“Mirad que no desechéis al que habla”. (Hebreos 12:25).-
“¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
(Hebreos 10:31).-
Demasiado tarde para cambiar de amo
Un médico creyente había sido llamado a la cabecera de un cardíaco postrado por una muy grave crisis. Como el enfermo hacía alusión a su próxima muerte, el médico le preguntó adónde pensaba ir después de morir. La respuesta no se hizo esperar: “He servido al diablo toda mi vida; es demasiado tarde para cambiar de amo”. Pese a lo desesperante de la confesión de su enfermo, el médico le anunció la buena nueva de la salvación. Precisamente son los pecadores a quienes Dios busca para salvarlos; son los que están bajo la esclavitud de Satanás a quienes el Señor quiere liberar. No echará fuera al que a El viene. El médico se levantó para orar, pero el hombre se opuso. Algunas horas más tarde, éste entraba en la eternidad.
¿Qué habrá hecho del último mensaje que le fue dirigido a las puertas de la muerte? ¿Lo habrá recibido en su corazón o lo habrá rechazado? Todavía no era demasiado tarde para cambiar de amo pero, por cierto, era el último momento. De todos modos, para él la cuestión está resuelta ahora, pues “en el lugar que el árbol cayere, allí quedará” (Eclesiastés 11:3). Este mensaje que usted lee, este una advertencia que Dios le dirige después de muchas otras, ¿sabe él si no será el último mensaje? ¿Podrá serle dirigida otra llamada de atención?, Nadie lo puede asegurar.
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros: “Reconciliaos con Dios...” “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios” (2 Cor. 5:20 y 6:1).-
“¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
(Hebreos 10:31).-
Demasiado tarde para cambiar de amo
Un médico creyente había sido llamado a la cabecera de un cardíaco postrado por una muy grave crisis. Como el enfermo hacía alusión a su próxima muerte, el médico le preguntó adónde pensaba ir después de morir. La respuesta no se hizo esperar: “He servido al diablo toda mi vida; es demasiado tarde para cambiar de amo”. Pese a lo desesperante de la confesión de su enfermo, el médico le anunció la buena nueva de la salvación. Precisamente son los pecadores a quienes Dios busca para salvarlos; son los que están bajo la esclavitud de Satanás a quienes el Señor quiere liberar. No echará fuera al que a El viene. El médico se levantó para orar, pero el hombre se opuso. Algunas horas más tarde, éste entraba en la eternidad.
¿Qué habrá hecho del último mensaje que le fue dirigido a las puertas de la muerte? ¿Lo habrá recibido en su corazón o lo habrá rechazado? Todavía no era demasiado tarde para cambiar de amo pero, por cierto, era el último momento. De todos modos, para él la cuestión está resuelta ahora, pues “en el lugar que el árbol cayere, allí quedará” (Eclesiastés 11:3). Este mensaje que usted lee, este una advertencia que Dios le dirige después de muchas otras, ¿sabe él si no será el último mensaje? ¿Podrá serle dirigida otra llamada de atención?, Nadie lo puede asegurar.
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros: “Reconciliaos con Dios...” “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios” (2 Cor. 5:20 y 6:1).-
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA PARA HOY
La Biblia en un Año.
Mat.18:18 De cierto os digo que
todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis
en la tierra, será desatado en el cielo.
Mat.18:19 Otra vez os digo, que
si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Mat.18:20 Porque donde están
dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Mat.18:21 Entonces se le acercó
Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra
mí? ¿Hasta siete?
Mat.18:22 Jesús le dijo: No te
digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Los dos deudores
Mat.18:23 Por lo cual el reino
de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Mat.18:24 Y comenzando a hacer
cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Mat.18:25 A éste, como no pudo
pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía,
para que se le pagase la deuda.
Mat.18:26 Entonces aquel
siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te
lo pagaré todo.
Mat.18:27 El señor de aquel
siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Mat.18:28 Pero saliendo aquel
siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de
él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
Mat.18:29 Entonces su
consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y
yo te lo pagaré todo.
Mat.18:30 Mas él no quiso, sino
fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
Mat.18:31 Viendo sus consiervos
lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo
lo que había pasado.
Mat.18:32 Entonces, llamándole
su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me
rogaste.
Mat.18:33 ¿No debías tú también
tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
Mat.18:34 Entonces su señor,
enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
18:35 Así también mi Padre
celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas.
Capítulo 7
Ofrendas para la dedicación del
altar
Num.7:1 Aconteció que cuando
Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado,
con todos sus utensilios, y asimismo ungido y santificado el altar y todos sus
utensilios,
Num.7:2 entonces los príncipes
de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes
de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron;
Num.7:3 y trajeron sus ofrendas
delante de Jehová, seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes
un carro, y cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo.
Num.7:4 Y Jehová habló a Moisés,
diciendo:
Num.7:5 Tómalos de ellos, y
serán para el servicio del tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a
cada uno conforme a su ministerio.
Num.7:6 Entonces Moisés recibió
los carros y los bueyes, y los dio a los levitas.
Num.7:7 Dos carros y cuatro
bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio,
Num.7:8 y a los hijos de Merari
dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio bajo la mano de
Itamar hijo del sacerdote Aarón.
Num.7:9 Pero a los hijos de
Coat no les dio, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del
santuario.
Num.7:10 Y los príncipes
trajeron ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido,
ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar.
Num.7:11 Y Jehová dijo a
Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día,
para la dedicación del altar.
Num.7:12 Y el que ofreció su
ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
Num.7:13 Su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:14 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:15 un becerro, un carnero,
un cordero de un año para holocausto;
Num.7:16 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:17 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.
Num.7:18 El segundo día ofreció
Natanael hijo de Zuar, príncipe de Isacar.
Num.7:19 Ofreció como su
ofrenda un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata
de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina
amasada con aceite para ofrenda;
Num.7:20 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:21 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:22 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:23 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar.
Num.7:24 El tercer día, Eliab
hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón.
Num.7:25 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:26 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:27 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:28 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:29 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón.
Num.7:30 El cuarto día, Elisur
hijo de Sedeur, príncipe de los hijos de Rubén.
Num.7:31 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:32 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:33 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:34 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:35 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Elisur hijo de Sedeur.
Num.7:36 El quinto día,
Selumiel hijo de Zurisadai, príncipe de los hijos de Simeón.
Num.7:37 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:38 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:39 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:40 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:41 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisadai.
Num.7:42 El sexto día, Eliasaf
hijo de Deuel, príncipe de los hijos de Gad.
Num.7:43 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:44 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:45 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:46 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:47 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel.
Num.7:48 El séptimo día, el
príncipe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud.
Num.7:49 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:50 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:51 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:52 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:53 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Elisama hijo de Amiud.
Num.7:54 El octavo día, el
príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
Num.7:55 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario,
ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
Num.7:56 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:57 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:58 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:59 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de Pedasur.
Num.7:60 El noveno día, el
príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
Num.7:61 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:62 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:63 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:64 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:65 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Abidán hijo de Gedeoni.
Num.7:66 El décimo día, el
príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
Num.7:67 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:68 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:69 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:70 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:71 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Ahiezer hijo de Amisadai.
Num.7:72 El undécimo día, el
príncipe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
Num.7:73 Y su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:74 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:75 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:76 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:77 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Pagiel hijo de Ocrán.
Num.7:78 El duodécimo día, el
príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.
Num.7:79 Su ofrenda fue un
plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta
siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con
aceite para ofrenda;
Num.7:80 una cuchara de oro de
diez siclos, llena de incienso;
Num.7:81 un becerro, un
carnero, un cordero de un año para holocausto;
Num.7:82 un macho cabrío para
expiación;
Num.7:83 y para ofrenda de paz,
dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.
Esta fue la ofrenda de Ahira hijo de Enán.
Num.7:84 Esta fue la ofrenda
que los príncipes de Israel ofrecieron para la dedicación del altar, el día en
que fue ungido: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de
oro.
Num.7:85 Cada plato de ciento
treinta siclos, y cada jarro de setenta; toda la plata de la vajilla, dos mil
cuatrocientos siclos, al siclo del santuario.
Num.7:86 Las doce cucharas de
oro llenas de incienso, de diez siclos
cada cuchara, al siclo del santuario; todo el oro de las cucharas,
ciento veinte siclos.
Num.7:87 Todos los bueyes para
holocausto, doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con
su ofrenda, y doce los machos cabríos para expiación.
Num.7:88 Y todos los bueyes de
la ofrenda de paz, veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los
machos cabríos, y sesenta los corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la
dedicación del altar, después que fue ungido.
Num.7:89 Y cuando entraba
Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le
hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de
entre los dos querubines; y hablaba con él.
Capítulo 8
Aarón enciende las
lámparas
Num.8:1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
Num.8:2 Habla a Aarón y dile:
Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del
candelero.
Num.8:3 Y Aarón lo hizo así;
encendió hacia la parte anterior del candelero sus lámparas, como Jehová lo
mandó a Moisés.
Num.8:4 Y esta era la hechura
del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era
labrado a martillo; conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el
candelero.
Consagración de los
levitas
Num.8:5 También Jehová habló a
Moisés, diciendo:
Num.8:6 Toma a los levitas de
entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos.
Num.8:7 Así harás para
expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la
navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.
Num.8:8 Luego tomarán un novillo,
con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite; y tomarás otro novillo
para expiación.
Num.8:9 Y harás que los levitas
se acerquen delante del tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la
congregación de los hijos de Israel.
Num.8:10 Y cuando hayas
acercado a los levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos
sobre los levitas;
Num.8:11 y ofrecerá Aarón los
levitas delante de Jehová en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el
ministerio de Jehová.
Num.8:12 Y los levitas pondrán
sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerás el uno por expiación,
y el otro en holocausto a Jehová, para hacer expiación por los levitas.
Num.8:13 Y presentarás a los
levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda a
Jehová.
Num.8:14 Así apartarás a los
levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas.
Num.8:15 Después de eso vendrán
los levitas a ministrar en el tabernáculo de reunión; serán purificados, y los
ofrecerás en ofrenda.
Num.8:16 Porque enteramente me
son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo
primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los
hijos de Israel.
Num.8:17 Porque mío es todo
primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales;
desde el día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los
santifiqué para mí.
Num.8:18 Y he tomado a los
levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel.
Num.8:19 Y yo he dado en don
los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que
ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y
reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel,
al acercarse los hijos de Israel al santuario.
Num.8:20 Y Moisés y Aarón y
toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a
todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron
con ellos los hijos de Israel.
Num.8:21 Y los levitas se
purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de
Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos.
Num.8:22 Así vinieron después
los levitas para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión delante de
Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de
los levitas, así hicieron con ellos.
Num.8:23 Luego habló Jehová a
Moisés, diciendo:
Num.8:24 Los levitas de
veinticinco años arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del
tabernáculo de reunión.
Num.8:25 Pero desde los
cincuenta años cesarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán.
Num.8:26 Servirán con sus
hermanos en el tabernáculo de reunión, para hacer la guardia, pero no servirán
en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.
Capítulo 6
Ecl.6:1 Hay un mal que he visto
debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
Ecl.6:2 El del hombre a quien
Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma
desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan
los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.
Ecl.6:3 Aunque el hombre
engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren
numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo
digo que un abortivo es mejor que él.
Ecl.6:4 Porque éste en vano
viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto.
Ecl.6:5 Además, no ha visto el
sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél.
Ecl.6:6 Porque si aquél viviere
mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿no van todos al mismo lugar?
Ecl.6:7 Todo el trabajo del
hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.
Ecl.6:8 Porque ¿qué más tiene
el sabio que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los
vivos?
Ecl.6:9 Más vale vista de ojos
que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Ecl.6:10 Respecto de lo que es,
ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender
con Aquel que es más poderoso que él.
Ecl.6:11 Ciertamente las muchas
palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
Ecl.6:12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del
hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa
como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del
sol?
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