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“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe… si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”. (1 Corintios 13:1-2).-

UN DIFÍCIL TESTIMONIO

 Puede ocurrir que la fe, la obediencia a la Palabra de Dios y la convicción de obra según la voluntad del Señor obliguen a un creyente, a menudo un recién convertido, a tomar un camino que ni sus familiares ni sus amigos aprueban. ¿En qué queda el amor con ellos en este caso? Por cierto, la situación no es fácil y, a veces, por diversos motivos, es casi imposible que él o ella demuestren el afecto que los demás aguardan de ellos. Sin embargo, “si es posible, en cuanto depende de ellos”, como lo recomendaba el apóstol Pablo a los romanos, esté en paz con los que le rodean. Pero un amor que ellos manifestaran haciendo equivocadas concesiones y que le impidiera andar según el Señor no seria adecuado ni consistiría en el verdadero amor que pone siempre a los mandamientos de Dios por encima de todo (1 Juan 5:2).
 Mas si debemos andar solos en el camino de la fe, examinémonos para ver si el amor que se halla en nuestro corazón es eficaz para aquellos con quienes no podemos vivir más el mismo género de vida a causa de la verdad que hemos conocido. Con ciertas cosas —como por ejemplo frecuentar las reuniones en las cuales se predica el Evangelio y abstenernos de compartir con ellos diversiones mundanas— con ello seguramente no podremos sino entristecer a los que nos son queridos y a la vez inconversos, porque “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Pero en las demás circunstancias, cuidémonos de darles un motivo de quejas por nuestra falta de amor para con ellos. Qué perjuicio sería para el testimonio del Señor si los que apelan a El pudieran ser acusados de faltar verdaderamente al amor!

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año


Felipe y el etíope 

Hec.8:26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. 
Hec.8:27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 
Hec.8:28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 
Hec.8:29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 
Hec.8:30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 
Hec.8:31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. 
Hec.8:32 El pasaje de la Escritura que leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado; 
Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, 
Así no abrió su boca. 
Hec.8:33   En su humillación no se le hizo justicia; 
Mas su generación, ¿quién la contará? 
Porque fue quitada de la tierra su vida.
Hec.8:34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? 
Hec.8:35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 
Hec.8:36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 
Hec.8:37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 
Hec.8:38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 
Hec.8:39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 
Hec.8:40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea. 


JOSUÉ

Capítulo 1

Preparativos para la conquista

Jos.1:1 Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 
Jos.1:2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 
Jos.1:3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 
Jos.1:4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 
Jos.1:5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 
Jos.1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 
Jos.1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 
Jos.1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 
Jos.1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. 
Jos.1:10 Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo: 
Jos.1:11 Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión. 
Jos.1:12 También habló Josué a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, diciendo: 
Jos.1:13 Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. 
Jos.1:14 Vuestras mujeres, vuestros niños y vuestros ganados quedarán en la tierra que Moisés os ha dado a este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis, 
Jos.1:15 hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, la cual Moisés siervo de Jehová os ha dado, a este lado del Jordán hacia donde nace el sol; y entraréis en posesión de ella.
Jos.1:16 Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 
Jos.1:17 De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. 
Jos.1:18 Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes, que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente. 

Capítulo 2

Josué envía espías a Jericó 

Jos.2:1 Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. 
Jos.2:2 Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra. 
Jos.2:3 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. 
Jos.2:4 Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. 
Jos.2:5 Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. 
Jos.2:6 Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado. 
Jos.2:7 Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los perseguidores. 
Jos.2:8 Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: 
Jos.2:9 Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 
Jos.2:10 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
Jos.2:11 Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. 
Jos.2:12 Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; 
Jos.2:13 y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. 
Jos.2:14 Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. 
Jos.2:15 Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro. 
Jos.2:16 Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. 
Jos.2:17 Y ellos le dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento con que nos has juramentado. 
Jos.2:18 He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. 
Jos.2:19 Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. 
Jos.2:20 Y si tú denunciares este nuestro asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que nos has juramentado. 
Jos.2:21 Ella respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana. 
Jos.2:22 Y caminando ellos, llegaron al monte y estuvieron allí tres días, hasta que volvieron los que los perseguían; y los que los persiguieron buscaron por todo el camino, pero no los hallaron. 
Jos.2:23 Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido. 
Jos.2:24 Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros. 


Capítulo 21

Job afirma que los malos prosperan 

Job 21:1 Entonces respondió Job, y dijo: 
Job 21:2 Oíd atentamente mi palabra, 
            Y sea esto el consuelo que me deis. 
Job 21:3 Toleradme, y yo hablaré; 
            Y después que haya hablado, escarneced. 
Job 21:4 ¿Acaso me quejo yo de algún hombre? 
            ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?  
Job 21:5 Miradme, y espantaos, 
            Y poned la mano sobre la boca. 
Job 21:6 Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, 
            Y el temblor estremece mi carne. 
Job 21:7 ¿Por qué viven los impíos, 
            Y se envejecen, y aun crecen en riquezas? 
Job 21:8 Su descendencia se robustece a su vista, 
            Y sus renuevos están delante de sus ojos. 
Job 21:9 Sus casas están a salvo de temor, 
            Ni viene azote de Dios sobre ellos. 
Job 21:10 Sus toros engendran, y no fallan; 
            Paren sus vacas, y no malogran su cría.  
Job 21:11 Salen sus pequeñuelos como manada, 
            Y sus hijos andan saltando. 
Job 21:12 Al son de tamboril y de cítara saltan, 
            Y se regocijan al son de la flauta. 
Job 21:13 Pasan sus días en prosperidad, 
            Y en paz descienden al Seol. 
Job 21:14 Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, 
            Porque no queremos el conocimiento de tus caminos. 
Job 21:15 ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? 
            ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él? 
Job 21:16 He aquí que su bien no está en mano de ellos; 
            El consejo de los impíos lejos esté de mí. 
Job 21:17 ¡Oh, cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, 
            Y viene sobre ellos su quebranto, 
            Y Dios en su ira les reparte dolores! 
Job 21:18 Serán como la paja delante del viento, 
            Y como el tamo que arrebata el torbellino. 
Job 21:19 Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; 
            Le dará su pago, para que conozca. 
Job 21:20 Verán sus ojos su quebranto, 
            Y beberá de la ira del Todopoderoso. 
Job 21:21 Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, 
            Siendo cortado el número de sus meses? 
Job 21:22 ¿Enseñará alguien a Dios sabiduría, 
            Juzgando él a los que están elevados? 
Job 21:23 Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico; 
Job 21:24 Sus vasijas estarán llenas de leche, 
            Y sus huesos serán regados de tuétano. 
Job 21:25 Y este otro morirá en amargura de ánimo, 
            Y sin haber comido jamás con gusto. 
Job 21:26 Igualmente yacerán ellos en el polvo, 
            Y gusanos los cubrirán. 
Job 21:27 He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, 
            Y las imaginaciones que contra mí forjáis. 
Job 21:28 Porque decís: ¿Qué hay de la casa del príncipe, 
            Y qué de la tienda de las moradas de los impíos? 
Job 21:29 ¿No habéis preguntado a los que pasan por los caminos, 
            Y no habéis conocido su respuesta, 
Job 21:30 Que el malo es preservado en el día de la destrucción? 
            Guardado será en el día de la ira. 
Job 21:31 ¿Quién le denunciará en su cara su camino? 
            Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago? 
Job 21:32 Porque llevado será a los sepulcros, 
            Y sobre su túmulo estarán velando. 
Job 21:33 Los terrones del valle le serán dulces; 
            Tras de él será llevado todo hombre, 
            Y antes de él han ido innumerables. 
Job 21:34 ¿Cómo, pues, me consoláis en vano, 
            Viniendo a parar vuestras respuestas en falacia?

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