“(Isaac) edificó allí un altar, e invocó el nombre del Señor, y plantó allí su tienda”. (Génesis 26:25).-
La tienda y el altar
En todos los tiempos, aun en los más sombríos momentos de la historia de la humanidad, Dios tuvo sus testigos. Antes del diluvio, cuando la maldad del hombre era tan grande que Dios tuvo que decir, “Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado”, vivía “un varón justo”, Noé, que caminó con Dios. Cuando el juicio iba a caer sobre la corrupta Sodoma un hombre de fe, Abraham, conversaba con su Dios en el valle del Mamré. Asimismo, en los más oscuros tiempos de la Edad Media, la fe brillaba en la vida de fieles testigos.
Dos símbolos permiten reconocer a un testigo de Dios: una tienda y un altar. La tienda señala su posición frente al mundo es un extranjero cuyos verdaderos intereses no se hallan aquí abajo. El altar caracteriza sus relaciones con Dios: oración, alabanza, comunión. Nos toca a nosotros, creyentes, proclamar “la memoria de su inmensa bondad”. Este loor brota de nuestros corazones en medio de un mundo de pecado y de tinieblas. Pronto todas las cosas le alabarán: millones de millones de ángeles dirán la gloria del Cordero y todas las criaturas se les unirán, pero, en la visión de esa alabanza universal, los que ocupan el primer lugar y expresan la adoración del modo más elevado son los redimidos de Cristo: sólo ellos tienen arpas y sólo ellos cantan “un nuevo cántico, diciendo: "...tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes” (Apocalipsis 5).- Aleluya....!!!...
La tienda y el altar
En todos los tiempos, aun en los más sombríos momentos de la historia de la humanidad, Dios tuvo sus testigos. Antes del diluvio, cuando la maldad del hombre era tan grande que Dios tuvo que decir, “Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado”, vivía “un varón justo”, Noé, que caminó con Dios. Cuando el juicio iba a caer sobre la corrupta Sodoma un hombre de fe, Abraham, conversaba con su Dios en el valle del Mamré. Asimismo, en los más oscuros tiempos de la Edad Media, la fe brillaba en la vida de fieles testigos.
Dos símbolos permiten reconocer a un testigo de Dios: una tienda y un altar. La tienda señala su posición frente al mundo es un extranjero cuyos verdaderos intereses no se hallan aquí abajo. El altar caracteriza sus relaciones con Dios: oración, alabanza, comunión. Nos toca a nosotros, creyentes, proclamar “la memoria de su inmensa bondad”. Este loor brota de nuestros corazones en medio de un mundo de pecado y de tinieblas. Pronto todas las cosas le alabarán: millones de millones de ángeles dirán la gloria del Cordero y todas las criaturas se les unirán, pero, en la visión de esa alabanza universal, los que ocupan el primer lugar y expresan la adoración del modo más elevado son los redimidos de Cristo: sólo ellos tienen arpas y sólo ellos cantan “un nuevo cántico, diciendo: "...tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes” (Apocalipsis 5).- Aleluya....!!!...
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 14
Muerte de Juan el Bautista -
(Mr. 6. 14-29; Lc. 9. 7-9)
Mat.14:1 En aquel tiempo
Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
Mat.14:2 y dijo a sus criados:
Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él
estos poderes.
Mat.14:3 Porque Herodes había
prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de
Herodías, mujer de Felipe su hermano;
Mat.14:4 porque Juan le decía:
No te es lícito tenerla.
Mat.14:5 Y Herodes quería
matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
Mat.14:6 Pero cuando se
celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y
agradó a Herodes,
Mat.14:7 por lo cual éste le
prometió con juramento darle todo lo que pidiese.
Mat.14:8 Ella, instruida
primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el
Bautista.
Mat.14:9 Entonces el rey se
entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa,
mandó que se la diesen,
Mat.14:10 y ordenó decapitar a
Juan en la cárcel.
Mat.14:11 Y fue traída su
cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
Mat.14:12 Entonces llegaron sus
discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a
Jesús.
Alimentación de los cinco mil -
(Mr. 6. 30-44; Lc. 9. 10-17; Jn. 6. 1-14)
Mat.14:13 Oyéndolo Jesús, se
apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente
lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
Mat.14:14 Y saliendo Jesús, vio
una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban
enfermos.
Mat.14:15 Cuando anochecía, se
acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya
pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de
comer.
Mat.14:16 Jesús les dijo: No
tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
Mat.14:17 Y ellos dijeron: No
tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
Mat.14:18 El les dijo:
Traédmelos acá.
Mat.14:19 Entonces mandóa la
gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y
levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los
discípulos, y los discípulos a la multitud.
Mat.14:20 Y comieron todos, y
se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
Mat.14:21 Y los que comieron
fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Capítulo 20
Penas por actos de
inmoralidad
Lev.20:1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
Lev.20:2 Dirás asimismo a los
hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros
que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro
morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.
Lev.20:3 Y yo pondré mi rostro
contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus
hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.
Lev.20:4 Si el pueblo de la
tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a
Moloc, para no matarle,
Lev.20:5 entonces yo pondré mi
rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo,
con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc.
Lev.20:6 Y la persona que
atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré
mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.
Lev.20:7 Santificaos, pues, y
sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.
Lev.20:8 Y guardad mis
estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.
Lev.20:9 Todo hombre que
maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre
maldijo; su sangre será sobre él.
Lev.20:10 Si un hombre
cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera
indefectiblemente serán muertos.
Lev.20:11 Cualquiera que
yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han
de ser muertos; su sangre será sobre ellos.
Lev.20:12 Si alguno durmiere
con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será
sobre ellos.
Lev.20:13 Si alguno se ayuntare
con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre
ellos será su sangre.
Lev.20:14 El que tomare mujer y
a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que
no haya vileza entre vosotros.
Lev.20:15 Cualquiera que
tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia.
Lev.20:16 Y si una mujer se
llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán
indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.
Lev.20:17 Si alguno tomare a su
hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere
la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su
pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.
Lev.20:18 Cualquiera que
durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió,
y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su
pueblo.
Lev.20:19 La desnudez de la
hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al
descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán.
Lev.20:20 Cualquiera que
durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su
padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos.
Lev.20:21 Y el que tomare la
mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió;
sin hijos serán.
Lev.20:22 Guardad, pues, todos
mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra, no sea que os vomite
la tierra en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella.
Lev.20:23 Y no andéis en las
prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos
hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.
Lev.20:24 Pero a vosotros os he
dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la
poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo Jehová vuestro Dios, que
os he apartado de los pueblos.
Lev.20:25 Por tanto, vosotros
haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia;
y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con
nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos.
Lev.20:26 Habéis, pues, de
serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para
que seáis míos.
Lev.20:27 Y el hombre o la
mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de
morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.
Capítulo 21
Santidad de los sacerdotes
Lev.21:1 Jehová dijo a Moisés:
Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un
muerto en sus pueblos.
Lev.21:2 Mas por su pariente
cercano, por su madre o por su padre, o por su hijo o por su hermano,
Lev.21:3 o por su hermana
virgen, a él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se
contaminará.
Lev.21:4 No se contaminará como
cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo.
Lev.21:5 No harán tonsura en su
cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños.
Lev.21:6 Santos serán a su
Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para
Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos.
Lev.21:7 Con mujer ramera o
infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote
es santo a su Dios.
Lev.21:8 Le santificarás, por
tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo
Jehová que os santifico.
Lev.21:9 Y la hija del
sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al
fuego.
Lev.21:10 Y el sumo sacerdote
entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y
que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni
rasgará sus vestidos,
Lev.21:11 ni entrará donde haya
alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.
Lev.21:12 Ni saldrá del
santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el
aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Jehová.
Lev.21:13 Tomará por esposa a
una mujer virgen.
Lev.21:14 No tomará viuda, ni
repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por
mujer,
Lev.21:15 para que no profane su
descendencia en sus pueblos; porque yo Jehová soy el que los santifico.
Lev.21:16 Y Jehová habló a
Moisés, diciendo:
Lev.21:17 Habla a Aarón y dile:
Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se
acercará para ofrecer el pan de su Dios.
Lev.21:18 Porque ningún varón
en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o
sobrado,
Lev.21:19 o varón que tenga
quebradura de pie o rotura de mano,
Lev.21:20 o jorobado, o enano,
o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo
magullado.
Lev.21:21 Ningún varón de la
descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para
ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará
a ofrecer el pan de su Dios.
Lev.21:22 Del pan de su Dios,
de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.
Lev.21:23 Pero no se acercará
tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que
no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.
Lev.21:24 Y Moisés habló esto a
Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.
Capítulo 30
Las palabras de Agur
Prov.30:1 Palabras de Agur,
hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal.
Prov.30:2 Ciertamente más rudo
soy yo que ninguno,
Ni tengo entendimiento de hombre.
Prov.30:3 Yo ni aprendí
sabiduría,
Ni conozco la ciencia del Santo.
Prov.30:4 ¿Quién subió al
cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si
sabes?
Prov.30:5 Toda palabra de Dios
es limpia;
El es escudo a los que en él esperan.
Prov.30:6 No añadas a sus palabras,
para que no te reprenda,
Y seas hallado mentiroso.
Prov.30:7 Dos cosas te he
demandado;
No me las niegues antes que muera:
Prov.30:8 Vanidad y palabra
mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;
Prov.30:9 No sea que me sacie,
y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte,
Y blasfeme el nombre de mi Dios.
Prov.30:10 No acuses al siervo
ante su señor,
No sea que te maldiga, y lleves el castigo.
Prov.30:11 Hay generación que
maldice a su padre
Y a su madre no bendice.
Prov.30:12 Hay generación
limpia en su propia opinión,
Si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
Prov.30:13 Hay generación cuyos
ojos son altivos
Y cuyos párpados están levantados en alto.
Prov.30:14 Hay generación cuyos
dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para devorar a los pobres de la tierra, y a los
menesterosos de entre los hombres.
Prov.30:15 La sanguijuela tiene
dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame!
Tres cosas hay que nunca se sacian;
Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!
Prov.30:16 El Seol, la matriz
estéril,
La tierra que no se sacia de aguas,
Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!
Prov.30:17 El ojo que escarnece
a su padre
Y menosprecia la enseñanza de la madre,
Los cuervos de la cañada lo saquen,
Y lo devoren los hijos del águila.
Prov.30:18 Tres cosas me son
ocultas;
Aun tampoco sé la cuarta:
Prov.30:19 El rastro del águila
en el aire;
El rastro de la culebra sobre la peña;
El rastro de la nave en medio del mar;
Y el rastro del hombre en la doncella.
Prov.30:20 El proceder de la
mujer adúltera es así:
Come, y limpia su boca
Y dice: No he hecho maldad.
Prov.30:21 Por tres cosas se
alborota la tierra,
Y la cuarta ella no puede sufrir:
Prov.30:22 Por el siervo cuando
reina;
Por el necio cuando se sacia de pan;
Prov.30:23 Por la mujer odiada
cuando se casa;
Y por la sierva cuando hereda a su señora.
Prov.30:24 Cuatro cosas son de
las más pequeñas de la tierra,
Y las mismas son más sabias que los sabios:
Prov.30:25 Las hormigas, pueblo
no fuerte,
Y en el verano preparan su comida;
Prov.30:26 Los conejos, pueblo
nada esforzado,
Y ponen su casa en la piedra;
Prov.30:27 Las langostas, que
no tienen rey,
Y salen todas por cuadrillas;
Prov.30:28 La araña que atrapas
con la mano,
Y está en palacios de rey.
Prov.30:29 Tres cosas hay de
hermoso andar,
Y la cuarta pasea muy bien:
Prov.30:30 El león, fuerte
entre todos los animales,
Que no vuelve atrás por nada;
Prov.30:31 El ceñido de lomos;
asimismo el macho cabrío;
Y el rey, a quien nadie resiste.
Prov.30:32 Si neciamente has
procurado enaltecerte,
O si has pensado hacer mal,
Pon el dedo sobre tu boca.
Prov.30:33 Ciertamente el que bate
la leche sacará mantequilla,
Y el que recio se suena las narices sacará sangre;
Y el que provoca la ira causará contienda.
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