T R A S L A T E - Traducir esta Pagina

“Los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, … más Jesús callaba”. (Mateo 26:59 y 63).-

Jesús ante el concilio

 Entregado a sus enemigos por un discípulo, negado por otro, abandonado por todos, Jesús se halló solo frente a la maldad de los hombres que le condujeron en plena noche al patio de la casa del sumo sacerdote. Empezaron a burlarse de El, a golpearle y, vendándole los ojos, le decían: “Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?”. Pero Jesús soportó los insultos sin defenderse, con una dignidad que puso de relieve su perfecta obediencia al Padre, con el cual permanecía en estrecha comunión. No obstante, siendo Hijo de Dios y Hombre perfecto, sentía divinamente esas injurias con un corazón humano. A la mañana llevaron a Jesús ante el concilio, compuesto por los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas. Para salvar las apariencias, se hizo un simulacro de proceso; en realidad habían condenado a Jesús de antemano. Ante los falsos testigos, Jesús callaba. El profeta Isaías, siglos antes, había escrito: “Angustiado él y afligido, no abrió su boca; . . .como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció”.
 Los judíos, llenos de ira, quieren que Jesús les diga si El es el Cristo. Sólo entonces el Señor responde, porque se trata de afirmar en presencia de los jefes del pueblo judío sus derechos como Hijo de Dios; contesta al sumo sacerdote: “Tú lo has dicho”. Entonces el sumo sacerdote rasga sus vestidos, diciendo: “Ha blasfemado,...  ¿Qué os parece?” Y todos gritan: “¡Es reo de muerte!”. Este es el blanco hacia el que sus esfuerzos tendían desde años atrás. Por fin tienen un pretexto para realizar sus odiosos propósitos hacia Aquel que durante su ministerio sólo había derramado beneficio sobre beneficio.
 Ese silencio, era el silencio de la paciencia, no era el silencio de la indiferencia; era el silencio de la valentía, y no el silencio de la cobardía. Esta escrito que "... dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato", y esa afirmación puede aplicarse muy bien a sus declaraciones ante Caifás, pues allí no guardó silencio cuando se trataba de confesar la verdad necesaria, por que el sumo sacerdote le conjuró, por lo cual El respondió de inmediato: "Tu lo has dicho...". No negó su condición de Mesías; alegó ser el prometido, el mensajero del cielo, Cristo, el ungido del Altísimo.  Tampoco negó ni por un instante su Deidad personal: reconoció y confesó que El era el Hijo de Dios. ¿Como podría guardar silencio, cuando estaba siendo cuestionado un punto tan vital relacionado con Su persona? No los mantuvo en suspenso, sino que declaró abiertamente Su Deidad diciendo: "Yo soy...", Y no le creyeron, condenándolo antes de ser mal juzgado con testigos falsos y fuera de hora... Claro allí estaba Jesús, un pobre varón indefenso y macilento que acababa de ser forzado a comparecer arrancado violentamente de la vigilia nocturna con padecimientos de agonía y sudor sangriento, su rostro ya demacrado y cabellos revueltos, era el espectáculo de un sufrimiento manso y humilde, sin que hubiese uno que dijese una palabra en favor suyo, un cordero en medio de lobos así esta mi Cristo en medio del sanedrín.- 
 Pero Cristo a pesar de todos esos contrarios venció hermano, hermana, amigo, hasta sentarse a la diestra del Poder de Dios...  Entonces, si llega a suceder alguna vez, que tú seas un solitario abogado de una verdad olvidada, si, en toda tu debilidad y también tu nobleza, El Señor te pusiera en medio de los jerárquicos y fuertes, no tengamos miedo ni nos estremezcamos, porque la posesión del poder no es nada comparada con la posesión de la verdad, y quien tiene la verdad puede desafiar a los poderes de la carne, el mundo y el infierno, sin riesgo de su alma... Habrás de vencer y conquistar, sin importar que príncipes y poderes acopien las fuerzas y las astucias que prefieran, porque Jesús vence y El es la Verdad, y esa verdad esta dotada de un poder oculto que desconcertará a todo oponente...

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 6


Litigios delante de los incrédulos  


1ºCor.6:1 ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?  
1ºCor.6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?  
1ºCor.6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?  
1ºCor.6:4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?  
1ºCor.6:5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos,  
1ºCor.6:6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?  
1ºCor.6:7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?  
1ºCor.6:8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.  
1ºCor.6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  
1ºCor.6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.  
1ºCor.6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.  


Glorificad a Dios en vuestro cuerpo  


1ºCor.6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.  
1ºCor.6:13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.  
1ºCor.6:14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.  
1ºCor.6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.  
1ºCor.6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
1ºCor.6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.  
1ºCor.6:18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.  
1ºCor.6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?  
1ºCor.6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.  


Capítulo 19


Elías huye a Horeb  


1°Rey.19:1 Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas.  
1°Rey.19:2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos.  
1°Rey.19:3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado.  
1°Rey.19:4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.  
1°Rey.19:5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.  
1°Rey.19:6 Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.  
1°Rey.19:7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta.  
1°Rey.19:8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.  
1°Rey.19:9 Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?  
1°Rey.19:10 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
1°Rey.19:11 El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.  
1°Rey.19:12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.  
1°Rey.19:13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?  
1°Rey.19:14 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
1°Rey.19:15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.
1°Rey.19:16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.  
1°Rey.19:17 Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.  
1°Rey.19:18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.  


Llamamiento de Eliseo  


1°Rey.19:19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.  
1°Rey.19:20 Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?  
1°Rey.19:21 Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.  


Am.3:3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?  
Am.3:4 ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?  
Am.3:5 ¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo?  
Am.3:6 ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?  
Am.3:7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.  
Am.3:8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?  


Destrucción de Samaria  


Am.3:9 Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved las muchas opresiones en medio de ella, y las violencias cometidas en su medio.  
Am.3:10 No saben hacer lo recto, dice Jehová, atesorando rapiña y despojo en sus palacios.  
Am.3:11 Por tanto, Jehová el Señor ha dicho así: Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra, y derribará tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.  
Am.3:12 Así ha dicho Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de una cama, y al lado de un lecho.  
Am.3:13 Oíd y testificad contra la casa de Jacob, ha dicho Jehová Dios de los ejércitos:  
Am.3:14 Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra.  
Am.3:15 Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.  


Capítulo 4


Am.4:1 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos.  
Am.4:2 Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador;  
Am.4:3 y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová.  
Am.4:4 Aunque castigado, Israel no aprende

No hay comentarios: