“Me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza”. (Job 42:6).-
“Es quitada tu culpa, y limpio tu pecado”. (Isaías 6:7).-
Indispensable experiencia
Un amigo creyente había tomado un taxi. Durante el trayecto, alargado por los embotellamientos del tránsito en la ciudad, se puso a conversar con el chofer. Este estaba visiblemente interesado en las cosas de Dios. Después de haber hablado del triste estado moral del mundo y de la agitación y violencia que nos rodean, dijo simplemente: “Comprendí todo el horror del pecado ante Dios y que el único medio de salir de ese estado era mirar a la Cruz”.
Esa es la doctrina que anuncio, sólo por semejante experiencia puede hallarse el camino al cielo. Tiene un inestimable valor. En otros tiempos, el rey David, abriendo su corazón a Dios, dijo: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado”.
Por naturaleza somos pecadores “muertos en nuestros delitos y pecados y necesitemos reconocerlo ante el Dios tres veces Santo, quien tuvo que decir a su pueblo terrenal: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”. Su llamamiento se hace oír siempre y aun hoy lo hace mediante estas líneas: “Volved a aquel contra quien se rebelaron”. Responda a este llamado desde lo más hondo de su corazón y reconozca su estado de pecado ante Dios y “él os exaltara” (Santiago 4:10).
“El levanta del polvo al pobre y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes... de su pueblo” (Salmo 113:7-8). Y esto es posible porque “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
“Es quitada tu culpa, y limpio tu pecado”. (Isaías 6:7).-
Indispensable experiencia
Un amigo creyente había tomado un taxi. Durante el trayecto, alargado por los embotellamientos del tránsito en la ciudad, se puso a conversar con el chofer. Este estaba visiblemente interesado en las cosas de Dios. Después de haber hablado del triste estado moral del mundo y de la agitación y violencia que nos rodean, dijo simplemente: “Comprendí todo el horror del pecado ante Dios y que el único medio de salir de ese estado era mirar a la Cruz”.
Esa es la doctrina que anuncio, sólo por semejante experiencia puede hallarse el camino al cielo. Tiene un inestimable valor. En otros tiempos, el rey David, abriendo su corazón a Dios, dijo: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado”.
Por naturaleza somos pecadores “muertos en nuestros delitos y pecados y necesitemos reconocerlo ante el Dios tres veces Santo, quien tuvo que decir a su pueblo terrenal: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”. Su llamamiento se hace oír siempre y aun hoy lo hace mediante estas líneas: “Volved a aquel contra quien se rebelaron”. Responda a este llamado desde lo más hondo de su corazón y reconozca su estado de pecado ante Dios y “él os exaltara” (Santiago 4:10).
“El levanta del polvo al pobre y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes... de su pueblo” (Salmo 113:7-8). Y esto es posible porque “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año
Capítulo 12
Jacobo, muerto; Pedro,
encarcelado
Hec.12:1 En aquel mismo
tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.
Hec.12:2 Y mató a
espada a Jacobo, hermano de Juan.
Hec.12:3 Y viendo que
esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran
entonces los días de los panes sin levadura.
Hec.12:4 Y habiéndole
tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro
soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo
después de la pascua.
Hec.12:5 Así que Pedro
estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios
por él.
Pedro es librado de la
cárcel
Hec.12:6 Y cuando
Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos
soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta
custodiaban la cárcel.
Hec.12:7 Y he aquí que
se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando
a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas
se le cayeron de las manos.
Hec.12:8 Le dijo el
ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en
tu manto, y sígueme.
Hec.12:9 Y saliendo, le
seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba
que veía una visión.
Hec.12:10 Habiendo
pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba
a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y
luego el ángel se apartó de él.
Hec.12:11 Entonces
Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha
enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el
pueblo de los judíos esperaba.
Hec.12:12 Y habiendo
considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.
Hec.12:13 Cuando llamó
Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode,
Hec.12:14 la cual,
cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que
corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.
Hec.12:15 Y ellos le
dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían:
¡Es su ángel!
Hec.12:16 Mas Pedro
persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.
Hec.12:17 Pero él,
haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había
sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y
salió, y se fue a otro lugar.
Hec.12:18 Luego que fue
de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de
Pedro.
Hec.12:19 Mas Herodes,
habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó
llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó
allí.
Muerte de Herodes
Hec.12:20 Y Herodes
estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo
ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque
su territorio era abastecido por el del rey.
Hec.12:21 Y un día
señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les
arengó.
Hec.12:22 Y el pueblo
aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre!
Hec.12:23 Al momento un
ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido
de gusanos.
Hec.12:24 Pero la
palabra del Señor crecía y se multiplicaba.
Hec.12:25 Y Bernabé y
Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a
Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.
Capítulo 15
El territorio de
Judá
Jos.15:1 La parte que
tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá, conforme a sus familias,
llegaba hasta la frontera de Edom, teniendo el desierto de Zin al sur como
extremo meridional.
Jos.15:2 Y su límite
por el lado del sur fue desde la costa del Mar Salado, desde la bahía que mira
hacia el sur;
Jos.15:3 y salía hacia
el sur de la subida de Acrabim, pasando hasta Zin; y subiendo por el sur hasta
Cades-barnea, pasaba a Hezrón, y subiendo por Adar daba vuelta a Carca.
Jos.15:4 De allí pasaba
a Asmón, y salía al arroyo de Egipto, y terminaba en el mar. Este, pues, os
será el límite del sur.
Jos.15:5 El límite
oriental es el Mar Salado hasta la desembocadura del Jordán. Y el límite del
lado del norte, desde la bahía del mar en la desembocadura del Jordán;
Jos.15:6 y sube este
límite por Bet-hogla, y pasa al norte de Bet-arabá, y de aquí sube a la piedra
de Bohán hijo de Rubén.
Jos.15:7 Luego sube a
Debir desde el valle de Acor; y al norte mira sobre Gilgal, que está enfrente
de la subida de Adumín, que está al sur del arroyo; y pasa hasta las aguas de
En-semes, y sale a la fuente de Rogel.
Jos.15:8 Y sube este
límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es
Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de
Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el
lado del norte.
Jos.15:9 Y rodea este
límite desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y sale
a las ciudades del monte de Efrón, rodeando luego a Baala, que es
Quiriat-jearim.
Jos.15:10 Después gira
este límite desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del
monte de Jearim hacia el norte, el cual es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y
pasa a Timna.
Jos.15:11 Sale luego al
lado de Ecrón hacia el norte; y rodea a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y
sale a Jabneel y termina en el mar.
Jos.15:12 El límite del
occidente es el Mar Grande. Este fue el límite de los hijos de Judá, por todo
el contorno, conforme a sus familias.
Caleb conquista Hebrón
y Debir (Jue. 1.10-15)
Jos.15:13 Mas a Caleb
hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de
Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón.
Jos.15:14 Y Caleb echó
de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y Talmai, hijos de Anac.
Jos.15:15 De aquí subió
contra los que moraban en Debir; y el nombre de Debir era antes
Quiriat-sefer.
Jos.15:16 Y dijo Caleb:
Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por
mujer.
Jos.15:17 Y la tomó
Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb; y él le dio su hija Acsa por
mujer.
Jos.15:18 Y aconteció
que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para
labrar. Ella entonces se bajó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
Jos.15:19 Y ella
respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame
también fuentes de aguas. El entonces le dio las fuentes de arriba, y las de
abajo.
Las ciudades de Judá
Jos.15:20 Esta, pues,
es la heredad de la tribu de los hijos de Judá por sus familias.
Jos.15:21 Y fueron las
ciudades de la tribu de los hijos de Judá en el extremo sur, hacia la frontera
de Edom: Cabseel, Edar, Jagur,
Jos.15:22 Cina, Dimona,
Adada,
Jos.15:23 Cedes, Hazor,
Itnán,
Jos.15:24 Zif, Telem,
Bealot,
Jos.15:25 Hazor-hadata,
Queriot, Hezrón (que es Hazor),
Jos.15:26 Amam, Sema,
Molada,
Jos.15:27 Hazar-gada,
Hesmón, Bet-pelet,
Jos.15:28 Hazar-sual,
Beerseba, Bizotia,
Jos.15:29 Baala, Iim,
Esem,
Jos.15:30 Eltolad,
Quesil, Horma,
Jos.15:31 Siclag,
Madmana, Sansana,
Jos.15:32 Lebaot,
Silhim, Aín y Rimón; por todas veintinueve ciudades con sus aldeas.
Jos.15:33 En las
llanuras, Estaol, Zora, Asena,
Jos.15:34 Zanoa,
En-ganim, Tapúa, Enam,
Jos.15:35 Jarmut,
Adulam, Soco, Azeca,
Jos.15:36 Saaraim,
Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas.
Jos.15:37 Zenán,
Hadasa, Migdal-gad,
Jos.15:38 Dileán,
Mizpa, Jocteel,
Jos.15:39 Laquis,
Boscat, Eglón,
Jos.15:40 Cabón,
Lahmam, Quitlis,
Jos.15:41 Gederot,
Bet-dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas.
Jos.15:42 Libna, Eter,
Asán,
Jos.15:43 Jifta, Asena,
Nezib,
Jos.15:44 Keila, Aczib
y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.
Jos.15:45 Ecrón con sus
villas y sus aldeas.
Jos.15:46 Desde Ecrón
hasta el mar, todas las que están cerca de Asdod con sus aldeas.
Jos.15:47 Asdod con sus
villas y sus aldeas; Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y
el Mar Grande con sus costas.
Jos.15:48 Y en las
montañas, Samir, Jatir, Soco,
Jos.15:49 Dana,
Quiriat-sana (que es Debir);
Jos.15:50 Anab,
Estemoa, Anim,
Jos.15:51 Gosén, Holón
y Gilo; once ciudades con sus aldeas.
Jos.15:52 Arab, Duma,
Esán,
Jos.15:53 Janum,
Bet-tapúa, Afeca,
Jos.15:54 Humta,
Quiriat-arba (la cual es Hebrón) y Sior; nueve ciudades con sus aldeas.
Jos.15:55 Maón, Carmel,
Zif, Juta,
Jos.15:56 Jezreel,
Jocdeam, Zanoa,
Jos.15:57 Caín, Gabaa y
Timna; diez ciudades con sus aldeas.
Jos.15:58 Halhul,
Bet-sur, Gedor,
Jos.15:59 Maarat,
Bet-anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas.
Jos.15:60 Quiriat-baal
(que es Quiriat-jearim) y Rabá; dos ciudades con sus aldeas.
Jos.15:61 En el desierto,
Bet-arabá, Midín, Secaca,
Jos.15:62 Nibsán, la Ciudad de la Sal y Engadi; seis ciudades
con sus aldeas.
Jos.15:63 Mas a los
jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos;
y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy.
Capítulo 16
Territorio de Efraín y
de Manasés
Jos.16:1 Tocó en suerte
a los hijos de José desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia
el oriente, hacia el desierto que sube de Jericó por las montañas de Bet-el.
Jos.16:2 Y de Bet-el
sale a Luz, y pasa a lo largo del territorio de los arquitas hasta Atarot,
Jos.16:3 y baja hacia
el occidente al territorio de los jafletitas, hasta el límite de Bet-horón la
de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar.
Jos.16:4 Recibieron,
pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.
Jos.16:5 Y en cuanto al
territorio de los hijos de Efraín por sus familias, el límite de su heredad al
lado del oriente fue desde Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba.
Jos.16:6 Continúa el
límite hasta el mar, y hasta Micmetat al norte, y da vuelta hacia el oriente
hasta Taanat-silo, y de aquí pasa a Janoa.
Jos.16:7 De Janoa
desciende a Atarot y a Naarat, y toca Jericó y sale al Jordán.
Jos.16:8 Y de Tapúa se
vuelve hacia el mar, al arroyo de Caná, y sale al mar. Esta es la heredad de la
tribu de los hijos de Efraín por sus familias.
Jos.16:9 Hubo también
ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la heredad de
los hijos de Manasés, todas ciudades con sus aldeas.
Jos.16:10 Pero no
arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de
Efraín, hasta hoy, y fue tributario.
Capítulo 17
Jos.17:1 Se echaron
también suertes para la tribu de Manasés, porque fue primogénito de José.
Maquir, primogénito de Manasés y padre de Galaad, el cual fue hombre de guerra,
tuvo Galaad y Basán.
Jos.17:2 Se echaron
también suertes para los otros hijos de Manasés conforme a sus familias: los
hijos de Abiezer, los hijos de Helec, los hijos de Asriel, los hijos de Siquem,
los hijos de Hefer y los hijos de Semida; éstos fueron los hijos varones de
Manasés hijo de José, por sus familias.
Jos.17:3 Pero Zelofehad
hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos
sino hijas, los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hogla, Milca y
Tirsa.
Jos.17:4 Estas vinieron
delante del sacerdote Eleazar y de Josué hijo de Nun, y de los príncipes, y
dijeron: Jehová mandó a Moisés que nos diese heredad entre nuestros hermanos. Y
él les dio heredad entre los hermanos del padre de ellas, conforme al dicho de
Jehová.
Jos.17:5 Y le tocaron a
Manasés diez partes además de la tierra de Galaad y de Basán que está al otro
lado del Jordán,
Jos.17:6 porque las
hijas de Manasés tuvieron heredad entre sus hijos; y la tierra de Galaad fue de
los otros hijos de Manasés.
Jos.17:7 Y fue el
territorio de Manasés desde Aser hasta Micmetat, que está enfrente de Siquem; y
va al sur, hasta los que habitan en Tapúa.
Jos.17:8 La tierra de
Tapúa fue de Manasés; pero Tapúa misma, que está junto al límite de Manasés, es
de los hijos de Efraín.
Jos.17:9 Desciende este
límite al arroyo de Caná, hacia el sur del arroyo. Estas ciudades de Efraín
están entre las ciudades de Manasés; y el límite de Manasés es desde el norte
del mismo arroyo, y sus salidas son al mar.
Jos.17:10 Efraín al
sur, y Manasés al norte, y el mar es su límite; y se encuentra con Aser al
norte, y con Isacar al oriente.
Jos.17:11 Tuvo también
Manasés en Isacar y en Aser a Bet-seán y sus aldeas, a Ibleam y sus aldeas, a
los moradores de Dor y sus aldeas, a los moradores de Endor y sus aldeas, a los
moradores de Taanac y sus aldeas, y a los moradores de Meguido y sus aldeas;
tres provincias.
Jos.17:12 Mas los hijos
de Manasés no pudieron arrojar a los de aquellas ciudades; y el cananeo
persistió en habitar en aquella tierra.
Jos.17:13 Pero cuando
los hijos de Israel fueron lo suficientemente fuertes, hicieron tributario al
cananeo, mas no lo arrojaron.
Jos.17:14 Y los hijos
de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué nos has dado por heredad una sola
suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo tan grande, y que Jehová nos
ha bendecido hasta ahora?
Jos.17:15 Y Josué les
respondió: Si sois pueblo tan grande, subid al bosque, y haceos desmontes allí
en la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que el monte de Efraín es
estrecho para vosotros.
Jos.17:16 Y los hijos
de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que
habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados; los que están en
Bet-seán y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel.
Jos.17:17 Entonces
Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Tú eres gran
pueblo, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte,
Jos.17:18 sino que
aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás
hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga
carros herrados, y aunque sea fuerte.
Capítulo 28
El hombre en busca de
la sabiduría
Job 28:1 Ciertamente la
plata tiene sus veneros,
Y el oro lugar donde se refina.
Job 28:2 El hierro se
saca del polvo,
Y de la piedra se funde el cobre.
Job 28:3 A las
tinieblas ponen término,
Y examinan todo a la perfección,
Las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte.
Job 28:4 Abren minas
lejos de lo habitado,
En lugares olvidados, donde el pie no pasa.
Son suspendidos y balanceados, lejos de los demás
hombres.
Job 28:5 De la tierra
nace el pan,
Y debajo de ella está como convertida en fuego.
Job 28:6 Lugar hay
cuyas piedras son zafiro,
Y sus polvos de oro.
Job 28:7 Senda que
nunca la conoció ave,
Ni ojo de buitre la vio;
Job 28:8 Nunca la
pisaron animales fieros,
Ni león pasó por ella.
Job 28:9 En el pedernal
puso su mano,
Y trastornó de raíz los montes.
Job 28:10 De los
peñascos cortó ríos,
Y sus ojos vieron todo lo preciado.
Job 28:11 Detuvo los
ríos en su nacimiento,
E hizo salir a luz lo escondido.
Job 28:12 Mas ¿dónde se
hallará la sabiduría?
¿Dónde está el lugar de la inteligencia?
Job 28:13 No conoce su
valor el hombre,
Ni se halla en la tierra de los vivientes.
Job 28:14 El abismo
dice: No está en mí;
Y el mar dijo: Ni conmigo.
Job 28:15 No se dará
por oro,
Ni su precio será a peso de plata.
Job 28:16 No puede ser
apreciada con oro de Ofir,
Ni con ónice precioso, ni con zafiro.
Job 28:17 El oro no se
le igualará, ni el diamante,
Ni se cambiará por alhajas de oro fino.
Job 28:18 No se hará
mención de coral ni de perlas;
La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
Job 28:19 No se
igualará con ella topacio de Etiopía;
No se podrá apreciar con oro fino.
Job 28:20 ¿De dónde,
pues, vendrá la sabiduría?
¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
Job 28:21 Porque
encubierta está a los ojos de todo viviente,
Y a toda ave del cielo es oculta.
Job 28:22 El Abadón y
la muerte dijeron:
Su fama hemos oído con nuestros oídos.
Job 28:23 Dios entiende
el camino de ella,
Y conoce su lugar.
Job 28:24 Porque él
mira hasta los fines de la tierra,
Y ve cuanto hay bajo los cielos.
Job 28:25 Al dar peso
al viento,
Y poner las aguas por medida;
Job 28:26 Cuando él dio
ley a la lluvia,
Y camino al relámpago de los truenos,
Job 28:27 Entonces la
veía él, y la manifestaba;
La preparó y la descubrió también.
Job 28:28 Y dijo al
hombre:
He aquí que el temor del Señor es la sabiduría,
Y
el apartarse del mal, la inteligencia.
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