T R A S L A T E - Traducir esta Pagina

“No os habéis acercado al monte que se pedía palpar… sino… a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén celestial”. (Hebreos 12:18-22).-
“Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”. (Efesios 4:1).-

Leer la Biblia en Salmo 106 versículos 24-38.-

 En el Salmo 105, los verbos señalaban la intervención soberana de Dios: “Envió habló… dio… hirió de muerte… sacó…”. Aquí, como lo hemos visto, los pensamientos y los hechos del hombre (¡y qué hechos!) son puestos en evidencia: “No creyeron… murmuraron... no oyeron… se mezclaron con las naciones… sirvieron a sus ídolos… sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios… derramaron sangre inocente… se contaminaron así con sus obras. Desoladora historia de ese pueblo que se hundió más y más en el mal e hizo todo lo necesario para encender el furor del Señor. En conclusión, uno aguardaría su rechazo definitivo. ¡Pues bien!, esa terrible requisitoria se termina con la victoria de la gracia. De nuevo es Dios que obra; “Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias. Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos” (v. 44-46). A esa insondable misericordia responderá una eterna alabanza.
 El pecado mencionado en el versículo 24 era particularmente apto para entristecer el corazón de Dios, “Aborrecieron la tierra deseable”. Queridos amigos, creyentes y hermanos: estamos en camino hacia una patria infinitamente más deseable aun que la Canaán terrenal: la Ciudad celestial, la Casa del Padre. ¿Es ella deseable… o menospreciable a nuestros ojos? Todo nuestro andar en este mundo depende ello pues da testimonio que si deseamos o no nuestra morada celestial.- Dios nos bendiga con una visión de la patria celestial, que un pasar por el tercer cielo nos quitará toda duda y alentara nuestro fervor... mas bienaventurados los que no vieron y creyeron...

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Hec.13:26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.  
Hec.13:27 Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle.  
Hec.13:28 Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase.
Hec.13:29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro.
Hec.13:30 Mas Dios le levantó de los muertos.  
Hec.13:31 Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.  
Hec.13:32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres,  
Hec.13:33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
Hec.13:34 Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David.
Hec.13:35 Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción.
Hec.13:36 Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción.  
Hec.13:37 Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción.  
Hec.13:38 Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados,  
Hec.13:39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.  
Hec.13:40 Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas:
Hec.13:41 Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced;  
Porque yo hago una obra en vuestros días,  
Obra que no creeréis, si alguien os la contare.
Hec.13:42 Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas.  
Hec.13:43 Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios.  
Hec.13:44 El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.  
Hec.13:45 Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.  
Hec.13:46 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.  
Hec.13:47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo:  
Te he puesto para luz de los gentiles,  
A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.
Hec.13:48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.  
Hec.13:49 Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia.  
Hec.13:50 Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites.  
Hec.13:51 Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies,llegaron a Iconio.  
Hec.13:52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.  


Capítulo 20


Josué señala ciudades de refugio  


Jos.20:1 Habló Jehová a Josué, diciendo:  
Jos.20:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés,
Jos.20:3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.  
Jos.20:4 Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.  
Jos.20:5 Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.  
Jos.20:6 Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó.  
Jos.20:7 Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en el monte de Judá.  
Jos.20:8 Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés.  
Jos.20:9 Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese a alguno por accidente, a fin de que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.  


Capítulo 21


Ciudades de los levitas    (1 Cr. 6.54-81)  


Jos.21:1 Los jefes de los padres de los levitas vinieron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel,  
Jos.21:2 y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades donde habitar, con sus ejidos para nuestros ganados.
Jos.21:3 Entonces los hijos de Israel dieron de su propia herencia a los levitas, conforme al mandato de Jehová, estas ciudades con sus ejidos.  
Jos.21:4 Y la suerte cayó sobre las familias de los coatitas; y los hijos de Aarón el sacerdote, que eran de los levitas, obtuvieron por suerte de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la tribu de Benjamín, trece ciudades.  
Jos.21:5 Y los otros hijos de Coat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.  
Jos.21:6 Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán, trece ciudades.  
Jos.21:7 Los hijos de Merari según sus familias obtuvieron de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, doce ciudades.  
Jos.21:8 Dieron, pues, los hijos de Israel a los levitas estas ciudades con sus ejidos, por suertes, como había mandado Jehová por conducto de Moisés.  
Jos.21:9 De la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, dieron estas ciudades que fueron nombradas,  
Jos.21:10 las cuales obtuvieron los hijos de Aarón de las familias de Coat, de los hijos de Leví; porque para ellos fue la suerte en primer lugar.  
Jos.21:11 Les dieron Quiriat-arba del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos.  
Jos.21:12 Mas el campo de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefone, por posesión suya.  
Jos.21:13 Y a los hijos del sacerdote Aarón dieron Hebrón con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Libna con sus ejidos,  
Jos.21:14 Jatir con sus ejidos, Estemoa con sus ejidos,  
Jos.21:15 Holón con sus ejidos, Debir con sus ejidos,  
Jos.21:16 Aín con sus ejidos, Juta con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus;  
Jos.21:17 y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus ejidos, Geba con sus ejidos,  
Jos.21:18 Anatot con sus ejidos, Almón con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:19 Todas las ciudades de los sacerdotes hijos de Aarón son trece con sus ejidos.  
Jos.21:20 Mas las familias de los hijos de Coat, levitas, los que quedaban de los hijos de Coat, recibieron por suerte ciudades de la tribu de Efraín.  
Jos.21:21 Les dieron Siquem con sus ejidos, en el monte de Efraín, como ciudad de refugio para los homicidas; además, Gezer con su ejidos,  
Jos.21:22 Kibsaim con sus ejidos y Bet-horón con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:23 De la tribu de Dan, Elteque con sus ejidos, Gibetón con sus ejidos,  
Jos.21:24 Ajalón con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:25 Y de la media tribu de Manasés, Taanac con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; dos ciudades.  
Jos.21:26 Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos.  
Jos.21:27 A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron de la media tribu de Manasés a Golán en Basán con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Beestera con sus ejidos; dos ciudades.  
Jos.21:28 De la tribu de Isacar, Cisón con sus ejidos, Daberat con sus ejidos,  
Jos.21:29 Jarmut con sus ejidos y En-ganim con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:30 De la tribu de Aser, Miseal con sus ejidos, Abdón con sus ejidos,  
Jos.21:31 Helcat con sus ejidos y Rehob con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:32 Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Hamot-dor con sus ejidos y Cartán con sus ejidos; tres ciudades.  
Jos.21:33 Todas las ciudades de los gersonitas por sus familias fueron trece ciudades con sus ejidos.  
Jos.21:34 Y a las familias de los hijos de Merari, levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos,  
Jos.21:35 Dimna con sus ejidos y Naalal con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:36 Y de la tribu de Rubén, Beser con sus ejidos, Jahaza con sus ejidos,  
Jos.21:37 Cademot con sus ejidos y Mefaat con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:38 De la tribu de Gad, Ramot de Galaad con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Mahanaim con sus ejidos,
Jos.21:39 Hesbón con sus ejidos y Jazer con sus ejidos; cuatro ciudades.  
Jos.21:40 Todas las ciudades de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades.  
Jos.21:41 Y todas las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos.  
Jos.21:42 Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, cada cual con sus ejidos alrededor de ella; así fue con todas estas ciudades.  


Israel ocupa la tierra  


Jos.21:43 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.  
Jos.21:44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.  
Jos.21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.


Capítulo 30


Job lamenta su desdicha actual  


Job 30:1 Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo,  
A cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.  
Job 30:2 ¿Y de qué me serviría ni aun la fuerza de sus manos?  
No tienen fuerza alguna.  
Job 30:3 Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos;  
Huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto.  
Job 30:4 Recogían malvas entre los arbustos,  
Y raíces de enebro para calentarse.  
Job 30:5 Eran arrojados de entre las gentes,  
Y todos les daban grita como tras el ladrón.  
Job 30:6 Habitaban en las barrancas de los arroyos,  
En las cavernas de la tierra, y en las rocas.  
Job 30:7 Bramaban entre las matas,  
Y se reunían debajo de los espinos.  
Job 30:8 Hijos de viles, y hombres sin nombre,  
Más bajos que la misma tierra.  
Job 30:9 Y ahora yo soy objeto de su burla,  
Y les sirvo de refrán.  
Job 30:10 Me abominan, se alejan de mí,  
Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.  
Job 30:11 Porque Dios desató su cuerda, y me afligió,
Por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.  
Job 30:12 A la mano derecha se levantó el populacho;  
Empujaron mis pies,  
Y prepararon contra mí caminos de perdición.  
Job 30:13 Mi senda desbarataron,  
Se aprovecharon de mi quebrantamiento,  
Y contra ellos no hubo ayudador.  
Job 30:14 Vinieron como por portillo ancho,  
Se revolvieron sobre mi calamidad.  
Job 30:15 Se han revuelto turbaciones sobre mí;  
Combatieron como viento mi honor,  
Y mi prosperidad pasó como nube.  
Job 30:16 Y ahora mi alma está derramada en mí;  
Días de aflicción se apoderan de mí.  
Job 30:17 La noche taladra mis huesos,  
Y los dolores que me roen no reposan.  
Job 30:18 La violencia deforma mi vestidura; me ciñe como el cuello de mi túnica.  
Job 30:19 El me derribó en el lodo,  
Y soy semejante al polvo y a la ceniza.  
Job 30:20 Clamo a ti, y no me oyes;  
Me presento, y no me atiendes.  
Job 30:21 Te has vuelto cruel para mí;  
Con el poder de tu mano me persigues.  
Job 30:22 Me alzaste sobre el viento, me hiciste cabalgar en él,  
Y disolviste mi sustancia.  
Job 30:23 Porque yo sé que me conduces a la muerte,  
Y a la casa determinada a todo viviente.  
Job 30:24 Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro;  
¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?  
Job 30:25 ¿No lloré yo al afligido?  
Y mi alma, ¿no se entristeció sobre el menesteroso?  
Job 30:26 Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal;  
Y cuando esperaba luz, vino la oscuridad.  
Job 30:27 Mis entrañas se agitan, y no reposan;  
Días de aflicción me han sobrecogido.  
Job 30:28 Ando ennegrecido, y no por el sol;  
Me he levantado en la congregación, y clamado.  
Job 30:29 He venido a ser hermano de chacales,  
Y compañero de avestruces.  
Job 30:30 Mi piel se ha ennegrecido y se me cae,  
Y mis huesos arden de calor.  
Job 30:31 Se ha cambiado mi arpa en luto,  
Y mi flauta en voz de lamentadores.

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