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JUNIO 28

Luc.6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.









PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 78

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel 
Masquil de Asaf. 

Sal.78:1 Escucha, pueblo mío, mi ley; 
Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. 
Sal.78:2 Abriré mi boca en proverbios; 
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, 
Sal.78:3 Las cuales hemos oído y entendido; 
Que nuestros padres nos las contaron. 
Sal.78:4 No las encubriremos a sus hijos, 
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, 
Y su potencia, y las maravillas que hizo. 
Sal.78:5 El estableció testimonio en Jacob, 
Y puso ley en Israel, 
La cual mandó a nuestros padres 
Que la notificasen a sus hijos; 
Sal.78:6 Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; 
Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, 
Sal.78:7 A fin de que pongan en Dios su confianza, 
Y no se olviden de las obras de Dios; 
Que guarden sus mandamientos, 
Sal.78:8 Y no sean como sus padres, 
Generación contumaz y rebelde; 
Generación que no dispuso su corazón, 
Ni fue fiel para con Dios su espíritu. 
Sal.78:9 Los hijos de Efraín, arqueros armados, 
Volvieron las espaldas en el día de la batalla. 
Sal.78:10 No guardaron el pacto de Dios, 
Ni quisieron andar en su ley; 
Sal.78:11 Sino que se olvidaron de sus obras, 
Y de sus maravillas que les había mostrado. 
Sal.78:12 Delante de sus padres hizo maravillas 
En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. 
Sal.78:13 Dividió el mar y los hizo pasar; 
Detuvo las aguas como en un montón. 
Sal.78:14 Les guió de día con nube, 
Y toda la noche con resplandor de fuego. 
Sal.78:15 Hendió las peñas en el desierto, 
Y les dio a beber como de grandes abismos, 
Sal.78:16 Pues sacó de la peña corrientes, 
E hizo descender aguas como ríos. 
Sal.78:17 Pero aún volvieron a pecar contra él, 
Rebelándose contra el Altísimo en el desierto; 
Sal.78:18 Pues tentaron a Dios en su corazón, 
Pidiendo comida a su gusto. 
Sal.78:19 Y hablaron contra Dios, 
Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? 
Sal.78:20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, 
Y torrentes inundaron la tierra; 
¿Podrá dar también pan? 
¿Dispondrá carne para su pueblo? 
Sal.78:21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó; 
Se encendió el fuego contra Jacob, 
Y el furor subió también contra Israel, 
Sal.78:22 Por cuanto no habían creído a Dios, 
Ni habían confiado en su salvación. 
Sal.78:23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba, 
Y abrió las puertas de los cielos, 
Sal.78:24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, 
Y les dio trigo de los cielos. 
Sal.78:25 Pan de nobles comió el hombre; 
Les envió comida hasta saciarles. 
Sal.78:26 Movió el solano en el cielo, 
Y trajo con su poder el viento sur, 
Sal.78:27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo, 
Como arena del mar, aves que vuelan. 
Sal.78:28 Las hizo caer en medio del campamento, 
Alrededor de sus tiendas. 
Sal.78:29 Comieron, y se saciaron; 
Les cumplió, pues, su deseo. 
Sal.78:30 No habían quitado de sí su anhelo, 
Aún estaba la comida en su boca, 
Sal.78:31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, 
E hizo morir a los más robustos de ellos, 
Y derribó a los escogidos de Israel. 
Sal.78:32 Con todo esto, pecaron aún, 
Y no dieron crédito a sus maravillas. 
Sal.78:33 Por tanto, consumió sus días en vanidad, 
Y sus años en tribulación. 
Sal.78:34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; 
Entonces se volvían solícitos en busca suya, 
Sal.78:35 Y se acordaban de que Dios era su refugio, 
Y el Dios Altísimo su redentor. 
Sal.78:36 Pero le lisonjeaban con su boca, 
Y con su lengua le mentían; 
Sal.78:37 Pues sus corazones no eran rectos con él, 
Ni estuvieron firmes en su pacto. 
Sal.78:38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; 
Y apartó muchas veces su ira, 
Y no despertó todo su enojo. 
Sal.78:39 Se acordó de que eran carne, 
Soplo que va y no vuelve. 
Sal.78:40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, 
Lo enojaron en el yermo! 
Sal.78:41 Y volvían, y tentaban a Dios, 
Y provocaban al Santo de Israel. 
Sal.78:42 No se acordaron de su mano, 
Del día que los redimió de la angustia; 
Sal.78:43 Cuando puso en Egipto sus señales, 
Y sus maravillas en el campo de Zoán; 
Sal.78:44 Y volvió sus ríos en sangre, 
Y sus corrientes, para que no bebiesen. 
Sal.78:45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban, 
Y ranas que los destruían. 
Sal.78:46 Dio también a la oruga sus frutos, 
Y sus labores a la langosta. 
Sal.78:47 Sus viñas destruyó con granizo, 
Y sus higuerales con escarcha; 
Sal.78:48 Entregó al pedrisco sus bestias, 
Y sus ganados a los rayos. 
Sal.78:49 Envió sobre ellos el ardor de su ira; 
Enojo, indignación y angustia, 
Un ejército de ángeles destructores. 
Sal.78:50 Dispuso camino a su furor; 
No eximió la vida de ellos de la muerte, 
Sino que entregó su vida a la mortandad. 
Sal.78:51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto, 
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam. 
Sal.78:52 Hizo salir a su pueblo como ovejas, 
Y los llevó por el desierto como un rebaño. 
Sal.78:53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; 
Y el mar cubrió a sus enemigos. 
Sal.78:54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa, 
A este monte que ganó su mano derecha. 
Sal.78:55 Echó las naciones de delante de ellos; 
Con cuerdas repartió sus tierras en heredad, 
E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel. 
Sal.78:56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, 
Y no guardaron sus testimonios; 
Sal.78:57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; 
Se volvieron como arco engañoso. 
Sal.78:58 Le enojaron con sus lugares altos, 
Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla. 
Sal.78:59 Lo oyó Dios y se enojó, 
Y en gran manera aborreció a Israel. 
Sal.78:60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, 
La tienda en que habitó entre los hombres, 
Sal.78:61 Y entregó a cautiverio su poderío, 
Y su gloria en mano del enemigo. 
Sal.78:62 Entregó también su pueblo a la espada, 
Y se irritó contra su heredad. 
Sal.78:63 El fuego devoró a sus jóvenes, 
Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales. 
Sal.78:64 Sus sacerdotes cayeron a espada, 
Y sus viudas no hicieron lamentación. 
Sal.78:65 Entonces despertó el Señor como quien duerme, 
Como un valiente que grita excitado del vino, 
Sal.78:66 E hirió a sus enemigos por detrás; 
Les dio perpetua afrenta. 
Sal.78:67 Desechó la tienda de José, 
Y no escogió la tribu de Efraín, 
Sal.78:68 Sino que escogió la tribu de Judá, 
El monte de Sion, al cual amó. 
Sal.78:69 Edificó su santuario a manera de eminencia, 
Como la tierra que cimentó para siempre. 
Sal.78:70 Eligió a David su siervo, 
Y lo tomó de las majadas de las ovejas; 
Sal.78:71 De tras las paridas lo trajo, 
Para que apacentase a Jacob su pueblo, 
Y a Israel su heredad. 
Sal.78:72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, 
Los pastoreó con la pericia de sus manos. 


Capítulo 79

Lamento por la destrucción de Jerusalén 
Salmo de Asaf. 

Sal.79:1 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad; 
Han profanado tu santo templo; 
Redujeron a Jerusalén a escombros. 
Sal.79:2 Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos, 
La carne de tus santos a las bestias de la tierra. 
Sal.79:3 Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén, 
Y no hubo quien los enterrase. 
Sal.79:4 Somos afrentados de nuestros vecinos, 
Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores. 
Sal.79:5 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre? 
¿Arderá como fuego tu celo? 
Sal.79:6 Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen, 
Y sobre los reinos que no invocan tu nombre. 
Sal.79:7 Porque han consumido a Jacob, 
Y su morada han asolado. 
Sal.79:8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; 
Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, 
Porque estamos muy abatidos. 
Sal.79:9 Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; 
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre. 
Sal.79:10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? 
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, 
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada. 
Sal.79:11 Llegue delante de ti el gemido de los presos; 
Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte, 
Sal.79:12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos 
De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová. 
Sal.79:13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, 
Te alabaremos para siempre; 
De generación en generación cantaremos tus alabanzas. 

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