T R A S L A T E - Traducir esta Pagina

“Cristo Jesús... estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla”. (Filipenses 2:8-10).-

Verdadera humildad.-

 Hablando de la humildad, el predicador D. L. Moody decía: “Se puede imitar el amor, la fe, la esperanza y muchas otras virtudes, pero es difícil imitar la humildad. Los árabes tienen un proverbio que dice: “Cuando las malas hierbas y el trigo crecen, entonces se manifiesta lo que Dios ha bendecido”. Cuanto más granos tienen, tanto más se inclinan las espigas que Dios ha bendecido. Las malas hierbas, en cambio, crecen derechas por encima de las espigas y muestran sus malos frutos. Sólo cuando tomemos el más humilde lugar, Dios podrá utilizarnos para su honra”.
 En contraste con el hombre natural que aspira a elevarse a sí mismo, nuestro Señor se humilló a sí mismo. El mero hecho de haber tomado forma humana ya fue para El una humillación. Y cuántas más le deparó el andar en medio del desprecio y el odio de su pueblo. Es difícil pensar en una mayor afrenta que la de un crucificado, cuyo suplicio era ofrecido como espectáculo a la vista de todos y a la merced del menosprecio de todos, mientras él aguardaba la muerte. A tantos sufrimientos, se le agregó a nuestro Señor el desamparo de Dios y el peso de su santa ira a causa de nuestros pecados. Por obediencia y por amor, Jesús soportó esa humillación para que Dios fuera glorificado y para que su gran salvación a favor nuestro fuera establecida para siempre.
 ¡Cuán digno es El, el Humilde por excelencia, de ser exaltado hasta lo sumo y que todos doblen sus rodillas ante El!.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Un ciego sanado en Betsaida 

Mar.8:22 Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. 
Mar.8:23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. 
Mar.8:24 El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. 
Mar.8:25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. 
Mar.8:26 Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

La confesión de Pedro  (Mt. 16. 13-20; Lc. 9. 18-21)

Mar.8:27 Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Mar.8:28 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.
Mar.8:29 Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo.
Mar.8:30 Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno. 

Jesús anuncia su muerte  (Mt. 16. 21-28; Lc. 9. 22-27) 

Mar.8:31 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. 
Mar.8:32 Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. 
Mar.8:33 Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 
Mar.8:34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mar.8:35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Mar.8:36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 
Mar.8:37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 
Mar.8:38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. 
Capítulo 9
Mar.9:1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.


Capítulo 20

Sublevación de Seba 

2°Sam.20:1 Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel!
2°Sam.20:2 Así todos los hombres de Israel abandonaron a David, siguiendo a Seba hijo de Bicri; mas los de Judá siguieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén. 
2°Sam.20:3 Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua. 
2°Sam.20:4 Después dijo el rey a Amasa: Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días, y hállate tú aquí presente. 
2°Sam.20:5 Fue, pues, Amasa para convocar a los de Judá; pero se detuvo más del tiempo que le había sido señalado. 
2°Sam.20:6 Y dijo David a Abisai: Seba hijo de Bicri nos hará ahora más daño que Absalón; toma, pues, tú los siervos de tu señor, y ve tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas, y nos cause dificultad. 
2°Sam.20:7 Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los cereteos y peleteos y todos los valientes; salieron de Jerusalén para ir tras Seba hijo de Bicri. 
2°Sam.20:8 Y estando ellos cerca de la piedra grande que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab estaba ceñido de su ropa, y sobre ella tenía pegado a sus lomos el cinto con una daga en su vaina, la cual se le cayó cuando él avanzó. 
2°Sam.20:9 Entonces Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo. 
2°Sam.20:10 Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de Joab; y éste le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle un segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en persecución de Seba hijo de Bicri. 
2°Sam.20:11 Y uno de los hombres de Joab se paró junto a él, diciendo: Cualquiera que ame a Joab y a David, vaya en pos de Joab. 
2°Sam.20:12 Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en mitad del camino; y todo el que pasaba, al verle, se detenía; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura. 
2°Sam.20:13 Luego que fue apartado del camino, pasaron todos los que seguían a Joab, para ir tras Seba hijo de Bicri. 
2°Sam.20:14 Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel-bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también. 
2°Sam.20:15 Y vinieron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y quedó sitiada; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla. 
2°Sam.20:16 Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. 
2°Sam.20:17 Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. 
2°Sam.20:18 Entonces volvió ella a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en Abel; y así concluían cualquier asunto. 
2°Sam.20:19 Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? 
2°Sam.20:20 Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga. 
2°Sam.20:21 La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro. 
2°Sam.20:22 La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén. 

Oficiales de David    (2 S. 8.15-18; 1 Cr. 18.14-17)

2°Sam.20:23 Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel, y Benaía hijo de Joiada sobre los cereteos y peleteos, 
2°Sam.20:24 y Adoram sobre los tributos, y Josafat hijo de Ahilud era el cronista. 
2°Sam.20:25 Seva era escriba, y Sadoc y Abiatar, sacerdotes, 
2°Sam.20:26 e Ira jaireo fue también sacerdote de David. 

Capítulo 21

Venganza de los gabaonitas 

2°Sam.21:1 Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas. 
2°Sam.21:2 Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.) 
2°Sam.21:3 Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, o qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová? 
2°Sam.21:4 Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré. 
2°Sam.21:5 Ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros para exterminarnos sin dejar nada de nosotros en todo el territorio de Israel, 
2°Sam.21:6 dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré. 
2°Sam.21:7 Y perdonó el rey a Mefi-boset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
2°Sam.21:8 Pero tomó el rey a dos hijos de Rizpa hija de Aja, los cuales ella había tenido de Saúl, Armoni y Mefi-boset, y a cinco hijos de Mical hija de Saúl, los cuales ella había tenido de Adriel hijo de Barzilai meholatita,
2°Sam.21:9 y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová; y así murieron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en los primeros días de la siega, al comenzar la siega de la cebada. 
2°Sam.21:10 Entonces Rizpa hija de Aja tomó una tela de cilicio y la tendió para sí sobre el peñasco, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó que ninguna ave del cielo se posase sobre ellos de día, ni fieras del campo de noche. 
2°Sam.21:11 Y fue dicho a David lo que hacía Rizpa hija de Aja, concubina de Saúl. 
2°Sam.21:12 Entonces David fue y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, de los hombres de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-sán, donde los habían colgado los filisteos, cuando los filisteos mataron a Saúl en Gilboa;
2°Sam.21:13 e hizo llevar de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; y recogieron también los huesos de los ahorcados. 
2°Sam.21:14 Y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y Dios fue propicio a la tierra después de esto. 

Abisai libra a David del gigante 

2°Sam.21:15 Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó. 
2°Sam.21:16 E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David; 
2°Sam.21:17 mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel. 

Los hombres de David matan a los gigantes    (1 Cr. 20. 4-8) 

2°Sam.21:18 Otra segunda guerra hubo después en Gob contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató a Saf, quien era uno de los descendientes de los gigantes. 
2°Sam.21:19 Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim de Belén, mató a Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar. 
2°Sam.21:20 Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes. 
2°Sam.21:21 Este desafió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David. 
2°Sam.21:22 Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.


OSEAS

Capítulo 1

La esposa infiel de Oseas, y sus hijos 

Os.1:1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acazy Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.  
Os.1:2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová. 
Os.1:3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. 
Os.1:4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel. 
Os.1:5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel. 
Os.1:6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. 
Os.1:7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
Os.1:8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. 
Os.1:9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios. 
Os.1:10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.
Os.1:11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande. 

Capítulo 2

El amor de Jehová hacia su pueblo infiel 

Os.2:1 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama.  

No hay comentarios: