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"El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos". 
"Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios". 
"Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús". 
"Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?" 
"Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima". (San Juan 1:35-39)

LA INDICACION DEL BAUTISTA

 Que hermoso hallazgo!!! Que grandiosa indicación!!! ¡¡He aqui!!... Cuanto significado!, habla de una necesidad muy profunda, raíz de todos los males de la humanidad, pero HE AQUÍ ahora también la solución a todos los males de la humanidad, pero a diferencia de los antiguos que traían como oferentes un cordero para expiación de los pecados, He aquí, un Cordero provisto por Dios, santo, puro, inmaculado, INOCENTE... En la mente de esos sencillos discípulos, conocedores de alguna que otra norma de la Ley mosaica, hombres del vulgo, confundidos con algunas cosas que ni siquiera los fariseos entenderían bien, confundidos aun mas por aquella manera en que era administrado el santuario de aquellos días de lo cual Jesús denuncia en San Mateo 23, ahora ante la indicación de la VOZ de aquel que clama en el desierto "mas que profeta...", reciben estas palabras escultóricas. "He aquí el Cordero de Dios..." He aquí la solución, he aquí la mirada santa e inocente del Cordero, allí tan humildemente vestido, tan inadvertido... 
 Creo que no era un buen día para Juan ese día, creo que habrá clamado a Dios viendo tantas contradicciones, "Tu ¿Quien eres? ¿Que dices de ti mismo?, hasta aún en las esferas del gobierno, tanta corrupción y pecado... Pero allí paso un hombre que se confundía entre los demás, allí esta la esperanza, dentro de todas las malas cosas que denunciaría el Bautista, de las malas interpretaciones, dentro de tantas corrientes de confusión todas indicando que estaban en la verdad, allí el ojo profético del Bautista lo ve y no pudo menos que emitir una exclamación llena de esperanza, "He aquí el Cordero de Dios...", No es para menos, aquellos discípulos comenzaron a seguirle. Y Jesús se dio cuenta que le estaban siguiendo y les preguntó ¿Que buscan?, Ahora tu ¿Has comenzado a seguir a Jesús?, Quizá solo veas sencillez, quizá tu Casa de Oración sea muy sencilla, quizá muchos piensen que no pueden entrar en un lugar tan poco adornado, quizá tu pastor apenas camina y no tenga cosas de otras "grandes congregaciones", pero si has recibido la VOZ, "He aquí el Cordero de Dios..." Si le buscas de todo tu corazón, puede ser debajo de un árbol ese lugar de oración, no importa, allí mismo El cumplirá Su promesa "Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón...". ¿Que buscan?, Muy interesante pregunta... ¿Que buscas tu cuando le buscas?, cuales son tus intereses?, sera por tu enfermedad? será por tu necesidad económica? será por tu hijo/a enfermo? o algún pariente enfermo? Porque tu hogar se esta destruyendo?, ¿Que buscas?... Bienaventurada el alma que solo le importa El, nada señor, solo estar contigo un momento, nada Señor, ¿donde moras?, quizá ya sea el anochecer en tu vida, quizá sea la hora décima, pero necesito estar contigo, allí donde moras, El te lo hará saber, Si alma, El te anhela tanto, quiere darte tanto mas de lo que imaginas, por ello no imagines nada, deja que El te sorprenda con lo reservado de sus moradas, mas hermosas que las tiendas de Salomón... El te mostrará donde mora, allí en el Trono de Dios "Y del Cordero..."

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 18


Arresto de Jesús  - (Mt. 26.47-56; Mr. 14.43-50; Lc. 22.47-53)


Jn.18:1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.  
Jn.18:2 Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.  
Jn.18:3 Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.  
Jn.18:4 Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?  
Jn.18:5 Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.  
Jn.18:6 Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.  
Jn.18:7 Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno.  
Jn.18:8 Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;  
Jn.18:9 para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.
Jn.18:10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Jn.18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?  


Jesús ante el sumo sacerdote  - (Mt. 26.57-58; Mr. 14.53-54; Lc. 22.54)  


Jn.18:12 Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,  
Jn.18:13 y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.  
Jn.18:14 Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.


Pedro en el patio de Anás  - (Mt. 26.69-70; Mr. 14.66-68; Lc. 22.55-57)


Jn.18:15 Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;  
Jn.18:16 mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.  
Jn.18:17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.  
Jn.18:18 Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.


Capítulo 26


Reinado de Uzías    (2 R. 15. 1-7)


2°Cron.26:1 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre.  
2°Cron.26:2 Uzías edificó él a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey Amasías durmió con sus padres.  
2°Cron.26:3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén .  
2°Cron.26:4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.  
2°Cron.26:5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó.  
2°Cron.26:6 Y salió, y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en Asdod, y en la tierra de los filisteos.  
2°Cron.26:7 Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.  
2°Cron.26:8 Y dieron los amonitas presentes a Uzías, y se divulgó su fama hasta la frontera de Egipto; porque se había hecho altamente poderoso.  
2°Cron.26:9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.  
2°Cron.26:10 Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas: porque tuvo muchos ganados, así en los Sefela como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.  
2°Cron.26:11 Tuvo también Uzías un ejército de guerreros, los cuales salían a la guerra en divisiones, de acuerdo con la lista hecha por mano de Jehiel escriba, y de Maasías gobernador, y por mano de Hananías, uno de los jefes del rey.  
2°Cron.26:12 Todo el número de los jefes de familias, valientes y esforzados, era dos mil seiscientos.  
2°Cron.26:13 Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes, para ayudar al rey contra los enemigos.  
2°Cron.26:14 Y Uzías preparó para todo el ejército, escudos, lanzas, yelmos, coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras.  
2°Cron.26:15 E hizo en Jerusalén  máquinas por inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras, y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.  
2°Cron.26:16 Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.  
2°Cron.26:17 Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones valientes.  
2°Cron.26:18 Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo.Sal del santuario, por que has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios.  
2°Cron.26:19 Entonces Uzías, teniendo enla mano un incensariopar ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso.  
2°Cron.26:20 Y le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; e le hicieron salir apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido.  
2°Cron.26:21 Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.  
2°Cron.26:22 Los demás de los hechos de Uzías, primeros y postreros, fueron escritos por el profeta Isaías, hijo de Amóz.  
2°Cron.26:23 Y durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es. Y reinó Jotam su hijo en lugar suyo.


Capítulo 83


Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel
Cántico. Salmo de Asaf.


Sal.83:1 Oh Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Sal.83:2 Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.
Sal.83:3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
Sal.83:4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
Sal.83:5 Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza
Sal.83:6 Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;
Sal.83:7 Gebal, Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.
Sal.83:8 También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah
Sal.83:9 Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;
Sal.83:10 Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.
Sal.83:11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
Sal.83:12 Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.
Sal.83:13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,
Sal.83:14 Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.
Sal.83:15 Persíguelos así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.
Sal.83:16 Llena sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.
Sal.83:17 Sean afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.
83:18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.

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