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“La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece”. (Oseas 6:4)

Decir y hacer

 En la vieja catedral de Lübeck (Alemania) se halla una  inscripción anónima y muy famosa que dice:
      “Me llaman Señor y no me obedecen.
      Me llaman la Luz y no me ven.
      Dicen que soy el Camino y no quieren seguirme
      Me llaman la Sabiduría y no me escuchan. 
      Dicen que soy amable y no me aman. 
      Dicen que soy rico y no me piden nada. 
      Dicen que soy eterno y me abandonan 
      Dicen que soy bueno y no me tienen confianza
      Me llaman el noble y no quieren servirme.
      Dicen que soy poderoso pero nadie me honra.
      Me llaman el justo y no me temen.
      Un día, si los condeno, entonces no me lo reprochen.”
 Siete siglos antes de Cristo, Dios denunciaba ya la hipocresía de su pueblo; “Este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí” (Isaías 29:13).
 Más de un siglo después, Jeremías confirmaba ese mismo concepto: “Cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones” (12:2).
 Hablando de los escribas y de los fariseos, Jesús dijo; “Dicen y no hacen” (Mateo 23:3).
 ¿Y qué hay de nosotros? ¿Corresponde siempre nuestra conducta a lo que profesamos?
 Señor, que podamos corresponderte entregándote todo nuestro corazón sin reservas, sin pretender gustar las cosas eternas junto con las cosas de este mundo... Tu lo tendrás todo o no aceptarías nada, tu no aceptas un condominio con el pecado en los corazones, permite que si la enfermedad de la hipocresía ha inundado nuestra alma, podamos ser sanados y transformados en cristianos de corazón... 

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo






LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Jesús sana a la suegra de Pedro - (Mr. 1. 29-34; Lc. 4. 38-41)

Mat.8:14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.
Mat.8:15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
Mat.8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Mat.8:17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Los que querían seguir a Jesús - (Lc. 9. 57-62)

Mat.8:18 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.
Mat.8:19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
Mat.8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Mat.8:21 Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
Mat.8:22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.

Jesús calma la tempestad - (Mr. 4. 35-41; Lc. 8. 22-25)

Mat.8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Mat.8:24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
Mat.8:25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Mat.8:26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Mat.8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?


Los endemoniados gadarenos - (Mr. 5. 1-20; Lc. 8. 26-39)

Mat.8:28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
Mat.8:29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
Mat.8:30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
Mat.8:31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
Mat.8:32 El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
Mat.8:33 Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
Mat.8:34 Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.



LIBRO TERCERO DE MOISÉS
LEVÍTICO

Capítulo 1

Los holocaustos  

Lev.1:1 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo:  
Lev.1:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.  
Lev.1:3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová.  
Lev.1:4 Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.  
Lev.1:5 Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión.  
Lev.1:6 Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas.  
Lev.1:7 Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego.  
Lev.1:8 Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar;  
Lev.1:9 y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.  
Lev.1:10 Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá.  
Lev.1:11 Y lo degollará al lado norte del altar delante de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor.  
Lev.1:12 Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grosura de los intestinos; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar;
Lev.1:13 y lavará las entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.  
Lev.1:14 Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos.  
Lev.1:15 Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar.  
Lev.1:16 Y le quitará el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas.  
Lev.1:17 Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.  

Capítulo 2

Las ofrendas

Lev.2:1 Cuando alguna persona ofreciere oblación a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso,  
Lev.2:2 y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová.  
Lev.2:3 Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová.  
Lev.2:4 Cuando ofrecieres ofrenda cocida en horno, será de tortas de flor de harina sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite.  
Lev.2:5 Mas si ofrecieres ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite,  
Lev.2:6 la cual partirás en piezas, y echarás sobre ella aceite; es ofrenda.  
Lev.2:7 Si ofrecieres ofrenda cocida en cazuela, se hará de flor de harina con aceite.  
Lev.2:8 Y traerás a Jehová la ofrenda que se hará de estas cosas, y la presentarás al sacerdote, el cual la llevará al altar.  
Lev.2:9 Y tomará el sacerdote de aquella ofrenda lo que sea para su memorial, y lo hará arder sobre el altar; ofrenda encendida de olor grato a Jehová.  
Lev.2:10 Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová.  
Lev.2:11 Ninguna ofrenda que ofreciereis a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová.  
Lev.2:12 Como ofrenda de primicias las ofreceréis a Jehová; mas no subirán sobre el altar en olor grato.  
Lev.2:13 Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.  
Lev.2:14 Si ofrecieres a Jehová ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano desmenuzado ofrecerás como ofrenda de tus primicias.  
Lev.2:15 Y pondrás sobre ella aceite, y pondrás sobre ella incienso; es ofrenda.  
Lev.2:16 Y el sacerdote hará arder el memorial de él, parte del grano desmenuzado y del aceite, con todo el incienso; es ofrenda encendida para Jehová.


Capítulo 19

Prov.19:1 Mejor es el pobre que camina en integridad,  
Que el de perversos labios y fatuo.  
Prov.19:2 El alma sin ciencia no es buena,  
Y aquel que se apresura con los pies, peca.  
Prov.19:3 La insensatez del hombre tuerce su camino,  
Y luego contra Jehová se irrita su corazón.  
Prov.19:4 Las riquezas traen muchos amigos;  
Mas el pobre es apartado de su amigo.  
Prov.19:5 El testigo falso no quedará sin castigo,  
Y el que habla mentiras no escapará.  
Prov.19:6 Muchos buscan el favor del generoso,  
Y cada uno es amigo del hombre que da.  
Prov.19:7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen;  
¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él!  
Prov.Buscará la palabra, y no la hallará.  
19:8 El que posee entendimiento ama su alma;  
El que guarda la inteligencia hallará el bien.  
Prov.19:9 El testigo falso no quedará sin castigo,  
Y el que habla mentiras perecerá.  
Prov.19:10 No conviene al necio el deleite;  
¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!  
Prov.19:11 La cordura del hombre detiene su furor,  
Y su honra es pasar por alto la ofensa.  
Prov.19:12 Como rugido de cachorro de león es la ira del rey,  
Y su favor como el rocío sobre la hierba.  
Prov.19:13 Dolor es para su padre el hijo necio,  
Y gotera continua las contiendas de la mujer.  
Prov.19:14 La casa y las riquezas son herencia de los padres;  
Mas de Jehová la mujer prudente.  
Prov.19:15 La pereza hace caer en profundo sueño,  
Y el alma negligente padecerá hambre.  
Prov.19:16 El que guarda el mandamiento guarda su alma;  
Mas el que menosprecia sus caminos morirá.  
Prov.19:17 A Jehová presta el que da al pobre,  
Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.  
Prov.19:18 Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.  
Prov.19:19 El de grande ira llevará la pena;  
Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.  
Prov.19:20 Escucha el consejo, y recibe la corrección,  
Para que seas sabio en tu vejez.
Prov.19:21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;  
Mas el consejo de Jehová permanecerá.
Prov.19:22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia;  
Pero mejor es el pobre que el mentiroso.  
Prov.19:23 El temor de Jehová es para vida,  
Y con él vivirá lleno de reposo el hombre;  
No será visitado de mal.  
Prov.19:24 El perezoso mete su mano en el plato,  
Y ni aun a su boca la llevará.  
Prov.19:25 Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado;  
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.  
Prov.19:26 El que roba a su padre y ahuyenta a su madre,  
Es hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.  
Prov.19:27 Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas  
Que te hacen divagar de las razones de sabiduría.  
Prov.19:28 El testigo perverso se burlará del juicio,  
Y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad.  
Prov.19:29 Preparados están juicios para los escarnecedores,  

Y azotes para las espaldas de los necios.

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