Luc.6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
SALMOS
LIBRO III
Capítulo 73
El destino de los malos
Salmo de Asaf.
Sal.73:1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
Para con los limpios de corazón.
Sal.73:2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.
Sal.73:3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.
Sal.73:4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.
Sal.73:5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.
Sal.73:6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.
Sal.73:7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.
Sal.73:8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.
Sal.73:9 Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.
Sal.73:10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.
Sal.73:11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
Sal.73:12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Sal.73:13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;
Sal.73:14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.
Sal.73:15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
Sal.73:16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,
Sal.73:17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.
Sal.73:18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.
Sal.73:19 ¡Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.
Sal.73:20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.
Sal.73:21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.
Sal.73:22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.
Sal.73:23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.
Sal.73:24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.
Sal.73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Sal.73:26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Sal.73:27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
Sal.73:28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.
Capítulo 74
Apelación a Dios en contra del enemigo
Masquil de Asaf.
Sal.74:1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?
Sal.74:2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;
Este monte de Sion, donde has habitado.
Sal.74:3 Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.
Sal.74:4 Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;
Han puesto sus divisas por señales.
Sal.74:5 Se parecen a los que levantan
El hacha en medio de tupido bosque.
Sal.74:6 Y ahora con hachas y martillos
Han quebrado todas sus entalladuras.
Sal.74:7 Han puesto a fuego tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.
Sal.74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.
Sal.74:9 No vemos ya nuestras señales;
No hay más profeta,
Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
Sal.74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?
Sal.74:11 ¿Por qué retraes tu mano?
¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?
Sal.74:12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.
Sal.74:13 Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Sal.74:14 Magullaste las cabezas del leviatán,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.
Sal.74:15 Abriste la fuente y el río;
Secaste ríos impetuosos.
Sal.74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;
Tú estableciste la luna y el sol.
Sal.74:17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;
El verano y el invierno tú los formaste.
Sal.74:18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.
Sal.74:19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.
Sal.74:20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.
Sal.74:21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.
Sal.74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.
Sal.74:23 No olvides las voces de tus enemigos;
El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
Capítulo 75
Dios abate al malo y exalta al justo
Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo de Asaf. Cántico.
Sal.75:1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.
Sal.75:2 Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.
Sal.75:3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah
Sal.75:4 Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;
Sal.75:5 No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.
Sal.75:6 Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.
Sal.75:7 Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.
Sal.75:8 Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.
Sal.75:9 Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
Sal.75:10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.
Capítulo 76
El Dios de la victoria y del juicio
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.
Sal.76:1 Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.
Sal.76:2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.
Sal.76:3 Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah
Sal.76:4 Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.
Sal.76:5 Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.
Sal.76:6 A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.
Sal.76:7 Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?
Sal.76:8 Desde los cielos hiciste oír juicio;
La tierra tuvo temor y quedó suspensa
Sal.76:9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah
Sal.76:10 Ciertamente la ira del hombre te alabará;
Tú reprimirás el resto de las iras.
Sal.76:11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.
Sal.76:12 Cortará él el espíritu de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.
Capítulo 77
Meditación sobre los hechos poderosos de Dios
Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.
Sal.77:1 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchará.
Sal.77:2 Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.
Sal.77:3 Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah
Sal.77:4 No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.
Sal.77:5 Consideraba los días desde el principio,
Los años de los siglos.
Sal.77:6 Me acordaba de mis cánticos de noche;
Meditaba en mi corazón,
Y mi espíritu inquiría:
Sal.77:7 ¿Desechará el Señor para siempre,
Y no volverá más a sernos propicio?
Sal.77:8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?
Sal.77:9 ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah
Sal.77:10 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.
Sal.77:11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
Sal.77:12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.
Sal.77:13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?
Sal.77:14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.
Sal.77:15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah
Sal.77:16 Te vieron las aguas, oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos también se estremecieron.
Sal.77:17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.
Sal.77:18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relámpagos alumbraron el mundo;
Se estremeció y tembló la tierra.
Sal.77:19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.
Sal.77:20 Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moisés y de Aarón.
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