“He aquí yo estoy con vosotros todos los días”. (Mateo 28:20).-
Acerca de la ascensión
No es absolutamente seguro que el Señor Jesús haya pronunciado estas palabras: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días” en el día de su ascensión. Es muy posible que haya dicho esto unos días antes. Pero en el Evangelio según Mateo esos términos pertenecen a su ascensión, aunque ese evangelio no alude al hecho mismo. Sólo Marcos y Lucas hacen una corta mención de él, a la que el último agrega aun que los discípulos, después de esa aparentemente definitiva separación de su Señor, “volvieron a Jerusalén con gran gozo”. Uno se pregunta qué motivos tenían para alegrarse así.
Tengo la impresión de que poseían dos motivos para ello. Primeramente, la promesa de que, a pesar de todo, El estaría todos los días con los Suyos. El Señor había sido llevado arriba al cielo, ¿cómo podía hablar de su continua presencia? Para nuestra sobria razón es una imposibilidad, pero para la fe es una realidad. Marcos escribió brevemente que el Señor Jesús fue recibido arriba, en el cielo, donde se sentó a la diestra de Dios. Pero allá, El no permanece pasivo sino que vive intercediendo por los Suyos como abogado para con el Padre. El vive y acude en ayuda de los que son probados.
En el primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles hallamos el segundo motivo del gozo de los discípulos. De la boca de dos ángeles habían recibido la promesa de que su Señor volvería. No había sido, pues, una separación definitiva. ¡Habrá un “reencuentro”: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”... ¿No nos llena también de gozo esta promesa? “Sí, ven Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).-
Un pálido reflejo de este reencuentro lo tenemos en Gen.46:29 cuando después de muchas amarguras se reencuentra ya Israel con José y dice la escritura: "Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente..." Hermano amigo, ¿has meditado en ese reencuentro con el Señor?, Ohh!!... llénate de gozo en este día que te has de encontrar con el Rey en su hermosura... ¡Gloria a su santísimo Nombre... !!!
Acerca de la ascensión
No es absolutamente seguro que el Señor Jesús haya pronunciado estas palabras: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días” en el día de su ascensión. Es muy posible que haya dicho esto unos días antes. Pero en el Evangelio según Mateo esos términos pertenecen a su ascensión, aunque ese evangelio no alude al hecho mismo. Sólo Marcos y Lucas hacen una corta mención de él, a la que el último agrega aun que los discípulos, después de esa aparentemente definitiva separación de su Señor, “volvieron a Jerusalén con gran gozo”. Uno se pregunta qué motivos tenían para alegrarse así.
Tengo la impresión de que poseían dos motivos para ello. Primeramente, la promesa de que, a pesar de todo, El estaría todos los días con los Suyos. El Señor había sido llevado arriba al cielo, ¿cómo podía hablar de su continua presencia? Para nuestra sobria razón es una imposibilidad, pero para la fe es una realidad. Marcos escribió brevemente que el Señor Jesús fue recibido arriba, en el cielo, donde se sentó a la diestra de Dios. Pero allá, El no permanece pasivo sino que vive intercediendo por los Suyos como abogado para con el Padre. El vive y acude en ayuda de los que son probados.
En el primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles hallamos el segundo motivo del gozo de los discípulos. De la boca de dos ángeles habían recibido la promesa de que su Señor volvería. No había sido, pues, una separación definitiva. ¡Habrá un “reencuentro”: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”... ¿No nos llena también de gozo esta promesa? “Sí, ven Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).-
Un pálido reflejo de este reencuentro lo tenemos en Gen.46:29 cuando después de muchas amarguras se reencuentra ya Israel con José y dice la escritura: "Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente..." Hermano amigo, ¿has meditado en ese reencuentro con el Señor?, Ohh!!... llénate de gozo en este día que te has de encontrar con el Rey en su hermosura... ¡Gloria a su santísimo Nombre... !!!
Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo
LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-
Capítulo 16
Timoteo acompaña a Pablo y a Silas
Hec.16:1 Después llegó a Derbe y a
Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una
mujer judía creyente, pero de padre griego;
Hec.16:2 y daban buen testimonio de él
los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
Hec.16:3 Quiso Pablo que éste fuese con
él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos
lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
Hec.16:4 Y al pasar por las ciudades,
les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos
que estaban en Jerusalén, para que las guardasen.
Hec.16:5 Así que las iglesias eran
confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.
La visión del varón macedonio
Hec.16:6 Y atravesando Frigia y la
provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra
en Asia;
Hec.16:7 y cuando llegaron a Misia,
intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.
Hec.16:8 Y pasando junto a Misia, descendieron
a Troas.
Hec.16:9 Y se le mostró a Pablo una
visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a
Macedonia y ayúdanos.
Hec.16:10 Cuando vio la visión, en
seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba
para que les anunciásemos el evangelio.
Encarcelados en Filipos
Hec.16:11 Zarpando, pues, de Troas,
vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis;
Hec.16:12 y de allí a Filipos, que es la
primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en
aquella ciudad algunos días.
Hec.16:13 Y un día de reposo salimos
fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y
sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.
Hec.16:14 Entonces una mujer llamada
Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios,
estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a
lo que Pablo decía.
Hec.16:15 Y cuando fue bautizada, y su
familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad
en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
Capítulo 2
El ángel de Jehová en Boquim
Jue.2:1 El ángel de Jehová subió de
Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de
la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto
con vosotros,
Jue.2:2 con tal que vosotros no hagáis
pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas
vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?
Jue.2:3 Por tanto, yo también digo: No
los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros
costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Jue.2:4 Cuando el ángel de Jehová habló
estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
Jue.2:5 Y llamaron el nombre de aquel
lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.
Muerte de Josué (Jos. 24.29-31)
Jue.2:6 Porque ya Josué había despedido
al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para
poseerla.
Jue.2:7 Y el pueblo había servido a
Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que
sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová,
que él había hecho por Israel.
Jue.2:8 Pero murió Josué hijo de Nun,
siervo de Jehová, siendo de ciento diez años.
Jue.2:9 Y lo sepultaron en su heredad en
Timnat-sera,en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
Jue.2:10 Y toda aquella generación
también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación
que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.
Apostasía de Israel, y la obra de los
jueces
Jue.2:11 Después los hijos de Israel
hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Jue.2:12 Dejaron a Jehová el Dios de sus
padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros
dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales
adoraron; y provocaron a ira a Jehová.
Jue.2:13 Y dejaron a Jehová, y adoraron
a Baal y a Astarot.
Jue.2:14 Y se encendió contra Israel el
furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron,
y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer
frente a sus enemigos.
Jue.2:15 Por dondequiera que salían, la
mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como
Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.
Jue.2:16 Y Jehová levantó jueces que los
librasen de mano de los que les despojaban;
Jue.2:17 pero tampoco oyeron a sus
jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron
pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos
de Jehová; ellos no hicieron así.
Jue.2:18 Y cuando Jehová les levantaba
jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo
el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus
gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Jue.2:19 Mas acontecía que al morir el
juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a
dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se
apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.
Jue.2:20 Y la ira de Jehová se encendió
contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a
sus padres, y no obedece a mi voz,
Jue.2:21 tampoco yo volveré más a
arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando
murió;
Jue.2:22 para probar con ellas a Israel,
si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo
siguieron sus padres.
Jue.2:23 Por esto dejó Jehová a aquellas
naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué.
Capítulo 3
Naciones que fueron dejadas para probar
a Israel
Jue.3:1 Estas, pues, son las naciones
que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían
conocido todas la guerras de Canaán;
Jue.3:2 solamente para que el linaje de
los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes
no la habían conocido:
Jue.3:3 los cinco príncipes de los
filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el
monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat.
Jue.3:4 Y fueron para probar con ellos a
Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había
dado a sus padres por mano de Moisés.
Jue.3:5 Así los hijos de Israel
habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y
jebuseos.
Jue.3:6 Y tomaron de sus hijas por
mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus
dioses.
Otoniel liberta a Israel de
Cusan-risataim
Jue.3:7 Hicieron, pues, los hijos de
Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios, y
sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera.
Jue.3:8 Y la ira de Jehová se encendió
contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y
sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.
Jue.3:9 Entonces clamaron los hijos de
Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los
libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.
Jue.3:10 Y el Espíritu de Jehová vino
sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a
Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim.
Jue.3:11 Y reposó la tierra cuarenta
años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.
Aod liberta a Israel de Moab
Jue.3:12 Volvieron los hijos de Israel a
hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab
contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová.
Jue.3:13 Este juntó consigo a los hijos de
Amón y de Amalec, y vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las
palmeras.
Jue.3:14 Y sirvieron los hijos de Israel
a Eglón rey de los moabitas dieciocho años.
Jue.3:15 Y clamaron los hijos de Israel
a Jehová; y Jehová les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el
cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey
de Moab.
Jue.3:16 Y Aod se había hecho un puñal
de dos filos, de un codo de largo; y se
lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho.
Jue.3:17 Y entregó el presente a Eglón
rey de Moab; y era Eglón hombre muy grueso.
Jue.3:18 Y luego que hubo entregado el
presente, despidió a la gente que lo había traído.
Jue.3:19 Mas él se volvió desde los
ídolos que están en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte.
El entonces dijo: Calla. Y salieron de delante de él todos los que con él
estaban.
Jue.3:20 Y se le acercó Aod, estando él
sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti.
El entonces se levantó de la silla.
Jue.3:21 Entonces alargó Aod su mano
izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho, y se lo metió por el
vientre,
Jue.3:22 de tal manera que la empuñadura
entró también tras la hoja, y la gordura cubrió la hoja, porque no sacó el puñal
de su vientre; y salió el estiércol.
Jue.3:23 Y salió Aod al corredor, y
cerró tras sí las puertas de la sala y las aseguró con el cerrojo.
Jue.3:24 Cuando él hubo salido, vinieron
los siervos del rey, los cuales viendo las puertas de la sala cerradas,
dijeron: Sin duda él cubre sus pies en la sala de verano.
Jue.3:25 Y habiendo esperado hasta estar
confusos, porque él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y
abrieron; y he aquí su señor caído en tierra, muerto.
Jue.3:26 Mas entre tanto que ellos se
detuvieron, Aod escapó, y pasando los ídolos, se puso a salvo en Seirat.
Jue.3:27 Y cuando había entrado, tocó el
cuerno en el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del
monte, y él iba delante de ellos.
Jue.3:28 Entonces él les dijo: Seguidme,
porque Jehová ha entregado a vuestros enemigos los moabitas en vuestras manos.
Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán a Moab, y no
dejaron pasar a ninguno.
Jue.3:29 Y en aquel tiempo mataron de
los moabitas como diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de guerra;
no escapó ninguno.
Jue.3:30 Así fue subyugado Moab aquel
día bajo la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años.
Samgar liberta a Israel de los
filisteos
Jue.3:31 Después de él fue Samgar hijo
de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada
de bueyes; y él también salvó a Israel.
Capítulo 34
Eliú justifica a Dios
é
Job 34:1 Además Eliú dijo:
Job 34:2 Oíd, sabios, mis palabras;
Y
vosotros, doctos, estadme atentos.
Job 34:3 Porque el oído prueba las
palabras,
Como
el paladar gusta lo que uno come.
Job 34:4 Escojamos para nosotros el
juicio,
Conozcamos
entre nosotros cuál sea lo bueno.
Job 34:5 Porque Job ha dicho: Yo soy
justo,
Y
Dios me ha quitado mi derecho.
Job 34:6 ¿He de mentir yo contra mi
razón?
Dolorosa
es mi herida sin haber hecho yo transgresión.
Job 34:7 ¿Qué hombre hay como Job,
Que
bebe el escarnio como agua,
Job 34:8 Y va en compañía con los que
hacen iniquidad,
Y
anda con los hombres malos?
Job 34:9 Porque ha dicho: De nada
servirá al hombre
El
conformar su voluntad a Dios.
Job 34:10 Por tanto, varones de
inteligencia, oídme:
Lejos
esté de Dios la impiedad,
Y
del Omnipotente la iniquidad.
Job 34:11 Porque él pagará al hombre
según su obra,
Y
le retribuirá conforme a su camino.
Job 34:12 Sí, por cierto, Dios no hará
injusticia,
Y
el Omnipotente no pervertirá el derecho.
Job 34:13 ¿Quién visitó por él la
tierra?
¿Y
quién puso en orden todo el mundo?
Job 34:14 Si él pusiese sobre el hombre
su corazón,
Y
recogiese así su espíritu y su aliento,
Job 34:15 Toda carne perecería
juntamente,
Y
el hombre volvería al polvo.
Job 34:16 Si, pues, hay en ti
entendimiento, oye esto;
Escucha
la voz de mis palabras.
Job 34:17 ¿Gobernará el que aborrece
juicio?
¿Y
condenarás tú al que es tan justo?
Job 34:18 ¿Se dirá al rey:
Perverso;
Y
a los príncipes: Impíos?
Job 34:19 ¿Cuánto menos a aquel que no
hace acepción de personas de príncipes.
Ni
respeta más al rico que al pobre,
Porque
todos son obra de sus manos?
Job 34:20 En un momento morirán,
Y
a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán,
Y
sin mano será quitado el poderoso.
Job 34:21 Porque sus ojos están sobre
los caminos del hombre,
Y
ve todos sus pasos.
Job 34:22 No hay tinieblas ni sombra de
muerte
Donde
se escondan los que hacen maldad.
Job 34:23 No carga, pues, él al hombre
más de lo justo,
Para
que vaya con Dios a juicio.
Job 34:24 El quebrantará a los fuertes
sin indagación,
Y
hará estar a otros en su lugar.
Job 34:25 Por tanto, él hará notorias
las obras de ellos,
Cuando
los trastorne en la noche, y sean quebrantados.
Job 34:26 Como a malos los herirá
En
lugar donde sean vistos;
Job 34:27 Por cuanto así se apartaron de
él,
Y
no consideraron ninguno de sus caminos,
Job 34:28 Haciendo venir delante de él
el clamor del pobre,
Y
que oiga el clamor de los necesitados.
Job 34:29 Si él diere reposo, ¿quién inquietará?
Si
escondiere el rostro, ¿quién lo mirará?
Esto
sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
Job 34:30 Haciendo que no reine el
hombre impío
Para
vejaciones del pueblo.
Job 34:31 De seguro conviene que se diga
a Dios:
He
llevado ya castigo, no ofenderé ya más;
Job 34:32 Enséñame tú lo que yo no
veo;
Si
hice mal, no lo haré más.
Job 34:33 ¿Ha de ser eso según tu
parecer?
El
te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo;
Di,
si no, lo que tú sabes.
Job 34:34 Los hombres inteligentes dirán
conmigo,
Y
el hombre sabio que me oiga:
Job 34:35 Que Job no habla con
sabiduría,
Y
que sus palabras no son con entendimiento.
Job 34:36 Deseo yo que Job sea probado
ampliamente,
A
causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos.
Job 34:37 Porque a su pecado añadió
rebeldía;
Bate
palmas contra nosotros,
Y
contra Dios multiplica sus palabras.
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