“Los que se apartan de mí serán escritos en el polvo”.
(Jeremías 17:13).-
“Regocijaos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos”. (Lucas 10:20).-
“¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?”
Era una mujer enérgica y la empresa que dirigía parecía próspera. Hay que reconocer que ella no ahorraba su tiempo ni sus fuerzas. En su juventud se le había hablado de Dios... de su amor y su justicia, pero desde hacía mucho esto no le interesaba. Muchas irregularidades de conducta habían marcado su vida.
Un cristiano amigo se enteró de que, repentinamente, había caído enferma. Cuando preguntó por ella a alguien que la conocía bien, se le dijo: “Está muy mal, muy mal... Ella hizo del dinero su ídolo y su ídolo se la lleva”. No sé si el que pronunció esas palabras sintió toda la amargura que contenían. Judas amaba el dinero; llegó a codiciar treinta piezas de plata y se sabe adónde lo arrastró ese ídolo.
Cuando ella dejó su casa, a la que no volvió más —pues murió algunos días después— la mujer pronunció estas palabras desesperadas: “Tengo miedo… no quiero morir”.
Tal vez algún lector diga: su historia es demasiado triste. Contestaremos simplemente que: es… verídica. ¿No quiere que hablemos de la muerte? Si no fuera una realidad, no hablaríamos de ella. Pero tenemos una buena noticia que darle: Cristo venció la muerte y el que cree en El tiene vida eterna. La muerte puede sorprender al creyente, pero no hace más que introducirle cerca de Jesús, allí donde no entrara “ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el Libro de Vida del Cordero”. Y estos son los que han creído en ese Cordero de Dios que vino para quitar el pecado del mundo, para llevar los pecados de ellos y darles la vida mediante su sacrificio.
(Jeremías 17:13).-
“Regocijaos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos”. (Lucas 10:20).-
“¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?”
Era una mujer enérgica y la empresa que dirigía parecía próspera. Hay que reconocer que ella no ahorraba su tiempo ni sus fuerzas. En su juventud se le había hablado de Dios... de su amor y su justicia, pero desde hacía mucho esto no le interesaba. Muchas irregularidades de conducta habían marcado su vida.
Un cristiano amigo se enteró de que, repentinamente, había caído enferma. Cuando preguntó por ella a alguien que la conocía bien, se le dijo: “Está muy mal, muy mal... Ella hizo del dinero su ídolo y su ídolo se la lleva”. No sé si el que pronunció esas palabras sintió toda la amargura que contenían. Judas amaba el dinero; llegó a codiciar treinta piezas de plata y se sabe adónde lo arrastró ese ídolo.
Cuando ella dejó su casa, a la que no volvió más —pues murió algunos días después— la mujer pronunció estas palabras desesperadas: “Tengo miedo… no quiero morir”.
Tal vez algún lector diga: su historia es demasiado triste. Contestaremos simplemente que: es… verídica. ¿No quiere que hablemos de la muerte? Si no fuera una realidad, no hablaríamos de ella. Pero tenemos una buena noticia que darle: Cristo venció la muerte y el que cree en El tiene vida eterna. La muerte puede sorprender al creyente, pero no hace más que introducirle cerca de Jesús, allí donde no entrara “ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el Libro de Vida del Cordero”. Y estos son los que han creído en ese Cordero de Dios que vino para quitar el pecado del mundo, para llevar los pecados de ellos y darles la vida mediante su sacrificio.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
Las Biblia en un Año
Capítulo 6
Elección de siete diáconos
Hec.6:1 En aquellos días, como
creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra
los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución
diaria.
Hec.6:2 Entonces los doce
convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Hec.6:3 Buscad, pues, hermanos,
de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo
y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
Hec.6:4 Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
Hec.6:5 Agradó la propuesta a
toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu
Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás
prosélito de Antioquía;
Hec.6:6 a los cuales
presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.
Hec.6:7 Y crecía la palabra del
Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén;
también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Arresto de Esteban
Hec.6:8 Y Esteban, lleno de
gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
Hec.6:9 Entonces se levantaron
unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría,
de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban.
Hec.6:10 Pero no podían
resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
Hec.6:11 Entonces sobornaron a
unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra
Moisés y contra Dios.
Hec.6:12 Y soliviantaron al
pueblo, a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le
trajeron al concilio.
Hec.6:13 Y pusieron testigos
falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este
lugar santo y contra la ley;
Hec.6:14 pues le hemos oído
decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres
que nos dio Moisés.
Hec.6:15 Entonces todos los que
estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como
el rostro de un ángel.
Capítulo 28
Bendiciones de la
obediencia - (Lv. 26.3-13; Deut.
7.12-24)
Deut.28:1 Acontecerá que si
oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra
todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te
exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
Deut.28:2 Y vendrán sobre ti
todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu
Dios.
Deut.28:3 Bendito serás tú en
la ciudad, y bendito tú en el campo.
Deut.28:4 Bendito el fruto de
tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus
vacas y los rebaños de tus ovejas.
Deut.28:5 Benditas serán tu
canasta y tu artesa de amasar.
Deut.28:6 Bendito serás en tu
entrar, y bendito en tu salir.
Deut.28:7 Jehová derrotará a
tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y
por siete caminos huirán de delante de ti.
Deut.28:8 Jehová te enviará su
bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y
te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Deut.28:9 Te confirmará Jehová
por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos
de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
Deut.28:10 Y verán todos los
pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te
temerán.
Deut.28:11 Y te hará Jehová
sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y
en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había
de dar.
Deut.28:12 Te abrirá Jehová su
buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para
bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás
prestado.
Deut.28:13 Te pondrá Jehová por
cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si
obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que
los guardes y cumplas,
Deut.28:14 y si no te apartares
de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir
tras dioses ajenos y servirles.
Consecuencias de la
desobediencia - (Lv. 26.14-46)
Deut.28:15 Pero acontecerá, si
no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus
mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas
estas maldiciones, y te alcanzarán.
Deut.28:16 Maldito serás tú en
la ciudad, y maldito en el campo.
Deut.28:17 Maldita tu canasta,
y tu artesa de amasar.
Deut.28:18 Maldito el fruto de
tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus
ovejas.
Deut.28:19 Maldito serás en tu
entrar, y maldito en tu salir.
Deut.28:20 Y Jehová enviará
contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e
hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de
tus obras por las cuales me habrás dejado.
Deut.28:21 Jehová traerá sobre
ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar
posesión de ella.
Deut.28:22 Jehová te herirá de
tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad
repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
Deut.28:23 Y los cielos que
están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de
hierro.
Deut.28:24 Dará Jehová por
lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que
perezcas.
Deut.28:25 Jehová te entregará
derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por
siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de
la tierra.
Deut.28:26 Y tus cadáveres
servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien
las espante.
Deut.28:27 Jehová te herirá con
la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser
curado.
Deut.28:28 Jehová te herirá con
locura, ceguera y turbación de espíritu;
Deut.28:29 y palparás a
mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus
caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te
salve.
Deut.28:30 Te desposarás con
mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella;
plantarás viña, y no la disfrutarás.
Deut.28:31 Tu buey será matado
delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante
de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no
tendrás quien te las rescate.
Deut.28:32 Tus hijos y tus hijas
serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos
todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
Deut.28:33 El fruto de tu
tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino
oprimido y quebrantado todos los días.
Deut.28:34 Y enloquecerás a
causa de lo que verás con tus ojos.
Deut.28:35 Te herirá Jehová con
maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie
hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.
Deut.28:36 Jehová te llevará a
ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni
tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
Deut.28:37 Y serás motivo de
horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te
llevará Jehová.
Deut.28:38 Sacarás mucha
semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
Deut.28:39 Plantarás viñas y
labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las
comerá.
Deut.28:40 Tendrás olivos en
todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se
caerá.
Deut.28:41 Hijos e hijas
engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
Deut.28:42 Toda tu arboleda y
el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
Deut.28:43 El extranjero que
estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy
abajo.
Deut.28:44 El te prestará a ti,
y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
Deut.28:45 Y vendrán sobre ti
todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas;
por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus
mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;
Deut.28:46 y serán en ti por
señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.
Deut.28:47 Por cuanto no
serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia
de todas las cosas,
Deut.28:48 servirás, por tanto,
a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con
desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu
cuello, hasta destruirte.
Deut.28:49 Jehová traerá contra
ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación
cuya lengua no entiendas;
Deut.28:50 gente fiera de
rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;
Deut.28:51 y comerá el fruto de
tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni
mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta
destruirte.
Deut.28:52 Pondrá sitio a todas
tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú
confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra
que Jehová tu Dios te hubiere dado.
Deut.28:53 Y comerás el fruto
de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio,
en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.
Deut.28:54 El hombre tierno en
medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la
mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;
Deut.28:55 para no dar a alguno
de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada,
en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus
ciudades.
Deut.28:56 La tierna y la
delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre
la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su
seno, a su hijo, a su hija,
Deut.28:57 al recién nacido que
sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el
asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
Deut.28:58 Si no cuidares de
poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro,
temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS,
Deut.28:59 entonces Jehová
aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas
grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;
Deut.28:60 y traerá sobre ti
todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
Deut.28:61 Asimismo toda
enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la
enviará sobre ti, hasta que seas destruido.
Deut.28:62 Y quedaréis pocos en
número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por
cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios.
Deut.28:63 Así como Jehová se
gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y
en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para
tomar posesión de ella.
Deut.28:64 Y Jehová te
esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro
extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al
leño y a la piedra.
Deut.28:65 Y ni aun entre estas
naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará
Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;
Deut.28:66 y tendrás tu vida
como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no
tendrás seguridad de tu vida.
Deut.28:67 Por la mañana dirás:
¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la
mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que
verán tus ojos.
Deut.28:68 Y Jehová te hará
volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más
volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por
esclavas, y no habrá quien os compre.
Capítulo 17
Job 17:1 Mi aliento se agota,
se acortan mis días,
Y me está preparado el sepulcro.
Job 17:2 No hay conmigo sino
escarnecedores,
En cuya amargura se detienen mis ojos.
Job 17:3 Dame fianza, oh Dios;
sea mi protección cerca de ti.
Porque ¿quién querría responder por mí?
Job 17:4 Porque a éstos has
escondido de su corazón la inteligencia;
Por tanto, no los exaltarás.
Job 17:5 Al que denuncia a sus
amigos como presa,
Los ojos de sus hijos desfallecerán.
Job 17:6 El me ha puesto por
refrán de pueblos,
Y delante de ellos he sido como tamboril.
Job 17:7 Mis ojos se
oscurecieron por el dolor,
Y mis pensamientos todos son como sombra.
Job 17:8 Los rectos se
maravillarán de esto,
Y el inocente se levantará contra el impío.
Job 17:9 No obstante,
proseguirá el justo su camino,
Y el limpio de manos aumentará la fuerza.
Job 17:10 Pero volved todos
vosotros, y venid ahora,
Y no hallaré entre vosotros sabio.
Job 17:11 Pasaron mis días,
fueron arrancados mis pensamientos,
Los designios de mi corazón.
Job 17:12 Pusieron la noche por
día,
Y la luz se acorta delante de las tinieblas.
Job 17:13 Si yo espero, el Seol
es mi casa;
Haré mi cama en las tinieblas.
Job 17:14 A la corrupción he
dicho: Mi padre eres tú;
A los gusanos: Mi madre y mi hermana.
Job 17:15 ¿Dónde, pues, estará
ahora mi esperanza?
Y mi esperanza, ¿quién la verá?
Job 17:16 A la profundidad del
Seol descenderán,
Y
juntamente descansarán en el polvo.
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