Jn.1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
LA LEY POR MEDIO DE MOISES
Moisés fue fiel en "La Casa de Dios", y fue usado para que se pronuncien y escriban la Ley, con sus estatutos y decretos, para beneficio de la humanidad, pero el hombre estaba incapacitado en todo sentido para poner en practica la Ley, pues obedecía servilmente por temor, y no por amor, el pueblo que fue admirado por sus leyes dadas por Dios, se encontró miserable teniendo la misericordia a la mano, viendo las maravillas y prodigios diarios, para lo único que les sirvió fue para acrecentar su responsabilidad. Decimos la "Ley de Moises", la "Ley mosaica", pero en realidad la Ley no era de Moises sino de Dios mismo que le enseño la escritura, lectura y los estatutos, ordenanzas y decretos. Esa Ley con rigor angélico, tenía culpabilidad de muerte, aún por ignorancia, y para quienes participaban de carne y sangre con entendimientos entenebrecidos, esa Ley que era una bendición tenerla, se transformaba en un imposible, aún sabiendo y escudriñando sus significados teológicos.
Pero ahora uno, que es Autor de la Ley, participa de carne y sangre para compadecerse y ser testigo fiel de las necesidades humanas, con la Ley escrita en su corazón, enseña al hombre el camino para que esa Ley se grabe en los corazones juntamente con la Gracia, esa Verdad inalcanzable para el hombre ahora se revela, casi sin la percepción mental y sus análisis, el humano puede experimentar el perdón...
Cuantos quebrantados pensaron que Dios nunca los podría perdonar, allí, postrados a los pies del Salvador encontraron paz y perdón, puede que Dios haya usado un humano para hablarle para que entienda algunas cosas, pero la Gracia se hizo presente, ella misma, que viene directamente del mismo Cristo, el la Verdad de Dios que revela Aquel corazón tan lleno de amor y ternura que no podemos explicar con palabras, es por ello que el se manifiesta por revelación, Cristo revela al Padre y el Padre revela al Hijo y esto es por la dispensación de la Gracia, de la economía del Espíritu Santo que toma de lo de Cristo y nos lo hace saber...
Jn.16:13 "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir".
Jn.16:14 "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber".
Jn.16:15 "Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber".
Moisés fue fiel en "La Casa de Dios", y fue usado para que se pronuncien y escriban la Ley, con sus estatutos y decretos, para beneficio de la humanidad, pero el hombre estaba incapacitado en todo sentido para poner en practica la Ley, pues obedecía servilmente por temor, y no por amor, el pueblo que fue admirado por sus leyes dadas por Dios, se encontró miserable teniendo la misericordia a la mano, viendo las maravillas y prodigios diarios, para lo único que les sirvió fue para acrecentar su responsabilidad. Decimos la "Ley de Moises", la "Ley mosaica", pero en realidad la Ley no era de Moises sino de Dios mismo que le enseño la escritura, lectura y los estatutos, ordenanzas y decretos. Esa Ley con rigor angélico, tenía culpabilidad de muerte, aún por ignorancia, y para quienes participaban de carne y sangre con entendimientos entenebrecidos, esa Ley que era una bendición tenerla, se transformaba en un imposible, aún sabiendo y escudriñando sus significados teológicos.
Pero ahora uno, que es Autor de la Ley, participa de carne y sangre para compadecerse y ser testigo fiel de las necesidades humanas, con la Ley escrita en su corazón, enseña al hombre el camino para que esa Ley se grabe en los corazones juntamente con la Gracia, esa Verdad inalcanzable para el hombre ahora se revela, casi sin la percepción mental y sus análisis, el humano puede experimentar el perdón...
Cuantos quebrantados pensaron que Dios nunca los podría perdonar, allí, postrados a los pies del Salvador encontraron paz y perdón, puede que Dios haya usado un humano para hablarle para que entienda algunas cosas, pero la Gracia se hizo presente, ella misma, que viene directamente del mismo Cristo, el la Verdad de Dios que revela Aquel corazón tan lleno de amor y ternura que no podemos explicar con palabras, es por ello que el se manifiesta por revelación, Cristo revela al Padre y el Padre revela al Hijo y esto es por la dispensación de la Gracia, de la economía del Espíritu Santo que toma de lo de Cristo y nos lo hace saber...
Jn.16:13 "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir".
Jn.16:14 "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber".
Jn.16:15 "Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber".
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
Segunda Epístola del Apóstol San Pablo a los
TESALONICENSES
Capítulo 1
Salutación
2ºTes.1:1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
2ºTes.1:2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Dios juzgará a los pecadores en la venida de Cristo
2ºTes.1:3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;
2ºTes.1:4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
2ºTes.1:5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
2ºTes.1:6 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan,
2ºTes.1:7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
2ºTes.1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
2ºTes.1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
2ºTes.1:10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
2ºTes.1:11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder,
2ºTes.1:12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Capítulo 2
Manifestación del hombre de pecado
2ºTes.2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
2ºTes.2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
2ºTes.2:3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
2ºTes.2:4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
2ºTes.2:5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
2ºTes.2:6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
2ºTes.2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
2ºTes.2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
2ºTes.2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
2ºTes.2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
2ºTes.2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
2ºTes.2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Escogidos para salvación
2ºTes.2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
2ºTes.2:14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
2ºTes.2:15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
2ºTes.2:16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,
2ºTes.2:17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.
Capítulo 3
Que la palabra de Dios sea glorificada
2ºTes.3:1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,
2ºTes.3:2 y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.
2ºTes.3:3 Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
2ºTes.3:4 Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.
2ºTes.3:5 Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
El deber de trabajar
2ºTes.3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
2ºTes.3:7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
2ºTes.3:8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
2ºTes.3:9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.
2ºTes.3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
2ºTes.3:11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.
2ºTes.3:12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
2ºTes.3:13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
2ºTes.3:14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
2ºTes.3:15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
Bendición final
2ºTes.3:16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
2ºTes.3:17 La salutación es de mi propia mano, de Pablo, que es el signo en toda carta mía; así escribo.
2ºTes.3:18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Primera Epístola del Apóstol San Pablo a
TIMOTEO
Capítulo 1
Salutación
1ºTim.1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza,
1ºTim.1:2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
Advertencia contra falsas doctrinas
1ºTim.1:3 Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,
1ºTim.1:4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
1ºTim.1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
1ºTim.1:6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería,
1ºTim.1:7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
1ºTim.1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
1ºTim.1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
1ºTim.1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
1ºTim.1:11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
El ministerio de Pablo
1ºTim.1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,
1ºTim.1:13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
1ºTim.1:14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.
1ºTim.1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
1ºTim.1:16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.
1ºTim.1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
1ºTim.1:18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,
1ºTim.1:19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,
1ºTim.1:20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.
Capítulo 2
Instrucciones sobre la oración
1ºTim.2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
1ºTim.2:2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
1ºTim.2:3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
1ºTim.2:4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
1ºTim.2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
1ºTim.2:6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
1ºTim.2:7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.
1ºTim.2:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
1ºTim.2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
1ºTim.2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
1ºTim.2:11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
1ºTim.2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
1ºTim.2:13 Porque Adán fue formado primero, después Eva;
1ºTim.2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión.
1ºTim.2:15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario