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ENERO 21

Prov.19:22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia;
             Pero mejor es el pobre que el mentiroso. 



Hacer Misericordia


 Todos los seres humanos suelen tener actos misericordiosos, estos se suelen enseñar en la mas tierna infancia al hacer compartir, o repartir, casi siempre con algún estimulo de un "muy bien...!!!" o algo por el estilo, muy rara vez salga un acto bondadoso a edades tempranas a no ser que haya un interés o estimulo para poder encajar en el circulo familiar o social, (aunque los niños pequeños hacen misericordia con su misma inocencia).-
 La misericordia hace a una vida social, pero también hace estar en un plano un tanto mas elevado a quien la posee, por ello nos encontramos con personas adineradas y/o millonarias que hacen filantropía repartiendo parte de sus activos, lo que puede traerles un grado de satisfacción o contentamiento, lo mismo suelen hacer otros tipo de personas aunque ya no con mucho dinero sino como una satisfacción interior de los cuales podríamos nombrar los bomberos voluntarios, médicos/cas, enfermeros/as o vecinos/as, voluntariado general que concurren a realizar obras benéficas, o en catástrofes, también suele haber muchos que ayudan a sus semejantes sean lo que sean.
 Hemos visto y comprobado que hacer el bien a alguien hace que nos sintamos bien con nosotros mismos, lo que nos trae como dice el versículo de la fecha, un contentamiento,
 Pero cuidado con ello...!!!, si esas misericordias que hacemos no nos sirven para apartarnos del pecado, sino solo para llenar nuestro corazón de orgullo, no nos sirven para la balanza... (Dan.5:27 TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.) pues muchos "Misericordiosos y Solidarios" pretenden representar que no hace falta ser creyente para ser misericordiosos, (no obstante la Salvación pertenece a nuestro Dios y también El "...traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala".- (Ecl.12:14).-
 Nuestro Señor Jesucristo dice "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. (Mat.5:7).- Por lo cual hacer, misericordia es para el cristiano un acto natural del nuevo nacimiento, ya no para satisfacer necesidades de las miserias materiales o temporales solamente, sino que ministra bienes y riquezas haciendo misericordia a los miserables en el alma y el espíritu, para los que están condenados a las miserias eternas...
 Oh!! hermano, hermana, si los infieles se "sienten bien..." haciendo misericordia a su manera, ¡cuanto mas nosotros los creyentes!! cuando hacemos misericordia con amor de Dios, con esa vena de lo eterno al presentar la salvación del alma... Quizá no tengamos millones de dolares en este mundo, pero tenemos otra riqueza que cada vez es mas necesario que sea repartida... Muchisimos millones de dolares fueron ganados de maneras poco honestas y otras fueron heredadas y el Señor dice que son "riquezas injustas...".-
 Lo primero que le dijo el Señor al joven rico fue "...vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme". (Luc.18:22) "...darlo a los pobres era hacer misericordia" y sigue diciendo el Señor Jesús en Luc.16:9 "Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas".
 Padre amado, tu que eres Grande en Misericordia y Verdad, ayúdanos a hacer misericordia con santidad y amor, sin ningún otro estimulo que el de tener tu imagen en esta tierra, amen y amen...





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 7 

Ex.7:1 Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. 
Ex.7:2 Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.  
Ex.7:3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.  
Ex.7:4 Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.  
Ex.7:5 Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.  
Ex.7:6 E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron.  
Ex.7:7 Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón.  

La vara de Aarón  

Ex.7:8 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:  
Ex.7:9 Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra.  
Ex.7:10 Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.  
Ex.7:11 Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos;  
Ex.7:12 pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.  
Ex.7:13 Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.  

La plaga de sangre  

Ex.7:14 Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo.  
Ex.7:15 Ve por la mañana a Faraón, he aquí que él sale al río; y tú ponte a la ribera delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,  
Ex.7:16 y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto; y he aquí que hasta ahora no has querido oír.  
Ex.7:17 Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre.  
Ex.7:18 Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río.  
Ex.7:19 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.  
Ex.7:20 Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre.  
Ex.7:21 Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, tanto que los egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.  
Ex.7:22 Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.  
Ex.7:23 Y Faraón se volvió y fue a su casa, y no dio atención tampoco a esto. 
Ex.7:24 Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber de las aguas del río.  
Ex.7:25 Y se cumplieron siete días después que Jehová hirió el río.  

Capítulo 8

La plaga de ranas 

Ex.8:1 Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.  
Ex.8:2 Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios.  
Ex.8:3 Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.  
Ex.8:4 Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.  
Ex.8:5 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto.  
Ex.8:6 Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.  
Ex.8:7 Y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto.  
Ex.8:8 Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová.  
Ex.8:9 Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río.  
Ex.8:10 Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios.  
Ex.8:11 Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo, y solamente quedarán en el río.  
Ex.8:12 Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas que había mandado a Faraón.  
Ex.8:13 E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos y de los campos.  
Ex.8:14 Y las juntaron en montones, y apestaba la tierra.  
Ex.8:15 Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.  

La plaga de piojos  

Ex.8:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.  
Ex.8:17 Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.  
Ex.8:18 Y los hechiceros hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; pero no pudieron. Y hubo piojos tanto en los hombres como en las bestias.  
Ex.8:19 Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.  

La plaga de moscas  

Ex.8:20 Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale al río; y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.  
Ex.8:21 Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén.  
Ex.8:22 Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra.  
Ex.8:23 Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.  
Ex.8:24 Y Jehová lo hizo así, y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue corrompida a causa de ellas.  
Ex.8:25 Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra.  
Ex.8:26 Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los egipcios. He aquí, si sacrificáramos la abominación de los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían?  
Ex.8:27 Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá.  
Ex.8:28 Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.  
Ex.8:29 Y respondió Moisés: He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar sacrificio a Jehová.  
Ex.8:30 Entonces Moisés salió de la presencia de Faraón, y oró a Jehová.  
Ex.8:31 Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas aquellas moscas de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin que quedara una.  
Ex.8:32 Mas Faraón endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.  


Capítulo 9

La plaga en el ganado  

Ex.9:1 Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.  
Ex.9:2 Porque si no lo quieres dejar ir, y lo detienes aún,  
Ex.9:3 he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima.  
Ex.9:4 Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel.  
Ex.9:5 Y Jehová fijó plazo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra.  
Ex.9:6 Al día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno.  
Ex.9:7 Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.  

La plaga de úlceras  

Ex.9:8 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón;  
Ex.9:9 y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto.  
Ex.9:10 Y tomaron ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras  tanto en los hombres como en las bestias.  
Ex.9:11 Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios.  
Ex.9:12 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés.  

La plaga de granizo  

Ex.9:13 Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.  
Ex.9:14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.  
Ex.9:15 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás quitado de la tierra.  
Ex.9:16 Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.  
Ex.9:17 ¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir?  
Ex.9:18 He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy pesado, cual nunca hubo en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.  
Ex.9:19 Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se halle en el campo, y no sea recogido a casa, el granizo caerá sobre él, y morirá.  
Ex.9:20 De los siervos de Faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová hizo huir sus criados y su ganado a casa;  
Ex.9:21 mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.  
Ex.9:22 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.  
Ex.9:23 Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.  
Ex.9:24 Hubo, pues, granizo, y fuego  mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada.  
Ex.9:25 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.  
Ex.9:26 Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo. 
Ex.9:27 Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.  
Ex.9:28 Orad a Jehová para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.  
Ex.9:29 Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.  
Ex.9:30 Pero yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios.  
Ex.9:31 El lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.  
Ex.9:32 Mas el trigo y el centeno no fueron destrozados, porque eran tardíos.  
Ex.9:33 Y salido Moisés de la presencia de Faraón, fuera de la ciudad, extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no cayó más sobre la tierra.  
Ex.9:34 Y viendo Faraón que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, se obstinó en pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos.  
Ex.9:35 Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, como Jehová lo había dicho por medio de Moisés. 

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