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“…Conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento”.- (Efesios 3:19).-

“El nos amó primero”

 Elegir como tema el amor de Cristo es adentrarse en lo infinito... Alguien para dar a entender mejor lo que es el amor que “no busca lo suyo” relató un hecho conmovedor, ocurrido hace más de medio siglo antes a una creyente viuda que había emprendido un largo viaje a pie con su niño de dos años. Al cruzar un paso en la montaña, a unos diez kilómetros de su casa, fue sorprendida por un temporal de nieve. Al llegar la noche, se hallaba en plena tormenta; incapaz de proseguir con su carga, se quitó su abrigo y su chal, envolvió al niño en ellos y lo depositó en una hendidura entre dos rocas; luego se lanzó de lleno a través de la tempestad para buscar socorro en la aldea. No pudo llegar, y al día siguiente se la halló muerta en la nieve. Pronto se descubrió también al niño, aún dormido, sano y salvo en la hendidura de la roca, preservado del frío por la ropa de su madre. ¿Qué pensaríamos nosotros si ese niño, salvado por su madre, viviese aún y no guardase en su corazón un sentimiento de profunda gratitud por la que él no conoció, por así decirlo, pero que se sacrificó por él? ¿Y si, mirando el chal todo gastado con el que envolvió su pequeño cuerpo con riesgo de su propia vida, no fuese conmovido hasta el fondo de su corazón?
 Queridos hermanos y amigos, ¿sienten arder sus corazones con un gran amor al recordar el sacrificio del Salvador en la cruz del Calvario? “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz?...: Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti (dice el Señor)”. (Isaías 49:15).-
 Quizá hasta ahora nunca habías pensado en lo que fue el amor del Señor Jesús por ti y por mi. Que hoy podamos entender algo mas de la profundidad de estas palabras: “El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Sea loado por siempre en mi corazón el Nombre de Jesús, ya que en el amor de nuestras madres hemos sido bendecidos, ellas pueden llegar a dar sus vidas por sus hijos, y así nos demuestran un pálido reflejo del amor de Cristo quien no murió en vano para los que le aceptaron en su corazón. Una vez me salvó entregando Su Vida en el monte de la Calavera, pero aún ahora El se vale de diferentes medios para yo alcance esa salvación eterna. Ahora también su amor no ha menguado a traves de los siglos por lo cual también seremos librados por medio de la Roca de los siglos, que es Jesús, quien fue herido por nosotros, allí seremos guardados de la furia de la tormenta que aqueja a la Iglesia en estos tiempos hasta que todos lleguemos a comprender "...con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, (...) y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento..." (Efesios 3:18 y 19).-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo






LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 5


Un caso de inmoralidad juzgado  


1ºCor.5:1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
1ºCor.5:2 Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?  
1ºCor.5:3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.  
1ºCor.5:4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,  
1ºCor.5:5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.  
1ºCor.5:6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
1ºCor.5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.  
1ºCor.5:8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.  
1ºCor.5:9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios;  
1ºCor.5:10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.  
1ºCor.5:11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.  
1ºCor.5:12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?  
1ºCor.5:13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.


Capítulo 18


Elías regresa a ver a Acab  


1°Rey.18:1 Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.  
1°Rey.18:2 Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.  
1°Rey.18:3 Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.  
1°Rey.18:4 Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua.  
1°Rey.18:5 Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.  
1°Rey.18:6 Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue separadamente por otro.  
1°Rey.18:7 Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?  
1°Rey.18:8 Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías.  
1°Rey.18:9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?  
1°Rey.18:10 Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado.  
1°Rey.18:11 ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías?  
1°Rey.18:12 Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.  
1°Rey.18:13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?  
1°Rey.18:14 ¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?  
1°Rey.18:15 Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.  
1°Rey.18:16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías.  
1°Rey.18:17 Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?  
1°Rey.18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.  
1°Rey.18:19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.  


Elías y los profetas de Baal  


1°Rey.18:20 Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.  
1°Rey.18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.  
1°Rey.18:22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.  
1°Rey.18:23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.  
1°Rey.18:24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.  
1°Rey.18:25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.  
1°Rey.18:26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.  
1°Rey.18:27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.  
1°Rey.18:28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.  
1°Rey.18:29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.  
1°Rey.18:30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.  
1°Rey.18:31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,
1°Rey.18:32 edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas  de grano.  
1°Rey.18:33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.  
1°Rey.18:34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,  
1°Rey.18:35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.  
1°Rey.18:36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.  
1°Rey.18:37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.  
1°Rey.18:38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.  
1°Rey.18:39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!  
1°Rey.18:40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.  


Elías ora por lluvia  


1°Rey.18:41 Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.  
1°Rey.18:42 Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.  
1°Rey.18:43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.  
1°Rey.18:44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.  
1°Rey.18:45 Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.  
1°Rey.18:46 Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.


Capítulo 2


Am.2:1 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.  
Am.2:2 Prenderé fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con tumulto, con estrépito y sonido de trompeta.  
Am.2:3 Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dice Jehová.  
Am.2:4 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.  
Am.2:5 Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.  


Juicio contra Israel  


Am.2:6 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.  
Am.2:7 Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre.  
Am.2:8 Sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de sus dioses.  
Am.2:9 Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo.  
Am.2:10 Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo.  
Am.2:11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice Jehová, hijos de Israel?  
Am.2:12 Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis.  
Am.2:13 Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas;  
Am.2:14 y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida.  
Am.2:15 El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.  
Am.2:16 El esforzado de entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jehová.  


Capítulo 3


El rugido del león  


Am.3:1 Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:  
Am.3:2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.

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