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“Teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, (testigos de esa verdad que el justo vivirá por fe)… corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús”. (Hebreos 12:1-2).-
“Imitad su fe”.- (Hebreos 13:7).-

Algunos ejemplos

 Para un padre: Abraham, de quien Dios decía: “Yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino del Señor, haciendo justicia y juicio” (Génesis 18:19).
 Para una madre; Ana, quien, habiendo recibido al hijo que había pedido a Dios (Samuel significa: pedido a Dios o Dios ha escuchado) le llevó muy joven a la casa de Dios para dedicarlo al Señor por todos los días de su vida (1 Samuel 1:9-28).
 Para una joven creyente: La muchacha que servia a Naamán, la que, pese a ser esclava en un país enemigo, dio un fiel testimonio del poder y del amor de su Dios (2 Reyes 5).
 Para hermanos y hermanas: Marta, María y Lázaro de Betania, quienes gustaban recibir a Jesús en su casa (Lucas 10:38).
 Para todos los hombres que buscan la verdad con rectitud; Los judíos de Berea, quienes recibieron con toda solicitud la Palabra anunciada por Pablo y Silas, “escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).
 Para todos los creyentes de todo lugar y de todos los tiempos:
Un modelo: Jesús.
 Con su andar en este mundo, El nos dejó “ejemplo” para que sigamos sus pisadas (1 Pedro 2:21) y para que “mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, seamos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


A donde yo voy, vosotros no podéis venir  


Jn.8:21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.  
Jn.8:22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?  
Jn.8:23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.  
Jn.8:24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.  
Jn.8:25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.  
Jn.8:26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.  
Jn.8:27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.  
Jn.8:28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.  
Jn.8:29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.  
Jn.8:30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.  


La verdad os hará libres  


Jn.8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  
Jn.8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.  
Jn.8:33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?  
Jn.8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.  
Jn.8:35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.  
Jn.8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.  
Jn.8:37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.  
Jn.8:38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.  


Sois de vuestro padre el diablo  


Jn.8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.  
Jn.8:40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.  
Jn.8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.  
Jn.8:42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.  
Jn.8:43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.  
Jn.8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.  
Jn.8:45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.  
Jn.8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?  
Jn.8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.


2°Cron.2:17 Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que había en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.  
2°Cron.2:18 Y señaló de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al pueblo  


Capítulo 3
Salomón edifica el templo    (1 R. 6.1-38)


2°Cron.3:1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en le monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.  
2°Cron.3:2 Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su reinado.  
2°Cron.3:3 Estas son las medidas que dio Salomón a los cimientos de la casa de Dios. La primera, la longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.  
2°Cron.3:4 El pórtico que estaba al frente del edificio era de veinte codos  de largo, igual al ancho de la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por dentro de oro puro.  
2°Cron.3:5 Y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de oro fino, e hizo realzar en ellas palmeras y cadenas.  
2°Cron.3:6 Cubrió también la casa de piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de Parvaim.  
2°Cron.3:7 así que cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas con oro; y esculpió querubines en las paredes.  
2°Cron.3:8 Hizo asimismo el lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos  según el ancho de la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos.  
2°Cron.3:9 Y el peso de los clavos era de uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió también de oro los aposentos.  
2°Cron.3:10 Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines de madera, los cuales fueron cubiertos de oro.  
2°Cron.3:11 La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque una ala era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín.  
2°Cron.3:12 De la misma manera una ala del otro querubín era del cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín.  
2°Cron.3:13 Estos querubines tenían las alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie con los rostros hacia la casa.  
2°Cron.3:14 Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.  


Las dos columnas    (1 R. 7. 15-22)


2°Cron.3:15 Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos  de altura cada una, con sus capiteles encima, de cinco codos.  
2°Cron.3:16 Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.  
2°Cron.3:17 Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda, Boaz.  


Capítulo 4


Mobiliario del templo    (1 R. 7. 23-51)


2°Cron.4:1 Hizo además un altar de bronce de veinte codos  de longitud, veinte codos de anchura, y diez codos de altura.  
2°Cron.4:2 También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos  de un borde al otro, enteramente redondo: su altura era de cinco codos, y un cordón de treinta codos lo ceñía alrededor.  
2°Cron.4:3 Y debajo del mar había figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada codo   alrededor; eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar.  
2°Cron.4:4 Estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, tres al occidente, y tres al sur, y tres al oriente: y el mar descansaba sobre ellos, y las anclas de ellos estaban hacia adentro.  
2°Cron.4:5 Y tenía de grueso un palmo menor, y el borde tenía la forma del borde de un cáliz, o de una flor de lis. Y le cabían tres mil batos.  
2°Cron.4:6 Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto; pero el mar era para que los sacerdotes se lavaran en él.  
2°Cron.4:7 Hizo asimismo diez candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el templo, cinco a la derecha, y cinco a la izquierda.  
2°Cron.4:8 Además hizo diez mesas y las puso en el templo, cinco a la derecha, y cinco a la izquierda: igualmente hizo cien tazones de oro.  
2°Cron.4:9 También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio, y cubrió de bronce las puertas de ellas.  
2°Cron.4:10 Y colocó el mar al lado derecho, hacia el sureste de la casa.  
2°Cron.4:11 Hiram hizo también calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía al rey Salomón para la casa de Dios;  
2°Cron.4:12 Dos columnas, y los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas, y dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas;  
2°Cron.4:13 Cuatrocientas granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para que cubriesen las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas.  
2°Cron.4:14 Hizo también las basas, sobre las cuales colocó las fuentes;  
2°Cron.4:15 Un mar, y los doce bueyes debajo de él:  
2°Cron.4:16  Y calderos, palas, y garfios; de bronce muy fino hizo todos sus enseres Hiram-abi al rey Salomón para la casa de Jehová.  
2°Cron.4:17 Y los fundió el rey en los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Seredata.  
2°Cron.4:18 Y Salomón hizo todos estos enseres en número tan grande, que no pudo saberse el peso del bronce.  
2°Cron.4:19 Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición;  
2°Cron.4:20 Asimismo los candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las encendiesen delante del lugar santísimo conforme a la ordenanza.  
2°Cron.4:21 Las flores, lamparillas, y tenazas se hicieron de oro, de oro finísimo;  
2°Cron.4:22 También las despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios eran de oro puro. Y de oro también la entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo.  


Capítulo 5


2°Cron.5:1 Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios.


MALAQUIAS


Capítulo 01


Mal.1:1 Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías.
Mal.1:2 Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,
Mal.1:3 y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
Mal.1:4 Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.
Mal.1:5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.
Mal.1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Mal.1:7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
Mal.1:8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio,¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Mal.1:9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.
Mal.1:10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
Mal.1:11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
Mal.1:12 Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable.
Mal.1:13 Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.
Mal.1:14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.


Capítulo 02


Mal.2:1 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.
Mal.2:2 Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.
Mal.2:3 He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él.
Mal.2:4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Mal.2:5 Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.
Mal.2:6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.
Mal.2:7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.
Mal.2:8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.

Mal.2:9 Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.

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