“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría”. (Colosenses 3:16).-
Reflexiones
Si no podemos discernir lo que hay de bueno en nuestro hermano o hermana, si no podemos hallar en él la chispa de vida en medio de las cenizas o la piedra preciosa entre los escombros, si, en pocas palabras, vemos en nuestros hermanos simplemente lo que es de la vieja naturaleza, más vale correr sobre él o ellos, con una mano suave y afectuosa, correr la cortina del silencio o hablar de él o ellos sólo en oración ante el Trono de la Gracia.
Si vivimos en la proximidad del Señor y estamos en comunión con Dios, vemos a todos los Suyos con Sus propios ojos, como los objetos de las delicias de Cristo, como el fruto del trabajo de Su alma. Entonces es fácil interceder por ellos.
La vida del Señor Jesús es la regla absolutamente perfecta y viva. Feliz aquel que permanece a Su lado para aprender cómo caminar. Es de suma importancia para nosotros que nuestros corazones estén más apegados a su Persona que incluso al "servicio". Entonces nuestro trabajo derivará, por así decirlo, de El mismo.
Si Dios honra a un hombre o mujer al confiarle un gran trabajo, que éste se regocije de ello y no murmure; pues si murmura, ese honor podría serle prontamente quitado. A Dios no le faltan los instrumentos.
Jesús no nos es presentado como un objeto de discusiones. Nos es presentado como el objeto de nuestra fe, digno de nuestro amor, de nuestros loores y de nuestra adoración.
Porque desde el instante en que hemos aceptado al Señor Jesús como nuestro Salvador, ha empezado para nosotros la eternidad o hemos sido introducidos en ella.
El trabajo en la viña del Señor, puede degenerar en rencores, celos, contiendas y raíces de amargura... Que nosotros podamos recurrir mas y mas a las fuentes del amor divino y llenar nuestros odres del gozo celestial, llenos del Espíritu Santo y alegría por ser tenidos por dignos de tener parte en los servicios al Rey de reyes y Señor de señores, ya que a El no le podemos servir, no le servimos para nada. El tiene ángeles que le sirven, cantan y tocan instrumentos muchísimo mejor que nosotros, pero hemos de servirle a El a través de nuestros hermanos, familiares y prójimos, pues así lo declara cuando dice: "Por cuanto lo habéis hecho a uno de estos ... mas pequeños, a Mi lo hicisteis...". Hay del que piensa que solo a Dios debe servicio y no sirve a los hermanos, juzgándolos como merecedores o no, puesto que deja de ser siervo para convertirse en juez, y Cristo dijo que el Padre: "Todo juicio lo dio al Hijo..."
Todos nuestros servicios a los hermanos lo hacemos "como para el Señor...", y esa es nuestra alegría, que sobrepasa ampliamente a los reconocimientos o agradecimientos... Ello es vivir delante del Señor, como viendo al invisible, para estos esta reservada la honra delante de los ángeles con aquellas palabras. "Bien buen siervo, y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de Tu Señor...".- "Bueno" y "Fiel".- Oh Cristo...!!! Ayúdame por amor a tu Nombre... Amen.-
Cultivo una rosa blanca
En junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo?
Ni cardos ni ortigas cultivo
Cultivo una rosa blanca!!!
Saludo con la Paz de nuestro Señor JesucristoReflexiones
Si no podemos discernir lo que hay de bueno en nuestro hermano o hermana, si no podemos hallar en él la chispa de vida en medio de las cenizas o la piedra preciosa entre los escombros, si, en pocas palabras, vemos en nuestros hermanos simplemente lo que es de la vieja naturaleza, más vale correr sobre él o ellos, con una mano suave y afectuosa, correr la cortina del silencio o hablar de él o ellos sólo en oración ante el Trono de la Gracia.
Si vivimos en la proximidad del Señor y estamos en comunión con Dios, vemos a todos los Suyos con Sus propios ojos, como los objetos de las delicias de Cristo, como el fruto del trabajo de Su alma. Entonces es fácil interceder por ellos.
La vida del Señor Jesús es la regla absolutamente perfecta y viva. Feliz aquel que permanece a Su lado para aprender cómo caminar. Es de suma importancia para nosotros que nuestros corazones estén más apegados a su Persona que incluso al "servicio". Entonces nuestro trabajo derivará, por así decirlo, de El mismo.
Si Dios honra a un hombre o mujer al confiarle un gran trabajo, que éste se regocije de ello y no murmure; pues si murmura, ese honor podría serle prontamente quitado. A Dios no le faltan los instrumentos.
Jesús no nos es presentado como un objeto de discusiones. Nos es presentado como el objeto de nuestra fe, digno de nuestro amor, de nuestros loores y de nuestra adoración.
Porque desde el instante en que hemos aceptado al Señor Jesús como nuestro Salvador, ha empezado para nosotros la eternidad o hemos sido introducidos en ella.
El trabajo en la viña del Señor, puede degenerar en rencores, celos, contiendas y raíces de amargura... Que nosotros podamos recurrir mas y mas a las fuentes del amor divino y llenar nuestros odres del gozo celestial, llenos del Espíritu Santo y alegría por ser tenidos por dignos de tener parte en los servicios al Rey de reyes y Señor de señores, ya que a El no le podemos servir, no le servimos para nada. El tiene ángeles que le sirven, cantan y tocan instrumentos muchísimo mejor que nosotros, pero hemos de servirle a El a través de nuestros hermanos, familiares y prójimos, pues así lo declara cuando dice: "Por cuanto lo habéis hecho a uno de estos ... mas pequeños, a Mi lo hicisteis...". Hay del que piensa que solo a Dios debe servicio y no sirve a los hermanos, juzgándolos como merecedores o no, puesto que deja de ser siervo para convertirse en juez, y Cristo dijo que el Padre: "Todo juicio lo dio al Hijo..."
Todos nuestros servicios a los hermanos lo hacemos "como para el Señor...", y esa es nuestra alegría, que sobrepasa ampliamente a los reconocimientos o agradecimientos... Ello es vivir delante del Señor, como viendo al invisible, para estos esta reservada la honra delante de los ángeles con aquellas palabras. "Bien buen siervo, y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de Tu Señor...".- "Bueno" y "Fiel".- Oh Cristo...!!! Ayúdame por amor a tu Nombre... Amen.-
Cultivo una rosa blanca
En junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo?
Ni cardos ni ortigas cultivo
Cultivo una rosa blanca!!!
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año
Capítulo 27
Jesús ante Pilato - (Mr. 15. 1; Lc. 23. 1-2; Jn. 18.
28-32)
Mat.27:1 Venida la
mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en
consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.
Mat.27:2 Y le llevaron
atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
Muerte de Judas
Mat.27:3 Entonces
Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió
arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los
ancianos,
Mat.27:4 diciendo: Yo
he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a
nosotros? ¡Allá tú!
Mat.27:5 Y arrojando
las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Mat.27:6 Los
principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito
echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
Mat.27:7 Y después de
consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los
extranjeros.
Mat.27:8 Por lo cual
aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
Mat.27:9 Así se cumplió
lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de
plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;
Mat.27:10 y las dieron
para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
Pilato interroga a
Jesús - (Mr. 15. 2-5; Lc. 23. 3-5; Jn.
18. 33-38)
Mat.27:11 Jesús, pues,
estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el
Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
Mat.27:12 Y siendo
acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.
Mat.27:13 Pilato
entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
Mat.27:14 Pero Jesús no
le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba
mucho.
Jesús sentenciado a
muerte - (Mr. 15. 6-20; Lc. 23. 13-25;
Jn. 18. 38--19.16)
Mat.27:15 Ahora bien,
en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el
que quisiesen.
Mat.27:16 Y tenían
entonces un preso famoso llamado Barrabás.
Mat.27:17 Reunidos,
pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a
Jesús, llamado el Cristo?
Mat.27:18 Porque sabía
que por envidia le habían entregado.
Mat.27:19 Y estando él
sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese
justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
Mat.27:20 Pero los
principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a
Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
Mat.27:21 Y
respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte?
Y ellos dijeron: A Barrabás.
Mat.27:22 Pilato les
dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea
crucificado!
Mat.27:23 Y el
gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más,
diciendo: ¡Sea crucificado!
Mat.27:24 Viendo Pilato
que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las
manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo;
allá vosotros.
Mat.27:25 Y
respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre
nuestros hijos.
Mat.27:26 Entonces les
soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser
crucificado.
Mat.27:27 Entonces los
soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de
él a toda la compañía;
Mat.27:28 y
desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
Mat.27:29 y pusieron
sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e
hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los
judíos!
Mat.27:30 Y
escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.
Mat.27:31 Después de
haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le
llevaron para crucificarle.
Capítulo 5
Los Diez
Mandamientos - (Ex. 20.1-17)
Deut.5:1 Llamó Moisés a
todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio
hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra.
Deut.5:2 Jehová nuestro
Dios hizo pacto con nosotros en Horeb.
Deut.5:3 No con
nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos
aquí hoy vivos.
Deut.5:4 Cara a cara
habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego.
Deut.5:5 Yo estaba
entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque
vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:
Deut.5:6 Yo soy Jehová
tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Deut.5:7 No tendrás
dioses ajenos delante de mí.
Deut.5:8 No harás para
ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo
en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Deut.5:9 No te
inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen,
Deut.5:10 y que hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Deut.5:11 No tomarás el
nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que
tome su nombre en vano.
Deut.5:12 Guardarás el
día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.
Deut.5:13 Seis días
trabajarás, y harás toda tu obra;
Deut.5:14 mas el
séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,ni tu hijo, ni tu
hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal
tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu
siervo y tu sierva como tú.
Deut.5:15 Acuérdate que
fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con
mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que
guardes el día de reposo.
Deut.5:16 Honra a tu
padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean
prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu
Dios te da.
Deut.5:17 No
matarás.
Deut.5:18 No cometerás
adulterio.
Deut.5:19 No hurtarás.
Deut.5:20 No dirás
falso testimonio contra tu prójimo.
Deut.5:21 No codiciarás
la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su
siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu
prójimo.
El terror del
pueblo - (Ex. 20.18-26)
Deut.5:22 Estas
palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del
fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las
escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
Deut.5:23 Y aconteció
que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al
monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras
tribus, y vuestros ancianos,
Deut.5:24 y dijisteis:
He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos
oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre,
y éste aún vive.
Deut.5:25 Ahora, pues,
¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra
vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos.
Deut.5:26 Porque ¿qué
es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del
fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?
Deut.5:27 Acércate tú,
y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo
que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
Deut.5:28 Y oyó Jehová
la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la
voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo
que han dicho.
Deut.5:29 ¡Quién diera
que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
Deut.5:30 Ve y diles:
Volveos a vuestras tiendas.
Deut.5:31 Y tú quédate
aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les
enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy
por posesión.
Deut.5:32 Mirad, pues,
que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni
a siniestra.
Deut.5:33 Andad en todo
el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya
bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
Capítulo 6
El gran
mandamiento
Deut.6:1 Estos, pues,
son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os
enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros
para tomarla;
Deut.6:2 para que temas
a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te
mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que
tus días sean prolongados.
Deut.6:3 Oye, pues, oh
Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que
fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus
padres.
Deut.6:4 Oye, Israel:
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Deut.6:5 Y amarás a Jehová
tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Deut.6:6 Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
Deut.6:7 y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deut.6:8 Y las atarás
como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
Deut.6:9 y las
escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Exhortaciones a la
obediencia
Deut.6:10 Cuando Jehová
tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y
Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
Deut.6:11 y casas
llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste,
viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,
Deut.6:12 cuídate de no
olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre.
Deut.6:13 A Jehová tu
Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
Deut.6:14 No andaréis
en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros
contornos;
Deut.6:15 porque el
Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el
furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra.
Deut.6:16 No tentaréis
a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah.
Deut.6:17 Guardad
cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus
estatutos que te ha mandado.
Deut.6:18 Y haz lo recto
y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la
buena tierra que Jehová juró a tus padres;
Deut.6:19 para que él
arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.
Deut.6:20 Mañana cuando
te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y
decretos que Jehová nuestro Dios os mandó?
Deut.6:21 entonces
dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó
de Egipto con mano poderosa.
Deut.6:22 Jehová hizo
señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su
casa, delante de nuestros ojos;
Deut.6:23 y nos sacó de
allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres.
Deut.6:24 Y nos mandó
Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro
Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida,
como hasta hoy.
Deut.6:25 Y tendremos
justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de
Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.
Capítulo 6
Job reprocha la actitud
de sus amigos
Job 6:1 Respondió
entonces Job, y dijo:
Job 6:2 ¡Oh, que
pesasen justamente mi queja y mi tormento,
Y se alzasen igualmente en balanza!
Job 6:3 Porque pesarían
ahora más que la arena del mar;
Por eso mis palabras han sido precipitadas.
Job 6:4 Porque las
saetas del Todopoderoso están en mí,
Cuyo veneno bebe mi espíritu;
Y terrores de Dios me combaten.
Job 6:5 ¿Acaso gime el
asno montés junto a la hierba?
¿Muge el buey junto a su pasto?
Job 6:6 ¿Se comerá lo
desabrido sin sal?
¿Habrá gusto en la clara del huevo?
Job 6:7 Las cosas que
mi alma no quería tocar,
Son ahora mi alimento.
Job 6:8 ¡Quién me diera
que viniese mi petición,
Y que me otorgase Dios lo que anhelo,
Job 6:9 Y que agradara
a Dios quebrantarme;
Que soltara su mano, y acabara conmigo!
Job 6:10 Sería aún mi
consuelo,
Si me asaltase con dolor sin dar más tregua,
Que yo no he escondido las palabras del Santo.
Job 6:11 ¿Cuál es mi
fuerza para esperar aún?
¿Y cuál mi fin para que tenga aún paciencia?
Job 6:12 ¿Es mi fuerza
la de las piedras,
O es mi carne de bronce?
Job 6:13 ¿No es así que
ni aun a mí mismo me puedo valer,
Y que todo auxilio me ha faltado?
Job 6:14 El atribulado
es consolado por su compañero;
Aun aquel que abandona el temor del Omnipotente.
Job 6:15 Pero mis
hermanos me traicionaron como un torrente;
Pasan como corrientes impetuosas
Job 6:16 Que están
escondidas por la helada,
Y encubiertas por la nieve;
Job 6:17 Que al tiempo
del calor son deshechas,
Y al calentarse, desaparecen de su lugar;
Job 6:18 Se apartan de
la senda de su rumbo,
Van menguando, y se pierden.
Job 6:19 Miraron los
caminantes de Temán,
Los caminantes de Sabá esperaron en ellas;
Job 6:20 Pero fueron
avergonzados por su esperanza;
Porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.
Job 6:21 Ahora
ciertamente como ellas sois vosotros;
Pues habéis visto el tormento, y teméis.
Job 6:22 ¿Os he dicho
yo: Traedme,
Y pagad por mí de vuestra hacienda;
Job 6:23 Libradme de la
mano del opresor,
Y redimidme del poder de los violentos?
Job 6:24 Enseñadme, y
yo callaré;
Hacedme entender en qué he errado.
Job 6:25 ¡Cuán eficaces
son las palabras rectas!
Pero ¿qué reprende la censura vuestra?
Job 6:26 ¿Pensáis
censurar palabras,
Y los discursos de un desesperado, que son como el
viento?
Job 6:27 También os
arrojáis sobre el huérfano,
Y caváis un hoyo para vuestro amigo.
Job 6:28 Ahora, pues,
si queréis, miradme,
Y ved si digo mentira delante de vosotros.
Job 6:29 Volved ahora,
y no haya iniquidad;
Volved aún a considerar mi justicia en esto.
Job 6:30 ¿Hay iniquidad
en mi lengua?
¿Acaso no puede mi paladar discernir las cosas inicuas?
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