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“Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.- (Mateo 7:11).-
“Los cielos cuentan la gloria de Dios… Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras”. (Salmo 19:1 y 4).-

Leer el Salmo 104 versículos 19 al 35.-

 Somos propensos a dar mucha importancia a las obras y a las labores del hombre. Pero, ¡cuán poca cosa es al lado de las obras de Dios, testimonios innumerables de su sabiduría! Y es primeramente de El y no del trabajo humano que toda criatura depende para su sustento. No atribuyamos nuestra ganancia a nuestros esfuerzos sino a su gracia. Sí, “la tierra está llena de sus beneficios”; sepamos notar y observarlos. Sin embargo, se puede admirar la creación y gozar de ella sin conocer al que la hizo. Cuantos artistas y filósofos han confundido la Verdad con la naturaleza, sobre la que, por otra parte, el pecado ha dejado su impura huella. Contemplar la naturaleza no instruye al pecador acerca de lo que Dios es en santidad, justicia y gracia. Del mismo modo que para conocer íntimamente la personalidad de un arquitecto, no basta visitar los inmuebles que edificó (y que unos inquilinos sin vergüenza tal vez arruinaron); es necesario tratarle, estar informado acerca de su carácter, su familia, sus costumbres. .
 Así que no lo olvidemos, no somos nosotros quienes descubrimos a Dios, es El mismo que se revela: no a nuestros sentidos, pues “Dios es Espíritu” (Juan 4:24), sino a nuestra alma; no sólo en la naturaleza sino en su Palabra (véase el Salmo 19).-

Sal.104:19 Hizo la luna para los tiempos; 
El sol conoce su ocaso. 
Sal.104:20 Pones las tinieblas, y es la noche; 
En ella corretean todas las bestias de la selva. 
Sal.104:21 Los leoncillos rugen tras la presa, 
Y para buscar de Dios su comida. 
Sal.104:22 Sale el sol, se recogen, 
Y se echan en sus cuevas. 
Sal.104:23 Sale el hombre a su labor, 
Y a su labranza hasta la tarde. 
Sal.104:24 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! 
Hiciste todas ellas con sabiduría; 
La tierra está llena de tus beneficios. 
Sal.104:25 He allí el grande y anchuroso mar, 
En donde se mueven seres innumerables, 
Seres pequeños y grandes. 
Sal.104:26 Allí andan las naves; 
Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. 
Sal.104:27 Todos ellos esperan en ti, 
Para que les des su comida a su tiempo. 
Sal.104:28 Les das, recogen; 
Abres tu mano, se sacian de bien. 
Sal.104:29 Escondes tu rostro, se turban; 
Les quitas el hálito, dejan de ser, 
Y vuelven al polvo. 
Sal.104:30 Envías tu Espíritu, son creados, 
Y renuevas la faz de la tierra. 
Sal.104:31 Sea la gloria de Jehová para siempre; 
Alégrese Jehová en sus obras. 
Sal.104:32 El mira a la tierra, y ella tiembla; 
Toca los montes, y humean. 
Sal.104:33 A Jehová cantaré en mi vida; 
A mi Dios cantaré salmos mientras viva. 
Sal.104:34 Dulce será mi meditación en él; 
Yo me regocijaré en Jehová. 
Sal.104:35 Sean consumidos de la tierra los pecadores, 
Y los impíos dejen de ser. 
Bendice, alma mía, a Jehová. 
Aleluya. 

  Amén, si Señor, bendice alma mía al Señor... Aleluya...!!!

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA PARA HOY
La Biblia en un Año

El juicio de las naciones 

Mat.25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat.25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 
Mat.25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 
Mat.25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 
Mat.25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 
Mat.25:36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 
Mat.25:37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 
Mat.25:38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 
Mat.25:39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 
Mat.25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 
Mat.25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 
Mat.25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 
Mat.25:43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 
Mat.25:44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 
Mat.25:45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 
Mat.25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.


Capítulo 32

Rubén y Gad se establecen al oriente del Jordán    (Dt. 3.12-22) 

Num.32:1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado. 
Num.32:2 Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo: 
Num.32:3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón, 
Num.32:4 la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. 
Num.32:5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán. 
Num.32:6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí? 
Num.32:7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová? 
Num.32:8 Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades- barnea para que viesen la tierra. 
Num.32:9 Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Jehová les había dado. 
Num.32:10 Y la ira de Jehová se encendió entonces, y juró diciendo: 
Num.32:11 No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; 
Num.32:12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová. 
Num.32:13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.
Num.32:14 Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel. 
Num.32:15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo. 
Num.32:16 Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños; 
Num.32:17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país. 
Num.32:18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad. 
Num.32:19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán al oriente. 
Num.32:20 Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Jehová a la guerra, 
Num.32:21 y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí, 
Num.32:22 y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. 
Num.32:23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará. 
Num.32:24 Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca. 
Num.32:25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado. 
Num.32:26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad; 
Num.32:27 y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice. 
Num.32:28 Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel. 
Num.32:29 Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión; 
Num.32:30 mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán. 
Num.32:31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos. 
Num.32:32 Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán. 
Num.32:33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor.
Num.32:34 Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer, 
Num.32:35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha, 
Num.32:36 Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron también majadas para ovejas. 
Num.32:37 Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, Eleale, Quiriataim, 
Num.32:38 Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron nombres a las ciudades que edificaron. 
Num.32:39 Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella. 
Num.32:40 Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella. 
Num.32:41 También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair. 
Num.32:42 Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó Noba, conforme a su nombre. 

Capítulo 33

Jornadas de Israel desde Egipto hasta el Jordán 

Num.33:1 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón. 
Num.33:2 Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas. 
Num.33:3 De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a vista de todos los egipcios, 
Num.33:4 mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses. 
Num.33:5 Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon en Sucot. 
Num.33:6 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al confín del desierto. 
Num.33:7 Salieron de Etam y volvieron sobre Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol. 
Num.33:8 Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara. 
Num.33:9 Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí. 
Num.33:10 Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo. 
Num.33:11 Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin. 
Num.33:12 Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca. 
Num.33:13 Salieron de Dofca y acamparon en Alús. 
Num.33:14 Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber. 
Num.33:15 Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí. 
Num.33:16 Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot- hataava. 
Num.33:17 Salieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot. 
Num.33:18 Salieron de Hazerot y acamparon en Ritma.  
Num.33:19 Salieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres. 
Num.33:20 Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libna. 
Num.33:21 Salieron de Libna y acamparon en Rissa. 
Num.33:22 Salieron de Rissa y acamparon en Ceelata. 
Num.33:23 Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer. 
Num.33:24 Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada. 
Num.33:25 Salieron de Harada y acamparon en Macelot. 
Num.33:26 Salieron de Macelot y acamparon en Tahat. 
Num.33:27 Salieron de Tahat y acamparon en Tara. 
Num.33:28 Salieron de Tara y acamparon en Mitca. 
Num.33:29 Salieron de Mitca y acamparon en Hasmona. 
Num.33:30 Salieron de Hasmona y acamparon en Moserot. 
Num.33:31 Salieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán. 
Num.33:32 Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad. 
Num.33:33 Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata. 
Num.33:34 Salieron de Jotbata y acamparon en Abrona. 
Num.33:35 Salieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber. 
Num.33:36 Salieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades. 
Num.33:37 Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom. 
Num.33:38 Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió  a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes. 
Num.33:39 Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor. 
Num.33:40 Y el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Neguev en la tierra de Canaán, oyó que habían venido los hijos de Israel. 
Num.33:41 Y salieron del monte de Hor y acamparon en Zalmona. 
Num.33:42 Salieron de Zalmona y acamparon en Punón. 
Num.33:43 Salieron de Punón y acamparon en Obot. 
Num.33:44 Salieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera de Moab. 
Num.33:45 Salieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad. 
Num.33:46 Salieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim. 
Num.33:47 Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, delante de Nebo. 
Num.33:48 Salieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 
Num.33:49 Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en los campos de Moab. 

Límites y repartición de Canaán 

Num.33:50 Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: 
Num.33:51 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, 
Num.33:52 echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; 
Num.33:53 y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. 
Num.33:54 Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis. 
Num.33:55 Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis. 
Num.33:56 Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos. 

Capítulo 34

Num.34:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 
Num.34:2 Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, esto es, la tierra que os ha de caer en herencia, la tierra de Canaán según sus límites, 
Num.34:3 tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta la frontera de Edom; y será el límite del sur al extremo del Mar Salado hacia el oriente. 
Num.34:4 Este límite os irá rodeando desde el sur hasta la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin; y se extenderá del sur a Cades- barnea; y continuará a Hasar-adar, y pasará hasta Asmón. 
Num.34:5 Rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y sus remates serán al occidente. 
Num.34:6 Y el límite occidental será el Mar Grande; este límite será el límite occidental.
Num.34:7 El límite del norte será este: desde el Mar Grande trazaréis al monte de Hor. 
Num.34:8 Del monte de Hor trazaréis a la entrada de Hamat, y seguirá aquel límite hasta Zedad; 
Num.34:9 y seguirá este límite hasta Zifrón, y terminará en Hazar- enán; este será el límite del norte.
Num.34:10 Por límite al oriente trazaréis desde Hazar-enán hasta Sefam; 
Num.34:11 y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el límite, y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente. 
Num.34:12 Después descenderá este límite al Jordán, y terminará en el Mar Salado: esta será vuestra tierra por sus límites alrededor. 
Num.34:13 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que se os repartirá en heredades por sorteo, que mandó Jehová que diese a las nueve tribus, y a la media tribu; 
Num.34:14 porque la tribu de los hijos de Rubén según las casas de sus padres, y la tribu de los hijos de Gad según las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés, han tomado su heredad. 
Num.34:15 Dos tribus y media tomaron su heredad a este lado del Jordán frente a Jericó al oriente, al nacimiento del sol. 
Num.34:16 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 
Num.34:17 Estos son los nombres de los varones que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun. 
Num.34:18 Tomaréis también de cada tribu un príncipe, para dar la posesión de la tierra. 
Num.34:19 Y estos son los nombres de los varones: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone. 
Num.34:20 De la tribu de los hijos de Simeón, Semuel hijo de Amiud. 
Num.34:21 De la tribu de Benjamín, Elidad hijo de Quislón. 
Num.34:22 De la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buqui hijo de Jogli. 
Num.34:23 De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Haniel hijo de Efod, 
Num.34:24 y de la tribu de los hijos de Efraín, el príncipe Kemuel hijo de Siftán. 
Num.34:25 De la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elizafán hijo de Parnac. 
Num.34:26 De la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel hijo de Azán. 
Num.34:27 De la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de Selomi. 
Num.34:28 Y de la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Pedael hijo de Amiud.
Num.34:29 A éstos mandó Jehová que hiciesen la repartición de las heredades a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.


Capítulo 2

Job 2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. 
Job 2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. 
Job 2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? 
Job 2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. 
Job 2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 
Job 2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 
Job 2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. 
Job 2:8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. 
Job 2:9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 
Job 2:10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. 
Job 2:11 Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle. 
Job 2:12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. 
Job 2:13 Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.

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