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"Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría". (Sal.30:11)

La bendición escondida

 Un rey oriental hizo colocar una pesada piedra en un camino por el cual transitaba mucha gente. El mismo se escondió en la cercanía para ver quién se tomaría el trabajo de alejar esa piedra que constituía un gran obstáculo para los usuarios del camino. Muchos de los que pasaban rodeaban la piedra, rezongando en alta voz contra el rey que no se preocupaba por el mantenimiento de los caminos de su país. Finalmente llegó un simple campesino que llevaba sobre la espalda un grande y pasado fardo de hortalizas que iba a vender al mercado. Trabajosamente, el hombre depositó su carga y se puso a hacer rodar la enorme piedra hasta la zanja que bordeaba el camino. Al volver en busca de su bulto descubrió, en el lugar en que había estado la piedra, una bolsa con piezas de oro a la que se hallaba sujeta una esquela con la siguiente inscripción: “Esta bolsa es un regalo del rey para el que quite la piedra”.
 ¿No ha puesto Dios —para el que no le huye a la dificultad — bendiciones escondidas bajo ciertos obstáculos en el camino de la vida, los que permiten gozar de su cercanía y del don de sus tiernos cuidados? Dios también observa a los suyos para ver si soportan con buena voluntad las dificultades que El les dio que enfrentar y mediante las cuales, pueden hacer benditas experiencias, gozando de su aprobación, que es fuente de paz para el corazón y la conciencia. Es una oportunidad para experimentar que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” y para recordar “que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera”.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Capítulo 25

Pablo apela a César 

Hec.25:1 Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después. 
Hec.25:2 Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, 
Hec.25:3 pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino. 
Hec.25:4 Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en breve.
Hec.25:5 Los que de vosotros puedan, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este hombre, acúsenle. 
Hec.25:6 Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo. 
Hec.25:7 Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar; 
Hec.25:8 alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada. 
Hec.25:9 Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? 
Hec.25:10 Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien. 
Hec.25:11 Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo. 
Hec.25:12 Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a César irás.
 
Pablo ante Agripa y Berenice 

Hec.25:13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo. 
Hec.25:14 Y como estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix, 
Hec.25:15 respecto al cual, cuando fui a Jerusalén, se me presentaron los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación contra él. 
Hec.25:16 A éstos respondí que no es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación. 
Hec.25:17 Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. 
Hec.25:18 Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, 
Hec.25:19 sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo. 
Hec.25:20 Yo, dudando en cuestión semejante, le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado de estas cosas. 
Hec.25:21 Mas como Pablo apeló para que se le reservase para el conocimiento de Augusto, mandé que le custodiasen hasta que le enviara yo a César. 
Hec.25:22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. Y él le dijo: Mañana le oirás. 
Hec.25:23 Al otro día, viniendo Agripa y Berenice con mucha pompa, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo fue traído Pablo. 
Hec.25:24 Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros, aquí tenéis a este hombre, respecto del cual toda la multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, dando voces que no debe vivir más. 
Hec.25:25 Pero yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y como él mismo apeló a Augusto, he determinado enviarle a él. 
Hec.25:26 Como no tengo cosa cierta que escribir a mi señor, le he traído ante vosotros, y mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que después de examinarle, tenga yo qué escribir. 
Hec.25:27 Porque me parece fuera de razón enviar un preso, y no informar de los cargos que haya en su contra. 


RUT

Capítulo 1

Rut y Noemí 

Rut1:1 Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 
Rut 1:2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. 
Rut 1:3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, 
Rut 1:4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. 
Rut 1:5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido. 
Rut 1:6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. 
Rut 1:7 Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá. 
Rut 1:8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. 
Rut 1:9 Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron, 
Rut 1:10 y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo. 
Rut 1:11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? 
Rut 1:12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, 
Rut 1:13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. 
Rut 1:14 Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. 
Rut 1:15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. 
Rut 1:16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 
Rut 1:17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
Rut 1:18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. 
Rut 1:19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? 
Rut 1:20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 
Rut 1:21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? 
Rut 1:22 Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada. 

Capítulo 2

Rut recoge espigas en el campo de Booz 

Rut 2:1 Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. 
Rut 2:2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Vé, hija mía. 
Rut 2:3 Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. 
Rut 2:4 Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. 
Rut 2:5 Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven? 
Rut 2:6 Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; 
Rut 2:7 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. 
Rut 2:8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. 
Rut 2:9 Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. 
Rut 2:10 Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? 
Rut 2:11 Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. 
Rut 2:12 Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. 
Rut 2:13 Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas. 
Rut 2:14 Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró. 
Rut 2:15 Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; 
Rut 2:16 y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis. 
Rut 2:17 Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa  de cebada. 
Rut 2:18 Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio. 
Rut 2:19 Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz. 
Rut 2:20 Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos. 
Rut 2:21 Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. 
Rut 2:22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. 
Rut 2:23 Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra.


Capítulo 47

Dios, el Rey de toda la tierra
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

Sal.47:1 Pueblos todos, batid las manos;
            Aclamad a Dios con voz de júbilo.
Sal.47:2 Porque Jehová el Altísimo es temible;
            Rey grande sobre toda la tierra.
Sal.47:3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
            Y a las naciones debajo de nuestros pies.
Sal.47:4 El nos elegirá nuestras heredades;
            La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah
Sal.47:5 Subió Dios con júbilo,
            Jehová con sonido de trompeta.
Sal.47:6 Cantad a Dios, cantad;
            Cantad a nuestro Rey, cantad;
Sal.47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
            Cantad con inteligencia.
Sal.47:8 Reinó Dios sobre las naciones;
            Se sentó Dios sobre su santo trono.
Sal.47:9 Los príncipes de los pueblos se reunieron
            Como pueblo del Dios de Abraham;
Sal.47:10 Porque de Dios son los escudos de la tierra;
            El es muy exaltado.

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