Prov.10:7 La memoria del justo será bendita;
Mas el nombre de los impíos se pudrirá.
La memoria del justo
Tanto el justo como el impío deben morir; pero entre sus almas hay una vastísima diferencia.
"UN PERAL DE mi huerto se lamentaba, mientras temblaba de frío debido al helado viento otoñal que precede a las primeras nevadas:
—¿Para qué sirve el verano si pasa tan pronto? ¿Para qué me calenté bajo los benditos rayos del sol y bebí el rocío, si ahora se me abandona a la amargura de esta desolación invernal?
Y se retorcía y lloraba en la agonía de la tormenta. Un viejo manzano que se hallaba cerca le dijo:
—Te has olvidado que ayudaste a hermosear el huerto con el esplendor de tu follaje; has perfumado el aire con la fragancia de tus flores y has alegrado a la familia con tus deliciosos frutos. Te olvidas de los niños que han jugado bajo tu sombra, y más que todo, te olvidas que has crecido y que las seis pulgadas que te obsequió este verano las retendrás, con lo que te hallas más cerca del cielo, tienes más fuerzas para enfrentar las tormentas y estás listo para esperar la llegada de otra primavera y más apto para entrar en la nueva carrera con ventaja.
Los seres queridos se van, pero la influencia del verano de sus vidas queda con nosotros. Nuestros corazones reciben las bendiciones con más calor y son más útiles a los demás debido a los beneficios recibidos de ellos. Podemos descansar a su sombra y hallarnos más aptos para la primavera de la inmortalidad, donde el sol jamás se pondrá.
Cuando Jesús dejó a sus discípulos, amigos y seres amados en la tierra, les dejó una promesa muy consoladora: “Voy pues a preparar lugar para vosotros.” Al decir esto hablaba a sus seguidores de todos los tiempos y quería que estuvieran contentos de que era Él quien preparaba el lugar. Por tanto, la imaginación puede anticiparse prudentemente a describir tal lugar.
Un escritor expresó muy bien su pensamiento cuando dijo: “Su gloria sobrepasará la salida del sol, cuando el orbe se levanta con temblorosos trazos de luz, que atravesando las finísimas cortinas de nubes llenan el cielo oriental con iridiscente esplendor.” Manantiales en el Desierto II.- 3 de Julio
Hay libros de memorias que serán abiertos en el cielo, cuando seremos juzgados por los hechos mientras estábamos el cuerpo, si nuestro juicio imperfecto puede indicar buenos actos para juzgar una vida como buena y productiva, cuanto mas el justo juicio que El Padre dio al Hijo, "Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo..." Rom.14:10.-
Hoy nos regocijamos al leer o escuchar las historias de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Jose, de Josue, de Job, de jueces y reyes como David, Asa o Ezequias que hicieron lo bueno delante de los ojos de Dios, de Daniel, de Isaías, de Jeremías y otros profetas, nos regocijamos de leer los Hechos de los apostoles y de los trabajos y sufrimientos de Pablo y otros, pues SU memoria es bendita por el Señor.-
También nos regocijamos de comentar las hazañas de siervos fieles que han sido usados en nuestro medio, aunque en su momento quizá no fueron valorados ni obedecidos como hubiesen ellos anhelado, pero su influencia sigue en los recuerdos de muchos y su figura se agranda a medida que pasan los años, introduciendo en nuestras conversaciones el "como decía..." mi madre, como decía mi padre, como decía tal o cual siervo de Dios...
No hermano, hermana, no es lo mismo, aunque el mundo diga "cuando se mueren todos somos buenos, aunque digan ¿para que esforzarse en tener actos de bondad si total es igual para todos?, ¿por que cumplir mi palabra, si total mira al fulano, al mengano y al perengano que hicieron tal o cual, engañaron, robaron, se llenaron de vicio, destruyeron hogares, viven en concubinatos y mira como están? Ellos están lo mas bien y yo, o nosotros, estamos padeciendo enfermedad, pobreza, desprecios y otras contrariedades...
Hermanos, el justo por su fe vivirá (Rom.1:17), Los héroes de la fe no la pasaron recostados en un sillón mirando telenovelas, Hebreos 11:36 al 38 dice: "Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles." "Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;" "de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.", pero SU memoria es bendita...
Ahora nos toca a nosotros en este siglo XXI al final de los tiempos, ser los protagonistas de la Historia en el cielos, no de la historia humana que menciona a Politicos, Generales, Ricos de la lista de Forbes y del mundo de los famosos por ser actores de teatro y cine, cantantes, músicos o jugadores de alguna disciplina deportiva, y ¡Ay, también los famosos por la religión! la gran mayoría de ellos llegaron a ser encumbrados con actos de injusticias y hasta flagrantes asesinatos y sometimientos de lesa humanidad, sino que la memoria del justo es bendita delante del cielo de Dios y de sus santos ángeles y delante de los que buscan la justicia en la tierra también, pero la memoria de los hombres esta sujetada a debilidad.-
De todos los justos nombrados anteriormente, omití mencionar al Justo, al Santo, al inspirador de toda justicia en la humanidad, y es el Señor Jesucristo, que padeció por nosotros y quedó escrito para nuestro provecho en Heb.12:3 "Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar".
Padre de amor, ayúdanos por medio de tu Santo Espíritu, a vivir en tu justicia, ayúdanos a buscar tu rostro siempre para poder salir victoriosos de las pruebas y tentaciones para estar en tu memoria, en la memoria del Hijo, pues en su amor El no mencionará cuanto ha sufrido por nosotros, pero si hará memoria de cuanto habremos padecido por Ti, lo pedimos en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amen y amen.-
Tanto el justo como el impío deben morir; pero entre sus almas hay una vastísima diferencia.
"UN PERAL DE mi huerto se lamentaba, mientras temblaba de frío debido al helado viento otoñal que precede a las primeras nevadas:
—¿Para qué sirve el verano si pasa tan pronto? ¿Para qué me calenté bajo los benditos rayos del sol y bebí el rocío, si ahora se me abandona a la amargura de esta desolación invernal?
Y se retorcía y lloraba en la agonía de la tormenta. Un viejo manzano que se hallaba cerca le dijo:
—Te has olvidado que ayudaste a hermosear el huerto con el esplendor de tu follaje; has perfumado el aire con la fragancia de tus flores y has alegrado a la familia con tus deliciosos frutos. Te olvidas de los niños que han jugado bajo tu sombra, y más que todo, te olvidas que has crecido y que las seis pulgadas que te obsequió este verano las retendrás, con lo que te hallas más cerca del cielo, tienes más fuerzas para enfrentar las tormentas y estás listo para esperar la llegada de otra primavera y más apto para entrar en la nueva carrera con ventaja.
Los seres queridos se van, pero la influencia del verano de sus vidas queda con nosotros. Nuestros corazones reciben las bendiciones con más calor y son más útiles a los demás debido a los beneficios recibidos de ellos. Podemos descansar a su sombra y hallarnos más aptos para la primavera de la inmortalidad, donde el sol jamás se pondrá.
Cuando Jesús dejó a sus discípulos, amigos y seres amados en la tierra, les dejó una promesa muy consoladora: “Voy pues a preparar lugar para vosotros.” Al decir esto hablaba a sus seguidores de todos los tiempos y quería que estuvieran contentos de que era Él quien preparaba el lugar. Por tanto, la imaginación puede anticiparse prudentemente a describir tal lugar.
Un escritor expresó muy bien su pensamiento cuando dijo: “Su gloria sobrepasará la salida del sol, cuando el orbe se levanta con temblorosos trazos de luz, que atravesando las finísimas cortinas de nubes llenan el cielo oriental con iridiscente esplendor.” Manantiales en el Desierto II.- 3 de Julio
Hay libros de memorias que serán abiertos en el cielo, cuando seremos juzgados por los hechos mientras estábamos el cuerpo, si nuestro juicio imperfecto puede indicar buenos actos para juzgar una vida como buena y productiva, cuanto mas el justo juicio que El Padre dio al Hijo, "Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo..." Rom.14:10.-
Hoy nos regocijamos al leer o escuchar las historias de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Jose, de Josue, de Job, de jueces y reyes como David, Asa o Ezequias que hicieron lo bueno delante de los ojos de Dios, de Daniel, de Isaías, de Jeremías y otros profetas, nos regocijamos de leer los Hechos de los apostoles y de los trabajos y sufrimientos de Pablo y otros, pues SU memoria es bendita por el Señor.-
También nos regocijamos de comentar las hazañas de siervos fieles que han sido usados en nuestro medio, aunque en su momento quizá no fueron valorados ni obedecidos como hubiesen ellos anhelado, pero su influencia sigue en los recuerdos de muchos y su figura se agranda a medida que pasan los años, introduciendo en nuestras conversaciones el "como decía..." mi madre, como decía mi padre, como decía tal o cual siervo de Dios...
No hermano, hermana, no es lo mismo, aunque el mundo diga "cuando se mueren todos somos buenos, aunque digan ¿para que esforzarse en tener actos de bondad si total es igual para todos?, ¿por que cumplir mi palabra, si total mira al fulano, al mengano y al perengano que hicieron tal o cual, engañaron, robaron, se llenaron de vicio, destruyeron hogares, viven en concubinatos y mira como están? Ellos están lo mas bien y yo, o nosotros, estamos padeciendo enfermedad, pobreza, desprecios y otras contrariedades...
Hermanos, el justo por su fe vivirá (Rom.1:17), Los héroes de la fe no la pasaron recostados en un sillón mirando telenovelas, Hebreos 11:36 al 38 dice: "Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles." "Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;" "de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.", pero SU memoria es bendita...
Ahora nos toca a nosotros en este siglo XXI al final de los tiempos, ser los protagonistas de la Historia en el cielos, no de la historia humana que menciona a Politicos, Generales, Ricos de la lista de Forbes y del mundo de los famosos por ser actores de teatro y cine, cantantes, músicos o jugadores de alguna disciplina deportiva, y ¡Ay, también los famosos por la religión! la gran mayoría de ellos llegaron a ser encumbrados con actos de injusticias y hasta flagrantes asesinatos y sometimientos de lesa humanidad, sino que la memoria del justo es bendita delante del cielo de Dios y de sus santos ángeles y delante de los que buscan la justicia en la tierra también, pero la memoria de los hombres esta sujetada a debilidad.-
De todos los justos nombrados anteriormente, omití mencionar al Justo, al Santo, al inspirador de toda justicia en la humanidad, y es el Señor Jesucristo, que padeció por nosotros y quedó escrito para nuestro provecho en Heb.12:3 "Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar".
Padre de amor, ayúdanos por medio de tu Santo Espíritu, a vivir en tu justicia, ayúdanos a buscar tu rostro siempre para poder salir victoriosos de las pruebas y tentaciones para estar en tu memoria, en la memoria del Hijo, pues en su amor El no mencionará cuanto ha sufrido por nosotros, pero si hará memoria de cuanto habremos padecido por Ti, lo pedimos en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amen y amen.-
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
Capítulo 18
Las porciones de los levitas
Deut.18:1 Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán.
Deut.18:2 No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho.
Deut.18:3 Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar.
Deut.18:4 Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
Deut.18:5 porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.
Deut.18:6 Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere,
Deut.18:7 ministrará en el nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová.
Deut.18:8 Igual ración a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.
Amonestación contra costumbres paganas
Deut.18:9 Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
Deut.18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
Deut.18:11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Deut.18:12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
Deut.18:13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.
Deut.18:14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.
Dios promete un profeta como Moisés
Deut.18:15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;
Deut.18:16 conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
Deut.18:17 Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
Deut.18:18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Deut.18:19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
Deut.18:20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
Deut.18:21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;
Deut.18:22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Capítulo 19
Las ciudades de refugio - (Nm. 35.9-28)
Deut.19:1 Cuando Jehová tu Dios destruya a las naciones cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas;
Deut.19:2 te apartarás tres ciudades en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
Deut.19:3 Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que Jehová tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.
Deut.19:4 Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente;
Deut.19:5 como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
Deut.19:6 no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente.
Deut.19:7 Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres ciudades.
Deut.19:8 Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres,
Deut.19:9 siempre y cuando guardares todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres,
Deut.19:10 para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.
Deut.19:11 Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
Deut.19:12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
Deut.19:13 No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
Deut.19:14 En la heredad que poseas en la tierra que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos.
Leyes sobre el testimonio
Deut.19:15 No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.
Deut.19:16 Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él,
Deut.19:17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días.
Deut.19:18 Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano,
Deut.19:19 entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
Deut.19:20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.
Deut.19:21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Capítulo 20
Leyes sobre la guerra
Deut.20:1 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.
Deut.20:2 Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo,
Deut.20:3 y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos;
Deut.20:4 porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
Deut.20:5 Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene.
Deut.20:6 ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la disfrute.
Deut.20:7 ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome.
Deut.20:8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
Deut.20:9 Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ejército tomarán el mando a la cabeza del pueblo.
Deut.20:10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz.
Deut.20:11 Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te servirá.
Deut.20:12 Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiarás.
Deut.20:13 Luego que Jehová tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Deut.20:14 Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó.
Deut.20:15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
Deut.20:16 Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida,
Deut.20:17 sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado;
Deut.20:18 para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios.
Deut.20:19 Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio.
Deut.20:20 Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.
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