“(Dice el Señor): Pregúntame de las cosas por venir”. (Isaías 45:11).-
¿Cuál es su porvenir?
En la epístola a los Romanos, el apóstol Pablo muestra que, cuando los hombres no quieren saber nada del Dios Creador y Salvador, o simplemente no quieren obedecer mandamientos para dejar sus vidas de pecado, su orgullo, sus concubinatos, sus rencores, sus boliches y lascivias, sus vicios de droga, tabaco, alcohol, entonces se vuelven hacia los ídolos ridículos, los charlatanes patentados y los hábiles mercaderes de ilusiones. Actualmente, por medio de revistas y periódicos, hay clarividentes y adivinos, la gente trata de saber algo sobre su porvenir.
Aquí en Argentina tuvo un auge significativo un ídolo llamado "Gauchito Gil", y se cuenta de ese personaje una historia como que robaba para dar a los necesitados... Por lo cual el diablo ha operado muchos milagros mentirosos de cosas temporales para dejar a sus almas entre los demonios y las miserias de sus pecados, con bondades aparentes en personas que dicen "te amo" pero no dejan las botellas ni las yerbas alucinógenas...
En algunos países mas, en otros menos hay "adivinos" que suelen tener éxito, aun entre las autoridades. Sumergidos por oleadas de consultantes, los hay quienes contratan a otros astrólogos e informatizan las respuestas a los fines de la fama y el dinero. Hubo una adivina en Francia que muy honestamente, escribió en los años 70: “Si los cristianos vivieran el Evangelio, yo no existiría. La gente se dirigiría a Dios directamente y hallaría, en todas partes, hermanos y hermanas a quienes pedir un poco de ayuda”.
¿Es posible estar absolutamente seguro de lo que va a ocurrir por lo que dicen magos y astrólogos? Los que recurren a esos pronosticadores pueden saber una única cosa con certeza: al final de su vida les aguarda la muerte.
¿Quisiera saber algo más usted que lee? Diríjase al Dios vivo, quien dijo: “Preguntadme de las cosas por venir”. El divide a los hombres en dos grupos. Uno reúne a los que mediante la fe personal en la obra de Cristo han sido limpiados de sus pecados y vivirán para siempre en la felicidad de su presencia. El otro consta de los que rechazan a Jesús y serán condenados por la eternidad: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31).
¿Cuál sera SU porvenir, amigo?
¿Cuál es su porvenir?
En la epístola a los Romanos, el apóstol Pablo muestra que, cuando los hombres no quieren saber nada del Dios Creador y Salvador, o simplemente no quieren obedecer mandamientos para dejar sus vidas de pecado, su orgullo, sus concubinatos, sus rencores, sus boliches y lascivias, sus vicios de droga, tabaco, alcohol, entonces se vuelven hacia los ídolos ridículos, los charlatanes patentados y los hábiles mercaderes de ilusiones. Actualmente, por medio de revistas y periódicos, hay clarividentes y adivinos, la gente trata de saber algo sobre su porvenir.
Aquí en Argentina tuvo un auge significativo un ídolo llamado "Gauchito Gil", y se cuenta de ese personaje una historia como que robaba para dar a los necesitados... Por lo cual el diablo ha operado muchos milagros mentirosos de cosas temporales para dejar a sus almas entre los demonios y las miserias de sus pecados, con bondades aparentes en personas que dicen "te amo" pero no dejan las botellas ni las yerbas alucinógenas...
En algunos países mas, en otros menos hay "adivinos" que suelen tener éxito, aun entre las autoridades. Sumergidos por oleadas de consultantes, los hay quienes contratan a otros astrólogos e informatizan las respuestas a los fines de la fama y el dinero. Hubo una adivina en Francia que muy honestamente, escribió en los años 70: “Si los cristianos vivieran el Evangelio, yo no existiría. La gente se dirigiría a Dios directamente y hallaría, en todas partes, hermanos y hermanas a quienes pedir un poco de ayuda”.
¿Es posible estar absolutamente seguro de lo que va a ocurrir por lo que dicen magos y astrólogos? Los que recurren a esos pronosticadores pueden saber una única cosa con certeza: al final de su vida les aguarda la muerte.
¿Quisiera saber algo más usted que lee? Diríjase al Dios vivo, quien dijo: “Preguntadme de las cosas por venir”. El divide a los hombres en dos grupos. Uno reúne a los que mediante la fe personal en la obra de Cristo han sido limpiados de sus pecados y vivirán para siempre en la felicidad de su presencia. El otro consta de los que rechazan a Jesús y serán condenados por la eternidad: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31).
¿Cuál sera SU porvenir, amigo?
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 7
Analogía tomada del
matrimonio
Rom.7:1 ¿Acaso ignoráis,
hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del
hombre entre tanto que éste vive?
Rom.7:2 Porque la mujer casada
está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere,
ella queda libre de la ley del marido.
Rom.7:3 Así que, si en vida del
marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido
muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no
será adúltera.
Rom.7:4 Así también vosotros,
hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que
seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto
para Dios.
Rom.7:5 Porque mientras
estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en
nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Rom.7:6 Pero ahora estamos
libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de
modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo
de la letra.
El pecado que mora en mí
Rom.7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La
ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley;
porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Rom.7:8 Mas el pecado, tomando
ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el
pecado está muerto.
Rom.7:9 Y yo sin la ley vivía
en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Rom.7:10 Y hallé que el mismo
mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;
Rom.7:11 porque el pecado,
tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
Rom.7:12 De manera que la ley a
la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Rom.7:13 ¿Luego lo que es
bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para
mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin
de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Rom.7:14 Porque sabemos que la
ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Rom.7:15 Porque lo que hago, no
lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
Rom.7:16 Y si lo que no quiero,
esto hago, apruebo que la ley es buena.
Rom.7:17 De manera que ya no
soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Rom.7:18 Y yo sé que en mí,
esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí,
pero no el hacerlo.
Rom.7:19 Porque no hago el bien
que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Rom.7:20 Y si hago lo que no
quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Rom.7:21 Así que, queriendo yo
hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Rom.7:22 Porque según el hombre
interior, me deleito en la ley de Dios;
Rom.7:23 pero veo otra ley en
mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros.
Rom.7:24 ¡Miserable de mí!
¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Rom.7:25 Gracias doy a Dios,
por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Capítulo 16
Samuel unge a David
1°Sam.16:1 Dijo Jehová a Samuel:
¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre
Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de
sus hijos me he provisto de rey.
1°Sam.16:2 Y dijo Samuel: ¿Cómo
iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová respondió: Toma contigo una becerra
de la vacada, y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he venido.
1°Sam.16:3 Y llama a Isaí al
sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te
dijere.
1°Sam.16:4 Hizo, pues, Samuel
como le dijo Jehová; y luego que él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad
salieron a recibirle con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida?
1°Sam.16:5 El respondió: Sí,
vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio.
Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio.
1°Sam.16:6 Y aconteció que
cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está
su ungido.
1°Sam.16:7 Y Jehová respondió a
Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo
desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo
que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
1°Sam.16:8 Entonces llamó Isaí
a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha
escogido Jehová.
1°Sam.16:9 Hizo luego pasar
Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.
1°Sam.16:10 E hizo pasar Isaí
siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha
elegido a éstos.
1°Sam.16:11 Entonces dijo
Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor,
que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos
sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
1°Sam.16:12 Envió, pues, por
él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces
Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.
1°Sam.16:13 Y Samuel tomó el
cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en
adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se
volvió a Ramá.
David toca para Saúl
1°Sam.16:14 El Espíritu de
Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de
Jehová.
1°Sam.16:15 Y los criados de Saúl
le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.
1°Sam.16:16 Diga, pues, nuestro
señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa
tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios,
él toque con su mano, y tengas alivio.
1°Sam.16:17 Y Saúl respondió a
sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo.
1°Sam.16:18 Entonces uno de los
criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que
sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus
palabras, y hermoso, y Jehová está con él.
1°Sam.16:19 Y Saúl envió
mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las
ovejas.
1°Sam.16:20 Y tomó Isaí un asno
cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por medio de
David su hijo.
1°Sam.16:21 Y viniendo David a
Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas.
1°Sam.16:22 Y Saúl envió a
decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo, pues ha hallado gracia en mis
ojos.
1°Sam.16:23 Y cuando el
espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba
con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba
de él.
Capítulo 61
Confianza en la protección de
Dios
Al músico principal; sobre
Neginot. Salmo de David.
Sal.61:1 Oye, oh Dios, mi
clamor;
A mi oración atiende.
Sal.61:2 Desde el cabo de la
tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,
Sal.61:3 Porque tú has sido mi
refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.
Sal.61:4 Yo habitaré en tu
tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah
Sal.61:5 Porque tú, oh Dios,
has oído mis votos;
Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
Sal.61:6 Días sobre días
añadirás al rey;
Sus años serán como generación y generación.
Sal.61:7 Estará para siempre
delante de Dios;
Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.
Sal.61:8 Así cantaré tu nombre
para siempre,
Pagando
mis votos cada día.
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