“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”.
(Juan 13:17).- RV1960
No sólo saber sino hacer
Un hombre ya había acudido varias veces a escuchar la predicación del Evangelio. La exposición de la Palabra de Dios le había causado una profunda impresión. Sabía que debía convertirse para no ser condenado por Dios.
Había buscado escapatorias para descargar su conciencia, pero ya no podía esperar más. Su inquietud clamaba por una solución. Finalmente, cierto día, después de la predicación, dejó salir a todos los presentes y aguardó al orador para contarle que había aceptado al Señor Jesús como su Salvador.
“Hice exactamente lo que me fue dicho — le explicó—. Mientras estaba sentado en mi silla, clamé a Dios; le confesé toda mi culpa y pedí que el Señor Jesús llegase también a ser mi Salvador. Ahora estoy tranquilo y soy feliz porque creo que El puso todo en orden”.
¡Exactamente como Dios lo dice! No sirve ninguna discusión, ninguna religión tradicional heredada de los mayores, ningún esfuerzo para vivir una vida moral, ninguna buena obra u otro mérito semejante con el cual se piensa poder ganarse el cielo. No, nada más que lo que Dios dice: Mirar hacia El, reconocer sus pecados y creer en el sacrificio que Jesucristo consumó en la cruz. Sólo esto da tranquilidad y paz.
Y cuando a Jesús me entregué
Mi alma de paz se llenó;
En Cristo la dicha hallé,
La paz divina me dio.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo(Juan 13:17).- RV1960
No sólo saber sino hacer
Un hombre ya había acudido varias veces a escuchar la predicación del Evangelio. La exposición de la Palabra de Dios le había causado una profunda impresión. Sabía que debía convertirse para no ser condenado por Dios.
Había buscado escapatorias para descargar su conciencia, pero ya no podía esperar más. Su inquietud clamaba por una solución. Finalmente, cierto día, después de la predicación, dejó salir a todos los presentes y aguardó al orador para contarle que había aceptado al Señor Jesús como su Salvador.
“Hice exactamente lo que me fue dicho — le explicó—. Mientras estaba sentado en mi silla, clamé a Dios; le confesé toda mi culpa y pedí que el Señor Jesús llegase también a ser mi Salvador. Ahora estoy tranquilo y soy feliz porque creo que El puso todo en orden”.
¡Exactamente como Dios lo dice! No sirve ninguna discusión, ninguna religión tradicional heredada de los mayores, ningún esfuerzo para vivir una vida moral, ninguna buena obra u otro mérito semejante con el cual se piensa poder ganarse el cielo. No, nada más que lo que Dios dice: Mirar hacia El, reconocer sus pecados y creer en el sacrificio que Jesucristo consumó en la cruz. Sólo esto da tranquilidad y paz.
Y cuando a Jesús me entregué
Mi alma de paz se llenó;
En Cristo la dicha hallé,
La paz divina me dio.
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Hec.24:10 Habiéndole
hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió: Porque sé
que desde hace muchos años eres juez de esta nación, con buen ánimo haré mi
defensa.
Hec.24:11 Como tú
puedes cerciorarte, no hace más de doce días que subí a adorar a
Jerusalén;
Hec.24:12 y no me
hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo,
ni en las sinagogas ni en la ciudad;
Hec.24:13 ni te pueden
probar las cosas de que ahora me acusan.
Hec.24:14 Pero esto te
confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de
mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están
escritas;
Hec.24:15 teniendo
esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección
de los muertos, así de justos como de injustos.
Hec.24:16 Y por esto
procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los
hombres.
Hec.24:17 Pero pasados
algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas.
Hec.24:18 Estaba en
ello, cuando unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, no con
multitud ni con alboroto.
Hec.24:19 Ellos
debieran comparecer ante ti y acusarme, si contra mí tienen algo.
Hec.24:20 O digan éstos
mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí ante el
concilio,
Hec.24:21 a no ser que
estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los
muertos soy juzgado hoy por vosotros.
Hec.24:22 Entonces
Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó,
diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro
asunto.
Hec.24:23 Y mandó al
centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad,
y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
Hec.24:24 Algunos días
después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y
le oyó acerca de la fe en Jesucristo.
Hec.24:25 Pero al
disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero,
Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te
llamaré.
Hec.24:26 Esperaba
también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual
muchas veces lo hacía venir y hablaba con él.
Hec.24:27 Pero al cabo
de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix
congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.
Capítulo 21
Mujeres para los
benjamitas
Jue.21:1 Los varones de
Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los
de Benjamín por mujer.
Jue.21:2 Y vino el
pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de
Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron:
Jue.21:3 Oh Jehová Dios
de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una
tribu?
Jue.21:4 Y al día
siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron
holocaustos y ofrendas de paz.
Jue.21:5 Y dijeron los
hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión
delante de Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no
subiese a Jehová en Mizpa, diciendo: Sufrirá la muerte.
Jue.21:6 Y los hijos de
Israel se arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Cortada es
hoy de Israel una tribu.
Jue.21:7 ¿Qué haremos
en cuanto a mujeres para los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová
que no les daremos nuestras hijas por mujeres.
Jue.21:8 Y dijeron:
¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y
hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la
reunión.
Jue.21:9 Porque fue
contado el pueblo, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad.
Jue.21:10 Entonces la
congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y les
mandaron, diciendo: Id y herid a filo de espada a los moradores de
Jabes-galaad, con las mujeres y niños.
Jue.21:11 Pero haréis
de esta manera: mataréis a todo varón, y a toda mujer que haya conocido
ayuntamiento de varón.
Jue.21:12 Y hallaron de
los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido
ayuntamiento de varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la
tierra de Canaán.
Jue.21:13 Toda la
congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín que estaban en la
peña de Rimón, y los llamaron en paz.
Jue.21:14 Y volvieron
entonces los de Benjamín, y les dieron por mujeres las que habían guardado
vivas de las mujeres de Jabes- galaad; mas no les bastaron éstas.
Jue.21:15 Y el pueblo
tuvo compasión de Benjamín, porque Jehová había abierto una brecha entre las
tribus de Israel.
Jue.21:16 Entonces los
ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos respecto de mujeres para los
que han quedado? Porque fueron muertas las mujeres de Benjamín.
Jue.21:17 Y dijeron:
Tenga Benjamín herencia en los que han escapado, y no sea exterminada una tribu
de Israel.
Jue.21:18 Pero nosotros
no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han
jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas.
Jue.21:19 Ahora bien,
dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al
norte de Bet-el, y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y
al sur de Lebona.
Jue.21:20 Y mandaron a
los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscadas en las viñas,
Jue.21:21 y estad
atentos; y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en corros, salid de
las viñas, y arrebatad cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, e idos a tierra
de Benjamín.
Jue.21:22 Y si vinieren
los padres de ellas o sus hermanos a demandárnoslas, nosotros les diremos:
Hacednos la merced de concedérnoslas, pues que nosotros en la guerra no tomamos
mujeres para todos; además, no sois vosotros los que se las disteis, para que
ahora seáis culpados.
Jue.21:23 Y los hijos
de Benjamín lo hicieron así; y tomaron mujeres conforme a su número, robándolas
de entre las que danzaban; y se fueron, y volvieron a su heredad, y
reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas.
Jue.21:24 Entonces los
hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia,
saliendo de allí cada uno a su heredad.
Jue.21:25 En estos días
no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Capítulo 46
Dios es nuestro amparo
y fortaleza
Al músico principal; de
los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.
Sal.46:1 Dios es
nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Sal.46:2 Por tanto, no
temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
Sal.46:3 Aunque bramen
y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Sal.46:4 Del río sus
corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
Sal.46:5 Dios está en
medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
Sal.46:6 Bramaron las
naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
Sal.46:7 Jehová de los
ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Sal.46:8 Venid, ved las
obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
Sal.46:9 Que hace cesar
las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
Sal.46:10 Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la
tierra.
Sal.46:11 Jehová de los
ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
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