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NOVIEMBRE 3

 Prov.12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
             Mas la lengua de los sabios es medicina. 







PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 7 

Incredulidad de los hermanos de Jesús 

Jn.7:1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.  
Jn.7:2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 
Jn.7:3 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.  
Jn.7:4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.  
Jn.7:5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.  
Jn.7:6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.  
Jn.7:7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.  
Jn.7:8 Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.  
Jn.7:9 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.  


Jesús en la fiesta de los tabernáculos  

Jn.7:10 Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto.  
Jn.7:11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?  
Jn.7:12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.  
Jn.7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.  
Jn.7:14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.  
Jn.7:15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?  
Jn.7:16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.  
Jn.7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.  
Jn.7:18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.  
Jn.7:19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?  
Jn.7:20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?  
Jn.7:21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.  
Jn.7:22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.  
Jn.7:23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? 
Jn.7:24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.  


¿Es éste el Cristo?  

Jn.7:25 Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?  
Jn.7:26 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?  
Jn.7:27 Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.  
Jn.7:28 Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.  
Jn.7:29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.  
Jn.7:30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.  
Jn.7:31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?  


Los fariseos envían alguaciles para prender a Jesús  

Jn.7:32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.  
Jn.7:33 Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.  
Jn.7:34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir. 
Jn.7:35 Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?  
Jn.7:36 ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?  


Ríos de agua viva 

Jn.7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.  
Jn.7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 
Jn.7:39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.  


División entre la gente  

Jn.7:40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.  
Jn.7:41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?  
Jn.7:42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?  
Jn.7:43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.  
Jn.7:44 Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. 


¡Nunca ha hablado hombre así!  

Jn.7:45 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?  
Jn.7:46 Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!  
Jn.7:47 Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?  
Jn.7:48 ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? 
Jn.7:49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.  
Jn.7:50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos:  
Jn.7:51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?  
Jn.7:52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.  


La mujer adúltera  

Jn.7:53 Cada uno se fue a su casa;  


Capítulo 8

Jn.8:1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.  
Jn.8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.  
Jn.8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,  
Jn.8:4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.  
Jn.8:5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?  
Jn.8:6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.  
Jn.8:7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.  
Jn.8:8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.  
Jn.8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.  
Jn.8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?  
Jn.8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.  


Jesús, la luz del mundo  

Jn.8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.  
Jn.8:13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. 
Jn.8:14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.  
Jn.8:15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.  
Jn.8:16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.  
Jn.8:17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.  
Jn.8:18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.  
Jn.8:19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.  
Jn.8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.  


A donde yo voy, vosotros no podéis venir  

Jn.8:21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.  
Jn.8:22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?  
Jn.8:23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.  
Jn.8:24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.  
Jn.8:25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.  
Jn.8:26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.  
Jn.8:27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.  
Jn.8:28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.  
Jn.8:29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.  
Jn.8:30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.  


La verdad os hará libres  

Jn.8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  
Jn.8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.  
Jn.8:33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?  
Jn.8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.  
Jn.8:35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.  
Jn.8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.  
Jn.8:37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.  
Jn.8:38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.  


Sois de vuestro padre el diablo  

Jn.8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.  
Jn.8:40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.  
Jn.8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.  
Jn.8:42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.  
Jn.8:43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.  
Jn.8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.  
Jn.8:45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.  
Jn.8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?  
Jn.8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.  


La preexistencia de Cristo  

Jn.8:48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?  
Jn.8:49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.  
Jn.8:50 Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.  
Jn.8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. 
Jn.8:52 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte.  
Jn.8:53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?  
Jn.8:54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.  
Jn.8:55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.  
Jn.8:56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.  
Jn.8:57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?  
Jn.8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. 
Jn.8:59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue. 

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