“Félix… llamó a Pablo y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del domino propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo. Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré”. (Hechos: 24:24-25).-
Esta noche, no
Al salir de una reunión de evangelización, un creyente, hermano congregante nuestro, se acercó a un joven, hijo de creyentes, a quien conocía, para hablarle de la salvación de su alma. El joven reconoció que no era salvo aún, pero afirmó conocer perfectamente bien el camino de la salvación. “Algún día me encaminaré por esa senda —dijo él—, pero… esta noche, no”.
Al día siguiente una noticia corrió como reguero de pólvora; un joven había sido atropellado cuando circulaba en una moto. Era el que, hacía poco, exhortado a venir a Jesús, había contestado: “Esta noche, no”.
“En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende” (Job 33:14). Amigo lector: Dios te dice: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de la salvación”. Este ahora no durará siempre. Después de haber menospreciado los llamados de su gracia, cuídese de no ser del número de los que oirán estas solemnes palabras: “Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese… también yo me reiré, cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé... Comerán del fruto de su camino” (Proverbios 24:31).
Otros son exhortados a estar a cuentas y perdonar toda ofensa, sin embargo dicen que el tiempo arreglará todo, ¡mentira del diablo!!! El tiempo solo hace que se agraven las cosas, el tiempo no arregla nada, nuestro tiempo en la tierra esta infestado. Si hay que pedir perdón, a Dios, a los familiares, vecinos o hermanos congregantes, que no pasen las veinticuatro horas del día sin que se haya reflexionado y hecho todo lo que esta a nuestro alcance con sinceridad delante del Señor, para que El reciba nuestras ofrendas sin mancillas.-
Ven a Jesús, porque él te espera
Queriendo darte vida eternal.
¡Oh! no rechaces su buena oferta,
Te limpiará de todo tu mal.
Esta noche, no
Al salir de una reunión de evangelización, un creyente, hermano congregante nuestro, se acercó a un joven, hijo de creyentes, a quien conocía, para hablarle de la salvación de su alma. El joven reconoció que no era salvo aún, pero afirmó conocer perfectamente bien el camino de la salvación. “Algún día me encaminaré por esa senda —dijo él—, pero… esta noche, no”.
Al día siguiente una noticia corrió como reguero de pólvora; un joven había sido atropellado cuando circulaba en una moto. Era el que, hacía poco, exhortado a venir a Jesús, había contestado: “Esta noche, no”.
“En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende” (Job 33:14). Amigo lector: Dios te dice: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de la salvación”. Este ahora no durará siempre. Después de haber menospreciado los llamados de su gracia, cuídese de no ser del número de los que oirán estas solemnes palabras: “Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese… también yo me reiré, cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé... Comerán del fruto de su camino” (Proverbios 24:31).
Otros son exhortados a estar a cuentas y perdonar toda ofensa, sin embargo dicen que el tiempo arreglará todo, ¡mentira del diablo!!! El tiempo solo hace que se agraven las cosas, el tiempo no arregla nada, nuestro tiempo en la tierra esta infestado. Si hay que pedir perdón, a Dios, a los familiares, vecinos o hermanos congregantes, que no pasen las veinticuatro horas del día sin que se haya reflexionado y hecho todo lo que esta a nuestro alcance con sinceridad delante del Señor, para que El reciba nuestras ofrendas sin mancillas.-
Ven a Jesús, porque él te espera
Queriendo darte vida eternal.
¡Oh! no rechaces su buena oferta,
Te limpiará de todo tu mal.
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un año
Capítulo 3
Curación de un cojo
Hec.3:1 Pedro y Juan subían
juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
Hec.3:2 Y era traído un hombre
cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama
la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
Hec.3:3 Este, cuando vio a
Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen
limosna.
Hec.3:4 Pedro, con Juan,
fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
Hec.3:5 Entonces él les estuvo
atento, esperando recibir de ellos algo.
Hec.3:6 Mas Pedro dijo: No
tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda.
Hec.3:7 Y tomándole por la mano
derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
Hec.3:8 y saltando, se puso en
pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a
Dios.
Hec.3:9 Y todo el pueblo le vio
andar y alabar a Dios.
Hec.3:10 Y le reconocían que
era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se
llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
Discurso de Pedro en el pórtico
de Salomón
Hec.3:11 Y teniendo asidos a
Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito,
concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.
Hec.3:12 Viendo esto Pedro,
respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o
por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad
hubiésemos hecho andar a éste?
Hec.3:13 El Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a
quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había
resuelto ponerle en libertad.
Hec.3:14 Mas vosotros negasteis
al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,
Hec.3:15 y matasteis al Autor
de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros
somos testigos.
Hec.3:16 Y por la fe en su
nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la
fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos
vosotros.
Hec.3:17 Mas ahora, hermanos,
sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.
Hec.3:18 Pero Dios ha cumplido
así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo
había de padecer.
Hec.3:19 Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Hec.3:20 y él envíe a
Jesucristo, que os fue antes anunciado;
Hec.3:21 a quien de cierto es
necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las
cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde
tiempo antiguo.
Hec.3:22 Porque Moisés dijo a
los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros
hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable;
Hec.3:23 y toda alma que no
oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.
Hec.3:24 Y todos los profetas
desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos
días.
Hec.3:25 Vosotros sois los
hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo
a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Hec.3:26 A vosotros
primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os
bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
Capítulo 17
Deut.17:1 No ofrecerás en sacrificio
a Jehová tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues
es abominación a Jehová tu Dios.
Deut.17:2 Cuando se hallare en
medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer
que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto,
Deut.17:3 que hubiere ido y
servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la
luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;
Deut.17:4 y te fuere dado
aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de
verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;
Deut.17:5 entonces sacarás a
tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre
o mujer, y los apedrearás, y así morirán.
Deut.17:6 Por dicho de dos o de
tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo
testigo.
Deut.17:7 La mano de los
testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el
pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.
Deut.17:8 Cuando alguna cosa te
fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una
clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios
de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que
Jehová tu Dios escogiere;
Deut.17:9 y vendrás a los
sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y
ellos te enseñarán la sentencia del juicio.
Deut.17:10 Y harás según la sentencia
que te indiquen los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según
todo lo que te manifiesten.
Deut.17:11 Según la ley que te
enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni
a siniestra de la sentencia que te declaren.
Deut.17:12 Y el hombre que
procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar
allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de
en medio de Israel.
Deut.17:13 Y todo el pueblo oirá,
y temerá, y no se ensoberbecerá
Instrucciones acerca de un
rey
Deut.17:14 Cuando hayas entrado
en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y
digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
Deut.17:15 ciertamente pondrás
por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás
rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu
hermano.
Deut.17:16 Pero él no aumentará
para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar
caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.
Deut.17:17 Ni tomará para sí
muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará
para sí en abundancia.
Deut.17:18 Y cuando se siente
sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de
esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas;
Deut.17:19 y lo tendrá consigo,
y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su
Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para
ponerlos por obra;
Deut.17:20 para que no se eleve
su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a
siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en
medio de Israel.
Capítulo 18
Las porciones de los
levitas
Deut.18:1 Los sacerdotes
levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en
Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán.
Deut.18:2 No tendrán, pues,
heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho.
Deut.18:3 Y este será el
derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en
sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el
cuajar.
Deut.18:4 Las primicias de tu
grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le
darás;
Deut.18:5 porque le ha escogido
Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el
nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.
Deut.18:6 Y cuando saliere un
levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y
viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere,
Deut.18:7 ministrará en el
nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren
allí delante de Jehová.
Deut.18:8 Igual ración a la de
los otros comerá, además de sus patrimonios.
Amonestación contra costumbres
paganas
Deut.18:9 Cuando entres a la
tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones
de aquellas naciones.
Deut.18:10 No sea hallado en ti
quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación,
ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
Deut.18:11 ni encantador, ni
adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Deut.18:12 Porque es
abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas
abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
Deut.18:13 Perfecto serás
delante de Jehová tu Dios.
Deut.18:14 Porque estas
naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha
permitido esto Jehová tu Dios.
Dios promete un profeta como
Moisés
Deut.18:15 Profeta de en medio
de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;
Deut.18:16 conforme a todo lo
que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No
vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para
que no muera.
Deut.18:17 Y Jehová me dijo:
Han hablado bien en lo que han dicho.
Deut.18:18 Profeta les
levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su
boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Deut.18:19 Mas a cualquiera que
no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
Deut.18:20 El profeta que
tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya
mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta
morirá.
Deut.18:21 Y si dijeres en tu
corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;
Deut.18:22 si el profeta
hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es
palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no
tengas temor de él.
Capítulo 12
Job proclama el poder y la
sabiduría de Dios
Job 12:1 Respondió entonces
Job, diciendo:
Job 12:2 Ciertamente vosotros
sois el pueblo,
Y con vosotros morirá la sabiduría.
Job 12:3 También tengo yo
entendimiento como vosotros;
No soy yo menos que vosotros;
¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?
Job 12:4 Yo soy uno de quien su
amigo se mofa,
Que invoca a Dios, y él le responde;
Con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
Job 12:5 Aquel cuyos pies van a
resbalar
Es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus
anchas.
Job 12:6 Prosperan las tiendas
de los ladrones,
Y los que provocan a Dios viven seguros,
En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
Job 12:7 Y en efecto, pregunta
ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
Job 12:8 O habla a la tierra, y
ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
Job 12:9 ¿Qué cosa de todas
estas no entiende
Que la mano de Jehová la hizo?
Job 12:10 En su mano está el
alma de todo viviente,
Y el hálito de todo el género humano.
Job 12:11 Ciertamente el oído
distingue las palabras,
Y el paladar gusta las viandas.
Job 12:12 En los ancianos está
la ciencia,
Y en la larga edad la inteligencia.
Job 12:13 Con Dios está la
sabiduría y el poder;
Suyo es el consejo y la inteligencia.
Job 12:14 Si él derriba, no hay
quien edifique;
Encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
Job 12:15 Si él detiene las
aguas, todo se seca;
Si las envía, destruyen la tierra.
Job 12:16 Con él está el poder
y la sabiduría;
Suyo es el que yerra, y el que hace errar.
Job 12:17 El hace andar
despojados de consejo a los consejeros,
Y entontece a los jueces.
Job 12:18 El rompe las cadenas
de los tiranos,
Y les ata una soga a sus lomos.
Job 12:19 El lleva despojados a
los príncipes,
Y trastorna a los poderosos.
Job 12:20 Priva del habla a los
que dicen verdad,
Y quita a los ancianos el consejo.
Job 12:21 El derrama
menosprecio sobre los príncipes,
Y desata el cinto de los fuertes.
Job 12:22 El descubre las
profundidades de las tinieblas,
Y saca a luz la sombra de muerte.
Job 12:23 El multiplica las
naciones, y él las destruye;
Esparce a las naciones, y las vuelve a reunir.
Job 12:24 El quita el
entendimiento a los jefes del pueblo de la tierra,
Y los hace vagar como por un yermo sin camino.
Job 12:25 Van a tientas, como
en tinieblas y sin luz,
Y
los hace errar como borrachos.
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