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“No me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz”. (Jeremías 7:26).-
“Ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición”. (Mateo 7:13).-

En el camino espacioso

 Un hijo de padres creyentes quiso vivir su vida, dejó el hogar y se embarcó para Sudáfrica en tiempos que no existían los teléfonos celulares. Poco tiempo después de su llegada, escribió a sus padres: “Sentirán saber que me ocurrió un accidente. No puedo escribir mucho: el médico espera que dentro de un día o dos habré mejorado. A la brevedad les mandaré noticias”.
 Cuando el padre hubo leído la carta, vaciló un momento antes de mostrarla a su compañera. ¿Quién sabe? Tal vez su hijo, lejos, estaba muriéndose, “sin esperanza y sin Dios”, como cuando los había dejado.
 Algunos días más tarde, otra carta llegaba a los apenados padres. Esta vez era el médico, quien escribía: “Ustedes se entristecerán al enterarse de la muerte de su hijo como consecuencia del accidente del que les hablaba en su última carta. Sobrevivió sólo algunos días y sufrió mucho. Se le prestaron todos los cuidados posibles y en sus funerales se le rindieron todos los honores debidos a su rango”. En su aflicción, el desdichado padre atinaba sólo a repetir las palabras de David: “¡Hijo mío, hijo mío! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, hijo mío, hijo mío! (2 Samuel 18:33). Aun la última frase de la carta no hacía más que acrecentar su dolor. ¡Qué dura ironía! ¿De qué podía servir esto?: Honores sobre una tumba… y un alma tal vez perdida para siempre.
 Hijos de padres creyentes, a ustedes les hablo: no menosprecien la enseñanza recibida. Piensen en su alma inmortal y acepten a Jesús como su Salvador. En el juicio final no podrán disculparse, diciendo: “No sabia”.-
 Porque cuando el cuerpo se divorcia del alma. Los padres, familiares y amigos que le amaron mas tiernamente han dicho: "Sepultaré a mi muerto de delante de mi", y el cuerpo es cargado en el féretro y consignado a la muda tierra; luego es circundado de los terraplenes de la muerte. La muerte tiene una multitud de tropas. Si las langostas y las orugas son el ejercito de Dios, los gusanos son el ejercito de la muerte. Estos hambrientos guerreros comienzan a atacar la ciudad del hombre. Comienzan con las obras exteriores, toman por asalto las fortificaciones externas, y derrumban las paredes. La piel, el muro de la ciudad del hombre, es totalmente quebrada, y las torres de su gloria son cubiertas de confusión. ¡Cuan rápidamente es estropeada toda la belleza por esos crueles invasores y toda la gloria del cuerpo, que tanto orgullo se ha ostentado es degradada en muy poco tiempo. El rostro acumula negrura; el semblante es profanado por la corrupción. Esas mejillas que una vez fueron hermosas, rebosantes de juventud y sonrosadas de salud, se han hundido, como una botella plástica aspirada o acercada al fuego, como una cerca tambaleante, esos ojos, que como unas ventanas reflejaron el alma interior, donde el jubilo y la aflicción atisbaban por turnos, ahora están secos.- Esos labios, las puertas del alma, por donde salieron todas las proyecciones del alma, son arrancados y sus cerrojos quebrantados... ¿Donde esta ahora la belleza?, allí los mas hermosos no pueden distinguirse de los mas deformes y cuantos jóvenes, criados con Biblia, Iglesia y Escuela Dominical abandonan las misericordias de Dios, siguiendo las vanidades ilusorias, pero bienaventurados los que permanecen, los que saben que ¡Su Redentor vive!!!, Estos serán salvos y benditos, siendo bendición para sus padres y la familia toda, en forma directa o indirecta... 

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

EL EVANGELIO SEGÚN
SAN MARCOS
                    

Capítulo 1
Predicación de Juan el Bautista  - (Mt. 3. 1-12; Lc. 3. 1-9, 15-17; Jn. 1. 19-28)

Mar.1:1 Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 
Mar.1:2 Como está escrito en Isaías el profeta: 
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, 
El cual preparará tu camino delante de ti.
Mar.1:3    Voz del que clama en el desierto: 
Preparad el camino del Señor; 
Enderezad sus sendas.
Mar.1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. 
Mar.1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 
Mar.1:6 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. 
Mar.1:7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. 
Mar.1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo. 

El bautismo de Jesús  - (Mt. 3. 13-17 ; Lc. 3. 21-22)

Mar.1:9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 
Mar.1:10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 
Mar.1:11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

Tentación de Jesús  - (Mt. 4. 1-11; Lc. 4. 1-13)

Mar.1:12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 
Mar.1:13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. 

Jesús principia su ministerio  - (Mt. 4. 12-17; Lc. 4. 14-15)

Mar.1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 
Mar.1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. 

Jesús llama a cuatro pescadores  - (Mt. 4. 18-22; Lc. 5. 1-11)

Mar.1:16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 
Mar.1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Mar.1:18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 
Mar.1:19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. 
Mar.1:20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron. 


Capítulo 2

David es proclamado rey de Judá 

2°Sam.2:1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.
2°Sam.2:2 David subió allá, y con él sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail, la que fue mujer de Nabal el de Carmel.
2°Sam.2:3 Llevó también David consigo a los hombres que con él habían estado, cada uno con su familia; los cuales moraron en las ciudades de Hebrón. 
2°Sam.2:4 Y vinieron los varones de Judá y ungieron allí a David por rey sobre la casa de Judá. Y dieron aviso a David, diciendo: Los de Jabes de Galaad son los que sepultaron a Saúl. 
2°Sam.2:5 Entonces envió David mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, dándole sepultura.
2°Sam.2:6 Ahora, pues, Jehová haga con vosotros misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho. 
2°Sam.2:7 Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed valientes; pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos. 

Guerra entre David y la casa de Saúl 

2°Sam.2:8 Pero Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl, tomó a Is-boset hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim, 
2°Sam.2:9 y lo hizo rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel. 
2°Sam.2:10 De cuarenta años era Is-boset hijo de Saúl cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años. Solamente los de la casa de Judá siguieron a David. 
2°Sam.2:11 Y fue el número de los días que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá, siete años y seis meses. 
2°Sam.2:12 Abner hijo de Ner salió de Mahanaim a Gabaón con los siervos de Is-boset hijo de Saúl, 
2°Sam.2:13 y Joab hijo de Sarvia y los siervos de David salieron y los encontraron junto al estanque de Gabaón; y se pararon los unos a un lado del estanque, y los otros al otro lado. 
2°Sam.2:14 Y dijo Abner a Joab: Levántense ahora los jóvenes, y maniobren delante de nosotros. Y Joab respondió: Levántense. 
2°Sam.2:15 Entonces se levantaron, y pasaron en número igual, doce de Benjamín por parte de Is-boset hijo de Saúl, y doce de los siervos de David. 
2°Sam.2:16 Y cada uno echó mano de la cabeza de su adversario, y metió su espada en el costado de su adversario, y cayeron a una; por lo que fue llamado aquel lugar, Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón. 
2°Sam.2:17 La batalla fue muy reñida aquel día, y Abner y los hombres de Israel fueron vencidos por los siervos de David. 
2°Sam.2:18 Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Este Asael era ligero de pies como una gacela del campo. 
2°Sam.2:19 Y siguió Asael tras de Abner, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda. 
2°Sam.2:20 Y miró atrás Abner, y dijo: ¿No eres tú Asael? Y él respondió: Sí. 
2°Sam.2:21 Entonces Abner le dijo: Apártate a la derecha o a la izquierda, y echa mano de alguno de los hombres, y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso apartarse de en pos de él. 
2°Sam.2:22 Y Abner volvió a decir a Asael: Apártate de en pos de mí; ¿por qué he de herirte hasta derribarte? ¿Cómo levantaría yo entonces mi rostro delante de Joab tu hermano? 
2°Sam.2:23 Y no queriendo él irse, lo hirió Abner con el regatón de la lanza por la quinta costilla, y le salió la lanza por la espalda, y cayó allí, y murió en aquel mismo sitio. Y todos los que venían por aquel lugar donde Asael había caído y estaba muerto, se detenían. 
2°Sam.2:24 Mas Joab y Abisai siguieron a Abner; y se puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que está delante de Gía, junto al camino del desierto de Gabaón. 
2°Sam.2:25 Y se juntaron los hijos de Benjamín en pos de Abner, formando un solo ejército; e hicieron alto en la cumbre del collado. 
2°Sam.2:26 Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Consumirá la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que el final será amargura? ¿Hasta cuándo no dirás al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos? 
2°Sam.2:27 Y Joab respondió: Vive Dios, que si no hubieses hablado, el pueblo hubiera dejado de seguir a sus hermanos desde esta mañana. 
2°Sam.2:28 Entonces Joab tocó el cuerno, y todo el pueblo se detuvo, y no persiguió más a los de Israel, ni peleó más. 
2°Sam.2:29 Y Abner y los suyos caminaron por el Arabá toda aquella noche, y pasando el Jordán cruzaron por todo Bitrón y llegaron a Mahanaim. 
2°Sam.2:30 Joab también volvió de perseguir a Abner, y juntando a todo el pueblo, faltaron de los siervos de David diecinueve hombres y Asael. 
2°Sam.2:31 Mas los siervos de David hirieron de los de Benjamín y de los de Abner, a trescientos sesenta hombres, los cuales murieron. 
2°Sam.2:32 Tomaron luego a Asael, y lo sepultaron en el sepulcro de su padre en Belén. Y caminaron toda aquella noche Joab y sus hombres, y les amaneció en Hebrón.

Capítulo 3

2°Sam.3:1 Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.


DANIEL

Capítulo 1

Daniel y sus compañeros en Babilonia 

Dan.1:1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
Dan.1:2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. 
Dan.1:3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, 
Dan.1:4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.
Dan.1:5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. 
Dan.1:6 Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. 
Dan.1:7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego. 
Dan.1:8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. 
Dan.1:9 Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; 
Dan.1:10 y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. 
Dan.1:11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 
Dan.1:12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. 
Dan.1:13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. 
Dan.1:14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. 
Dan.1:15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. 
Dan.1:16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres. 
Dan.1:17 A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
Dan.1:18 Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. 
Dan.1:19 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey. 
Dan.1:20 En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. 
Dan.1:21 Y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro.  

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