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SETIEMBRE 25

La venida del Señor 

1ºTes.4:13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 

         El mundo pagano creía que los muertos no participarán de los beneficios que traería el advenimiento de Cristo, sin duda porque dominaban aún las inciertas nociones del paganismo respecto de los muertos.-

        Aquellos  “los que no tienen esperanza…”,

Ef.2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 

2ºTim.1:10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, 

         “los que duermen…”, expresión del tipo poética proveniente de la impresión producida por la muerte, pero no menos veraz a causa del Señor de todas las cosas y Dueño de todas las almas, el Único que puede dar vida a los muertos…

è El caso de Esteban:

Hec.7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

El caso de la hija de Jairo.

Mat.9:24 les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él.

         Pero eso no significa necesariamente que el alma, separada del cuerpo, esté sumida en profundo sueño, pues Dios es “Dios de los vivos…”,

Solo que los que duermen en el Señor, descansan de sus obras bajo el sol, no pueden ser mas ni protectores, ni proveedores, ni procreadores, ni intercesores, porque hay un solo Mediador… pues son iguales a los ángeles…

Luc.20:34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 

Luc.20:35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 

Luc.20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. 

Luc.20:37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.

Luc.20:38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.

Luc.20:39 Respondiéndole algunos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho. 

Luc.20:40 Y no osaron preguntarle nada más.

Hermano, hermana, levanta tu luto, ponte ante la presencia de Aquel que cambia nuestro luto en gozo, nuestra tinieblas en luz y nuestra miseria en dignidad… Quita el manto gris de la tristeza y cíñete de esplendoroso gozo porque tus muertos al igual que tu “son de Dios…” y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para El todos viven… Oh!! carne ya has sufrido aquella o esta separación, es tiempo de entrar al tabernáculo cuyo pabellón dice: “El eterno Dios es tu refugio,  Y acá abajo los brazos eternos;  El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye”.  Deut.33:27.-

 


PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 4 

El candelabro de oro y los olivos  

Zac.4:1 Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.  
Zac.4:2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él;  
Zac.4:3 Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda.  
Zac.4:4 Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?  
Zac.4:5 Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.  
Zac.4:6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.  
Zac.4:7 ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.  
Zac.4:8 Vino palabra de Jehová a mí, diciendo:  
Zac.4:9 Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.  
Zac.4:10 Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.  
Zac.4:11 Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda?  
Zac.4:12 Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?  
Zac.4:13 Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.  
Zac.4:14 Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.  


Capítulo 5 

El rollo volante  

Zac.5:1 De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba.  
Zac.5:2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos  de largo, y diez codos de ancho.  
Zac.5:3 Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido.  
Zac.5:4 Yo la he hecho salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras.  


La mujer en el efa  

Zac.5:5 Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale.  
Zac.5:6 Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa que sale. Además dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.  
Zac.5:7 Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. 
Zac.5:8 Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa.  
Zac.5:9 Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos.  
Zac.5:10 Dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa?  
Zac.5:11 Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base.  


Capítulo 6 

Los cuatro carros  

Zac.6:1 De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce.  
Zac.6:2 En el primer carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, 
Zac.6:3 en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados.  
Zac.6:4 Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto?  
Zac.6:5 Y el ángel me respondió y me dijo: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra.  
Zac.6:6 El carro con los caballos negros salía hacia la tierra del norte, y los blancos salieron tras ellos, y los overos salieron hacia la tierra del sur.  
Zac.6:7 Y los alazanes salieron y se afanaron por ir a recorrer la tierra. Y dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra.  
Zac.6:8 Luego me llamó, y me habló diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del norte.  


Coronación simbólica de Josué  

Zac.6:9 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:  
Zac.6:10 Toma de los del cautiverio a Heldai, a Tobías y a Jedaías, los cuales volvieron de Babilonia; e irás tú en aquel día, y entrarás en casa de Josías hijo de Sofonías.  
Zac.6:11 Tomarás, pues, plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac.  
Zac.6:12 Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.  
Zac.6:13 El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos.  
Zac.6:14 Las coronas servirán a Helem, a Tobías, a Jedaías y a Hen hijo de Sofonías, como memoria en el templo de Jehová.  
Zac.6:15 Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová, y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios.  


Capítulo 7 

El ayuno que Dios reprueba  

Zac.7:1 Aconteció que en el año cuarto del rey Darío vino palabra de Jehová a Zacarías, a los cuatro días del mes noveno, que es Quisleu,  
Zac.7:2 cuando el pueblo de Bet-el había enviado a Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor de Jehová,  
Zac.7:3 y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años?  
Zac.7:4 Vino, pues, a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:  
Zac.7:5 Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?  
Zac.7:6 Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos?  
Zac.7:7 ¿No son estas las palabras que proclamó Jehová por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y sus ciudades en sus alrededores y el Neguev y la Sefela estaban también habitados?  


La desobediencia, causa del cautiverio  

Zac.7:8 Y vino palabra de Jehová a Zacarías, diciendo:  
Zac.7:9 Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano;  
Zac.7:10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.  
Zac.7:11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;  
Zac.7:12 y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos. 
Zac.7:13 Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos;  
Zac.7:14 sino que los esparcí con torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues convirtieron en desierto la tierra deseable.  


Capítulo 8 

Promesa de la restauración de Jerusalén  

Zac.8:1 Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:  
Zac.8:2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé.  
Zac.8:3 Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.  
Zac.8:4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días.  
Zac.8:5 Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas.  
Zac.8:6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos días, ¿también será maravilloso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos.  
Zac.8:7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol;  
Zac.8:8 y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia.  
Zac.8:9 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.  
Zac.8:10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero.  
Zac.8:11 Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos.  
Zac.8:12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto.  
Zac.8:13 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.  
Zac.8:14 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Jehová de los ejércitos, y no me arrepentí,  
Zac.8:15 así al contrario he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días; no temáis.  
Zac.8:16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.  
Zac.8:17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.  
Zac.8:18 Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:  
Zac.8:19 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz.  
Zac.8:20 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades;  
Zac.8:21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.  
Zac.8:22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.  
Zac.8:23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.  


Capítulo 9 

Castigo de las naciones vecinas  

Zac.9:1 La profecía de la palabra de Jehová está contra la tierra de Hadrac y sobre Damasco; porque a Jehová deben mirar los ojos de los hombres, y de todas las tribus de Israel.  
Zac.9:2 También Hamat será comprendida en el territorio de éste; Tiro y Sidón, aunque sean muy sabias.  
Zac.9:3 Bien que Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata como polvo, y oro como lodo de las calles,  
Zac.9:4 he aquí, el Señor la empobrecerá, y herirá en el mar su poderío, y ella será consumida de fuego.  
Zac.9:5 Verá Ascalón, y temerá; Gaza también, y se dolerá en gran manera; asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y perecerá el rey de Gaza, y Ascalón no será habitada.  
Zac.9:6 Habitará en Asdod un extranjero, y pondré fin a la soberbia de los filisteos. 
Zac.9:7 Quitaré la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes, y quedará también un remanente para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Ecrón será como el jebuseo.  
Zac.9:8 Entonces acamparé alrededor de mi casa como un guarda, para que ninguno vaya ni venga, y no pasará más sobre ellos el opresor; porque ahora miraré con mis ojos.  


El futuro rey de Sion  

Zac.9:9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. 
Zac.9:10 Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra. 
Zac.9:11 Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua.  
Zac.9:12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.  
Zac.9:13 Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente.  
Zac.9:14 Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y Jehová el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro.  
Zac.9:15 Jehová de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y hollarán las piedras de la honda, y beberán, y harán estrépito como tomados de vino; y se llenarán como tazón, o como cuernos del altar.  
Zac.9:16 Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra.  
Zac.9:17 Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.  

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