“El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos”. (Deuteronomio 33:27).-
Las dos liebres
Se cuenta de alguien que cuando era niño, vivía en una granja y tenían un magnifico perro, de nombre Sam, al que le gustaba cazar liebres en el campo.
Este niño había notado que las grandes liebres nunca buscaban refugio para esconderse. Aparentemente eran demasiado orgullosas para ocultarse o demasiado seguras de sí mismas para huir hacia alguna hendidura en la roca o un agujero en la tierra. Confiaban en sus fuertes y rápidas patas, porque podían ganar la carrera contra los perros… Pero muchas veces perecieron bajo las fauces de los predadores.-
Cierto día, el perro Sam, descubrió una pequeña liebre gris cuyo tamaño era la tercera parte del de las grandes. El niño pensó que la pequeña liebre lo pasaría mal, no teniendo posibilidad de escapar. De repente, el ladrido del perro cambió de tono y supuso que el perro se había lastimado; luego vio cómo estaba arañando y restregando el suelo frente a una roca. El animalito había desaparecido en un agujero al pie de la roca. No pudiendo confiar en sus patas, la pequeña liebre había buscado un refugio seguro.
Ahora que conocemos a Jesús como nuestro Salvador, pensamos a veces en Prov.30:26 "Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra;". Pero a estas dos tipos de liebres se las puede comparar a dos clases de pecadores de entre todas las existentes (pues todos somos pecadores). Algunos piensan que pueden escapar del juicio de Dios por sus propios medios, por su buena conducta y sus buenas obras; su orgullo les impide ponerse al abrigo de la sangre de Cristo, para el día en que “El juzgará al mundo con justicia”. Entonces, demasiado tarde, deberán reconocer que “horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”. La otra clase de pecadores es la que está pronta a buscar refugio en el Hijo de Dios, enviado al mundo “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Dios nos de este entendimiento para saber donde recurrir, pues no solo hablamos espiritualmente, sino también de manera literal, ante tanta inseguridad y violencia que se predica y se pone por obra en esta sociedad, estamos como en los días de Gen.6:11 "Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia...". Pero las promesas de Dios permanecen para siempre para los que le temen y guardan sus mandamientos... "El eterno Dios es tu refugio, y aquí abajo los brazos eternos..." para obrar en nuestro favor...
Las dos liebres
Se cuenta de alguien que cuando era niño, vivía en una granja y tenían un magnifico perro, de nombre Sam, al que le gustaba cazar liebres en el campo.
Este niño había notado que las grandes liebres nunca buscaban refugio para esconderse. Aparentemente eran demasiado orgullosas para ocultarse o demasiado seguras de sí mismas para huir hacia alguna hendidura en la roca o un agujero en la tierra. Confiaban en sus fuertes y rápidas patas, porque podían ganar la carrera contra los perros… Pero muchas veces perecieron bajo las fauces de los predadores.-
Cierto día, el perro Sam, descubrió una pequeña liebre gris cuyo tamaño era la tercera parte del de las grandes. El niño pensó que la pequeña liebre lo pasaría mal, no teniendo posibilidad de escapar. De repente, el ladrido del perro cambió de tono y supuso que el perro se había lastimado; luego vio cómo estaba arañando y restregando el suelo frente a una roca. El animalito había desaparecido en un agujero al pie de la roca. No pudiendo confiar en sus patas, la pequeña liebre había buscado un refugio seguro.
Ahora que conocemos a Jesús como nuestro Salvador, pensamos a veces en Prov.30:26 "Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra;". Pero a estas dos tipos de liebres se las puede comparar a dos clases de pecadores de entre todas las existentes (pues todos somos pecadores). Algunos piensan que pueden escapar del juicio de Dios por sus propios medios, por su buena conducta y sus buenas obras; su orgullo les impide ponerse al abrigo de la sangre de Cristo, para el día en que “El juzgará al mundo con justicia”. Entonces, demasiado tarde, deberán reconocer que “horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”. La otra clase de pecadores es la que está pronta a buscar refugio en el Hijo de Dios, enviado al mundo “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Dios nos de este entendimiento para saber donde recurrir, pues no solo hablamos espiritualmente, sino también de manera literal, ante tanta inseguridad y violencia que se predica y se pone por obra en esta sociedad, estamos como en los días de Gen.6:11 "Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia...". Pero las promesas de Dios permanecen para siempre para los que le temen y guardan sus mandamientos... "El eterno Dios es tu refugio, y aquí abajo los brazos eternos..." para obrar en nuestro favor...
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 2
Jesús sana a un paralítico (Mt. 9. 1-8; Lc. 5. 17-26)
Mar.2:1 Entró Jesús otra vez en
Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
Mar.2:2 E inmediatamente se
juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba
la palabra.
Mar.2:3 Entonces vinieron a él
unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
Mar.2:4 Y como no podían
acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y
haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Mar.2:5 Al ver Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar.2:6 Estaban allí sentados
algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
Mar.2:7 ¿Por qué habla éste
así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Mar.2:8 Y conociendo luego
Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les
dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
Mar.2:9 ¿Qué es más fácil,
decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma
tu lecho y anda?
Mar.2:10 Pues para que sepáis
que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo
al paralítico):
Mar.2:11 A ti te digo: Levántate,
toma tu lecho, y vete a tu casa.
Mar.2:12 Entonces él se levantó
en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se
asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.
Llamamiento de Leví (Mt. 9. 9-13; Lc. 5. 27-32)
Mar.2:13 Después volvió a salir
al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.
Mar.2:14 Y al pasar, vio a Leví
hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y
levantándose, le siguió.
Mar.2:15 Aconteció que estando
Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a
la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le
habían seguido.
Mar.2:16 Y los escribas y los
fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los
discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y
pecadores?
Mar.2:17 Al oír esto Jesús, les
dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido
a llamar a justos, sino a pecadores.
La pregunta sobre el ayuno (Mt. 9. 14-17; Lc. 5. 33-39)
Mar.2:18 Y los discípulos de
Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los
discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Mar.2:19 Jesús les dijo: ¿Acaso
pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre
tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
Mar.2:20 Pero vendrán días
cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
Mar.2:21 Nadie pone remiendo de
paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo
viejo, y se hace peor la rotura.
Mar.2:22 Y nadie echa vino
nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino
se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de
echar.
Los discípulos recogen espigas
en el día de reposo (Mt. 12. 1-8; Lc. 6.
1-5)
Mar.2:23 Aconteció que al pasar
él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a
arrancar espigas.
Mar.2:24 Entonces los fariseos
le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?
Mar.2:25 Pero él les dijo:
¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y
los que con él estaban;
Mar.2:26 cómo entró en la casa
de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de
los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él
estaban?
Mar.2:27 También les dijo: El
día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día
de reposo.
Mar.2:28 Por tanto, el Hijo del
Hombre es Señor aun del día de reposo.
Capítulo 4
Is-boset es asesinado
2°Sam.4:1 Luego que oyó el hijo
de Saúl que Abner había sido muerto en Hebrón, las manos se le debilitaron, y
fue atemorizado todo Israel.
2°Sam.4:2 Y el hijo de Saúl
tenía dos hombres, capitanes de bandas de merodeadores; el nombre de uno era
Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín
(porque Beerot era también contado con Benjamín,
2°Sam.4:3 pues los beerotitas
habían huido a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).
2°Sam.4:4 Y Jonatán hijo de
Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó
de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y
huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo.
Su nombre era Mefi-boset.
2°Sam.4:5 Los hijos, pues, de
Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en
casa de Is-boset, el cual estaba durmiendo la siesta en su cámara.
2°Sam.4:6 Y he aquí la portera
de la casa había estado limpiando trigo, pero se durmió; y fue así como Recab y
Baana su hermano se introdujeron en la casa.
2°Sam.4:7 Cuando entraron en la
casa, Is=boset dormía sobre su lecho en su cámara; y lo hirieron y lo mataron,
y le cortaron la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el
camino del Arabá.
2°Sam.4:8 Y trajeron la cabeza
de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset
hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy a mi
señor el rey, de Saúl y de su linaje.
2°Sam.4:9 Y David respondió a
Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová
que ha redimido mi alma de toda angustia,
2°Sam.4:10 que cuando uno me
dio nuevas, diciendo: He aquí Saúl ha muerto, imaginándose que traía buenas
nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.
2°Sam.4:11 ¿Cuánto más a los
malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora,
pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la
tierra?
2°Sam.4:12 Entonces David
ordenó a sus servidores, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los
pies, y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de
Is- boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.
Capítulo 5
David es proclamado rey de
Israel (1 Cr. 11.1-3)
2°Sam.5:1 Vinieron todas las
tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: Henos aquí, hueso tuyo
y carne tuya somos.
2°Sam.5:2 Y aun antes de ahora,
cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú quien sacabas a Israel a la guerra,
y lo volvías a traer. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo
Israel, y tú serás príncipe sobre Israel.
2°Sam.5:3 Vinieron, pues, todos
los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo pacto con ellos en
Hebrón delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel.
2°Sam.5:4 Era David de treinta
años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.
2°Sam.5:5 En Hebrón reinó sobre
Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre
todo Israel y Judá.
David toma la fortaleza de
Sion (1 Cr. 11.4-9)
2°Sam.5:6 Entonces marchó el
rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella
tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los
ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar
acá). 2°Sam.5:7 Pero David tomó la
fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.
2°Sam.5:8 Y dijo David aquel
día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y
ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no
entrará en la casa.
2°Sam.5:9 Y David moró en la
fortaleza, y le puso por nombre la
Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia
adentro.
2°Sam.5:10 Y David iba adelantando
y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
Hiram envía embajadores a
David (1 Cr. 14.1-2)
2°Sam.5:11 También Hiram rey de
Tiro envió embajadores a David, y madera de cedro, y carpinteros, y canteros
para los muros, los cuales edificaron la casa de David.
2°Sam.5:12 Y entendió David que
Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había engrandecido su
reino por amor de su pueblo Israel.
Hijos de David nacidos en
Jerusalén (1 Cr. 3.5-9; 14.3-7)
2°Sam.5:13 Y tomó David más
concubinas y mujeres de Jerusalén, después que vino de Hebrón, y le nacieron
más hijos e hijas.
2°Sam.5:14 Estos son los
nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
2°Sam.5:15 Ibhar, Elisúa, Nefeg,
Jafía,
2°Sam.5:16 Elisama, Eliada y
Elifelet.
David derrota a los
filisteos (1 Cr. 14.8-17)
2°Sam.5:17 Oyendo los filisteos
que David había sido ungido por rey sobre Israel, subieron todos los filisteos
para buscar a David; y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza.
2°Sam.5:18 Y vinieron los
filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim.
2°Sam.5:19 Entonces consultó
David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi
mano? Y Jehová respondió a David: Ve, porque ciertamente entregaré a los
filisteos en tu mano.
2°Sam.5:20 Y vino David a
Baal-perazim, y allí los venció David, y dijo: Quebrantó Jehová a mis enemigos
delante de mí, como corriente impetuosa. Por esto llamó el nombre de aquel
lugar Baal-perazim.
2°Sam.5:21 Y dejaron allí sus
ídolos, y David y sus hombres los quemaron.
2°Sam.5:22 Y los filisteos
volvieron a venir, y se extendieron en el valle de Refaim.
2°Sam.5:23 Y consultando David
a Jehová, él le respondió: No subas, sino rodéalos, y vendrás a ellos enfrente
de las balsameras.
2°Sam.5:24 Y cuando oigas ruido
como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque
Jehová saldrá delante de ti a herir el campamento de los filisteos.
2°Sam.5:25 Y David lo hizo así,
como Jehová se lo había mandado; e hirió a los filisteos desde Geba hasta
llegar a Gezer.
Dan.2:24 Después de esto fue
Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de
Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la
presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación.
Dan.2:25 Entonces Arioc llevó
prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los
deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación.
Dan.2:26 Respondió el rey y
dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño
que vi, y su interpretación?
Dan.2:27 Daniel respondió
delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni
astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.
Dan.2:28 Pero hay un Dios en
los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y
las visiones que has tenido en tu cama:
Dan.2:29 Estando tú, oh rey, en
tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por
venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
Dan.2:30 Y a mí me ha sido
revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los
vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que
entiendas los pensamientos de tu corazón.
Dan.2:31 Tú, oh rey, veías, y
he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy
sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
Dan.2:32 La cabeza de esta
imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus
muslos, de bronce;
Dan.2:33 sus piernas, de
hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.
Dan.2:34 Estabas mirando, hasta
que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de
hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
Dan.2:35 Entonces fueron
desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro,
y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de
ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un
gran monte que llenó toda la tierra.
Dan.2:36 Este es el sueño;
también la interpretación de él diremos en presencia del rey.
Dan.2:37 Tú, oh rey, eres rey
de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y
majestad.
Dan.2:38 Y dondequiera que
habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha
entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella
cabeza de oro.
Dan.2:39 Y después de ti se
levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el
cual dominará sobre toda la tierra.
Dan.2:40 Y el cuarto reino será
fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas,
desmenuzará y quebrantará todo.
Dan.2:41 Y lo que viste de los
pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro,
será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como
viste hierro mezclado con barro cocido.
Dan.2:42 Y por ser los dedos de
los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte
fuerte, y en parte frágil.
Dan.2:43 Así como viste el
hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no
se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
Dan.2:44 Y en los días de estos
reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será
el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos,
pero él permanecerá para siempre,
Dan.2:45 de la manera que viste
que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro,
el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que
ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su
interpretación.
Dan.2:46 Entonces el rey
Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que
le ofreciesen presentes e incienso.
Dan.2:47 El rey habló a Daniel,
y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y
el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.
Dan.2:48 Entonces el rey
engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo
gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los
sabios de Babilonia.
Dan.2:49 Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que
pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y
Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.
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