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“Ocúpate en la lectura”. (1 Timoteo 4:13).-

La lectura de la Palabra de Dios

 Una creyente anciana que ya no podía quedar sola fue recogida por unos familiares. Pese a ser el objeto de atentos cuidados, ella languidecía. A un amigo que la visitaba, le confió la razón de su tristeza: "estoy en una casa en la que nunca se abre la Biblia. No vaya a pensar que se trata de gente opuesta a la verdad cristiana. ¡En absoluto! Y esto es lo más triste. Cada miembro de la familia, desde el más joven hasta el de más edad poseía una Biblia, pero nadie la lee".
 Las casas con Biblias cerradas... ¡¡¡Que tema!!!, ¡Cuán raramente se parecen a las casas de inconversos en las que no hay Biblias!, y tal vez sean más numerosas de lo que uno piensa. Si el domingo, en los lugares de culto, se le preguntara a los domingueros que entran: “¿Qué leíste esta semana en el Libro de Dios?”, bajarían muchas miradas en actitud de triste confesión.
 Ser cristiano no es ser bautizado ni seguir puntualmente los servicios religiosos. Ser cristiano es seguir a Cristo; para seguirle, es necesario conocerle y se le conoce mediante las Escrituras. Porque dice Jesús “Escudriñad las Escrituras porque, ellas son las que dan testimonio de mí...” Si tu, pese a llevar el nombre de cristiano, no lees la Biblia, la cosa no es suave, es grave. Pero si afirmas ser creyente y no lees el Libro de Dios, es más grave aun: hasta sería inconcebible.
 Al que posee la Biblia, creyente o incrédulo, se le pedirá cuenta de lo que hizo de ella, fíjate tu ahora y si tiene polvo la tapa de tu Biblia quizás puedas escribir sobre ella "condenación" y mas aún porque se pedirá cuenta de la medida en hemos vivido sus enseñanzas. Que cada uno de nosotros pueda decir con el salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino… la suma de tu palabra es verdad… ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca” (Salmo 119:103). 
 Ahora que nos gusta tanto andar con el celular, con el móvil, que lo usemos para leer en todo lugar una porción de la Santa Palabra (fuera de la casa de Oración), para que la palabra de Dios more en abundancia en nuestros corazones, y por ahora que la podemos tener en papel, podamos usarla en la casa de Oración, una Biblia en papel para concurrir a la Congregación, para que sea algo exclusivo, porque hay quienes leen su Biblia en la Congregación desde sus teléfonos móviles, cuando la lectura de las Sagradas Escrituras debe ser algo exclusivo y no recibir las distracciónes de mensajes que el diablo se encargará de hacer llegar en el momento que tu debes prestar atención... Aconsejamos no usar el celular en la Casa de Oración, sino mas bien apagarlos... Seré retrogrado por esto??, hace unos pocos años atrás jamas se hubiese imaginado lo que se puede hacer con un aparato tan pequeño, tan útil y tan adictivo que suele quitar la oración y la lectura de la Santa Biblia entre otras cosas sagradas... Señor danos entendimiento... Amen.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo


                       


LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-

Capítulo 12


Dones espirituales  


1ºCor.12:1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.  
1ºCor.12:2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.  
1ºCor.12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
1ºCor.12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.  
1ºCor.12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.  
1ºCor.12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.  
1ºCor.12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.  
1ºCor.12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
1ºCor.12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.  
1ºCor.12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.  
1ºCor.12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
1ºCor.12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
1ºCor.12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.  
1ºCor.12:14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.  
1ºCor.12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?  
1ºCor.12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?  
1ºCor.12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?  
1ºCor.12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.  
1ºCor.12:19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?  
1ºCor.12:20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.  
1ºCor.12:21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.  
1ºCor.12:22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;  
1ºCor.12:23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.  
1ºCor.12:24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,  
1ºCor.12:25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.  
1ºCor.12:26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.  
1ºCor.12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.  
1ºCor.12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.  
1ºCor.12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?  
1ºCor.12:30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?  
1ºCor.12:31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.  


Capítulo 6


Eliseo hace flotar el hacha  


2°Rey.6:1 Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que moramos contigo nos es estrecho.  
2°Rey.6:2 Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagamos allí lugar en que habitemos. Y él dijo: Andad.  
2°Rey.6:3 Y dijo uno: Te rogamos que vengas con tus siervos. Y él respondió: Yo iré.  
2°Rey.6:4 Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron la madera.  
2°Rey.6:5 Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada!  
2°Rey.6:6 El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro.  
2°Rey.6:7 Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano, y lo tomó.  


Eliseo y los sirios  


2°Rey.6:8 Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento.  
2°Rey.6:9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí.  
2°Rey.6:10 Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse.  
2°Rey.6:11 Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?  
2°Rey.6:12 Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.  
2°Rey.6:13 Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán.  
2°Rey.6:14 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad.  
2°Rey.6:15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?  
2°Rey.6:16 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.  
2°Rey.6:17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.  
2°Rey.6:18 Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo.  
2°Rey.6:19 Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria.  
2°Rey.6:20 Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria.  
2°Rey.6:21 Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío?  
2°Rey.6:22 El le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores.  
2°Rey.6:23 Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su seÑor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.  


Eliseo y el sitio de Samaria  


2°Rey.6:24 Después de esto aconteció que Ben-adad rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y sitió a Samaria.  
2°Rey.6:25 Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.  
2°Rey.6:26 Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le gritó, y dijo: Salva, rey señor mío.  
2°Rey.6:27 Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? ¿Del granero, o del lagar?  
2°Rey.6:28 Y le dijo el rey: ¿Qué tienes? Ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.  
2°Rey.6:29 Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo.  
2°Rey.6:30 Cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos, y pasó así por el muro; y el pueblo vio el cilicio que traía interiormente sobre su cuerpo.  
2°Rey.6:31 Y él dijo: Así me haga Dios, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda sobre él hoy.  
2°Rey.6:32 Y Eliseo estaba sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un hombre. Mas antes que el mensajero viniese a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto cómo este hijo de homicida envía a cortarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, e impedidle la entrada. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos de su amo?  
2°Rey.6:33 Aún estaba él hablando con ellos, y he aquí el mensajero que descendía a él; y dijo: Ciertamente este mal de Jehová viene. ¿Para qué he de esperar más a Jehová?  


Capítulo 7


2°Rey.7:1 Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah  de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.  
2°Rey.7:2 Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.  


JONÁS


Capítulo 1


Jonás huye de Jehová  


Jon.1:1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:  
Jon.1:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.  
Jon.1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.  
Jon.1:4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.  
Jon.1:5 Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir.  
Jon.1:6 Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.  
Jon.1:7 Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.  
Jon.1:8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?  
Jon.1:9 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.  
Jon.1:10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.  
Jon.1:11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más.  
Jon.1:12 El les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.
Jon.1:13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos.  
Jon.1:14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido.  
Jon.1:15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor.  
Jon.1:16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.  
Jon.1:17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

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