“Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar”. (Hebreos 12:3).-
“No os venguéis vosotros mismos... sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor”. (Romanos 12:19).-
Leer el Salmo 109:1-20
Este terrible salmo empieza invocando al “Dios de mi alabanza”. Ninguna amenaza, ningún motivo de abatimiento impedía que Jesús levantara los ojos hacia su Padre y le alabara. Al contrario, esas circunstancias contrarias constituían más razones para hacerlo. ¿Cómo se defendía cuando estaba rodeado “con palabras de odio”? “Mas —decía El — yo oraba”. Tal debería ser, queridos hermanos creyentes, nuestra única réplica cuando se nos ocurra encontrar una injusta hostilidad. Si callamos —o más bien si hablamos sólo a Dios— El no callará y se encargará de contestar en nuestro lugar. Sin embargo, sólo Cristo “sufrió tal contradicción. Sus adversarios no sólo “pelearon contra El sin causa”, sino que —exclama Jesús— “me devuelven mal por bien, y odio por amor”. Y entre ellos se había colocado Judas, culpable de una ingratitud tanto más espantosa cuanto había sido el objeto de un más íntimo afecto. El versículo 20 del primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles le aplica el versículo 8: “Tome otro su oficio” (y para el porvenir, este pasaje se refiere al Anticristo). Por cierto, había motivos para quebrantar el corazón del Señor, como lo dice proféticamente el versículo 15: “No se acordó de hacer misericordia, y persiguió al hombre afligido y menesteroso, al quebrantado de corazón para darle muerte”.
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
No hay justo
Rom.3:9 ¿Qué, pues?
Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a
judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Rom.3:10 Como está
escrito:
No hay justo, ni aun
uno;
Rom.3:11 No hay quien entienda.
No hay quien busque a
Dios.
Rom.3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron
inútiles;
No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.
Rom.3:13 Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay
debajo de sus labios;
Rom.3:14 Su boca está llena de maldición y de
amargura.
Rom.3:15 Sus pies se apresuran para derramar
sangre;
Rom.3:16 Quebranto y desventura hay en sus
caminos;
Rom.3:17 Y no conocieron camino de paz.
Rom.3:18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Rom.3:19 Pero sabemos
que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda
boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
Rom.3:20 ya que por las
obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por
medio de la ley es el conocimiento del pecado.
La justicia es por
medio de la fe
Rom.3:21 Pero ahora,
aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley
y por los profetas;
Rom.3:22 la justicia de
Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque
no hay diferencia,
Rom.3:23 por cuanto
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Rom.3:24 siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús,
Rom.3:25 a quien Dios
puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados,
Rom.3:26 con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.
Rom.3:27 ¿Dónde, pues,
está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No,
sino por la ley de la fe.
Rom.3:28 Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Rom.3:29 ¿Es Dios
solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente,
también de los gentiles.
Rom.3:30 Porque Dios es
uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe
a los de la incircuncisión.
Rom.3:31 ¿Luego por la
fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
Capítulo 12
Discurso de Samuel al
pueblo
1°Sam.12:1 Dijo Samuel
a todo Israel: He aquí, yo he oído vuestra voz en todo cuanto me habéis dicho,
y os he puesto rey.
1°Sam.12:2 Ahora, pues,
he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya viejo y lleno de canas;
pero mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi
juventud hasta este día.
1°Sam.12:3 Aquí estoy;
atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el
buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si
he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos
con él; y os lo restituiré.
1°Sam.12:4 Entonces
dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de
ningún hombre.
1°Sam.12:5 Y él les
dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este
día, que no habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así
es.
1°Sam.12:6 Entonces
Samuel dijo al pueblo: Jehová que designó a Moisés y a Aarón, y sacó a vuestros
padres de la tierra de Egipto, es testigo.
1°Sam.12:7 Ahora, pues,
aguardad, y contenderé con vosotros delante de Jehová acerca de todos los
hechos de salvación que Jehová ha hecho con vosotros y con vuestros
padres.
1°Sam.12:8 Cuando Jacob
hubo entrado en Egipto, y vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a
Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los
hicieron habitar en este lugar.
1°Sam.12:9 Y olvidaron
a Jehová su Dios, y él los vendió en mano de Sísara jefe del ejército de Hazor,
y en mano de los filisteos, y en mano del rey de Moab, los cuales les hicieron
guerra.
1°Sam.12:10 Y ellos
clamaron a Jehová, y dijeron: Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová y
hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de mano de
nuestros enemigos, y te serviremos.
1°Sam.12:11 Entonces
Jehová envió a Jerobaal, a Barac, a Jefté y a Samuel, y os libró de mano de
vuestros enemigos en derredor, y habitasteis seguros.
1°Sam.12:12 Y habiendo
visto que Nahas rey de los hijos de Amón venía contra vosotros, me dijisteis:
No, sino que ha de reinar sobre nosotros un rey; siendo así que Jehová vuestro
Dios era vuestro rey.
1°Sam.12:13 Ahora,
pues, he aquí el rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que Jehová
ha puesto rey sobre vosotros.
1°Sam.12:14 Si
temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a
la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros
servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien.
1°Sam.12:15 Mas si no
oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a las palabras de Jehová, la
mano de Jehová estará contra vosotros como estuvo contra vuestros padres.
1°Sam.12:16 Esperad aún
ahora, y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos.
1°Sam.12:17 ¿No es
ahora la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, y él dará truenos y lluvias,
para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho ante
los ojos de Jehová, pidiendo para vosotros rey.
1°Sam.12:18 Y Samuel
clamó a Jehová, y Jehová dio truenos y lluvias en aquel día; y todo el pueblo
tuvo gran temor de Jehová y de Samuel.
1°Sam.12:19 Entonces
dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, para que
no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey
para nosotros.
1°Sam.12:20 Y Samuel
respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con
todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro
corazón.
1°Sam.12:21 No os
apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son
vanidades.
1°Sam.12:22 Pues Jehová
no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido
haceros pueblo suyo.
1°Sam.12:23 Así que,
lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes
os instruiré en el camino bueno y recto.
1°Sam.12:24 Solamente
temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad
cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.
1°Sam.12:25 Mas si
perseverareis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.
Capítulo 57
Plegaria pidiendo ser
librado de los perseguidores (Sal.
108. 1-5)
Al músico principal;
sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.
Sal.57:1 Ten
misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.
Sal.57:2 Clamaré al
Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.
Sal.57:3 El enviará
desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.
Sal.57:4 Mi vida está
entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda.
Sal.57:5 Exaltado seas
sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.
Sal.57:6 Red han armado
a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah
Sal.57:7 Pronto está mi
corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.
Sal.57:8 Despierta,
alma mía; despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana.
Sal.57:9 Te alabaré
entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.
Sal.57:10 Porque grande
es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.
Sal.57:11 Exaltado seas
sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.
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