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“Respondió Jesús:… Todo aquel que es de la verdad oye mi voz. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?”.- (Juan 18:37-38).-

¿Por qué Jesucristo y no Mahoma?

 No es una vez que he escuchado esta pregunta y muchos son los que le atribuyen el mismo valor a cualquier religión con tal de que sea profesada con sinceridad.
 ¿Por qué precisamente Jesucristo? Si Confucio, Buda o Mahoma fueron también buenos fundadores de religiones decía un estudiante universitario. Al cual se le preguntó: ¿Tu pones en el mismo nivel a Buda y a Jesucristo? ¿Cuál de aquellos fundadores fue anunciado por las profecías?
 Ese joven no supo qué contestar. La venida de Jesús fue anunciada siglos antes; de antemano se conocía el lugar de su nacimiento, su entrada triunfal en Jerusalén, así como sus sufrimientos y su muerte. Que por nuestras rebeliones fue herido, molido por nuestros pecados y por su llaga fuimos curados. Hay aun otros textos que comprueban que en el Antiguo Testamento ya se había predicho que ninguno de los huesos de Cristo sería quebrado y que sobre su ropa se echarían suertes.
 Ahora, se te pregunta a ti que lees esto ¿Crees tu, que todas esas profecías se cumplieron por pura casualidad y precisamente en la vida de Jesús?. Vemos que hechos semejantes que conciernan a los fundadores de las religiones que ya se mencionaron nunca fueron predichos por las profecías.
 Todos nosotros, no podemos sino quedar pasmados ante los hechos y/o la Obra de Cristo. ¿Se entiende ahora porqué Cristo no es cualquier fundador de "religión"?. ¡Jesucristo es el Hijo de Dios! No es por casualidad que Buda afirmó al final de su vida: “Aún busco la verdad”. Pero Jesús dijo: “Yo soy la verdad”.-

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


La mujer adúltera  


Jn.7:53 Cada uno se fue a su casa;  


Capítulo 8


Jn.8:1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.  
Jn.8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.  
Jn.8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,  
Jn.8:4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.  
Jn.8:5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?  
Jn.8:6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.  
Jn.8:7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.  
Jn.8:8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.  
Jn.8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.  
Jn.8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?  
Jn.8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.  


Jesús, la luz del mundo  


Jn.8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.  
Jn.8:13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Jn.8:14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.  
Jn.8:15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.  
Jn.8:16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.  
Jn.8:17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.  
Jn.8:18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.  
Jn.8:19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.  
Jn.8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.


Segundo Libro de
CRONICAS


Capítulo 1


Salomón pide sabiduría    (1 R. 3. 3-15)


2°Cron.1:1 Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.  
2°Cron.1:2 Y convocó Salomón a todo Israel, a jefes de millares y de centenas, a jueces y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de familias.  
2°Cron.1:3  Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto.  
2°Cron.1:4 Pero David había traído el arca de Dios desde Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado;  porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.
2°Cron.1: 5 Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella asamblea.
2°Cron.1:6 Subió, pues, Salomón allá ante Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.  
2°Cron.1:7 Y aquella noche apareció Dios  a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.  
2°Cron.1:8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en  lugar suyo.  
2°Cron.1:9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios,  tu palabra dada a David mi padre, porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
2°Cron.1:10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque, quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?  
2°Cron.1:11 Y dijo Dios a Salomón: por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,  
2°Cron.1:12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.  
2°Cron.1:13 Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.  


Salomón comercia en caballos y en carros    (1 R. 10. 26-29; 2 Cr. 9. 25-28)


2°Cron.1:14 Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén.  
2°Cron.1:15 Y acumuló el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y cedro como cabrahigos de la Sefela en abundancia.  
2°Cron.1:16 Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón.
2°Cron.1:17 Y subían y compraban en Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos, para todos los reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.  


Capítulo 2


Pacto de Salomón con Hiram    (1 R. 5. 1-18; 7. 13-14)


2°Cron.2:1 Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino.  
2°Cron.2:2 Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil quinientos que los vigilasen.  
2°Cron.2:3 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase.  
2°Cron.2:4 He aquí, yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a mañana y tarde, en los días de reposo, nuevas lunas, y festividades de Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.  
2°Cron.2:5 Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.  
2°Cron.2:6 Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de  los cielos no pueden contenerlo? ¿quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?  
2°Cron.2:7 Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.  
2°Cron.2:8 Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,  
2°Cron.2:9 para que me preparen mucha madera, porque la casa que tengo que edificar ha de ser grande y portentosa.  
2°Cron.2:10 Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado veinte mil coros  de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.  
2°Cron.2:11 Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito que envió a Salomón: porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.  
2°Cron.2:12 Además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa a Jehová, y casa para su reino.  
2°Cron.2:13 Yo, pues, te he enviado un hombre hábil y entendido, Hiram-abi,  
2°Cron.2:14 hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida, con tus hombres peritos, y con los de mi señor David tu padre.  
2°Cron.2:15 Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino, que ha dicho;  
2°Cron.2:16 y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la traeremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.  


Capítulo 14


Jerusalén y las naciones  


Zac.14:1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.  
Zac.14:2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.  
Zac.14:3 Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.  
Zac.14:4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.  
Zac.14:5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.  
Zac.14:6 Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura.  
Zac.14:7 Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.  
Zac.14:8 Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.  
Zac.14:9 Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.  
Zac.14:10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.  
Zac.14:11 Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.  
Zac.14:12 Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca.  
Zac.14:13 Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.  
Zac.14:14 Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia.  
Zac.14:15 Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos.  
Zac.14:16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Zac.14:17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.  
Zac.14:18 Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.  
Zac.14:19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos.  
Zac.14:20 En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar.  

Zac.14:21 Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.

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