“Por (Jesucristo) también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes”. (Romanos 5:2).-
“Esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis”.
(1 Pedro 5:12).-
“Creced en la gracia”. (2 Pedro 3:18).-
Ezequías, fue promovido por la gracia de Dios, no es sin razón que el Espíritu de Dios relata la vida del rey Ezequías en tres diferentes lugares de las Escrituras: 2 Reyes 18-20; 2 Crónicas 29-32; Isaías 36-39. Este simple hecho es bastante notable como para atraer nuestra atención. Ezequías era el hijo del impío rey Acaz, el que había despojado de sus tesoros a la casa de Jehová y ofrecido sacrificios a los ídolos y a dioses ajenos. “Aún hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticas abominables de las naciones” ¿Qué podía ser el hijo de semejante rey? Sólo la infinita gracia de Dios podía obrar para dar un soberano fiel al reino de Judá.
En las Escrituras, numerosas son las exhortaciones a los padres creyentes para que se preocupen de criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor. Pero, aunque tengan conciencia de esa responsabilidad, necesitan recordar que les hace falta en este servicio —y del resto, como en todas las cosas — la gracia de Dios. El hijo del fiel Ezequías fue Manasés, ese rey que multiplicó “el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira” (2 Reyes 21:6).
¿No es para nosotros alentador ver los rayos de la gracia divina atravesar las tenebrosas horas de le historia de Israel? Después de los Jueces infieles, hallamos a Booz y Rut; después de Saúl a David; después de reyes impíos a dos soberanos fieles: Ezequías y Josías.- Y así la gracia se manifiesta cual un sol a través de las gruesas nubes de pecado, se manifiesta la misericordia, siempre está El por su voluntad, por su parte, tratando de acercarse a los corazones que se han pasado toda una vida escondiéndose de su presencia o siendo impedidos de la comunión... Si hoy hay un período oscuro en tu vida, seguramente Dios ya está preparando la respuesta... Los hijos de Israel clamaron a Dios por su esclavitud en Egipto y Dios hacía ochenta años que ya había salvado a Moisés de las aguas del Nilo, ya hacía ochenta años que la petición había sido contestada... No temas hermano, hermana, la gracia se manifestará, quizá dentro de la Congregación, tu dices mira lo que está pasando, hasta cuando será esto o aquello, será hasta que tu aprendas alguna lección de paciencia, de amor verdadero, será hasta que no estés mas preocupado, entonces aparecerán los profetas, y Sion se regocijará con cánticos.- Aleluya...
“Esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis”.
(1 Pedro 5:12).-
“Creced en la gracia”. (2 Pedro 3:18).-
Ezequías, fue promovido por la gracia de Dios, no es sin razón que el Espíritu de Dios relata la vida del rey Ezequías en tres diferentes lugares de las Escrituras: 2 Reyes 18-20; 2 Crónicas 29-32; Isaías 36-39. Este simple hecho es bastante notable como para atraer nuestra atención. Ezequías era el hijo del impío rey Acaz, el que había despojado de sus tesoros a la casa de Jehová y ofrecido sacrificios a los ídolos y a dioses ajenos. “Aún hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticas abominables de las naciones” ¿Qué podía ser el hijo de semejante rey? Sólo la infinita gracia de Dios podía obrar para dar un soberano fiel al reino de Judá.
En las Escrituras, numerosas son las exhortaciones a los padres creyentes para que se preocupen de criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor. Pero, aunque tengan conciencia de esa responsabilidad, necesitan recordar que les hace falta en este servicio —y del resto, como en todas las cosas — la gracia de Dios. El hijo del fiel Ezequías fue Manasés, ese rey que multiplicó “el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira” (2 Reyes 21:6).
¿No es para nosotros alentador ver los rayos de la gracia divina atravesar las tenebrosas horas de le historia de Israel? Después de los Jueces infieles, hallamos a Booz y Rut; después de Saúl a David; después de reyes impíos a dos soberanos fieles: Ezequías y Josías.- Y así la gracia se manifiesta cual un sol a través de las gruesas nubes de pecado, se manifiesta la misericordia, siempre está El por su voluntad, por su parte, tratando de acercarse a los corazones que se han pasado toda una vida escondiéndose de su presencia o siendo impedidos de la comunión... Si hoy hay un período oscuro en tu vida, seguramente Dios ya está preparando la respuesta... Los hijos de Israel clamaron a Dios por su esclavitud en Egipto y Dios hacía ochenta años que ya había salvado a Moisés de las aguas del Nilo, ya hacía ochenta años que la petición había sido contestada... No temas hermano, hermana, la gracia se manifestará, quizá dentro de la Congregación, tu dices mira lo que está pasando, hasta cuando será esto o aquello, será hasta que tu aprendas alguna lección de paciencia, de amor verdadero, será hasta que no estés mas preocupado, entonces aparecerán los profetas, y Sion se regocijará con cánticos.- Aleluya...
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 15
Lo que contamina al hombre - (Mr. 7. 1-23)
Mat.15:1 Entonces se acercaron
a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
Mat.15:2 ¿Por qué tus
discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las
manos cuando comen pan.
Mat.15:3 Respondiendo él, les
dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra
tradición?
Mat.15:4 Porque Dios mandó
diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la
madre, muera irremisiblemente.
Mat.15:5 Pero vosotros decís:
Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello
con que pudiera ayudarte,
Mat.15:6 ya no ha de honrar a
su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradición.
Mat.15:7 Hipócritas, bien
profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Mat.15:8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de
mí.
Mat.15:9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres.
Mat.15:10 Y llamando a sí a la
multitud, les dijo: Oíd, y entended:
Mat.15:11 No lo que entra en la
boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al
hombre.
Mat.15:12 Entonces acercándose
sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron
esta palabra?
Mat.15:13 Pero respondiendo él,
dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Mat.15:14 Dejadlos; son ciegos
guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Mat.15:15 Respondiendo Pedro,
le dijo: Explícanos esta parábola.
Mat.15:16 Jesús dijo: ¿También
vosotros sois aún sin entendimiento?
Mat.15:17 ¿No entendéis que
todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
Mat.15:18 Pero lo que sale de
la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Mat.15:19 Porque del corazón
salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Mat.15:20 Estas cosas son las
que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al
hombre.
Capítulo 24
Aceite para las lámparas (Ex. 27.20-21)
Lev.24:1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
Lev.24:2 Manda a los hijos de
Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para
hacer arder las lámparas continuamente.
Lev.24:3 Fuera del velo del
testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde
hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras
generaciones.
Lev.24:4 Sobre el candelero
limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.
El pan de la proposición
Lev.24:5 Y tomarás flor de
harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.
Lev.24:6 Y las pondrás en dos
hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.
Lev.24:7 Pondrás también sobre
cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a
Jehová.
Lev.24:8 Cada día de reposo lo
pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de
Israel, como pacto perpetuo.
Lev.24:9 Y será de Aarón y de
sus hijos,los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para
él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.
Castigo del blasfemo
Lev.24:10 En aquel tiempo el
hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un egipcio, salió entre los
hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el
campamento.
Lev.24:11 Y el hijo de la mujer
israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su
madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
Lev.24:12 Y lo pusieron en la
cárcel, hasta que les fuese declarado por palabra de Jehová.
Lev.24:13 Y Jehová habló a
Moisés, diciendo:
Lev.24:14 Saca al blasfemo
fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la
cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.
Lev.24:15 Y a los hijos de
Israel hablarás, diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su
iniquidad.
Lev.24:16 Y el que blasfemare
el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así
el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.
Lev.24:17 Asimismo el hombre
que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte.
Lev.24:18 El que hiere a algún
animal ha de restituirlo, animal por animal.
Lev.24:19 Y el que causare
lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:
Lev.24:20 rotura por rotura,
ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se
hará a él.
Lev.24:21 El que hiere algún
animal ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que
muera.
Lev.24:22 Un mismo estatuto
tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
Lev.24:23 Y habló Moisés a los
hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Y
los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés.
Capítulo 25
El año de reposo de la tierra y
el año del jubileo
Lev.25:1 Jehová habló a Moisés
en el monte de Sinaí, diciendo:
Lev.25:2 Habla a los hijos de
Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra
guardará reposo para Jehová.
Lev.25:3 Seis años sembrarás tu
tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.
Lev.25:4 Pero el séptimo año la
tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás
tu viña.
Lev.25:5 Lo que de suyo naciere
en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año
de reposo será para la tierra.
Lev.25:6 Mas el descanso de la
tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu
extranjero que morare contigo;
Lev.25:7 y a tu animal, y a la
bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.
Lev.25:8 Y contarás siete
semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete
semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.
Lev.25:9 Entonces harás tocar
fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la
expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.
Lev.25:10 Y santificaréis el
año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese
año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual
volverá a su familia.
Lev.25:11 El año cincuenta os
será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra,
ni vendimiaréis sus viñedos,
Lev.25:12 porque es jubileo;
santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.
Lev.25:13 En este año de
jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.
Lev.25:14 Y cuando vendiereis
algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe
ninguno a su hermano.
Lev.25:15 Conforme al número de
los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los
años de los frutos te venderá él a ti.
Lev.25:16 Cuanto mayor fuere el
número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número,
disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá
él.
Lev.25:17 Y no engañe ninguno a
su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
Lev.25:18 Ejecutad, pues, mis
estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la
tierra seguros;
Lev.25:19 y la tierra dará su
fruto, y comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad.
Lev.25:20 Y si dijereis: ¿Qué
comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger
nuestros frutos;
Lev.25:21 entonces yo os
enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.
Lev.25:22 Y sembraréis el año
octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su
fruto, comeréis del añejo.
Lev.25:23 La tierra no se
venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y
extranjeros sois para conmigo.
Lev.25:24 Por tanto, en toda la
tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra.
Lev.25:25 Cuando tu hermano
empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo
vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.
Lev.25:26 Y cuando el hombre no
tuviere rescatador, y consiguiere lo suficiente para el rescate,
Lev.25:27 entonces contará los
años desde que vendió, y pagará lo que quedare al varón a quien vendió, y
volverá a su posesión.
Lev.25:28 Mas si no consiguiere
lo suficiente para que se la devuelvan, lo que vendió estará en poder del que
lo compró hasta el año del jubileo; y al jubileo saldrá, y él volverá a su
posesión.
Lev.25:29 El varón que vendiere
casa de habitación en ciudad amurallada, tendrá facultad de redimirla hasta el
término de un año desde la venta; un año será el término de poderse
redimir.
Lev.25:30 Y si no fuere
rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad
amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y para sus
descendientes; no saldrá en el jubileo.
Lev.25:31 Mas las casas de las
aldeas que no tienen muro alrededor serán estimadas como los terrenos del
campo; podrán ser rescatadas, y saldrán en el jubileo.
Lev.25:32 Pero en cuanto a las
ciudades de los levitas, éstos podrán rescatar en cualquier tiempo las casas en
las ciudades de su posesión.
Lev.25:33 Y el que comprare de
los levitas saldrá de la casa vendida, o de la ciudad de su posesión, en el
jubileo, por cuanto las casas de las ciudades de los levitas son la posesión de
ellos entre los hijos de Israel.
Lev.25:34 Mas la tierra del
ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.
Lev.25:35 Y cuando tu hermano
empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero
vivirá contigo.
Lev.25:36 No tomarás de él
usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá
contigo.
Lev.25:37 No le darás tu dinero
a usura, ni tus víveres a ganancia.
Lev.25:38 Yo Jehová vuestro
Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para
ser vuestro Dios.
Lev.25:39 Y cuando tu hermano
empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como
esclavo.
Lev.25:40 Como criado, como
extranjero estará contigo; hasta el año del jubileo te servirá.
Lev.25:41 Entonces saldrá libre
de tu casa; él y sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de
sus padres se restituirá.
Lev.25:42 Porque son mis
siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto; no serán vendidos a manera
de esclavos.
Lev.25:43 No te enseñorearás de
él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios.
Lev.25:44 Así tu esclavo como
tu esclava que tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor; de
ellos podréis comprar esclavos y esclavas.
Lev.25:45 También podréis
comprar de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de las
familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales
podréis tener por posesión.
Lev.25:46 Y los podréis dejar
en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria;
para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de
Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.
Lev.25:47 Si el forastero o el
extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él
empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a
alguno de la familia del extranjero;
Lev.25:48 después que se
hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará.
Lev.25:49 O su tío o el hijo de
su tío lo rescatará, o un pariente cercano de su familia lo rescatará; o si sus
medios alcanzaren, él mismo se rescatará.
Lev.25:50 Hará la cuenta con el
que lo compró, desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha
de apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se
contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado
asalariado.
Lev.25:51 Si aún fueren muchos
años, conforme a ellos devolverá para su rescate, del dinero por el cual se
vendió.
Lev.25:52 Y si quedare poco
tiempo hasta el año del jubileo, entonces hará un cálculo con él, y devolverá
su rescate conforme a sus años.
Lev.25:53 Como con el tomado a
salario anualmente hará con él; no se enseñoreará en él con rigor delante de
tus ojos.
Lev.25:54 Y si no se rescatare
en esos años, en el año del jubileo saldrá, él y sus hijos con él.
Lev.25:55 Porque mis siervos
son los hijos de Israel; son siervos míos, a los cuales saqué de la tierra de
Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
ECLESIASTÉS O EL PREDICADOR
Capítulo 1
Todo es vanidad
Ecl.1:1 Palabras del
Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
Ecl.1:2 Vanidad de vanidades,
dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Ecl.1:3 ¿Qué provecho tiene el
hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Ecl.1:4 Generación va, y
generación viene; mas la tierra siempre permanece.
Ecl.1:5 Sale el sol, y se pone
el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
Ecl.1:6 El viento tira hacia el
sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento
de nuevo.
Ecl.1:7 Los ríos todos van al
mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven
para correr de nuevo.
Ecl.1:8 Todas las cosas son
fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver,
ni el oído de oír.
Ecl.1:9 ¿Qué es lo que fue? Lo
mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay
nuevo debajo del sol.
Ecl.1:10 ¿Hay algo de que se
puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han
precedido.
Ecl.1:11 No hay memoria de lo que precedió, ni
tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
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