“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; …y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
(Juan 16:13).-
LA PROFECÍA, REVELACIÓN DE DIOS A LOS CREYENTES
Evidentemente, la primera cosa necesaria es la de conocer la salvación que está en Cristo, y en Cristo solo. Pero entre los frutos de esta salvación se halla, para los creyentes, el hecho de ser llamados a recibir lo que con toda reverencia podemos nombrar como «las confidencias» de Dios. Abraham, llamado el amigo de Dios porque le había creído, es tratado como tal, y el Señor Jesús habla de la misma manera a sus discípulos (Juan 15:15). El Espíritu Santo es el divino agente que comunicó a “santos hombres de Dios” los mensajes proféticos, asegurando la unidad de la “profecía de la Escritura” (2 Pedro 1:21) y la señal de la autoridad divina.
Como Dios nos ha dado un porvenir que El mismo colma con sus propósitos, el estudio de esta preciosa verdad profética viene a llenar nuestros pensamientos de la manera más útil; y, seguramente, es una de las metas que El se ha propuesto al dispensarnos la profecía. Al revelarnos sus intenciones, nos hace participar de sus propios pensamientos (para la edificación de la Iglesia y no para beneficios personales). No podía darnos una más dulce prenda de su amor y de su confianza. Con esto, fortalece la fe de una manera especialmente valiosa. La profecía no relata los hechos futuros como una historia tal como la redactarían los hombres. Ella vincula el alma del creyente a Aquel que es el blanco de todos los propósitos de Dios: nuestro amado Salvador, el Mesías que sufrió pero que volverá en gloria con todos los suyos glorificados. Traerá a la tierra paz, justicia, felicidad, las que caracterizarán su reinado cuando todos sus enemigos hayan sido puestos “debajo de sus pies”: El habrá ejercido el juicio inevitable sobre los que rechazaron su gracia.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
La blasfemia contra el Espíritu
Santo - (Mt. 12. 22-32; Lc. 11.
14-23)
Mar.3:20 Y se agolpó de nuevo
la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.
Mar.3:21 Cuando lo oyeron los
suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
Mar.3:22 Pero los escribas que
habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe
de los demonios echaba fuera los demonios.
Mar.3:23 Y habiéndolos llamado,
les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
Mar.3:24 Si un reino está
dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.
Mar.3:25 Y si una casa está
dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
Mar.3:26 Y si Satanás se
levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado
su fin.
Mar.3:27 Ninguno puede entrar
en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y
entonces podrá saquear su casa.
Mar.3:28 De cierto os digo que
todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias
cualesquiera que sean;
Mar.3:29 pero cualquiera que
blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de
juicio eterno.
Mar.3:30 Porque ellos habían
dicho: Tiene espíritu inmundo.
La madre y los hermanos de
Jesús - (Mt. 12. 46-50; Lc. 8.
19-21)
Mar.3:31 Vienen después sus
hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.
Mar.3:32 Y la gente que estaba
sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te
buscan.
Mar.3:33 El les respondió
diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?
Mar.3:34 Y mirando a los que
estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
Mar.3:35 Porque todo aquel que
hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Capítulo 7
Pacto de Dios con David (1 Cr. 17.1-27)
2°Sam.7:1 Aconteció que cuando
ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos
sus enemigos en derredor,
2°Sam.7:2 dijo el rey al
profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está
entre cortinas.
2°Sam.7:3 Y Natán dijo al rey:
Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.
2°Sam.7:4 Aconteció aquella
noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo:
2°Sam.7:5 Ve y di a mi siervo
David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?
2°Sam.7:6 Ciertamente no he
habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto
hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.
2°Sam.7:7 Y en todo cuanto he
andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las
tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel,
diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro?
2°Sam.7:8 Ahora, pues, dirás
así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del
redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre
Israel;
2°Sam.7:9 y he estado contigo
en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y
te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la
tierra.
2°Sam.7:10 Además, yo fijaré
lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más
sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio,
2°Sam.7:11 desde el día en que
puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus
enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa.
2°Sam.7:12 Y cuando tus días
sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de
tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.
2°Sam.7:13 El edificará casa a
mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
2°Sam.7:14 Yo le seré a él
padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de
hombres, y con azotes de hijos de hombres;
2°Sam.7:15 pero mi misericordia
no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de
ti.
2°Sam.7:16 Y será afirmada tu
casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable
eternamente.
2°Sam.7:17 Conforme a todas
estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
2°Sam.7:18 Y entró el rey David
y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi
casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?
2°Sam.7:19 Y aun te ha parecido
poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo
por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová?
2°Sam.7:20 ¿Y qué más puede
añadir David hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová.
2°Sam.7:21 Todas estas
grandezas has hecho por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a
tu siervo.
2°Sam.7:22 Por tanto, tú te has
engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti,
conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
2°Sam.7:23 ¿Y quién como tu
pueblo, como Israel, nación singular en la tierra? Porque fue Dios para
rescatarlo por pueblo suyo, y para ponerle nombre, y para hacer grandezas a su
favor, y obras terribles a tu tierra, por amor de tu pueblo que rescataste para
ti de Egipto, de las naciones y de sus dioses.
2°Sam.7:24 Porque tú
estableciste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová,
fuiste a ellos por Dios.
2°Sam.7:25 Ahora pues, Jehová
Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre
su casa, y haz conforme a lo que has dicho.
2°Sam.7:26 Que sea engrandecido
tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre
Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.
2°Sam.7:27 Porque tú, Jehová de
los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te
edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer
delante de ti esta súplica.
2°Sam.7:28 Ahora pues, Jehová
Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a
tu siervo.
2°Sam.7:29 Ten ahora a bien
bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti,
porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa
de tu siervo para siempre.
Capítulo 8
David extiende sus
dominios (1 Cr. 18.1-13)
2°Sam.8:1 Después de esto,
aconteció que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó David a
Meteg-ama de mano de los filisteos.
2°Sam.8:2 Derrotó también a los
de Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tender por tierra; y midió dos cordeles
para hacerlos morir, y un cordel entero para preservarles la vida; y fueron los
moabitas siervos de David, y pagaron tributo.
2°Sam.8:3 Asimismo derrotó
David a Hadad=ezer hijo de Rehob, rey de Soba, al ir éste a recuperar su
territorio al río Eufrates.
2°Sam.8:4 Y tomó David de ellos
mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y
desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para
cien carros.
2°Sam.8:5 Y vinieron los sirios
de Damasco para dar ayuda a Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los sirios
a veintidós mil hombres.
2°Sam.8:6 Puso luego David
guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David,
sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que
fue.
2°Sam.8:7 Y tomó David los
escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y los llevó a
Jerusalén.
2°Sam.8:8 Asimismo de Beta y de
Berotai, ciudades de Hadad-ezer, tomó el rey David gran cantidad de
bronce.
2°Sam.8:9 Entonces oyendo Toi
rey de Hamat, que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer,
2°Sam.8:10 envió Toi a Joram su
hijo al rey David, para saludarle pacíficamente y para bendecirle, porque había
peleado con Hadad-ezer y lo había vencido; porque Toi era enemigo de Hadad-
ezer. Y Joram llevaba en su mano utensilios de plata, de oro y de bronce;
2°Sam.8:11 los cuales el rey
David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había dedicado de todas las
naciones que había sometido;
2°Sam.8:12 de los sirios, de los
moabitas, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas, y del botín de
Hadad=ezer hijo de Rehob, rey de Soba.
2°Sam.8:13 Así ganó David fama.
Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en
el Valle de la Sal.
2°Sam.8:14 Y puso guarnición en
Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas fueron siervos de
David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.
Oficiales de David (2 S. 20.23-26; 1 Cr. 18.14-17)
2°Sam.8:15 Y reinó David sobre
todo Israel; y David administraba justicia y equidad a todo su pueblo.
2°Sam.8:16 Joab hijo de Sarvia
era general de su ejército, y Josafat hijo de Ahilud era cronista;
2°Sam.8:17 Sadoc hijo de Ahitob
y Ahimelec hijo de Abiatar eran sacerdotes; Seraías era escriba;
2°Sam.8:18 Benaía hijo de
Joiada estaba sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los
príncipes.
Capítulo 4
La locura de Nabucodonosor
Dan.4:1 Nabucodonosor rey, a
todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea
multiplicada.
Dan.4:2 Conviene que yo declare
las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.
Dan.4:3 ¡Cuán grandes son sus
señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su
señorío de generación en generación.
Dan.4:4 Yo Nabucodonosor estaba
tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio.
Dan.4:5 Vi un sueño que me
espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me
turbaron.
Dan.4:6 Por esto mandé que vinieran
delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la
interpretación del sueño.
Dan.4:7 Y vinieron magos,
astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron
mostrar su interpretación,
Dan.4:8 hasta que entró delante
de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien
mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño,
diciendo:
Dan.4:9 Beltsasar, jefe de los
magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que
ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto,
y su interpretación.
Dan.4:10 Estas fueron las
visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la
tierra un árbol, cuya altura era grande.
Dan.4:11 Crecía este árbol, y
se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver
desde todos los confines de la tierra.
Dan.4:12 Su follaje era hermoso
y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían
a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del
cielo, y se mantenía de él toda carne.
Dan.4:13 Vi en las visiones de
mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo
descendía del cielo.
Dan.4:14 Y clamaba fuertemente
y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y
dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de
sus ramas.
Dan.4:15 Mas la cepa de sus
raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba
del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte
entre la hierba de la tierra.
Dan.4:16 Su corazón de hombre
sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete
tiempos.
Dan.4:17 La sentencia es por
decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que
conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que
a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Dan.4:18 Yo el rey
Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación
de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su
interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses
santos.
Dan.4:19 Entonces Daniel, cuyo
nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo
turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su
interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus
enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren.
Dan.4:20 El árbol que viste,
que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía
desde todos los confines de la tierra,
Dan.4:21 cuyo follaje era
hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del
cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del
cielo,
Dan.4:22 tú mismo eres, oh rey,
que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el
cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra.
Dan.4:23 Y en cuanto a lo que
vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el
árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura
de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del
cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete
tiempos;
Dan.4:24 esta es la
interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi
señor el rey:
Dan.4:25 Que te echarán de
entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del
campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado;
y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene
dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.
Dan.4:26 Y en cuanto a la orden
de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu
reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna.
Dan.4:27 Por tanto, oh rey,
acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo
misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de
tu tranquilidad.
Dan.4:28 Todo esto vino sobre
el rey Nabucodonosor.
Dan.4:29 Al cabo de doce meses,
paseando en el palacio real de Babilonia,
Dan.4:30 habló el rey y dijo:
¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de
mi poder, y para gloria de mi majestad?
Dan.4:31 Aún estaba la palabra
en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey
Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;
Dan.4:32 y de entre los hombres
te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los
bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas
que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él
quiere.
Dan.4:33 En la misma hora se
cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y
comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo,
hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las
aves.
Dan.4:34 Mas al fin del tiempo
yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije
al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es
sempiterno, y su reino por todas las edades.
Dan.4:35 Todos los habitantes
de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el
ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su
mano, y le diga: ¿Qué haces?
Dan.4:36 En el mismo tiempo mi
razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza
volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
Dan.4:37 Ahora yo Nabucodonosor
alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son
verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con
soberbia.
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