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“Dices: Soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí”. 
“He aquí, yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado”. (Jeremías 2:35).-

La conversión

 Un hombre tocado en su conciencia puede tomar excelentes resoluciones: si bebía con exceso, dejará de tomar; si tenia una conducta licenciosa se abstendrá de irregularidades de conducta; si abandonaba los servicios religiosos, los seguirá frecuentemente. Admitamos que ese hombre enmienda así su conducta. Aunque haya mejorado, su comportamiento permanecerá siempre imperfecto y manchado de pecado. Además, allí está su pasado, todo un pasado que le acusa de faltas y de pecados que ni una vida pura puede expiar. Para borrar el pecado, es necesaria la sangre de Jesús.
 La conversión es una cosa muy distinta de una reforma exterior de la vida. Es la obra de Dios en el alma. Un borracho puede dejar de beber sin ser convertido. Se pueden hacer muchas buenas obras sin ser convertido. Convertirse es volverse hacia Dios; es nacer de nuevo. Es la obra del Espíritu de Dios en el alma.
 Es errar el camino querer reformar la propia vida mediante loables esfuerzos de voluntad en lugar de venir a Dios con el sentimiento de la propia culpabilidad para decirle: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado… Contra ti solo he pecado… Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi” (Salmo 51). Esforzarse por sí mismo es querer hacer su propia salvación, es establecer su propia justicia para tranquilizar la conciencia y satisfacer el orgullo. No es el camino según Dios. Nuestra vieja naturaleza no puede producir fruto alguno que Dios pueda aceptar. “Os es necesario nacer de nuevo”. Sólo entonces la gracia divina manifestará los frutos de la nueva naturaleza.

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.-


Capítulo 9


Jesús sana a un ciego de nacimiento  


Jn.9:1 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.  
Jn.9:2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?  
Jn.9:3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.  
Jn.9:4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.  
Jn.9:5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
Jn.9:6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,  
Jn.9:7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.  
Jn.9:8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?  
Jn.9:9 Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.  
Jn.9:10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?  
Jn.9:11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.  
Jn.9:12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.  


Los fariseos interrogan al ciego sanado  


Jn.9:13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.  
Jn.9:14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.  
Jn.9:15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.  
Jn.9:16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.  
Jn.9:17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.  
Jn.9:18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,  
Jn.9:19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?  
Jn.9:20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;  
Jn.9:21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.  
Jn.9:22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.  
Jn.9:23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.  


Capítulo 6


Dedicación del templo    (1 R. 8. 12-66)


2°Cron.6:1 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.  
2°Cron.6:2 Yo pues he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre.  
2°Cron.6:3 Y volviendo el rey su rostro, bendijo  a  toda la congregación de Israel: y toda la congregación de Israel estaba en pie.  
2°Cron.6:4 Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca  a  David mi padre, diciendo:  
2°Cron.6:5 Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.  
2°Cron.6:6 Mas  a  Jerusalen he elegido para que en ella esté mi nombre, y  a  David he elegido para que esté sobre mi pueblo Israel.  
2°Cron.6:7 Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel.  
2°Cron.6:8 Mas Jehová dijo  a  David mi padre: Respecto  a  haber tenido en tu corazón edificar casa  a  mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón.  
2°Cron.6:9 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa  a  mi nombre.
2°Cron.6:10 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho, pues me levanté yo en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel.  
2°Cron.6:11 Y en ella he puesto el arca, en la cual está el pacto de Jehová que celebró con los hijos de Israel.  
2°Cron.6:12 Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos.  
2°Cron.6:13 Porque Salomón había hecho un estrado de bronce, de cinco codos  de largo, de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio: y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo, y dijo:  
2°Cron.6:14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante  a  ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;  
2°Cron.6:15 Que has guardado  a  tu siervo David mi padre lo que le prometiste: tú lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como se ve en este día.  
2°Cron.6:16 Ahora pues, Jehová Dios de Israel, guarda  a  tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel,  con tal que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado delante de mí.
2°Cron.6:17 Ahora pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste  a  tu siervo David.  
2°Cron.6:18 Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?
2°Cron.6:19 Mas tú mirarás  a  la oración de tu siervo, y  a  su ruego, oh Jehová Dios mío, para oir el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.  
2°Cron.6:20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.  
2°Cron.6:21 Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada: que oigas y perdones.  
2°Cron.6:22 Si alguno pecare contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu  altar en esta casa,  
2°Cron.6:23 tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás  a  tus siervos, dando la paga al impío, haciéndole recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia.  
2°Cron.6:24 Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de los enemigos, por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa,  
2°Cron.6:25 tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.  
2°Cron.6:26 Si los cielos se cerraren, y no hubiere lluvias por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres,  
2°Cron.6:27 tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo.  
2°Cron.6:28 Si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en la tierra donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que sea;  
2°Cron.6:29 Toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa,  
2°Cron.6:30 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres;  
2°Cron.6:31 Para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.  
2°Cron.6:32 Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre, y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere, y orare hacia esta casa,  
2°Cron.6:33  tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
2°Cron.6:34 Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre,  
2°Cron.6:35 Tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa.  
2°Cron.6:36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te enojares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,  
2°Cron.6:37 y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos hecho;  
2°Cron.6:38 Si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tu elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;  
2°Cron.6:39 tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti.  
2°Cron.6:40 Ahora pues, oh Dios mío, te ruego estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a la oración en este lugar.  
2°Cron.6:41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.  
2°Cron.6:42 Jehová Dios, no rechaces a tu ungido: acuérdate de tus misericordias para con David tu siervo.


Mal.2:17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia


Capítulo 03


Mal.3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Mal.3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
Mal.3:3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
Mal.3:4 Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
Mal.3:5 Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Mal.3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Mal.3:7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?
Mal.3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Mal.3:9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Mal.3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Mal.3:11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
Mal.3:12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
Mal.3:13 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?
Mal.3:14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
Mal.3:15 Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
Mal.3:16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
Mal.3:17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Mal.3:18 Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

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