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OCTUBRE 8

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” Rom.12:2 (a)

Lo que NO debemos hacer… “No os conforméis…”

“Este mundo” (“Este siglo”) = esta edad= este tiempo. En 2 Corintios 4:4 leemos que Satanás es el “dios de este siglo (edad)”. Cristo se dio a Sí Mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo (edad) malo –Gálatas 1:4. Cuando no éramos salvos, éramos parte de este siglo (edad) malo y satánico, pero Dios nos ha librado de él.

Demas, que era considerado un creyente leal en Colosenses 4:14, fue descrito más adelante por Pablo con estas tristes palabras, “porque Demas me ha desamparado, amando este mundo” (2 Tim. 4:10) la palabra “este” indica que es de ahora, que está aquí, pero que no durará mucho; es pasajero y cambiante. Finalmente en Tito 2:12, los creyentes son enseñados por gracia a vivir piadosamente en este siglo. Estamos en este mundo, pero no hemos de vivir como los que son de “este mundo” y que forman parte de este sistema mundial que está en oposición al verdadero Dios vivo.

“No os conforméis”—el verbo significa “ser formado como, ser conformado a, ser modelado por, amoldar o adaptar una cosa a otra”. Pablo está diciendo, “No permitas que el mundo te presione dentro de su molde”. No seas moldeado por las poses, conversaciones, expresiones,  estilos y hábitos de este mundo. Un hermano tuvo un pensamiento respecto de este versículo de la siguiente manera: “deja de adoptar una expresión exterior que está moldeada por este mundo, una expresión que no viene de Dios y que no representa lo que tú eres en tu interior como un hijo de Dios regenerado”.

 Lo que SI debemos hacer

“Sino”.... prosigue con un rotundo mandamiento positivo.

“Transformaos”—este verbo significa ser cambiado, ser modificado. La palabra griega es metamorphosis (pensemos en la notable transformación de una oruga en una mariposa). Esta palabra se usa en Mateo 17:2 para la transformación de nuestro Señor (comúnmente llamada la “transfiguración”). El Señor fue cambiado de tal manera, que Su gloria interior llegó a ser visible en el exterior (comparar Juan 1:14).

Jn.1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 

Asi en 2 Corintios 3:18 la palabra se usa para el proceso  de transformación que tiene lugar en la vida cristiana cuando el creyente es conformado más y más a la imagen de Cristo (más como ÉL hoy, de lo yo que era ayer; más como ÉL mañana, de lo que soy hoy).

1ºCor.3:18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.  

En 2 Corintios 3:18 la palabra se usa respecto al cambio producido por el Espíritu Santo mientras el creyente contempla la gloria del Señor Jesús a través de Su Palabra, yendo gradualmente (de una etapa de gloria a otra) transformado a la imagen de Cristo. Ya hemos visto en el Libro de Romanos que el propósito de Dios es conformarnos a la imagen de Cristo (Rom. 8:29).

Rom.8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 

El tiempo del verbo está en presente (en 2 Co. 3:18): hemos de ser constantemente transformados. Todo esto no sucede en un día o en un mes o en un año. Es un proceso que no terminará hasta que estemos con Cristo (1 Juan 3:2).

1°Jn.3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 

El verbo está en voz pasiva (en 2 Co.3:18), indicando que no somos nosotros mismos los que hacemos el CAMBIO O LA TRANSFORMACIÓN. Porque nosotros SOMOS transformados. Esto es algo que Dios hace en nosotros y por medio de nosotros. Debemos confiar en ÉL y permitir que ÉL haga lo que solamente ÉL puede hacer.

¿Cómo se lleva a cabo esta transformación?

“Por medio de la renovación de nuestro entendimiento”. Es un proceso mental que se describe como “adaptar nuestro pensamiento y nuestra visión  moral y espiritual a la mente de Dios, lo cual tiene un efecto transformador sobre nuestras vidas”. La mente del  creyente debe llegar a estar saturada con la Palabra de Dios, de modo que pueda ver, pensar y sentir cada vez más como Dios ve, piensa y siente.

Otros versículos en el Nuevo Testamento acerca de renovación, estan en Colosenses 3:10 y 2 Corintios 4:16.

Col.3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 

2° Cor.4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 26

El complot para prender a Jesús - (Mr. 14. 1-2; Lc. 22. 1-2; Jn. 11. 45-53)  

Mat.26:1 Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: 
Mat.26:2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.  
Mat.26:3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,  
Mat.26:4 y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle.  
Mat.26:5 Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo. 


Jesús es ungido en Betania  - (Mr. 14. 3-9; Jn. 12. 1-8)  

Mat.26:6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,  
Mat.26:7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 
Mat.26:8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?  
Mat.26:9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.  
Mat.26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.  
Mat.26:11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.  
Mat.26:12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.  
Mat.26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. 


Judas ofrece entregar a Jesús - (Mr. 14. 10-11; Lc. 22. 3-6)  

Mat.26:14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,  
Mat.26:15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.  
Mat.26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.  


Institución de la Cena del Señor (Mr.14:12-25; Lc.22:7-23; Jn.13:21-30; 1ºCor.11:23-26)  

Mat.26:17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?  
Mat.26:18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.  
Mat.26:19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.  
Mat.26:20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.  
Mat.26:21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.  
Mat.26:22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?  
Mat.26:23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar.  
Mat.26:24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.  
Mat.26:25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho. 
Mat.26:26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.  
Mat.26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;  
Mat.26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.  
Mat.26:29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.  


Jesús anuncia la negación de Pedro  - (Mr. 14. 26-31; Lc. 22. 31-34; Jn. 13. 36-38)  

Mat.26:30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.  
Mat.26:31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. 
Mat.26:32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 
Mat.26:33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 
Mat.26:34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 
Mat.26:35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.  


Jesús ora en Getsemaní  - (Mr. 14. 32-42; Lc. 22. 39-46)  

Mat.26:36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.  
Mat.26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.  
Mat.26:38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.  
Mat.26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.  
Mat.26:40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?  
Mat.26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.  
Mat.26:42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.  
Mat.26:43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 
Mat.26:44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.  
Mat.26:45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.  
Mat.26:46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.  


Arresto de Jesús  - (Mr. 14. 43-50; Lc. 22. 47-53; Jn. 18. 2-11)  

Mat.26:47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.  
Mat.26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.  
Mat.26:49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.  
Mat.26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.  
Mat.26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.  
Mat.26:52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.  
Mat.26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?  
Mat.26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?  
Mat.26:55 En aquella hora dijo Jesús a la gente:¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.  
Mat.26:56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.  


Jesús ante el concilio - (Mr. 14. 53-65; Lc. 22. 54, 63-71; Jn. 18. 12-14, 19-24)  

Mat.26:57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos.  
Mat.26:58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin.  
Mat.26:59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte,  
Mat.26:60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,  
Mat.26:61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. 
Mat.26:62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?  
Mat.26:63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.  
Mat.26:64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. 
Mat.26:65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.  
Mat.26:66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! 
Mat.26:67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, 
Mat.26:68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.  

Pedro niega a Jesús - (Mr. 14. 66-72; Lc. 22. 55-62; Jn. 18. 15-18, 25-27)  

Mat.26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.  
Mat.26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.  
Mat.26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.  
Mat.26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.  
Mat.26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.  
Mat.26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.  
Mat.26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho:Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. 

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