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“No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. (Hebreos 13:2).-

La última casa...

 La hospitalidad es doctrina cristiana y hoy a causa de haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se ha enfriado, se que siempre hubo casas mas bien precarias de familias a veces numerosas que quizá sus puertas solo se cierran cuando hace mucho frío, y la mayor parte de los días del año solo hay una cortina a través de la cuál siempre se recibe a quien pase, y la mayor de las veces se pasa un momento agradable y esto aunque los hospedadores no sean creyentes.-
 Hoy todavía persiste esta doctrina en la Iglesia del Señor y hay hermanos que abren sus hogares y esto solo a los hermanos, y se ve por parte del ministerio que esto se haga con mucho recaudo, a causa de los abusos y de la gran maldad por falta de códigos, de principios y de temor a Dios, dado de lo contraproducente que pudiera llegar a ser, el permitir un extraño en nuestra casa...
 Pero un cristiano ha de permitir que el Espíritu Santo lo guíe siempre y cuando se tiene la guía del Espíritu, este le indicará, dándole una prudencia de serpiente y sencillez de paloma para hacer aquellas obras que Dios preparó de antemano para que andemos por ellas, porque hemos de estar dispuestos a cumplir con la doctrina de ser hospedadores...
 He tenido oportunidad de ser hospedado en casas de personas inconversas, aunque sabían que era creyente, pero mas allá de sus malas palabras, tabaco, alcohol y música, se esmeraban en brindarme lo que mas podían por que estuviese cómodo y no me faltase nada... ahora puedo decir que sigo teniendo la oportunidad de ser hospedado generalmente en casas de hermanos cuando viajo y aunque no son casas lujosas, ellos mismos me hacen sentir como en el cielo, no importándome tanto la comida que puedan brindar o las comodidades de la cama o las instalaciones de higiene, porque a un creyente le da lo mismo sentarse en una silla labrada que en un tronco acostado, sino recibir sus sonrisas, su afecto, su corazón franco que con sencillez y hasta con cierto rubor por presentar ciertas carencias brindan todo lo que tienen, y lo comento con lágrimas en mis ojos ahora mismo, que he tenido el honor de estar en hogares donde tomaron bien en serio esta doctrina y me brindaron la cama y habitación principal y los dueños de casa prepararon un colchón en el suelo para pasar la noche y antes de que me levante ellos ya estaban levantados para preparar desayuno... Y no solo eso, sino que se pararon en medio de la congregación, daban gracias a Dios por tenerme en su casa, mientras que yo mismo me sentía tan empequeñecido por ese amor demostrado, pidiéndole al Señor que me haga como un ángel para la recompensa para ellos...
 Respecto a recibir inconversos, se cuenta de un caso en que una noche de invierno, un vagabundo golpea a una puerta. Pide dinero a fin de poder pagarse un albergue por la noche. Se le hace pasar y se le convida con algo de comer y café caliente. En el curso de las conversaciones el hombre dice: —Nadie se interesa en mí. —Está equivocado —replica el dueño de casa—. Dios se interesa por usted. El vagabundo lo mira, sorprendido:
 —¿Dios? No lo conozco. —Pero El le conoce —prosigue su interlocutor— y conoce toda su vida. Está pronto a perdonar, por el amor de Jesús, al que quiere venir a El.
 El hombre no contestó, se levantó y se despidió del dueño de casa, quien le dio algún dinero.
 Al día siguiente, el vagabundo volvió y contó su lamentable historia: —Hace años que voy de un lado a otro, maldiciendo a los ricos, maldiciendo a los hombres y maldiciéndome a mí mismo. Anoche quise acabar con mi vida y colgarme, pero no tenía dinero para comprar siquiera un pedazo de cuerda. Por eso, decidí golpear a la puerta de la última casa del pueblo. Usted me dio dinero y me habló de un Dios que me ama. He vuelto porque quisiera saber algo más. Dios debe de ser justo. ¿Podrá perdonar mis culpas?
 —Sin duda, Dios debe castigar el pecado, pero Jesús intervino a favor de los pecadores. En la cruz El padeció de parte de Dios el castigo que merecían nuestros pecados. Ahora la justicia de Dios no puede condenar al que cree en la obra de Jesús.
 El vagabundo se puso a llorar, diciendo: —Oh, qué Salvador es Jesús para mí... Gracias de todo corazón por sus buenas palabras. Y allí mismo se entregó al Señor...
 Por ello hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, aunque pienses que tu casa no tiene todas las comodidades, que es pequeña, que es la última casa donde alguien quisiera ir a posar, piensa que Jesús mismo esta diciendo en este día, "...Hoy es necesario que pose yo en tu casa..." porque es necesario trabajar sobre todas nuestras mezquindades, porque hay algo que tenemos para dar y algo que tenemos que recibir y crecer ante la comunión, sobre la grandeza de haber lavado los pies de los santos y haber contribuido a la salvación de espíritus eternos que arden en las fiebres del pecado y ahora son santos por aquellas cuerdas de amor puro y desinteresado que proviene del mismo cielo...  

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Abusos en la Cena del Señor  


1ºCor.11:17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.  
1ºCor.11:18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.  
1ºCor.11:19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.  
1ºCor.11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.  
1ºCor.11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.  
1ºCor.11:22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.  


Institución de la Cena del Señor  (Mt. 26.26-29; Mr. 14.22-25; Lc. 22.14-20)  


1ºCor.11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;  
1ºCor.11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.  
1ºCor.11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;  haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.  
1ºCor.11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.  


Tomando la Cena indignamente  


1ºCor.11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.  
1ºCor.11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.  
1ºCor.11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.  
1ºCor.11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.  
1ºCor.11:31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
1ºCor.11:32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.  
1ºCor.11:33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.  
1ºCor.11:34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.  


Capítulo 5


Eliseo y Naamán  


2°Rey.5:1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.  
2°Rey.5:2 Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.  
2°Rey.5:3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.  
2°Rey.5:4 Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.  
2°Rey.5:5 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata,  y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.  
2°Rey.5:6 Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.  
2°Rey.5:7 Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.  
2°Rey.5:8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.  
2°Rey.5:9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.  
2°Rey.5:10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.  
2°Rey.5:11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.  
2°Rey.5:12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.  
2°Rey.5:13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?  
2°Rey.5:14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.  
2°Rey.5:15 Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo.
2°Rey.5:16 Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.  
2°Rey.5:17 Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.  
2°Rey.5:18 En esto perdone Jehová a tu siervo: que cuando mi señor el rey entrare en el templo de Rimón para adorar en él, y se apoyare sobre mi brazo, si yo también me inclinare en el templo de Rimón; cuando haga tal, Jehová perdone en esto a tu siervo.  
2°Rey.5:19 Y él le dijo: Ve en paz. Se fue, pues, y caminó como media legua de tierra.  
2°Rey.5:20 Entonces Giezi, criado de Eliseo el varón de Dios, dijo entre sí: He aquí mi señor estorbó a este sirio Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Jehová, que correré yo tras él y tomaré de él alguna cosa.  
2°Rey.5:21 Y siguió Giezi a Naamán; y cuando vio Naamán que venía corriendo tras él, se bajó del carro para recibirle, y dijo: ¿Va todo bien?  
2°Rey.5:22 Y él dijo: Bien. Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos.  
2°Rey.5:23 Dijo Naamán: Te ruego que tomes dos talentos. Y le insistió, y ató dos talentos de plata en dos bolsas, y dos vestidos nuevos, y lo puso todo a cuestas a dos de sus criados para que lo llevasen delante de él.  
2°Rey.5:24 Y así que llegó a un lugar secreto, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en la casa; luego mandó a los hombres que se fuesen.  
2°Rey.5:25 Y él entró, y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte.  
2°Rey.5:26 El entonces le dijo: ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?  
2°Rey.5:27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.


ABDÍAS


La humillación de Edom


Abd.1 Visión de Abdías. Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla.  
Abd.2 He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera.  
Abd.3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?  
Abd.4 Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.  
Abd.5 Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco?  
Abd.6 ¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú! Sus tesoros escondidos fueron buscados.  
Abd.7 Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo debajo de ti; no hay en ello entendimiento.  
Abd.8 ¿No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú?  
Abd.9 Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago.  
Abd.10 Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre.  
Abd.11 El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos.  
Abd.12 Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia.  
Abd.13 No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad.  
Abd.14 Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia.  


La exaltación de Israel  


Abd.15 Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza.  
Abd.16 De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.  
Abd.17 Mas en el monte de Sión habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.  
Abd.18 La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho.  
Abd.19 Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad.  
Abd.20 Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev.  
Abd.21 Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.

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