéndose Jesús,
los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
Mat.20:33 Ellos le dijeron:
Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Mat.20:34 Entonces Jesús,
compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le
siguieron.
Capítulo 15
Leyes sobre las ofrendas
Num.15:1 Jehová habló a Moisés,
diciendo:
Num.15:2 Habla a los hijos de
Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación que
yo os doy,
Num.15:3 y hagáis ofrenda
encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra
voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de
vacas o de ovejas;
Num.15:4 entonces el que
presente su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta
parte de un hin de aceite.
Num.15:5 De vino para la
libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del
sacrificio, por cada cordero.
Num.15:6 Por cada carnero harás
ofrenda de dos décimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un
hin de aceite;
Num.15:7 y de vino para la
libación ofrecerás la tercera parte de un hin, en olor grato a Jehová.
Num.15:8 Cuando ofrecieres
novillo en holocausto o sacrificio, por especial voto, o de paz a Jehová,
Num.15:9 ofrecerás con el
novillo una ofrenda de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de
un hin de aceite;
Num.15:10 y de vino para la
libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor grato a
Jehová.
Num.15:11 Así se hará con cada
buey, o carnero, o cordero de las ovejas, o cabrito.
Num.15:12 Conforme al número
así haréis con cada uno, según el número de ellos.
Num.15:13 Todo natural hará
estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Num.15:14 Y cuando habitare con
vosotros extranjero, o cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras
generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor grato a Jehová, como
vosotros hiciereis, así hará él.
Num.15:15 Un mismo estatuto
tendréis vosotros de la congregación y el extranjero que con vosotros mora;
será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el
extranjero delante de Jehová.
Num.15:16 Una misma ley y un
mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que con vosotros mora.
Num.15:17 También habló Jehová
a Moisés, diciendo:
Num.15:18 Habla a los hijos de
Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo,
Num.15:19 cuando comencéis a
comer del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda a Jehová.
Num.15:20 De lo primero que
amaséis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la
ofreceréis.
Num.15:21 De las primicias de
vuestra masa daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones.
Num.15:22 Y cuando errareis, y
no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés,
Num.15:23 todas las cosas que
Jehová os ha mandado por medio de Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y
en adelante por vuestras edades,
Num.15:24 si el pecado fue
hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación
ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda y su
libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación.
Num.15:25 Y el sacerdote hará
expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será
perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a
Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros.
Num.15:26 Y será perdonado a
toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre
ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
Num.15:27 Si una persona pecare
por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación.
Num.15:28 Y el sacerdote hará
expiación por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro
delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado.
Num.15:29 El nacido entre los
hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley
tendréis para el que hiciere algo por yerro.
Num.15:30 Mas la persona que
hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová;
esa persona será cortada de en medio de su pueblo.
Num.15:31 Por cuanto tuvo en
poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será
cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.
Lapidación de un violador del
día de reposo
Num.15:32 Estando los hijos de
Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de
reposo.
Num.15:33 Y los que le hallaron
recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;
Num.15:34 y lo pusieron en la
cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.
Num.15:35 Y Jehová dijo a
Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación
fuera del campamento.
Num.15:36 Entonces lo sacó la
congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó
a Moisés.
Franjas en los vestidos
Num.15:37 Y Jehová habló a
Moisés, diciendo:
Num.15:38 Habla a los hijos de
Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus
generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul.
Num.15:39 Y os servirá de
franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de
Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de
vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.
Num.15:40 Para que os acordéis,
y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.
Num.15:41 Yo Jehová vuestro
Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová
vuestro Dios.
Capítulo 16
La rebelión de Coré
Num.16:1 Coré hijo de Izhar,
hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de
Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente,
Num.16:2 y se levantaron contra
Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la
congregación, de los del consejo, varones de renombre.
Num.16:3 Y se juntaron contra
Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la
congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por
qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
Num.16:4 Cuando oyó esto
Moisés, se postró sobre su rostro;
Num.16:5 y habló a Coré y a
todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es
santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a
sí.
Num.16:6 Haced esto: tomaos
incensarios, Coré y todo su séquito,
Num.16:7 y poned fuego en
ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien
Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví.
Num.16:8 Dijo más Moisés a
Coré: Oíd ahora, hijos de Leví:
Num.16:9 ¿Os es poco que el
Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él
para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante
de la congregación para ministrarles,
Num.16:10 y que te hizo acercar
a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el
sacerdocio?
Num.16:11 Por tanto, tú y todo
tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que
contra él murmuréis?
Num.16:12 Y envió Moisés a
llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos
allá.
Num.16:13 ¿Es poco que nos
hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir
en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?
Num.16:14 Ni tampoco nos has
metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de
tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.
Num.16:15 Entonces Moisés se
enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he
tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.
Num.16:16 Después dijo Moisés a
Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y
Aarón;
Num.16:17 y tomad cada uno su
incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con
su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno
con su incensario.
Num.16:18 Y tomó cada uno su
incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se
pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón.
Num.16:19 Ya Coré había hecho
juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de
reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación.
Num.16:20 Y Jehová habló a
Moisés y a Aarón, diciendo:
Num.16:21 Apartaos de entre
esta congregación, y los consumiré en un momento.
Num.16:22 Y ellos se postraron
sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es
un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?
Num.16:23 Entonces Jehová habló
a Moisés, diciendo:
Num.16:24 Habla a la
congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y
Abiram.
Num.16:25 Entonces Moisés se
levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de
él.
Num.16:26 Y él habló a la
congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos,
y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus
pecados.
Num.16:27 Y se apartaron de las
tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y
se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus
pequeñuelos.
Num.16:28 Y dijo Moisés: En
esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y
que no las hice de mi propia voluntad.
Num.16:29 Si como mueren todos
los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de
todos los hombres, Jehová no me envió.
Num.16:30 Mas si Jehová hiciere
algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y
descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a
Jehová.
Num.16:31 Y aconteció que
cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba
debajo de ellos.
Num.16:32 Abrió la tierra su
boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos
sus bienes.
Num.16:33 Y ellos, con todo lo
que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de
en medio de la congregación.
Num.16:34 Y todo Israel, los
que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No
nos trague también la tierra.
Num.16:35 También salió fuego
de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que
ofrecían el incienso.
Num.16:36 Entonces Jehová habló
a Moisés, diciendo:
Num.16:37 Di a Eleazar hijo del
sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame
más allá el fuego; porque son santificados
Num.16:38 los incensarios de
estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para
cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son
santificados, y serán como señal a los hijos de Israel.
Num.16:39 Y el sacerdote
Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y
los batieron para cubrir el altar,
Num.16:40 en recuerdo para los
hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón
se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y
como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.
Num.16:41 El día siguiente,
toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón,
diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová.
Num.16:42 Y aconteció que
cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el
tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la
gloria de Jehová.
Num.16:43 Y vinieron Moisés y
Aarón delante del tabernáculo de reunión.
Num.16:44 Y Jehová habló a
Moisés, diciendo:
Num.16:45 Apartaos de en medio de
esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre
sus rostros.
Num.16:46 Y dijo Moisés a
Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon
incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el
furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado.
Num.16:47 Entonces tomó Aarón
el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he
aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo
expiación por el pueblo,
Num.16:48 y se puso entre los
muertos y los vivos; y cesó la mortandad.
Num.16:49 Y los que murieron en
aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la
rebelión de Coré.
Num.16:50 Después volvió Aarón
a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había
cesado.
Ecl.9:13 También vi esta
sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande:
Ecl.9:14 una pequeña ciudad, y
pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta
contra ella grandes baluartes;
Ecl.9:15 y se halla en ella un
hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se
acordaba de aquel hombre pobre.
Ecl.9:16 Entonces dije yo:
Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea
menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Ecl.9:17 Las palabras del sabio
escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los
necios.
Ecl.9:18 Mejor es la sabiduría
que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Capítulo 10
Excelencia de la sabiduría
Ecl.10:1 Las moscas muertas
hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura,
al que es estimado como sabio y honorable.
Ecl.10:2 El corazón del sabio
está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.
Ecl.10:3 Y aun mientras va el
necio por el camino, le falta cordura, y va diciendo a todos que es necio.
Ecl.10:4 Si el espíritu del
príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará
cesar grandes ofensas.
Ecl.10:5 Hay un mal que he
visto debajo del sol, a manera de error emanado del príncipe:
Ecl.10:6 la necedad está
colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo.
Ecl.10:7 Vi siervos a caballo,
y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.
Ecl.10:8 El que hiciere hoyo
caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente.
Ecl.10:9 Quien corta piedras,
se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra.
Ecl.10:10 Si se embotare el
hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la
sabiduría es provechosa para dirigir.
Ecl.10:11 Si muerde la
serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
Ecl.10:12 Las palabras de la
boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia
ruina.
Ecl.10:13 El principio de las
palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío.
Ecl.10:14 El necio multiplica
palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que
después de él será?
Ecl.10:15 El trabajo de los
necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.
Ecl.10:16 ¡Ay de ti, tierra,
cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!
Ecl.10:17 ¡Bienaventurada tú,
tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para
reponer sus fuerzas y no para beber!
Ecl.10:18 Por la pereza se cae
la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
Ecl.10:19 Por el placer se hace
el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo.
Ecl.10:20 Ni aun en tu
pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del
rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán
saber la palabra.
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