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“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”. 
(Juan 13:17).- RV1960

No sólo saber sino hacer

 Un hombre ya había acudido varias veces a escuchar la predicación del Evangelio. La exposición de la Palabra de Dios le había causado una profunda impresión. Sabía que debía convertirse para no ser condenado por Dios.
 Había buscado escapatorias para descargar su conciencia, pero ya no podía esperar más. Su inquietud clamaba por una solución. Finalmente, cierto día, después de la predicación, dejó salir a todos los presentes y aguardó al orador para contarle que había aceptado al Señor Jesús como su Salvador.
 “Hice exactamente lo que me fue dicho — le explicó—. Mientras estaba sentado en mi silla, clamé a Dios; le confesé toda mi culpa y pedí que el Señor Jesús llegase también a ser mi Salvador. Ahora estoy tranquilo y soy feliz porque creo que El puso todo en orden”.
 ¡Exactamente como Dios lo dice! No sirve ninguna discusión, ninguna religión tradicional heredada de los mayores, ningún esfuerzo para vivir una vida moral, ninguna buena obra u otro mérito semejante con el cual se piensa poder ganarse el cielo. No, nada más que lo que Dios dice: Mirar hacia El, reconocer sus pecados y creer en el sacrificio que Jesucristo consumó en la cruz. Sólo esto da tranquilidad y paz.

              Y cuando a Jesús me entregué
              Mi alma de paz se llenó;
              En Cristo la dicha hallé,
              La paz divina me dio.

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo




LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Hec.24:10 Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, con buen ánimo haré mi defensa. 
Hec.24:11 Como tú puedes cerciorarte, no hace más de doce días que subí a adorar a Jerusalén; 
Hec.24:12 y no me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo, ni en las sinagogas ni en la ciudad; 
Hec.24:13 ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. 
Hec.24:14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; 
Hec.24:15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos. 
Hec.24:16 Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. 
Hec.24:17 Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas. 
Hec.24:18 Estaba en ello, cuando unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, no con multitud ni con alboroto.
Hec.24:19 Ellos debieran comparecer ante ti y acusarme, si contra mí tienen algo. 
Hec.24:20 O digan éstos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí ante el concilio, 
Hec.24:21 a no ser que estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros.
Hec.24:22 Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto. 
Hec.24:23 Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad, y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él. 
Hec.24:24 Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. 
Hec.24:25 Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré. 
Hec.24:26 Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él. 
Hec.24:27 Pero al cabo de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.


Capítulo 21

Mujeres para los benjamitas 

Jue.21:1 Los varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer. 
Jue.21:2 Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: 
Jue.21:3 Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu? 
Jue.21:4 Y al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. 
Jue.21:5 Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión delante de Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no subiese a Jehová en Mizpa, diciendo: Sufrirá la muerte. 
Jue.21:6 Y los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Cortada es hoy de Israel una tribu. 
Jue.21:7 ¿Qué haremos en cuanto a mujeres para los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les daremos nuestras hijas por mujeres. 
Jue.21:8 Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la reunión. 
Jue.21:9 Porque fue contado el pueblo, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad.
Jue.21:10 Entonces la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y les mandaron, diciendo: Id y herid a filo de espada a los moradores de Jabes-galaad, con las mujeres y niños. 
Jue.21:11 Pero haréis de esta manera: mataréis a todo varón, y a toda mujer que haya conocido ayuntamiento de varón. 
Jue.21:12 Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido ayuntamiento de varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán. 
Jue.21:13 Toda la congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz. 
Jue.21:14 Y volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes- galaad; mas no les bastaron éstas. 
Jue.21:15 Y el pueblo tuvo compasión de Benjamín, porque Jehová había abierto una brecha entre las tribus de Israel. 
Jue.21:16 Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos respecto de mujeres para los que han quedado? Porque fueron muertas las mujeres de Benjamín. 
Jue.21:17 Y dijeron: Tenga Benjamín herencia en los que han escapado, y no sea exterminada una tribu de Israel. 
Jue.21:18 Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas.
Jue.21:19 Ahora bien, dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el, y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona. 
Jue.21:20 Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscadas en las viñas, 
Jue.21:21 y estad atentos; y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en corros, salid de las viñas, y arrebatad cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, e idos a tierra de Benjamín. 
Jue.21:22 Y si vinieren los padres de ellas o sus hermanos a demandárnoslas, nosotros les diremos: Hacednos la merced de concedérnoslas, pues que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos; además, no sois vosotros los que se las disteis, para que ahora seáis culpados. 
Jue.21:23 Y los hijos de Benjamín lo hicieron así; y tomaron mujeres conforme a su número, robándolas de entre las que danzaban; y se fueron, y volvieron a su heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas. 
Jue.21:24 Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada uno a su heredad. 
Jue.21:25 En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.


Capítulo 46

Dios es nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.

Sal.46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
            Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Sal.46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
            Y se traspasen los montes al corazón del mar;
Sal.46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
            Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Sal.46:4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
            El santuario de las moradas del Altísimo.
Sal.46:5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
            Dios la ayudará al clarear la mañana.
Sal.46:6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
            Dio él su voz, se derritió la tierra.
Sal.46:7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
            Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Sal.46:8 Venid, ved las obras de Jehová,
            Que ha puesto asolamientos en la tierra.
Sal.46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
            Que quiebra el arco, corta la lanza,
            Y quema los carros en el fuego.
Sal.46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
            Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Sal.46:11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;

            Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

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