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“(Dios) echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”. (Miqueas 1:39).-

En el fondo del mar

Cuando se tendió el cable telegráfico desde Inglaterra hasta Norteamérica y se lo sumergió en el Océano Atlántico, se hicieron los siguientes descubrimientos:
En los lugares más hondos, el Océano tiene 9.000 metros de profundidad. El fondo del mar está cubierto con una espesa capa de muy fina arena en la que el cable se hundió y quedó protegido contra objetos que pudieran deteriorarlo.
Además, las capas inferiores del agua se convienen en una masa resistente a causa de la presión de las capas superiores. Esa capa inferior ha sido llamada “la almohada marítima”. Gracias a su resistencia, protege el fondo del mar, el que sin ella sería rudamente revuelto cuando las furiosas tempestades de la superficie llegasen hasta él. Esta resistencia impide también que cualquier objeto hundido allí por su propio peso pueda volver a la superficie. De este modo, todo lo que ha sido echado en el fondo del mar desaparece por siempre de la vista.
Es una patente ilustración de lo que Dios hace con los pecados de todo aquel que se arrepiente de ellos y se vuelve con fe hacia el Señor Jesús. El los echa en la infinita profundidad de su gracia. Así desaparecen por completo de su vista. Los que creen en El pueden decir: “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. . . Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmo 103:10-12).

¡Qué gracia poder escuchar la voz de Dios que nos asegura: “Nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”! (Hebreos 10:17).

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año


Hec.19:21 Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma.  
Hec.19:22 Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia.
El alboroto en Efeso


Hec.19:23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino.  
Hec.19:24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices;  
Hec.19:25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;
Hec.19:26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.  
Hec.19:27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.  
Hec.19:28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!  
Hec.19:29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo.  
Hec.19:30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.  
Hec.19:31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro.  
Hec.19:32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido.  
Hec.19:33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo.  
Hec.19:34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!  
Hec.19:35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?  
Hec.19:36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente.  
Hec.19:37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa.  
Hec.19:38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros.  
Hec.19:39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir.  
Hec.19:40 Porque peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso.  
Hec.19:41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea.  


Jue.11:34 Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija.  
Jue.11:35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.
Jue.11:36 Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón.  
Jue.11:37 Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras.  
Jue.11:38 El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.  
Jue.11:39 Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón.  
Jue.11:40 Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.  


Capítulo 12


Jue.12:1 Entonces se reunieron los varones de Efraín, y pasaron hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué fuiste a hacer guerra contra los hijos de Amón, y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Nosotros quemaremos tu casa contigo.  
Jue.12:2 Y Jefté les respondió: Yo y mi pueblo teníamos una gran contienda con los hijos de Amón, y os llamé, y no me defendisteis de su mano.  
Jue.12:3 Viendo, pues, que no me defendíais, arriesgué mi vida, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová me los entregó; ¿por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?  
Jue.12:4 Entonces reunió Jefté a todos los varones de Galaad, y peleó contra Efraín; y los de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de Manasés.  
Jue.12:5 Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los fugitivos de Efraín: Quiero pasar, los de Galaad les preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía: No,  
Jue.12:6 entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil.  
Jue.12:7 Y Jefté juzgó a Israel seis años; y murió Jefté galaadita, y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad.  


Ibzán, Elón y Abdón, jueces de Israel  


Jue.12:8 Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén,  
Jue.12:9 el cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó fuera, y tomó de fuera treinta hijas para sus hijos; y juzgó a Israel siete años.  
Jue.12:10 Y murió Ibzán, y fue sepultado en Belén.  
Jue.12:11 Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años.  
Jue.12:12 Y murió Elón zabulonita, y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón.  
Jue.12:13 Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, piratonita.  
Jue.12:14 Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años.  
Jue.12:15 Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec.  


Capítulo 40


Job 40:1 Además respondió Jehová a Job, y dijo:  
Job 40:2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente?
El que disputa con Dios, responda a esto.  
Job 40:3 Entonces respondió Job a Jehová, y dijo:  
Job 40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé?
Mi mano pongo sobre mi boca.
Job 40:5 Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar.  
Manifestaciones del poder de Dios
Job 40:6 Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo:  
Job 40:7 Cíñete ahora como varón tus lomos;  
Yo te preguntaré, y tú me responderás.  
Job 40:8 ¿Invalidarás tú también mi juicio?  
¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?  
Job 40:9 ¿Tienes tú un brazo como el de Dios?  
¿Y truenas con voz como la suya?  
Job 40:10 Adórnate ahora de majestad y de alteza,  
Y vístete de honra y de hermosura.  
Job 40:11 Derrama el ardor de tu ira;  
Mira a todo altivo, y abátelo.  
Job 40:12 Mira a todo soberbio, y humíllalo,  
Y quebranta a los impíos en su sitio.  
Job 40:13 Encúbrelos a todos en el polvo,  
Encierra sus rostros en la oscuridad;  
Job 40:14 Y yo también te confesaré  
Que podrá salvarte tu diestra.  
Job 40:15 He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti;  
Hierba come como buey.  
Job 40:16 He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos,  
Y su vigor en los músculos de su vientre.  
Job 40:17 Su cola mueve como un cedro,  
Y los nervios de sus muslos están entretejidos.  
Job 40:18 Sus huesos son fuertes como bronce,  
Y sus miembros como barras de hierro.
Job 40:19 El es el principio de los caminos de Dios;  
El que lo hizo, puede hacer que su espada a él se acerque.
Job 40:20 Ciertamente los montes producen hierba para él;  
Y toda bestia del campo retoza allá.  
Job 40:21 Se echará debajo de las sombras,  
En lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos.  
Job 40:22 Los árboles sombríos lo cubren con su sombra;  
Los sauces del arroyo lo rodean.
Job 40:23 He aquí, sale de madre el río, pero él no se inmuta;  
Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca.
Job 40:24 ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante,  
Y horadará su nariz?

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