“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. (Mateo 24:35).-
Jesús y las Escrituras
En la sinagoga de Nazaret, Jesús leyó una parte del capítulo 61 del profeta Isaías y se detuvo diciendo: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”. En la parábola del rico y Lázaro, El hace decir a los judíos por boca de Abraham: “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos… Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. El, “el Santo, el Verdadero”, ¿haría decir algo a Abraham que no fuese absolutamente cierto? ¿Habría hablado el Señor Jesús de la Escritura y de su cumplimiento frente a la muerte, antes y durante su crucifixión, en los momentos más patéticos de su vida, si esa Escritura no hubiera sido la infalible revelación de Dios? Durante la noche en que fue traicionado hallamos varias veces: “para que se cumpliese lo que está escrito”, tanto en presencia de Judas, o de los judios, o de sus enemigos que lo hacían prisionero como cuando se le dio a beber vinagre. Al final de las tres horas de tinieblas, El pronuncia las palabras del Salmo 22.
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús dice: “Escudriñad las Escrituras” y, ante todo, los testimonios que le conciernen en la Escritura. Y agrega que Moisés escribió de El. Más aun: reconoce tan perfectamente que Moisés no escribió por sí mismo, sino inspirado por el Espíritu Santo, que El pone los escritos de Moisés al mismo nivel que sus propias palabras “que no pasarán”: “Si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:47).
Hay una relación íntima entre las palabras de las Escrituras del Antiguo Testamento y las de Jesús y los apóstoles. El que conoce a Dios sabe que juntas se constituyen en la Palabra de Dios.
Jesús y las Escrituras
En la sinagoga de Nazaret, Jesús leyó una parte del capítulo 61 del profeta Isaías y se detuvo diciendo: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”. En la parábola del rico y Lázaro, El hace decir a los judíos por boca de Abraham: “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos… Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. El, “el Santo, el Verdadero”, ¿haría decir algo a Abraham que no fuese absolutamente cierto? ¿Habría hablado el Señor Jesús de la Escritura y de su cumplimiento frente a la muerte, antes y durante su crucifixión, en los momentos más patéticos de su vida, si esa Escritura no hubiera sido la infalible revelación de Dios? Durante la noche en que fue traicionado hallamos varias veces: “para que se cumpliese lo que está escrito”, tanto en presencia de Judas, o de los judios, o de sus enemigos que lo hacían prisionero como cuando se le dio a beber vinagre. Al final de las tres horas de tinieblas, El pronuncia las palabras del Salmo 22.
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús dice: “Escudriñad las Escrituras” y, ante todo, los testimonios que le conciernen en la Escritura. Y agrega que Moisés escribió de El. Más aun: reconoce tan perfectamente que Moisés no escribió por sí mismo, sino inspirado por el Espíritu Santo, que El pone los escritos de Moisés al mismo nivel que sus propias palabras “que no pasarán”: “Si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:47).
Hay una relación íntima entre las palabras de las Escrituras del Antiguo Testamento y las de Jesús y los apóstoles. El que conoce a Dios sabe que juntas se constituyen en la Palabra de Dios.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 7
Lo que contamina al hombre (Mt. 15. 1-20)
Mar.7:1 Se juntaron a Jesús los
fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén;
Mar.7:2 los cuales, viendo a
algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no
lavadas, los condenaban.
Mar.7:3 Porque los fariseos y
todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces
no se lavan las manos, no comen.
Mar.7:4 Y volviendo de la
plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para
guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los
utensilios de metal, y de los lechos.
Mar.7:5 Le preguntaron, pues,
los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la
tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?
Mar.7:6 Respondiendo él, les
dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me
honra,
Mas su corazón está lejos de
mí.
Mar.7:7 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas
mandamientos de hombres.
Mar.7:8 Porque dejando el
mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos
de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas
semejantes.
Mar.7:9 Les decía también: Bien
invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Mar.7:10 Porque Moisés dijo:
Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
Mar.7:11 Pero vosotros decís: Basta
que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi
ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,
Mar.7:12 y no le dejáis hacer
más por su padre o por su madre,
Mar.7:13 invalidando la palabra
de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis
semejantes a estas.
Capítulo 17
Consejos de Ahitofel y de
Husai
2°Sam.17:1 Entonces Ahitofel
dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a
David esta noche,
2°Sam.17:2 y caeré sobre él
mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que
está con él huirá, y mataré al rey solo.
2°Sam.17:3 Así haré volver a ti
todo el pueblo (pues tú buscas solamente la vida de un hombre); y cuando ellos
hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz.
2°Sam.17:4 Este consejo pareció
bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel.
2°Sam.17:5 Y dijo Absalón:
Llamad también ahora a Husai arquita, para que asimismo oigamos lo que él
dirá.
2°Sam.17:6 Cuando Husai vino a
Absalón, le habló Absalón, diciendo: Así ha dicho Ahitofel; ¿seguiremos su
consejo, o no? Di tú.
2°Sam.17:7 Entonces Husai dijo
a Absalón: El consejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno.
2°Sam.17:8 Y añadió Husai: Tú
sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están con amargura
de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además,
tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo.
2°Sam.17:9 He aquí él estará
ahora escondido en alguna cueva, o en otro lugar; y si al principio cayeren
algunos de los tuyos, quienquiera que lo oyere dirá: El pueblo que sigue a
Absalón ha sido derrotado.
2°Sam.17:10 Y aun el hombre
valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, desmayará por completo; porque
todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él
son esforzados.
2°Sam.17:11 Aconsejo, pues, que
todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena
que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.
2°Sam.17:12 Entonces le
acometeremos en cualquier lugar en donde se hallare, y caeremos sobre él como
cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él y de todos los
que están con él.
2°Sam.17:13 Y si se refugiare
en alguna ciudad, todos los de Israel llevarán sogas a aquella ciudad, y la
arrastraremos hasta el arroyo, hasta que no se encuentre allí ni una
piedra.
2°Sam.17:14 Entonces Absalón y
todos los de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el
consejo de Ahitofel. Porque Jehová había ordenado que el acertado consejo de
Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el mal sobre Absalón.
2°Sam.17:15 Dijo luego Husai a
los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Así y así aconsejó Ahitofel a Absalón y a los
ancianos de Israel; y de esta manera aconsejé yo.
2°Sam.17:16 Por tanto, enviad
inmediatamente y dad aviso a David, diciendo: No te quedes esta noche en los
vados del desierto, sino pasa luego el Jordán, para que no sea destruido el rey
y todo el pueblo que con él está.
2°Sam.17:17 Y Jonatán y Ahimaas
estaban junto a la fuente de Rogel, y fue una criada y les avisó, porque ellos
no podían mostrarse viniendo a la ciudad; y ellos fueron y se lo hicieron saber
al rey David.
2°Sam.17:18 Pero fueron vistos
por un joven, el cual lo hizo saber a Absalón; sin embargo, los dos se dieron
prisa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bahurim, que tenía en su
patio un pozo, dentro del cual se metieron.
2°Sam.17:19 Y tomando la mujer
de la casa una manta, la extendió sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella
el grano trillado; y nada se supo del asunto.
2°Sam.17:20 Llegando luego los
criados de Absalón a la casa de la mujer, le dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y
Jonatán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como
ellos los buscaron y no los hallaron, volvieron a Jerusalén.
2°Sam.17:21 Y después que se
hubieron ido, aquéllos salieron del pozo y se fueron, y dieron aviso al rey
David, diciéndole: Levantaos y daos prisa a pasar las aguas, porque Ahitofel ha
dado tal consejo contra vosotros.
2°Sam.17:22 Entonces David se
levantó, y todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán antes que
amaneciese; ni siquiera faltó uno que no pasase el Jordán.
2°Sam.17:23 Pero Ahitofel,
viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se
fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y
así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
2°Sam.17:24 Y David llegó a
Mahanaim; y Absalón pasó el Jordán con toda la gente de Israel.
2°Sam.17:25 Y Absalón nombró a
Amasa jefe del ejército en lugar de Joab. Amasa era hijo de un varón de Israel
llamado Itra, el cual se había llegado a Abigail hija de Nahas, hermana de Sarvia
madre de Joab.
2°Sam.17:26 Y acampó Israel con
Absalón en tierra de Galaad.
2°Sam.17:27 Luego que David
llegó a Mahanaim, Sobi hijo de Nahas, de Rabá de los hijos de Amón, Maquir hijo
de Amiel, de Lodebar, y Barzilai galaadita de Rogelim,
2°Sam.17:28 trajeron a David y
al pueblo que estaba con él, camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada,
harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados,
2°Sam.17:29 miel, manteca,
ovejas, y quesos de vaca, para que comiesen; porque decían: El pueblo está
hambriento y cansado y sediento en el desierto.
Los reyes del norte y del sur
Dan.11:2 Y ahora yo te mostraré
la verdad. He aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de
grandes riquezas más que todos ellos; y al hacerse fuerte con sus riquezas,
levantará a todos contra el reino de Grecia.
Dan.11:3 Se levantará luego un
rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará su voluntad.
Dan.11:4 Pero cuando se haya
levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del
cielo; no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su
reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos.
Dan.11:5 Y se hará fuerte el
rey del sur; mas uno de sus príncipes será más fuerte que él, y se hará
poderoso; su dominio será grande.
Dan.11:6 Al cabo de años harán
alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz.
Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, ni permanecerá él, ni su
brazo; porque será entregada ella y los que la habían traído, asimismo su hijo,
y los que estaban de parte de ella en aquel tiempo.
Dan.11:7 Pero un renuevo de sus
raíces se levantará sobre su trono, y vendrá con ejército contra el rey del
norte, y entrará en la fortaleza, y hará en ellos a su arbitrio, y
predominará.
Dan.11:8 Y aun a los dioses de
ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y de oro, llevará
cautivos a Egipto; y por años se mantendrá él contra el rey del norte.
Dan.11:9 Así entrará en el
reino el rey del sur, y volverá a su tierra.
Dan.11:10 Mas los hijos de
aquél se airarán, y reunirán multitud de grandes ejércitos; y vendrá
apresuradamente e inundará, y pasará adelante; luego volverá y llevará la
guerra hasta su fortaleza.
Dan.11:11 Por lo cual se
enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará contra el rey del norte; y pondrá
en campaña multitud grande, y toda aquella multitud será entregada en su
mano.
Dan.11:12 Y al llevarse él la
multitud, se elevará su corazón, y derribará a muchos millares; mas no
prevalecerá.
Dan.11:13 Y el rey del norte
volverá a poner en campaña una multitud mayor que la primera, y al cabo de
algunos años vendrá apresuradamente con gran ejército y con muchas
riquezas.
Dan.11:14 En aquellos tiempos
se levantarán muchos contra el rey del sur; y hombres turbulentos de tu pueblo
se levantarán para cumplir la visión, pero ellos caerán.
Dan.11:15 Vendrá, pues, el rey
del norte, y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y las fuerzas del
sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no habrá fuerzas para
resistir.
Dan.11:16 Y el que vendrá
contra él hará su voluntad, y no habrá quien se le pueda enfrentar; y estará en
la tierra gloriosa, la cual será consumida en su poder.
Dan.11:17 Afirmará luego su
rostro para venir con el poder de todo su reino; y hará con aquél convenios, y
le dará una hija de mujeres para destruirle; pero no permanecerá, ni tendrá
éxito.
Dan.11:18 Volverá después su
rostro a las costas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar su afrenta, y
aun hará volver sobre él su oprobio.
Dan.11:19 Luego volverá su
rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no será
hallado.
Dan.11:20 Y se levantará en su lugar uno que
hará pasar un cobrador de tributos por la gloria del reino; pero en pocos días
será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla.
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